Claves para entender a los Maestros

30 agosto 2017

El Compás

La abertura del  Compás

Al referirnos sobre la masonería, una de las imágenes que inmediatamente se nos viene a la mente es el compás.
Pues veámoslo como símbolo y que implicancia tienes:
Ha sido considerado como el emblema de las ciencias exactas. La noción de regla, de rectitud o, está también por otra parte en la base del kuei chino.
Muchos de los símbolos son tomados de los tiempos de las grandes construcciones: las pirámides, las catedrales del medioevo; la sofisticación y complejidad de instrumental necesario para la ejecución de tales edificaciones, se limita tan solo a siete elementos primarios: las siete herramientas.

Tenemos un primer grupo integrado por los elementos de planteamiento y medición:
Escuadra: ofrece una relación angular.
Compás: facilita la determinación de distancias.
Nivel: corrobora la horizontalidad.
Plomada: establece la verticalidad.
Con estos cuatro elementos se puede determinar, con absoluta precisión, la posición de cualquier punto geométrico en el espacio, y por extensión la de cualquier recta y la de cualquier plano.
Entrando en abstracción geométrico-matemática, estableciendo un sistema de referencia, cualquier punto en el espacio se fija mediante coordenadas cartesianas o bien mediante coordenadas polares. Las primeras son situación horizontal (abscisas), y situación vertical (ordenadas). Léase nivel y plomada. Las segundas son distancia a un origen predeterminado y ángulo sobre una recta de referencia.

A partir del pasaje de la masonería operativa a la especulativa o simbólica, los elementos de trabajo masónico son simbólicos.
Compás: fijado un punto, se establece otro, otro, otro y así sucesivamente, todos equidistantes del fijado en primer lugar. Equivalencia, EQUIDISTANCIA. Es el utensilio que permite medir y transportar las medidas de las cosas de uno a otro plano, trazando curvas y circunferencias; es decir; relacionando lo terrestre, lo inmanente, con lo que convencionalmente llamamos celeste, trascendente o esencial. En masonería, el compás representa la búsqueda de la espiritualidad, trascendiendo el plano de lo inmanente o simplemente físico. Serenidad, comprensión y poder ordenador. Emblema de la justicia.

Ahora tratemos de ver que en muchas oportunidades vemos este símbolo, pero si los detenemos un poco a observar, veremos que hay ocasiones que la abertura del mismo difiere. Y claro todo tiene un por qué.

Es así como los grados de la abertura del compás implica simbólicamente, dentro de la tradición masónica, las posibilidades y los grados del conocimiento. Los 45° se refiere al octavo, 60° al sexto, y 90° al cuarto.

Entendamos que la abertura del compás a 90° máximo, se indica con ello los límites que el hombre no sabría traspasar. Este ángulo reproduce la escuadra. La escuadra es el símbolo de la materia, el compás es el símbolo del espíritu y de su poder sobre la materia.
El compás abierto en 45° indica que la materia no está completamente dominada, mientras que la abertura de 90° realiza íntegramente el equilibrio entre las dos fuerzas; el compás se convierte en escuadra justa.

Si consultamos el diccionario Akal de francmasonería:
Las puntas del compás indican la acción sobre la materia y el ángulo de sus ramas varía según los grados. Este ángulo indica los grados de conocimiento:
-          El máximo: 90º, denominado “Compás Escuadra justa”, representa el equilibrio, el ángulo de “equidad” o recto, y forma con la escuadra el exagrama o estrella de David (matrimonio del cielo y tierra). Este ángulo indica los límites que el hombre no sabría traspasar.
-          45º indica que la materia (escuadra) no ha sido dominada completamente por el espíritu.
-          Sobre el altar, en el grado de aprendiz, se encuentra por delante del compás, indicando que en este grado la materia domina al espíritu; en el grado de compañero se equilibran ambos elementos (una punta del compás cubre a la escuadra y la otra está por debajo); en el maestro las dos puntas del compás reposan sobre la escuadra ya que el espíritu predomina sobre la materia, siendo esta última posición la que identifica al hombre arquetipo, el cual está en el centro (al igual que la Cámara del Medio).


El compás, su simbolismo y su interpretación


Si nos ponemos a meditar sobre lo que son o pueden ser nuestras actividades, dentro y fuera del seno de la Sociedad, se nos viene a la memoria, la idea de que se hace absolutamente necesario, acudir a los medios que nos pueden servir, como aparatos o instrumentos de trabajo, sea cual fuere el género de vida a que se dedique el hombre, para conseguir labrar su PORVENIR; además no podemos olvidar que en esas circunstancias, la labor constructiva que en todos sus aspectos lleva a cabo la humanidad, queda en manos de quienes realizan las obras materiales e intelectuales, que bien pueden catalogarse como de carácter IMPERECEDERO.
Por el momento, únicamente vamos a describir uno de tantos instrumentos de trabajo, que según su forma y aplicación, el hombre necesita para desarrollar sus actividades, motivo por el cual nos referiremos al COMPÁS, como un aparato esencial, cuyo uso es indispensable en la Geometría, en la Arquitectura y en las Artes; conoceremos pues, su origen y la etimología, por lo que respecta a su nombre, así como la interpretación Simbólica que se le atribuye.
En efecto, la palabra COMPÁS es propia de la lengua castellana y deriva de “COMPASAR”, voz que se considera como el acto que se ejecuta, por medio de un instrumento formado por DOS piernas o ramas articuladas de distinta estructura, que sirve para medir distancias en tramos, trazar circunferencias, calcular dimensiones, establecer proporciones, etc., por tal motivo, la Ciencia nos describe a NUEVE tipos de COMPASES, mismos que reciben su nombre, según el objeto para el cual se les destina; y así tenemos al número 1 – COMPÁS DE PUNTAS, como su nombre lo indica, sus dos Piernas terminan en PUNTA, y sirve para tomar Dimensiones y marcar Distancias; el 2 – COMPÁS PARA PUNTILLAS O GRÁFICOS, que lleva en sus ramas los soportes para fijar la puntilla o el gráfico, según se desee, y se utiliza para trazar las Circunferencias a lápiz o tinta; el 3 – COMPRÁS DE CUADRANTE, que ostenta un sector de arco en una se sus ramas, y como su nombre lo indica, se emplea para medir la abertura o graduación de los CUADRANTES en los círculos; el 4 – COMPÁS DE PROPORCIÓN O REDUCCIÓN, es el que consta de un EJE movible, que une sus dos ramas acanaladas, a las que aumenta o reduce sus dimensiones, y sirve para tomar, por uno de sus extremos, las PROPORCIONES, y por el otro determinar la correspondiente REDUCCIÓN; el 5 – COMPÁS DE ESPESORES, que está constituido por dos brazos rectos, y a continuación dos ramas curvas hacia adentro, con un sector de cuadrante en la unión de uno de sus brazos con su rama, y se usa para determinar el ÁREA respectiva de las superficies curvas, o sea, el ESPESOR de los cuerpos; el 6 – COMPÁS DE CORREDERA, consta de una Regla graduada en forma de ESCUADRA, con un brazo corredizo ajustable, que sirve para medir o trazar los espacios entre dos o más líneas paralelas; el 7 – COMPÁS DE PRECISIÓN, está formado por dos brazos o reglas planas graduadas, y se emplea para marcar las distancias y la graduación de los Círculos concéntricos; el 8 – COMPÁS DE CALIBRE EXTERIOR, lo constituyen dos piernas articuladas curvas hacia adentro, y sirve para medir las dimensiones exteriores de los PROYECTILES o de cualquier otro cuerpo cilíndrico; y por último, tenemos el 9 – COMPÁS DE CALIBRE INTERIOR, que también está constituido por dos ramas curvas hacia fuera, y se usa para medir el CALIBRE o DIÁMETRO interior de los cañones, o de las tuberías.
Como se ve, estos NUEVE tipos distintos que apreciamos en el COMPÁS, tienen una aplicación perfectamente bien definida en la Geometría, en la Arquitectura y en las Artes, según la forma, la estructura y la figura que afectan; pero nosotros vamos a referirnos únicamente, al primero de ellos, o sea al COMPÁS DE PUNTAS, por ser al que se le considera como un verdadero Símbolo Masónico, pero atendiendo a su forma, estructura y aspecto verdaderamente CORRECTOS, como vamos a tener la oportunidad de DESCRIBIR; en consecuencia ya dijimos que este instrumento consta de DOS PIERNAS o RAMAS articuladas, nada más que en este caso, ambas son de forma netamente TRIANGULAR hasta terminar o rematar en PUNTAS, y su articulación, o sea la Cabeza del COMPÁS es de forma CIRCULAR; por lo tanto, en el orden profano, sirve para medir distancias en tramos, tomar dimensiones o proporciones y también para trazar la más PERFECTA de las figuras Geométricas, es decir, a la Circunferencia que limita al CÍRCULO.
Consecuentemente, si el TRIÁNGULO es la primera de las superficies Geométricas, el CÍRCULO la más perfecta de las figuras y sus dos extremos rematan en DOS PUNTOS; quiere decir que el COMPÁS está constituido por los tres PRINCIPIOS fundamentales, porque en el se reúnen la Primera de las SUPERFICIES, la PERFECCIÓN de las figuras y el PUNTO de origen de todas las cosas; por eso confirmamos el hecho de que la Cabeza es CIRCULAR, las Ramas TRIANGULARES y sus Extremos rematan en PUNTA, por eso llegamos también al convencimiento de que el COMPÁS MASÓNICO, reúne esas tres cualidades filosóficas, que no podemos apreciar en todos los demás instrumentos similares, por lo tanto, vamos a estudiar detalladamente sus acepciones Simbólicas, Morales y Científicas, en relación con sus enseñanzas FILOSÓFICAS.
Por tal motivo, el COMPÁS en el orden Masónico, es uno de los atributos más usuales que se conocen en el simbolismo, de ahí también que se le toma como el Signo representativo de la LÓGICA, o sea la base en que se apoya la LEY DE LA RAZÓN, como factor emblemático por cuyo medio, se deben AQUILATAR todos los actos y las acciones de los hombres, sea cual fuere el género de sus actividades, para el fin de que sus Obras Materiales puedan ser ETERNAS, así como sus CONCEPTOS espirituales y sus VALORES MORALES, puedan convertirse en IMPERECEDEROS; en consecuencia, el COMPÁS es el instrumento que nos sirve para marcar el Límite de nuestros DERECHOS, porque es nuestro DEBER, no invadir los que corresponden a nuestros Semejantes, por ese motivo, vemos que juntamente con la ESCUADRA y la BIBLIA, forma otro de los emblemas más preciados, que se colocan sobre el ALTAR, para que como guías de orientación, puedan presidir nuestros trabajos en cualquiera de las Cámaras de las Logias.
En este caso, el COMPÁS constituye el Símbolo de la UNIDAD NATURAL, o sea la CAUSA, el ORIGEN y el EFECTO cuya acción vivificante, fecunda el GERMEN para lograr la producción o reproducción de todos los Seres y las Cosas, CREADAS o que surgen del seno de la propia NATURALEZA; y por esa razón, notamos que en lo material, lo técnico y científico, también se aplica invariablemente en la Geometría, en la Arquitectura y en todas las Obras de Arte, que por su mano ejecuta el hombre durante sus actividades.
Por otra parte, la ÉTICA MASÓNICA considera el COMPÁS, como un verdadero instrumento alegórico del trabajo intelectual, que dentro del espíritu del hombre, germina o fecunda a su entendimiento, para inculcarle aquellos SANOS principios; que nos inclinan hacia una efectiva MODERACIÓN de nuestros actos; es decir, que el CÍRCULO que forma, limitado por la circunferencia, reduce a la VOLUNTAD dentro de sus correspondientes fronteras, mismas que jamás deben REBASARSE, puesto que nos determina el final de nuestros propios DERECHOS y por lo mismo, nos obliga a RESPETAR los ajenos; ya que para nosotros los Masones, también dicho Signo, es emblemático de la VIRTUD, porque con sus enseñanzas MORALES perfecciona nuestra conducta, alienta a nuestro ESPÍRITU, fortalece a nuestro ENTENDIMIENTO y cultiva a nuestra INTELIGENCIA, con lo que invariablemente nos proporciona una IDEA exacta de lo que puede ser o es, lo POSITIVIO, lo REAL y lo VERDADERO, eliminando así las APARIENCIAS o las FALSAS interpretaciones.
Ahora bien, el Simbolismo MORAL que en el sentido de la palabra se le atribuye al COMPÁS, por lo que se refiere a las enseñanzas que corresponden al Primer Grado, consisten en que cada una de sus medidas, corresponden a los PASOS que marcamos por la senda del DEBER, por lo que hay que fijarlos con precisión y firmeza, con el fin de lograr RESTRINGIR, ELIMINAR o RECHAZAR con toda energía, las costumbres tendenciosas, los actos denigrantes, los malos hábitos, las pasiones vulgares y en general, todos aquellos VICIOS que se adquieren bajo el influjo de la DEBILIDAD de carácter, de la FALTA de voluntad propia, o de la FRAGILIDAD humana.
Por esa razón confirmamos una vez más, que el COMPÁS, al trazar la Circunferencia, también nos señala el ESPACIO de nuestros DERECHOS, reducido a sus verdaderas DIMENSIONES, respecto a los DERECHOS que justamente corresponden a nuestros semejantes; por lo tanto, quiere decir que en esta forma, y en las mismas condiciones, nos indica la manera de proporcionarnos MODERADAS expansiones y HONRADOS placeres, a la hora del descanso o de nuestras DIVERSIONES, puesto que nunca debemos olvidar, que el concepto de la HONORABILIDAD, en Masonería, siempre se ha definido como una NECESIDAD propia del hombre que sabe conservar su DIGNIDAD, precisamente porque esa cualidad, le obliga a RECATARSE o a PRIVARSE de determinados momentos de SOLAZ, que pueden constituir un EXCESO de alegría, aún cuando dichos actos puedan desarrollarse, en contra de la VOLUNTAD colectiva, puesto que ese es el único medio de conservar la propia REPUTACIÓN, el RESPETO, la ESTIMACIÓN y las CONSIDERACIONES que nos debemos; porque de esa manera también GUARDAMOS las que corresponden a los demás.
Por tal motivo, también llegamos al convencimiento de que el COMPÁS, es el símbolo más sublime y palpable, representativo de las VIRTUDES HUMANAS, porque la esencia de sus enseñanzas, simbólicamente constituyen la guía única que prepara a la CONCIENCIA del hombre, si tomamos en cuenta que se trata precisamente, de LIMITARSE de una manera consciente y razonable, sus DESEOS por alcanzar las más elevadas AMBICIONES, así como el hábito que se adquiere para ABUSAR de ellas; puesto que por ese medio, se evita que el Individuo tome TORCIDOS senderos en su camino hacia la PERFECCIÓN; ya que se trata nada menos que AJUSTAR la convicción humana, a la conveniencia de la colectividad SOCIAL, puesto que se trata también del momento en que deben manifestarse las IDEAS, de emitir las OPINIONES o de ejecutar las OBRAS, bajo la dirección de un bien definido CRITERIO, que permita conocer a fondo el resultado de una LABOR eminentemente BENÉFICA, en el sentido ÉTICO de la palabra.
En consecuencia, no cabe duda de que estamos convencidos que el HOMBRE DE HONOR, puede tolerarlo o soportarlo TODO, menos que se le HUMILLE porque eso es motivo de rebeldía, ya que la SUSCEPTIBILIDAD, es propia de la DELICADEZA como un sentimiento o cualidad muy humanos; y aun cuando una OFENSA pase desapercibida por los demás, basta con que en la conciencia del ofendido se anide la convicción de que se le ha denigrado o difamado, para que tenga motivo de reprocharse a sí mismo, y por lo tanto, todo eso puede ser motivo de ODIOS, de RENCORES y probablemente hasta de VENGANZAS en contra de los detractores, cosa que por todos conceptos debe EVITARSE.
Consecuentemente, es innegable que hemos definido otra de las maravillosas interpretaciones que de la MORAL, se le atribuye al COMPÀS, porque como ya dijimos antes, al trazar a la más PERFECTA de las figuras geométricas, o sea a la Circunferencia que rodea al Círculo; con ese sólo hecho nos circunscribe también, de una manera AUTÈNTICA y POSITIVA, a los DEBERES para consigo mismo, ya que también por sí sola siempre representará a la única GUÍA, que de la misma manera nos conducirá con felicidad, por la escabrosa ruta de la PERFECCIÒN MATERIAL, INTELECTUAL y ESPIRITUAL, propios del individuo que tiende a labrar su PORVENIR; y si el AMOR PROPIO, la SUSCEPTIBILIDAD y el HONOR, no pueden ser factores ajustables para los procedimientos LEGALES, ni mucho menos como motivo para que se determinen SANCIONES Jurídicas, es precisamente porque en ese sentido, sólo se admite un DERECHO INVIOLABLE para el hombre, y más cuando se tiene la conciencia o la convicción de que constituye un acto de verdadera JUSTICIA, porque no se puede negar que se le ha considerado exactamente como una INTIMIDAD única en el individuo, y propia de la CONCIENCIA HUMANA.
Sin embargo, en ocasiones vemos con pena que se abusa mucho de la forma de empeñar la “PALABRA DE HONOR”, aunque por fortuna sólo en casos excepcionales, el hombre deja de cumplir tan sagrado COMPROMISO, pero aún así, solamente nosotros sabemos que en Masonería “EMPEÑAR LA PALABRA DE HONOR”, es precisamente una cualidad que tiende al perfeccionamiento MORAL del Iniciado, que aprende a cumplir sus promesas o sus JURAMENTOS, es también lo que el DECORO personal señala como cualidad que siempre distinguirá de una manera solemne, a la inquebrantable VOLUNTAD, de quienes saben mantener sus convicciones como sólo saben hacerlo los MASONES conscientes de sus DEBERES y de la RESPONSABILIDAD contraída al prestar su JURAMENTO ante el ARA.
Ahora bien, refiriéndonos a la interpretación OCULTA, que se le atribuye al COMPÁS, en atención a que es el instrumento por medio del cual, como ya se ha dicho, se puede trazar la figura geométrica, cuya perfección es innegable; es precisamente el motivo por el que se calcula que representa al EJE principal, que sirve al INFINITO como punto de observación, cuya ÒRBITA es tan vasta, tan EXTENSA y tan INCALCULABLE en lo material, como DESCONOCIDA en lo científico, hasta el grado de que se tiene la convicción, de que es el medio que origina a todas las CAUSAS y los EFECTOS, que proporcionan la producción y la reproducción de todos los Seres y las Cosas que por su naturaleza ambigua, se mantienen en el más absoluto de los MISTERIOS, lo que como es de comprenderse, también nos pone de manifiesto a los factores VITALES o de DESTRUCCIÒN y MUERTE, SEGÚN EL CASO, pero como agentes determinantes que fecundan en la tierra, para dar su fruto a lo que NACE, lo que VIVE y luego producir el fenómeno irresistible de la MUERTE, o bien, porque se presumen que son materias, que así como APARECEN, DESAPARECEN, sin dejar más huella que la que se puede encontrar en lo más profundo de lo desconocido; es decir, que estamos convencidos de que de la ETERNIDAD hemos venido, y por lo mismo a ella volveremos irremisiblemente.
En cuanto a la Filosofía de las enseñanzas Masónicas, aceptadas como propias del COMPÀS, comprende algunas variaciones muy interesantes y de fecunda MORAL, y se refieren a que es indudable que el hombre, por sí solo o por su propia naturaleza, lleva tendencias eminentemente SOCIALES, lo que indica de una manera evidente, que los Seres Humanos nunca podrán vivir en forma AISLADA, ni mucho menos sin relaciones de AMISTAD o FAMILIARES, en relación con sus semejantes, y desde luego, si el hombre nace dentro de un ambiente o conglomerado netamente SOCIAL, o de la FAMILIA, quiere decir que desde ese momento como SER DÈBIL, no puede bastarse a sí mismo, y es el motivo por lo que irremisiblemente necesita del AUXILIO y las ATENCIONES de sus semejantes, ya que por razón natural, tienen la edad y las facultades físicas e intelectuales desarrolladas, para poder proporcionar esa ayuda material y de cuidados, que tanto necesitan las Criaturas durante su INFANCIA.
Por eso el CÌRCULO que nos traza el COMPÀS, también nos limita la capacidad de nuestros esfuerzos, así como nos marca los extremos hasta donde pueden llegar nuestros DEBERES, en relación a nuestros DERECHOS, ya que como SERES DÈBILES y faltos de preparación física, intelectual y espiritual, se ven obligados a atender nuestros semejantes, cuando ha llegado la hora de adoptarlos como MAESTROS, lo que viene a confirmar que ni aún en lo MORAL ni MATERIAL, podemos por sí solos, llegar a despejar el horizonte de las DUDAS, ni mucho menos poder comprender lo que puede ser una verdadera labor SOCIAL, desde luego que este antecedente nos demuestra de una manera evidente, que los hombres jamás podrán vivir ENCERRADOS dentro de un INÙTIL o ESTÈRIL aislamiento, porque su preparación completa, siempre estará encomendada a la influencia de sus MAESTROS, de quienes únicamente podrán recibir los rayos que iluminan con luz resplandeciente el camino del BIEN y del PROGRESO, a la vez que le reflejan en su conciencia los sentimientos que anida su CORAZÒN, para adquirir las primeras nociones de AFECTO, de CARIÑO y de AMOR hacia el prójimo.
Este es el motivo principal, por el que hemos llegado al convencimiento de que el hombre que mantiene relaciones con sus semejantes, cumpliendo así con una obligación SOCIAL, es indudable que adquiere también los conocimientos, cuya característica consiste esencialmente en CONOCER a quienes debe CONSIDERACIONES, ESTIMACIÒN Y RESPETO, así como para que tenga la certeza de que puede serles útil a sus semejantes, a quienes del mismo modo, tiene la ineludible obligación de DIRIGIR, de INSTRUIR y PREPARAR, para conducirlos sin tropiezo, por el camino del PROGRESO individual o colectivo.
Por otra parte, tenemos a la interpretación Astronómica del COMPÁS, la que se refiere a la estructura geométrica del mismo, y consiste en que sus TRES extremidades, o sean, la Cabeza y las DOS puntas en que rematan sus ramas, son alegóricas de las TRES posiciones culminantes, que se definen en LOGIA, COMO PARTES DEL RECORRIDO QUE EN APARIENCIA EJECUTA EL SOL, AL MARCAR LA INCLINACIÒN DE SUS RAYOS, de conformidad con la posición que va adquiriendo, en relación a la superficie de la Tierra; por lo tanto, vemos claramente que la referida Cabeza del COMPÀS, representa al CENIT, como punto máximo desde en donde el ASTRO REY ilumina perpendicularmente y en todo su esplendor al MUNDO, y las DOS PUNTAS o extremos de sus ramas, una se inclina hacia el Oriente, como punto en donde NACE el NUEVO DÌA, y la otra hacia el Occidente, o sea el OCASO, como punto en que termina el SOL su recorrido, para dar FIN AL DIA, o sea el momento en que principia la NOCHE con sus tinieblas impenetrables; en consecuencia, los TRES extremos del COMPÀS marcan también, de una manera terminante, a los TRES puntos cardinales, que en Logia se distinguen como lo Sitiales en que se colocan las DIGNIDADES que presiden sus trabajos, de acuerdo con las horas en que el DÌA permite desarrollar las actividades humanas en beneficio de todas sus GENERACIONES.
Aquí cabe determinar, de una manera simbólica, el motivo por el cual, el Venerable Maestro pregunta al Primer Vigilante, la hora en que deben abrirse los TRABAJOS en la Logia; y la respuesta es en el sentido que a MEDIO DIA, o sea a la hora que el SOL, ilumina a la Tierra con todo su esplendor; una vez que terminan las actividades Masónicas de la Tenida, el Venerable vuelve a preguntar al Primer Vigilante, el momento en que deben CERRARSE los Trabajos, y en este caso, la respuesta es que a la MEDIA NOCHE EN PUNTO, o que indica claramente que los Masones tienen la ineludible obligación de trabajar siempre y sin descanso, por el BIENESTAR y el PROGRESO de los SUYOS y de sus SEMEJANTES, sin más interés propio, que el de SABER ser ÙTILES a la Humanidad, puesto que de esa manera se aprende a SERVIR a la FAMILIA, a la SOCIEDAD, al GOBIERNO y a la PATRIA.
Para terminar sólo nos resta definir, que el COMPÀS con sus ramas abiertas o desplegadas, simboliza al TRABAJO material e intelectual del hombre, y en general a todo aquello que significa MOVIMIENTO progresista, OCUPACIONES cotidianas, o EXPOSICIÓN de ideas que llevan por objeto INSTRUIR a la humanidad; y también indica el período en que se desarrollan todos los fenómenos naturales, al igual que representa a la EVOLUCIÓN que producen, esa infinidad de Fuerzas Fisicoquímicas, que de una manera elocuente, FORMAN, CREAN y TRANSFORMAN el aspecto, las características y hasta la forma de todos los Seres y las Cosas, circunstancia por la cual, resulta que el MUNDO de la CREACIÓN está constituido por un cúmulo de agentes, cuya evolución corresponde al desenvolvimiento continuo de las CAUSAS y los EFECTOS, porque su Origen se atribuye directamente al SER SUPREMO.
Esta es la razón esencial por la que el COMPÀS permanece sobre la ESCUADRA y la BIBLIA, con sus dos ramas abiertas, mientras se llevan a cabo los trabajos regulares de las Logias, en cualquiera de sus Cámaras.
Por otra parte, el COMPÀS con sus Ramas CERRADAS o plegadas, es representativo del DESCANSO, del REPOSO, de la TRANQUILIDAD, de la QUIETUD, de la CALMA, de la INMOVILIDAD, y en general de todo aquello que se considera como una INACTIVIDAD o SOSIEGO ABSOLUTO; por tal motivo, en cuanto la Logia CLAUSURA sus trabajos de sus distintas Cámaras, el COMPÀS debe permanecer con sus dos ramas PLEGADAS, juntamente con la BIBLIA CERRADA y la ESCUADRA sobre el ARA.
Estas son, en síntesis, las enseñanzas simbólicas que contiene el COMPÀS, como instrumento de trabajo en el orden Masónico; conocimientos que nunca deberán olvidar los Iniciados, cualquiera que sea el Grado que ostenten.
FENIXnews

2015-08-30

25 agosto 2017

Opiconsives

25 de agosto


Opiconsives
Fiesta de Ops Consiva, diosa de la abundancia agrícola y de los recién nacidos. También se celebraban en su honor las Opales del 19 de diciembre.

La Opiconsivia (u Opeconsiva), era una fiesta romana celebrada cada 25 de agosto en honor de la diosa Ops, siendo Opiconsivia un epíteto de la propia diosa. También se daba este nombre al 19 de diciembre, día en el que se celebraba la Opalia (algunos mencionan el 10 de agosto y el 9 de diciembre), también en su honor. La palabra latina consivia (o consiva) deriva de conserere, ‘sembrar’. Por tanto, la palabra Opiconsiviapuede ser interpretada con el significado ‘siembra de la cosecha’, dado que Ops significa en definitiva ‘cosecha’ en el sentido de ‘riqueza’, ‘bienes’. Esta palabra también está relacionada con Consus, el homólogo masculino de Ops como ‘sembrador’.
Tanto Ops como Consus eran consideradas deidades ctónicas (del Inframundo) que hacían crecer la vegetación. Al estar su morada dentro de la tierra, Ops era invocada por sus adoradores sentados, con las manos tocando el suelo, según relata Macrobio (Saturnalia i.10). Consus parece ser un apodo de Saturno en su aspecto ctónico, al ser éste también considerado marido de Ops, la Tierra Madre, la Gran Madre de los Dioses. En este último papel, Ops es un apodo de Rea, Cibeles, Deméter y demás diosas similares, personificando a la tierra como dadora de riqueza.
La fiesta de Consus, la Consualia, se celebraba dos veces al año: el 21 de agosto, tras la vendimia, y el 15 de diciembre, tras finalizar la siega de la cosecha. La Consualia fue establecida por Rómulo y conmemoraba la violación (y embarazo) de las mujeres sabinas por parte de los romanos. La fiesta estaba dirigida por el Flamen Quirinalis (el flamen o sacerdote de Quirino), ayudado por las Vestales. Se celebraba una carrera de carros en el Circo Máximo bajo la dirección de los pontífices. Caballos y mulas coronadas con flores también tomaban parte en la celebración. Consus terminó siendo identificado con Neptunus Equester, apodo y homólogo de Poseidon Hippios, dios que había estado relacionado con los caballos desde tiempos arcaicos.



https://es.wikipedia.org/wiki/Opiconsivia

24 agosto 2017

Lecturas: Helena P. Blavatsky II

LOS ORÍGENES DEL RITUAL
EN LA IGLESIA Y EN LA MASONERÍA
HELENA P. Blavatsky

CAPÍTULO III
ORIGEN DE LA PALABRA “DIOS



Comencemos con el origen de la palabra Dios, God en inglés.
¿Cuál es la significación verdadera y primitiva de este término? Sus significados etimológicos son tan numerosos como variados. Según uno de ellos, la palabra se deriva de un término persa antiquísimo y muy místico: Goda el cual quiere decir “El mismo”, o algo emanante por sí mismo del Principio absoluto. La raíz de esa palabra es Godan de donde se derivan Wotan, Woden y Odín; de forma que la radical oriental no ha sido casi alterada por las razas germánicas que formaron con ella la voz Gotz, de la cual derivaron el adjetivo Gut, “Good” (bueno en inglés) y el término Goda o ídolo. Las palabras Zeus y Theos de la antigua Grecia dieron origen a la palabra latina Deus. Goda, la emanación, no es ni puede ser idéntica a aquello de lo que emana y, por consiguiente, es tan sólo su manifestación periódica y finita. Cuando el antiguo Arato dijo que “Todos los caminos y mercados frecuentados por los hombres están llenos de Zeus; llenos de Él están los mares y también los puertos”, no limitaba la Idea de Dios a un mero reflejo temporal suyo sobre nuestro plano terrestre, como lo es Zeus o su antecedente Dyao, sino que daba a la palabra la extensión de un Principio universal y omnipresente. Antes de que Dyao, el deslumbrante dios (el cielo) hubiera atraído la atención del hombre, existía ya el védico Tat –“aquello”– (that en inglés), el cual no tiene ni para el filósofo ni para el iniciado nombre alguno definido, porque es la noche absoluta, oculta bajo toda la radiante luz manifestada. Pero no se pudo evitar que el Sol, primera manifestación en el mundo de Maya e hijo de Dyao, fuese llamado por los ignorantes “El Padre” como lo fue también el mítico Júpiter, última y significativa reflexión de Zeus–Surya.
De manera que el sol llegó rápidamente a ser sinónimo de Dyao y fue confundido con él.
Para unos, era el Hijo; para otros, “el Padre”, que mora en el radiante cielo. Sin embargo,
Dyao–Pitar, el Padre en el Hijo y el Hijo en el Padre, tiene origen finito, puesto que le fue concedida la Tierra como esposa. Durante la gran decadencia de la filosofía metafísica fue cuando comenzó a representarse a Dyâvâ–prithivî, “el Cielo y la Tierra”, en forma de padres universales y cósmicos, no sólo de los hombres, sino también de los dioses. El poético y abstracto concepto original de la causa Ideal acabó por corromperse. Dyao, el Cielo, llegó a ser rápidamente Dyao el Paraíso, la morada del “Padre” y, finalmente, el mismo Padre. En seguida el Sol fue transformado en símbolo del Padre y recibió el título de Dína Kara “el que crea el día”, y de Bhâskara “el que crea la luz”, siendo desde ese momento el Padre de su Hijo y viceversa.
A partir de entonces se estableció el reino del ritualismo y del culto antropomórfico que terminó por envilecer al mundo entero, extendiendo su supremacía hasta nuestra época llamada civilizada.
Una vez se ha visto que éste es el origen común, sólo nos resta establecer el contraste entre los dos dioses –el dios de los gentiles y el de los judíos– y deducir intuitivamente, basándonos en su propia revelación y juzgándoles de acuerdo con su definición, cuál de los dioses se encuentra más cerca del ideal más sublime.
Citemos al coronel Ingersoll el cual ha establecido un paralelismo entre Jehová y Brahma.
Jehová, oculto tras las nubes y tinieblas del Sinaí, dice a los judíos:
No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te prosternarás delante de sus imágenes, ni las honrarás, porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me aborrecen, a fin de que me teman”.
Compárense estas palabras con las que pone un hindú en boca de Brahma: “Yo soy el mismo para todos los seres. Quienes sirven honradamente a los otros dioses, me adoran involuntariamente. Yo soy el que participa en toda adoración; yo, la recompensa de todos los adoradores”. Compárense ambos párrafos, El primero es un lugar oscuro en que se insinúan cosas que nacen del fango: el otro, grande como el firmamento, cuya bóveda está sembrada de soles.
El primero es el dios que atormentaba la imaginación de Calvino, cuando añadía a su doctrina de la predestinación la del infierno tapizado de cráneos de niños no bautizados. Las creencias y los dogmas de nuestras iglesias son tan blasfemas por las ideas que implican como las de los paganos que se hallan sumergidos en las tinieblas…
Ya pueden disfrazar y enjalbegar cuanto quieran al Dios de Abraham y de Isaac, que nunca serán capaces de refutar las palabras de Marción, quien niega que el Dios del odio pueda ser el mismo Dios que el “Padre de Jesús”. Sea como sea, herejía o no, el “Padre que está en los cielos” ha seguido siendo, a partir de esa época, una criatura híbrida, una mezcolanza del Jave (Júpiter) de los paganos con el “Dios celoso” de Moisés, Dios que, exotéricamente, es el sol, cuya morada se encuentra en los cielos y, esotéricamente, es el cielo.
¿No da El nacimiento a la luz “que brilla en las tinieblas”, al día, al brillante Dyao, al Hijo, y no es El, acaso, el Altísimo Deus coelun? ¿Y no es Terra, la Tierra, la Virgen eternamente inmaculada que, engendrando sin descanso, fecundada por el ardiente abrazo de su “Señor” –los vivificantes rayos solares– se convierte en madre de todo cuanto vive y respira en el vasto seno de la esfera terrestre? Esto explica el carácter sagrado que tiene en el ritual lo que ella produce: o sea, el pan y el vino. De ahí también la antigua messis, el gran sacrificio ofrendado a la diosa (Ceres Eleusina, es decir, la tierra) de las cosechas (de la mies): messis para los iniciados, missa para los profanos1 que ha llegado a ser hoy en día la misa o liturgia cristiana. La antigua ofrenda de los frutos de la Tierra hecha al Sol, al Deus Altissimus, el símbolo del G.A.D.U. de los francmasones contemporáneos, llegó a ser la base más importante del ritual entre las ceremonias de la nueva religión. Las parejas místicas2 Osiris e Isis (el sol y la tierra) de los egipcios, Bel y la cruciforme Astarté de los babilonios; Odín o Thor y Freya, de los escandinavos; Belén y la Virgo Paritura de los celtas; Apolo y la Magna Mater de los griegos, las cuales tenían idéntica significación, pasaron como representación corporal a los cristianos y fueron transformadas por ellos en el Señor–Dios o el Espíritu Santo que desciende sobre la Virgen María.
El Deus Sol o Solus, o sea el Padre, llegó a confundirse con el Hijo: el “Padre” que brilla deslumbrador en la hora del Mediodía, se transformaba al amanecer en “Hijo”, en cuyo momento se decía el que “había nacido”. Esta idea recibía su gran apoteosis anualmente el día 25 de diciembre, durante el solsticio de Invierno, cuando, según se decía, el sol –acabado de nacer– era igual para los dioses solares de todas las naciones. Natalis solis invicte. Y el “precursor” del Sol resucitado, crece y se fortalece hasta el equinoccio de primavera, que es cuando el Dios–Sol comienza su curso anual bajo el reinado de Ram o del Carnero (Aries), la primera semana lunar del mes.
En toda la Grecia pagana se conmemoraba el día primero de marzo, cuyas neomenias se consagraban a Diana. Por idéntica razón, las naciones paganas celebran su fiesta de Pascua el primer domingo siguiente a la luna llena del equinoccio de primavera. El cristianismo, no sólo ha copiado las fiestas del paganismo, sino también las vestimentas canónicas, cosa que es imposible negar. Eusebio confiesa en su Vida de Constantino, diciendo quizás la única verdad proferida en su vida, que “con el fin de hacer que el cristianismo fuera más atrayente para los gentiles, los sacerdotes (del Cristo) adoptaron las vestimentas externas y los ornamentos utilizados en el culto pagano, y podría haber añadido que habían hecho lo mismo con sus rituales y sus dogmas.




1 De pro, “delante” y fanum, “el templo”; es decir, los que no están iniciados, los que se encuentran ante el templo sin atreverse a entrar.
2 La Tierra y la Luna su pariente, son similares. Por eso todas las diosas lunares eran también símbolos representativos de la Tierra. (Véase “Simbolismo” de La Doctrina Secreta).


12 agosto 2017

Sacrificio a Hércules en el Ara Máxima

12 de agosto


Sacrificio a Hércules en el Ara Máxima.
Según la leyenda, el culto que este héroe recibía en Roma era una muestra de gratitud por haberla librado de Caco, hombre monstruoso que asolaba la región. En este día se le ofrecía el sacrificio de un toro, cuyas ceremonias, realizadas según el ritual griego, no el romano, duraban todo el día: el sacrificio tenía lugar por la mañana; la ofrenda de las entrañas a Hércules, por la tarde, tras una procesión a la luz de las antorchas; terminaba con un banquete con los restos de la víctima, incluida la piel.


El Ara Máxima de Hércules Invicto (en latín, Herculis Invicti Ara Maxima​) era un antiguo altar situado en el Foro Boario de Roma, en las proximidades del Tíber.
Fue el más antiguo centro de culto de Hércules en Roma, precedente del templo circular de Hércules Víctor. La tradición romana atribuye a este lugar el sitio donde Hércules mató a Caco y a Evandro su construcción. ​
El altar fue construido en el año 495 a. C., cuando el área todavía no había sido saneada y fue reconstruido en el siglo II A. C., cuando para evitar las inundaciones del Tíber se construyó una presa y se destruyeron los edificios del Foro Boario. El altar fue nuevamente destruido durante el gran incendio de Roma del año 64, ​ y nuevamente reconstruido y aún estaba en pie en el siglo IV. Filippo Coarelli y otros arqueólogos. ​ Han identificado sus restos en una plataforma de toba en la cripta de Santa María in Cosmedin, un pórtico que se utiliza para dividir la nave principal de la lateral.
Varias referencias, utilizando a Marco Terencio Varrón como su fuente, hablan de la exclusión de las mujeres en las ceremonias o de tomar parte en los sacrificios de ganado bovino. ​ Los ritos en el Ara Máxima eran considerados exóticos dentro del culto a Hércules y se realizaban con el ritu Graeco, con la cabeza descubierta.

Hércules y Caco

Nos cuenta Tito Livio que, mucho antes de la fundación de Roma, pasaba Hércules por la zona del Lacio de vuelta de uno de sus trabajos, concretamente el décimo que le había llevado a la Península Ibérica para robarle el ganado a Gerión. Cansado del camino, decidió parar y tomar un bocado, mientras el ganado sustraído hacía lo propio en el rico territorio lacial. Parece que nuestro Héroe se pasó un poco con el vino durante la comida y, a la sombra de un buen árbol contemplando la paz que le rodeaba, se quedó dormido profundamente. Es entonces cuando aparece Caco, uno de los maleantes de la zona que, ante la visión de tan magnífico ganado y con su cuidador, aunque fornido, durmiendo la mona, decide robar algunas de las magníficas bestias. Nótese aquí que…, la región estaba repleta de delincuentes y personas de escasa virtud.
Cuando, a la mañana siguiente, despierta Hércules – y, aunque no se menciona, seguramente con resaca – empieza a contar las cabezas de ganado y descubre que faltan algunas. Confundido teme lo peor, pero los mugidos de las desaparecidas le hacen acercarse a una cueva cercana. Cuando nuestro héroe se acerca, Caco le sale al paso y se enfrenta a él. Como no podía ser de otra manera, Hércules le da una colleja con su maza, matando al ladrón (a Caco, el segundo ladrón, porque Hércules también lo es). Ante tal crimen, la gente del lugar se reúne en torno al cadáver de Caco y cede a Evandro,…, el juicio del suceso, pues le respetaban por su prestigio. Ante la visión de Hércules, le saluda como Hijo de Júpiter y, aparte de dejarlo sin castigo, le promete que levantará un Altar en su honor. Ese Altar será luego conocido como el Ara Máxima.



https://es.wikipedia.org/wiki/Ara_M%C3%A1xima_de_H%C3%A9rcules_Invicto

http://laromapedia.com/el-ara-maxima-y-un-tal-caco/

02 agosto 2017

Calendario

2 DE AGOSTO

 Juegos Píticos


Se celebraban en Delfos en honor de Apolo Pitio, es decir, el Apolo vencedor de la serpiente Pitón. Estas fiestas, como los otros juegos panhelénicos, no son exclusivamente deportivas, sino religiosas.
Las competiciones tienen lugar cada cuatro años, no coincidían con los Juegos Olímpicos, ya que se celebran dos años después.


Inusual entre las deidades olímpicas, Apolo tuvo dos lugares de culto con influencia generalizada: Delos y Delfos. Los cultos del Apolo Cintio y del Apolo Pitio eran tan diferentes que podían tener santuarios en la misma localidad. ​ Que apellai derive de una forma antigua de Apolo que pueda ser equiparada con Apaliuna, un dios anatolio cuyo nombre posiblemente significa ‘padre león’ o ‘padre luz’. Los griegos asociaron más tarde el nombre de Apolo con el verbo απολλυμι apollymi, ‘destruir’. ​ Nombres teofóricos tales como «Apolodoro» o «Apolonio» y ciudades llamadas Apolonia aparecen por todo el mundo griego.
El culto a Apolo ya estaba totalmente asentado cuando comenzaron las fuentes escritas, sobre 650 a. C.
Apollo Pitian. Con la lira de las artes pacíficas, era de hecho el dios que presidía el "reposo del guerrero" y, los arte médicos del confort y de la curación y, por eso mismo, el padre de Esculapio, hauruspex divino, el enfermero y masajista de los guerreros Los gastos.

El nombre de Delfos tiene su origen en Delfín, epíteto de Apolo originado por su conexión con los delfines. Según la leyenda, Apolo habría ido a Delphi dirigido por sacerdotes de Creta sobre las espaldas de los delfines. Otra leyenda sostiene que llegando a Delfos desde el norte Apolo paró en Tempe, una ciudad en Tesalia, para cosechar laurel, planta que le era sagrada. Con base en esta leyenda, los ganadores en los Juegos Pítios recibían una corona de laurel cosechada en Tempe. En su juventud, Apolo mató a la serpiente Pitón terribles, que vivió en Delphi cerca de Castalia Fuente Pitón  porque había intentado violar a Leto cuando ella estaba embarazada de Apolo y Artemisa. Esta era la fuente que emitió los vapores que permitían al oráculo de Delfos hacer sus profecías. Apolo mató a Pitón, pero tuvo que ser castigado por ello, ya que Pitón  era la hija de Gaia. El altar dedicado a Apolo fue probablemente dedicado a Gaia originalmente y luego a Posseidón.

En la mitología griega, Pitón era una gran serpiente, hija de Gea, la madre Tierra, nacida del barro que quedó en la tierra después del gran diluvio. El monstruo vivía en una gruta cerca de Delfos, en el Monte Parnaso, y allí custodiaba el oráculo. El dios Apolo mató a Pitón, exigió el oráculo para sí y desde entonces fue conocido como Apolo Pitio. Se dice que el dios había fundado los Juegos Píticos para celebrar su victoria.

Detalle del cuadro de Eugène Delacroix Apolo combatiendo con la serpiente Pitón (Apollon combattant le serpent Python, 1850 - 1851). Óleo en lienzo. Galería de Apolo del Museo del Louvre.

Apolo y Pitón - Cornelis de Vos

Los Juegos Píticos, también llamados Délficos, eran competiciones atléticas y musicales celebradas en honor a Apolo. Al principio Delfos organizaba un festival cada ocho años, una celebración cuyo objetivo era conmemorar la victoria del dios sobre la serpiente Pitón, nacida del lodo de la Tierra al retirarse las aguas del diluvio de Deucalión. La horrible serpiente, semejante a un dragón, vivía en una gruta cercana, sobre el monte Parnaso y junto a la fuente de Castalia. Por orden de Hera exterminaba a todo aquel que se aproximara al lugar, pero el dios consiguió darle muerte con sus flechas. Desde entonces las sacerdotisas que interpretaban las respuestas del oráculo se llamaron pitonisas, y él recibió en Delfos el nombre de Apolo Pitio. 

La competición estaba abierta a todos los griegos. Los responsables de proteger el santuario formaban una liga de ciudades llamada Liga Anfictiónica. A su cargo estaba la reparación y puesta a punto de todas las estructuras, desde templos y fuentes a carreteras y plazas públicas. 

Los Juegos Píticos tomaron su forma definitiva tras la Primera Guerra Sagrada (595-585 a. C.). La Liga derrotó entonces a la ciudad de Crisa, que robaba y maltrataba a los peregrinos que se dirigían al oráculo y pretendía imponerles un peaje. Los vencedores habían hecho una consulta al propio oráculo acerca de cómo solucionar el problema, y la respuesta fue el recurso a la guerra total. Como consecuencia, Crisa fue arrasada. 

Inicialmente el festival constaba tan solo de la parte musical, concursos de canto acompañados de cítara en los que se entonaban himnos en honor a Apolo, pero a partir de la victoria de la anfictionía los Juegos se consideraron una fiesta Panhelénica y se organizaron cada cuatro años. El periodo comprendido entre dos Juegos Píticos se llamaba pitiada. Se añadieron competiciones deportivas, emulando a las Olimpiadas, y fueron también incorporados los concursos de interpretación dramática. 

Los Juegos Píticos tenían lugar en el mes de Boukatios (agosto-septiembre), segundo del calendario délfico, el tercer año después de cada Olimpiada, pero los largos preparativos comenzaban seis meses antes, en el de Bizios. 

Las ciudades que iban a participar organizaban una misión oficial, la teoría, que atletas y ciudadanos de élite a menudo apoyaban con importantes donativos. La característica principal de la teoría era la ofrenda a los dioses de animales sacrificados. Nueve ciudadanos, los theoroi, embajadores sagrados, salían de Delfos en distintas direcciones para anunciar la fecha de comienzo del festival. Mientras viajaban se observaba una tregua especial llamada hieromenia, un periodo durante el cual se exigía a las ciudades no invadir el santuario guardado por Apolo y proteger a los theoroi durante su trayecto. Si una ciudad tomaba parte en un conflicto o en un robo durante la tregua, era excluida del santuario y ninguno de sus habitantes podría participar en las competiciones ni buscar el consejo del oráculo. 

El auriga de Delfos

Los Juegos Píticos, dirigidos por una especia de comisarios especiales llamados epimeletas, duraban cinco días consecutivos, aunque después se amplió el calendario a seis e incluso a ocho. Durante las primeras jornadas se vivía una recreación de la lucha entre el dios y Pitón, y una procesión de sacerdotes, theoroi y participantes se dirigía hasta el altar de Apolo para celebrar una hecatombe, es decir, un sacrificio religioso de cien toros. La procesión partía de la plaza redonda situada ante el Tesoro de los Atenienses. Seguía un banquete ritual en el que se comían los animales sacrificados, para así absorber el poder divino en ellos contenido. 

El cuarto día daban comienzo las competiciones musicales en el teatro, divididas en tres categorías. Se consideraba que Apolo apreciaba mucho la música, y en especial la cítara. Otra competición combinaba un cantante con un flautista, pero pronto fue abolida, puesto que los anfictiones decidieron que no era una forma de música adecuada para un ritual que pretendía invocar el favor de los dioses. 

Las competiciones de danza se establecieron en algún momento durante el siglo IV a. C., y la de pintura durante el V. El drama y la prosa se incorporaron mucho más tarde, en torno al siglo I de nuestra Era. 

En días posteriores tenían lugar las competiciones atléticas. La mayoría de estos eventos eran similares a los de Olimpia. Incluían carreras, lucha libre, boxeo, el pancracio y el pentatlón (lanzamiento de disco, jabalina, salto de longitud, lucha y carrera a pie). Había carreras de caballos, que incluían una modalidad para carros tirados por cuatro caballos, y más tarde también por dos. 

Estaba prohibido a los participantes el consumo de bebidas alcohólicas durante todo el tiempo de duración de los juegos. También se prohibía la entrada a las mujeres, que solo podían acudir a las competiciones hípicas si eran propietarias de alguno de los animales. Se les permitía participar en las competiciones musicales, aunque no en las deportivas, pruebas que ni siquiera eran autorizadas a presenciar. 

El vencedor recibía una palma y una corona que en un principio fue de hojas de encino, sustituidas posteriormente por hojas de laurel. Estas eran cortadas por el joven que representaba a Apolo en la ceremonia que recreaba su lucha con Pitón. El laurel simbolizaba el reconocimiento de los dioses, y era recogido en el valle de Tempe, consagrado a Apolo y a las Musas. Como honor especial, al vencedor también se le erigía una estatua. La reputación que lograba con su victoria traspasaba fronteras, por lo que las ciudades hacían cuanto estaba en sus manos por apoyar a sus atletas con todos los medios a su alcance. 

Los Juegos continuaron celebrándose hasta el siglo IV de nuestra Era. Fueron entonces abolidos por considerarse una costumbre pagana.




Himno a Apolo Pitio



http://arturjotaef-numancia.blogspot.com.uy/2012/12/apolo-pitio-ars-haruspicina.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Pit%C3%B3n_(mitolog%C3%ADa)
http://themaskedlady.blogspot.com.uy/2012/02/los-juegos-piticos.html