Claves para entender a los Maestros

27 julio 2014

24º Príncipe del Tabernáculo

24º Príncipe del Tabernáculo
Grado Vigésimo Cuarto del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Sexto Grado del Consejo de Caballeros Kadosh
Sexto de los Grados Históricos y Filosóficos
Sexto de los Grados definidamente Templarios
Sexto Grado de la Sexta Clase o Serie


Los orígenes del grado:
Ø  Probablemente sean algo más recientes que los de otros grados del Rito Escocés.

Ø  La tradición del escocismo dice que este fue uno de los ocho grados que Federico de Prusia agregó en 1786 al Rito de Perfección, conformando de esa manera la escala actual de treinta y tres grados.
Ø  La investigación histórica parece indicar, sin embargo, que lo antedicho pertenece sólo a la leyenda.
Ø  En la Jurisdicción Norte del Rito Escocés de Estados Unidos, este grado actualmente se denomina Knight of Forest (Caballero del Bosque).
Ø  En otros rituales, este grado aparece con la denominación de Caballero del Águila Roja.

Para ser considerado digno de recibir la antorcha de los Misterios, un aspirante debe haber dado suficiente evidencia de compasión, piedad y de justicia. Después de su Iniciación es requerido a manifestar fielmente las virtudes sociales para recibir las recompensas, tales como participación en las ceremonias. El uso de símbolos, la lengua universal de la teología antigua, era un vehículo esencial de la comunicación misteriosa. Una serie progresiva intentó recordar al hombre su origen divino y cómo él puede finalmente volver. Le hicieron consciente de su identidad, de la nobleza de su creación, de la grandeza de su destino, y de su superioridad sobre los animales. De hecho, así como especulamos hoy sobre los enigmas de la naturaleza, vemos que los antiguos anticiparon nuestras ideas. Lo más profundo de sus pensamientos estaban encajados secretamente y profundamente dentro de los símbolos que utilizaron más elocuentemente que las palabras para expresar esas ideas sublimes que luchaban para ser lanzadas al contemplarse el gran conjunto de fenómenos: Nacimiento, Vida, Muerte, Resurrección, Eternidad, Dios.
El arreglo y la escena del grado anterior se continúan en éste. Moisés preside una logia llamada una Corte, en el campamento del desierto. Los misterios mayores están a punto de ser conferidos a un candidato que será sacerdote entre las tribus de Judea. Primero, se hace la purificación. Las fuerzas básicas de la naturaleza: el fuego, el agua, la tierra y el aire se utilizan para este propósito. Luego sigue la muerte y la resurrección simbólicas en medio de recitales de muchas leyendas de Osiris, Brahma, Dionisio y otras. Finalmente, la sustancia de los misterios mayores es impartida”.[1]

Los objetivos exotéricos del grado son:
Ø  Discutir las distintas nociones que las religiones exotéricas han elaborado acerca de la inmortalidad.
Ø  Combatir la superstición, la falsedad, el despotismo y la tiranía.
Ø  Defender la ley, la justicia y los derechos humanos.
Ø  Criticar y combatir la intolerancia religiosa.
Ø  Trabajar por la fraternidad y el bienestar de la humanidad.
Ø  Examinar las formas en que exotéricamente los seres humanos adquieren conocimiento.
Ø  Estudiar la historia exotérica del antiguo sacerdocio, sus logros, virtudes, bajezas y defectos, así como las verdades y los errores incluidos en sus enseñanzas.

Los objetivos esotéricos del grado son:
Ø  Discutir el significado esotérico de la inmortalidad.
Ø  Examinar las formas en que esotéricamente los seres humanos adquieren conocimiento.
Ø  Preservar y ampliar las enseñanzas iniciáticas.
Ø  Estudiar el simbolismo esotérico contenido en la arquitectura de los templos de todas las religiones.
Ø  Estudiar la historia esotérica del antiguo sacerdocio, el valor de sus enseñanzas, cuánto de ellas continúa hoy siendo válido, y cuánto debe descartarse.

Entre los símbolos principales de este grado se encuentran:
Ø  Los toques de Aprendiz, Compañero y Maestro. El toque entre dos Hermanos implica una forma de comunicación no verbal. Durante la cual los Hermanos se dan a conocer en su condición masónica, grado y rito. Se supone que el Príncipe del Tabernáculo, por su misma condición, debe manejar perfectamente tales toques y apretones de manos, y comprender cabalmente su simbolismo esotérico.
Ø  La estrella de cinco puntas.
Ø  La letra aleph.
Ø  El corazón y el globo terrestre.
Ø  El escarabajo.
Ø  El globo alado.
Ø  La mariposa. En forma similar al escarabajo, es un símbolo de transformación y transmutación.
Ø  Los cuatro colores.
Ø  El mirto.
Ø  Los materiales del Tabernáculo.
Ø  El macroprósopo y el microprósopo de Eliphas Levi.


20 julio 2014

23º Jefe del Tabernáculo Templario

23º Jefe del Tabernáculo Templario

Grado Vigésimo Tercero del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Quinto Grado del Consejo de Caballeros Kadosh
Quinto de los Grados Históricos y Filosóficos
Quinto de los Grados definidamente Templarios
Quinto Grado de la Sexta Clase o Serie

Los orígenes del grado:
Ø  …probablemente sean algo más recientes que los de otros grados del Rito Escocés.
Ø  La tradición del escocismo dice que este fue uno de los ocho grados que Federico de Prusia agregó en 1786 al Rito de Perfección, conformando de esa manera la escala actual de treinta y tres grados.
Ø  La investigación histórica parece indicar, sin embargo, que lo antedicho pertenece sólo a la leyenda.
Ø  En la jurisdicción norte del Rito Escocés de Estados Unidos, este grado actualmente se denomina “Knight of Valor” (Caballero Valeroso).


Las ceremonias religiosas antiguas consistían principalmente en la adoración y los ritos privados llamados misterios. Solamente los Iniciados podían asistir a éstos últimos. Estaban a su turno, divididos en los misterios menores que se ocupaban de las virtudes básicas apropiadas para las masas, y los misterios mayores que estaban reservados para los más iluminados o para la realeza, y estos revelaban las verdades del universo y la omnipotencia de la deidad.

Años de práctica de las virtudes más rígidas y pruebas del desarrollo de la profundidad espiritual eran requeridas como condiciones para el ingreso a los misterios mayores. Las ceremonias eran llevadas a cabo en la noche en algún lugar secreto y escenificaban a menudo alguna leyenda con dramas sagrados a modo de instrucción.
Los candidatos generalmente eran instruidos a interpretar las verdades por sí mismos. Éstos incluyeron a los grandes del día, tales como Moisés, Platón y Pitágoras; los que, a su turno enseñaban a otros las doctrinas esenciales. La misma práctica se sigue en la masonería. Enseñar con alegorías y símbolos, permitiendo a un Iniciado captar tanto como su capacidad mental pueda entender; cada masón convirtiéndose en adepto hasta el punto de que él estudie para sí y entienda. Este grado conmemora el comienzo de la Orden del Sacerdocio en Aarón y su hijo. Al ocuparse de los misterios antiguos, introduce los misterios menores. La escena es el yermo de Sinaí en un campamento de las Doce Tribus de Israel. Las carpas armadas en un gran círculo, el centro es la carpa del tabernáculo. Moisés y Aarón dirigen la acción en la cual uno de los levitas es iniciado en las filas de los Guardianes del Templo.
Esto simboliza el primer paso del hombre en el conocimiento de cosas santas y su ingreso en los misterios menores.
Los misterios nunca fueron revelados a ninguna persona no considerada digna y bien capacitada. Debe haber sido justa, recta y veraz, poseída de un buen carácter moral y digna de un buen informe. Para lograr estos derechos y ceremonias, el aspirante tenía que ser sometido de antemano a una prueba necesaria de su valía y sus calificaciones. Los expedientes históricos dicen que cuando el docto y antiguo hermano Pitágoras se presentó para la iniciación, experimentó la más prolífica investigación durante la cual él exhibió gran fortaleza de ánimo y paciencia.
Él entendió la sublimidad y la grandeza de las filosofías profundas. Una vez dentro de los portales místicos, el candidato tenía que pasar por las ceremonias más penetrantes y majestuosas antes de ser merecedor a la confianza para recibir una llave de la simbología. Recién entonces el velo le era levantado y se le revelaba las glorias inefables. Pero antes, la luz resplandeciente del santuario lo cegaba y él así entendía que no hay una revelación inmediata, instantánea; más bien, una comprensión de que la sublimidad y la grandeza se alcanzan solamente mediante la meditación y el estudio serios. Tal método finalmente lo llenaba de gran admiración por la majestuosa belleza y las enseñanzas esotéricas de la ilustre fraternidad a través de los símbolos.
Éstos incluían el Nivel, representando la Igualdad y la Fraternidad Universal del Hombre; la Escuadra, representando la Justicia, la Honradez de propósito y el trato justo hacia todos; la Plomada, representando la conquista de nuestra naturaleza animal más baja e incuestionable Rectitud; el Pavimento de Mosaico, simbolizando la vida humana, el bien y el mal. El mosaico blanco de la Esperanza y el negro de la Adversidad; alegría y felicidad, dolor y tristeza.
Las enseñanzas esotéricas de los antiguos misterios se originaron en edades prehistóricas. Esas verdades aún están muy vigentes en todas las religiones y filosofías. El principio está incrustado en la doctrina secreta de los Adeptos y Sabios de la India: que existe un principio creador omnipresente, eterno, omnipotente y omnisciente detrás de todas las manifestaciones. Llamamos a este creador la Deidad, el Gran Arquitecto del Universo. Más aún, la Fraternidad Universal del Hombre como parte del todo Divino, es básica en todas las éticas, y el gran estudio del hombre es el hombre. Así adquiere la Luz con un claro entendimiento de Dios y la Naturaleza.
El Rito Escocés es descendiente directo de estas enseñanzas y ha preservado y mantenido el conocimiento y la sabiduría de estas fraternidades antiguas, las que dieron a Grecia su cultura y su refinamiento, y a Roma su civilización.
El progreso en las enseñanzas del Rito Escocés depende de la realidad de nuestra visión. Goethe, el poeta alemán y masón, comprendió esto; “El hombre busca su unidad interna, pero su verdadero progreso en el camino depende de su capacidad de resistirse a distorsionar la realidad de acuerdo a sus deseos”.[1]

Este grado está estrechamente conectado con el que le sigue. De forma tal que algunos consideran que nos encontramos en la Antecámara del 24°.
Por otra parte, recordemos que el término “Jefe del Tabernáculo” ya había aparecido en el grado 9° (Elegido de los Nueve), como una explicación del significado de la palabra Bagulkal.
Tal analogía no es casual: como veremos, uno de los atributos del Maestro en el 23° es el puñal, que era la joya y el símbolo más importante del 9°.

Algunos afirman que este grado presenta analogías con el 2° de las versiones modernas de la Orden del Temple.
Lo cierto es que el 23°, el 24° y el 25° forman un ternario de grados centrados en el Tabernáculo, y con definidas resonancias Templarias.
De hecho, algunos Rituales se refieren al 23° como al “primer grado”, lo que refiere a un sistema completo, “injertado” en el Rito Escocés.
Es posible, por lo tanto, que estos tres grados se hayan originado conjuntamente, pero no tenemos documentos que lo certifiquen.


Los objetivos exotéricos del grado son:
Ø  Fomentar la más absoluta tolerancia religiosa.
Ø  Trabajar para eliminar la superstición, y el temor originado en motivos religiosos.
Ø  Trabajar para eliminar cualquier tipo de privilegio poseído por la “casta” sacerdotal.
Ø  Trabajar por el establecimiento de la instancia jurídica conocida como “Hábeas Corpus”.
Ø  Promover constantemente la igualdad ante la ley el bienestar general de la humanidad.

Los objetivos esotéricos del grado son:
Ø  Elevarse por sobre las distinciones artificiales entre monoteísmo y politeísmo.
Ø  Estudiar el origen común de religiones y mitologías.
Ø  Profundizar en los arcanos de la Cábala.
Ø  Estudiar y comprender las verdades y mentiras de la práctica teúrgica.
Ø  Acercarse a la fuente de donde emana la Luz Primordial.

Entre los símbolos principales de este grado se encuentran:
Ø  El Tabernáculo, llamado en hebreo mishkán (מִשְׁכָּן, "morada"), fue el santuario móvil construido por los israelitas en el desierto, durante el éxodo de Egipto, en el que se resguardaban las Tablas de la Ley, la vara de Aarón y un pan de maná dentro del Arca de la Alianza, función que cumplió hasta que fue construido el Templo de Jerusalén por el rey Salomón. Tabernáculo proviene de la palabra latína tabernaculum, que quiere decir tienda. Tabernaculum es diminutivo de taberna, palabra que significa cabaña, caseta o taberna en sentido moderno. También se le denominaba santuario o Lugar de Reunión (מוֹעֵד, mow'ed). Lo anterior relaciona claramente el significado de Tabernáculo con el de Logia.
Ø  El punto dentro del círculo.
Ø  Los estandartes de las tribus hebreas.
Ø  El fuego.Es el símbolo del agente transformador universal, de la gran energía que anima el Cosmos. No debe confundirse con el “fuego vulgar”, si bien este presenta, al menos externamente, algunas propiedades que se le aproximan. Es la energía que sustenta a las estrellas, a las galaxias, al Cosmos como un todo.
Ø  El incensario. Estrechamente relacionado con el fuego, es un pequeño athanor, en el que la materia separa su parte fija de su componente volátil.
Ø  El candelabro de siete brazos.
Ø  La obscuridad.
Ø  La luz.
Ø  Los colores escarlata, blanco, azul y púrpura.
Ø  El mirto.

12 julio 2014

22º Príncipe del Líbano o Caballero Real Hacha

22º Príncipe del Líbano o Caballero Real Hacha

Grado Vigésimo Segundo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Cuarto Grado del Consejo de Caballeros Kadosh
Cuarto de los Grados Históricos y Filosóficos
Cuarto de los Grados definidamente Templarios
Cuarto Grado de la Sexta Clase o Serie


Los orígenes del grado:
Ø  Se remontan al Rito de Perfección, en 25 grados. El Manuscrito Francken lo denomina Caballero del Hacha Real, Gran Patriarca o Príncipe del Líbano.
Ø  El ritual original era muy breve, y prácticamente no mencionaba los detalles de la iniciación. Sin embargo, rápidamente el grado experimentó un gran desarrollo ritualístico.
Ø  El grado presenta muchas analogías con el Carbonarismo y con el grado de Leñador,[1] que era practicado en algunas logias durante el siglo XVIII. Dicho grado, por ejemplo, era trabajado en 1760 en la Logia de Mirecourt.
Ø  Se ha dicho que este grado tiene un “carácter hermético y oculto”, el cual realmente no se advierte en todos los rituales.
Ø  El mayor misterio de este grado son las “17 letras” que aparecen grabadas en el Hacha.
Ø  Algunos han especulado con un mensaje oculto en las mismas, pero nadie ha podido descifrarlo, si es que tal mensaje realmente existe.
 La principal lección se refiere a la necesidad, el honor y la dignidad del trabajo.
En el grado de Compañero, ya vimos que el trabajo es el destino del hombre. Vimos que la habilidad, el talento no son suficientes, sin esfuerzo son de poco provecho. El corazón puede concebir y la cabeza puede divisar un diseño, un plan. Todo puede quedar en nada, sería inútil si la mano no está dispuesta a ejecutar el diseño.
En este grado se aprende que el trabajo es un DEBER del hombre. Ningún hombre, capaz de trabajar, debe vivir en este mundo sin producir tanto como él consume, y si es posible, más de lo que consume para dejar un sobrante que sirva para los que no pueden trabajar. Es decir, ningún hombre debe vivir en este mundo sin dejarlo mejor de lo que él lo encontró. Además, es deber de los hombres estudiar y buscar la instrucción necesaria para superarse y que su trabajo pueda ser tan provechoso como sea posible.
En la construcción del Templo del Rey Salomón, muchos obreros carecían de conocimientos mínimos. No tenían ninguna habilidad que les sirviera para realizar un trabajo de mayor importancia. Ésos que poseían una moderada habilidad, podían cortar y pulir las maderas en el bosque o labrar piedras en las canteras. Los que poseían mayor habilidad eran utilizados como supervisores del trabajo. Pero solamente UNO en ese gran ejército de obreros, por su habilidad y conocimientos superiores, fue designado como el principal artífice de esa estructura magnífica y se convirtió en el compañero de Reyes.
El hombre que se empeña y busca la excelencia, está destinado a lograr excelencia y el que se esfuerza con más celo, es el que servirá más a sus semejantes.
En masonería, los hombres de trabajo son los personajes principales en sus leyendas. La masonería es un gran taller que intenta lograr buenos frutos para nuestras generaciones y para el futuro, y donde nosotros veneramos al Gran Arquitecto del Universo. Conmemoramos la construcción de un Templo.
Utilizamos las conocidas herramientas de trabajo de los masones; preservamos en bronce y hierro el nombre de un obrero. Cuando nos reunimos en tenidas oficiales estamos en el trabajo. El Venerable Maestro es nuestro guía que organiza al Taller y le da la instrucción apropiada. Todo esto es tan sublime así como es simple. En realidad, construimos dentro de nosotros mismos, con procesos mentales creativos, con una estructura espiritual mayor y más monumental que cualquier trabajo en mármol o en bronce.
Este grado tiene lugar en Líbano. Se refiere a la gran importancia para la masonería de los Poderosos Cedros del Líbano. La leyenda nos enseña que los Sidonios fueron empleados en cortar estos árboles para la construcción del Arca de Noé. Sus descendientes cortaron cedros para el Arca de la Alianza, y los descendientes de éstos para el Templo del Rey Salomón. Más adelante, Zerubbabel los empleó para la construcción del Segundo Templo. Formaron Colegios en el Monte del Líbano y en sus trabajos adoraban al Gran Arquitecto del Universo. Una secta de Drusos o Teístas, aún reside ahí y conduce ceremonias místicas.

La acción tiene lugar en el taller de un carpintero en las faldas del Monte del Líbano. Un Caballero Prusiano llega en busca de obtener el título de Príncipe de Líbano atenido a su nacimiento noble y su alta jerarquía. Como la Masonería no reconoce “ni Títulos ni fortunas...” es rechazado y más bien le exigen a que primero él debe renunciar a su título y rango. De este modo el aprende que debe lograr su anhelo por mérito propio, a través del trabajo simbolizado por la sierra, el plano y el hacha.
El concepto del trabajo es central en toda instrucción y emblemas masónicos. Somos un Taller de trabajo, usamos mandiles de trabajo, y un Maestro nos supervisa y traza los planos y diseños que deben servir de modelo para el trabajo. Nuestra leyenda, utiliza obreros para el trabajo manual y también expertos en las artes y ciencias y en áreas de instrucción y aprendizaje. Es una verdad muy profunda del Rito Escocés que esta definición tan amplia de trabajo cubre toda actividad masónica: mental y física, espiritual y material.
La energía puede ser física o mental. El plan manifiesto del Gran Arquitecto del Universo requiere del hombre el uso de sus facultades y habilidades en toda empresa, para lograr recompensas y la verdadera felicidad a través de una vida entera de superación y trabajo. Esa superación, ese trabajo requieren energía, inteligencia y carácter. La energía significa actividad”.[2]

El 22° está estrechamente conectado con el que le precede.
De hecho, algunos Rituales remontan el origen mitológico de este grado a Noé e indican que representa “el acrecentamiento de los conocimientos y el poder de los Noaquitas”.
Y también presenta elementos del Marinero del Arco Real, del Rito York.
Si bien siempre fue un grado muy poco practicado, en la actualidad algunos Consejos comienzan a otorgarle mayor importancia.
Algunos Rituales dicen que el 22° “cierra la primera serie filosófica” y, de hecho, a partir del 23° se produce un cambio en la orientación de los grados.
Según D. Ligou este es un grado “hermético y oculto”, aunque tal condición se revela sólo en algunos de sus aspectos.
El 22° presenta analogías con el Aprendiz (1°), el Compañero (2°), el Intendente de Edificios (8°), y el Gran Maestro Arquitecto (12°).
En todos ellos, la temática del Trabajo ocupa un lugar fundamental en el Ritual y la filosofía del grado.
De todas formas, se supone que en el 22° la noción de Trabajo se sublima y, finalmente, refiere explícitamente a la “Gran Obra” alquímica.

Los objetivos exotéricos del grado son:
Ø  Valorar la dignidad y la importancia del trabajo.
Ø  Fomentar el empleo y la industria.
Ø  Exaltar el reconocimiento social de la condición de trabajador.
Ø  Permitir que todos los trabajadores tengan acceso a la educación.
Ø  Comprender, desde un punto de vista exotérico, el valor de la profesión de Leñador.
Ø  Trabajar por la igualdad de derechos y de bienestar para todas las “clases” sociales.

Los objetivos esotéricos del grado son:
Ø  Profundizar el significado esotérico del trabajo.
Ø  Permitir la libre expresión de la creatividad del ser.
Ø  Comprender los aspectos esotéricos de la profesión y la actividad del leñador.
Ø  Estudiar la Cábala, la Alquimia, la “Filosofía del fuego”.
Ø  Estudiar los aspectos esotéricos de las doctrinas de fenicios, etruscos y drusos.
Ø  Recuperar para este grado la simbología artúrica.

Entre los símbolos principales de este grado se encuentran:
Ø El hacha.
Ø Los instrumentos del leñador en general (la sierra, etc.) Habitualmente, se consignan como herramientas del grado: la sierra, el plano y el hacha filosa. Habitualmente, se consignan como herramientas del grado: la sierra: La sierra prolonga la mano del hombre, expande su fuerza, es la herramienta con la que se consigue transformar lo externo; el plano: quita la corteza, la “máscara” del árbol. Quitar la corteza es análogo a tallar la piedra bruta, a limar sus asperezas  y el hacha filosa: el instrumento que “parece hacer algo malo, pero en realidad hace algo bueno”.
Ø Los cedros del Líbano.
Ø El rodrigón. Se define como “la vara que se clava al pie de una planta para sujetarla”. El Ritual compara al Candidato con la planta y al Maestro con el rodrigón, que sostiene y sujeta al Candidato hasta que este alcanza su independencia material e intelectual.
Ø  El color púrpura. Es la segunda vez que aparece como un color fundamental del Rito. La anterior fue en el grado 14°: Gran Elegido, Perfecto y Sublime Masón, el grado que corona la Logia de Perfección. Esto otorga al Príncipe del Líbano un rango que debería ser ciertamente elevado dentro del Rito. Recordemos que el púrpura resulta de una mezcla entre el azul (los grados Simbólicos, el trabajo manual) y el rojo (los grados Escoceses, el trabajo intelectual o filosófico). Y todo eso se hace patente en los colores de las dos Cámaras que conforman el Templo de este grado.
Ø  El arco iris.
Ø  La Mesa Redonda. Exotéricamente, es un símbolo de igualdad. Esotéricamente, es la egrégora de los Iniciados que, libres e iguales, son la representación viviente del Círculo, del Ouroboros.
Ø  La serpiente de tres cabezas. Este ser mitológico era unos de los tantos monstruos que poblaban el inframundo de la mitología etrusca. Podemos pensarla como una especie de diosa triple del inframundo, una especie de Diana de tres cabezas.

El Templo:
Tiene dos Cámaras:
Ø  la Primera Cámara se denomina “El Taller del Monte Líbano”: Está decorado de azul, es de pequeñas dimensiones y lo iluminan once luces. Algunos Rituales dicen que esta Cámara representa “la Oficina de un  carpintero en el Monte Líbano”.
El Taller del Monte Líbano está lleno de ramas y fragmentos de corteza de árbol, supuestamente traídos del bosque.
La Mesa del Maestro se denomina “tronco grueso de cedro”, los miembros se sientan sobre “haces” y tienen frente a sí “troncos” (mesitas pequeñas).

Ø  la Segunda es “El Consejo de la Meda Redonda”.
Como puede apreciarse, esta segunda Cámara, mencionada en todos los Rituales, introduce en el grado la influencia artúrica, que ya había aparecido en el grado 14°, con el personaje de Galaad.
Asimismo, esto implica una cierta heterogeneidad, pues parece que más que de uno solo, se trata de dos grados diferentes que se han fusionado.
Estará iluminado por 36 luces, dispuestas simétricamente.
Al respecto, véase lo que dice Umberto Eco acerca del número 36, en “El Péndulo de Foucault”.
Otros Rituales dicen que las 36 luces se distribuyen en 6 grupos de 6, y cada uno de estos, en 3 grupos de 2.
Los Rituales han pasado por alto el origen artúrico del nombre de esta Cámara, y han incorporado poco del simbolismo de esa tradición, lo cual es, realmente, algo para lamentarse.




[1]Cuando menos desde un punto de vista iniciático, es cierto que los carbonarios provienen de los leñadores, porque es evidente que primero se hacha la leña en los bosques antes de fabricar carbón con aquella. Sabemos muy poco de estos lignarii (cortadores de madera), hacheros, desmontadores, “cuereadores” y trabajadores diversos de la madera, pero lo cierto es que la actividad misma del leñador posee un componente iniciático.
Durante las turbulencias que estallaron en Escocia en el tiempo de la reina Isabelle, mucha gente buscó en los bosques un refugio contra la tiranía. Formaron grupos ocupados en fabricar carbón de madera y en conspirar políticamente.
Habitaban en el bosque en cabañas de forma alargada y se gobernaban por una especie de triunvirato en funciones por tres años, que presidía sobre tres asambleas o logias: una legislativa, otra administrativa y otra judicial. Esta última se denominaba Alta Venta; las ventas estaban divididas en barracas.