Claves para entender a los Maestros

16 diciembre 2014

SIMBOLISMO 4º Maestro Secreto

4º Maestro Secreto
SIMBOLISMO


Al ingresar a este grado nos encontramos en la denominada masonería capitular, es considerado el transitar;
…por una senda de trabajo, descubrimiento y desarrollo personal que lo beneficiará a él, a su familia y a la sociedad. Lo que se busca es que el H.·. tome conciencia de sí, de la justicia del honor y la virtud.
Esto se logrará con el estudio, que sublima los actos y hace del H.·. digno de llamarse hombre.
Este grado… es la base que permite ir levantando poco a poco el basto taller de la edificación humana para un bienestar personal y social. Se comienza por saber quién o qué es el maestro secreto, su importancia en el desarrollo personal y social. Junto con las acciones que debe de realizar para construir las Ccol.·. Que darán soporte a la edificación social.
…tiene estudios que se relacionan con el entorno social del H.·. que ha sido exaltado a este grado. Como un ser social, no puede escapar del entorno que le rodea. Por ello es de vital importancia que conozca y desarrolle su instinto social, que sepa, que su entorno espera de él comportamientos y acciones constructivas y propositivas para el mejoramiento de la sociedad.
La justicia, la razón y el orden forman parte del desarrollo personal y social del H.·. Por ello su estudio se hace indispensable para comprender y sobre todo conducirse por estas vías en la vida diaria. El H.·. de 4° debe de hacerse notar por su conducta y trabajo.
Siempre con orden, justicia y razón en el trato con sus iguales, para ser reconocido como tal. Y en el mundo Prof.·. para ser reconocido como una persona capaz y coherente, que sea líder, que sea la voz que se levanta para exigir lo que está dispuesto a dar.
Un individuo que es consciente de él y de su entorno siempre buscará el crecimiento y bienestar por medio de la justicia, el orden y la razón. No siendo un loco necio que busca mediante la vociferación descontrolada, el abuso del poder y del deber, el desorden social y la apatía cambiar su mundo.
Es a través de los conceptos y práctica del pensamiento, la razón, el dialogo, la justicia y el trabajo como se logrará llevar a uno mismo y a la sociedad a un nivel de trabajo, competitividad, justicia y bienestar, todo en un entorno basado en el orden.
Esto es parte de la masonería capitular del 4° esto es lo que los HH.·. Trabajan y desarrollan para ser verdaderos constructores, los constructores que necesita este país”.[1]


En esta oportunidad los viajes implican:[2]
EL PRIMER VIAJE. Para efectuar el reconocimiento del mundo interno o para entrar en la Tumba de Hiram, el Maestro debe realizar su primer viaje, que esta entrada simboliza.
En este viaje, examina los cuatro ángulos del Templo, donde se ven cuatro columnas que sostienen las estatuas de las cuatro Divinidades; Minerva y Apolo, en el Oriente; Hércules y Venus, en el Occidente. Estas cuatro Divinidades simbolizan: la SABIDURÍA, la ILUMINACIÓN, el PODER y la BELLEZA. También simbolizan los cuatro verbos del Mago: SABER, OSAR, QUERER y CALLAR.


Minerva

Apolo

Hércules

Venus

Minerva es la Diosa de la Sabiduría, primera condición del Maestro Secreto; Apolo es el Padre de la Luz, que ilumina al Maestro para SABER OSAR; Hércules es el Poder del sabio iluminado, que triunfa sobre sus debilidades humanas; y Venus es la Belleza y el Amor Divino, en el Maestro Secreto, que trabaja silenciosamente en las tinieblas de la ignorancia, y salva a la humanidad.

EL SEGUNDO VIAJE. En el segundo viaje, el Maestro puede entrar en el Sancta Sanctorum, esto es, en el TEMPLO DEL DIOS VIVO EN EL CORAZÓN. En este Templo no pueden entrar los Iniciados de los grados simbólicos anteriores, porque aún no triunfan sobre sí mismos.
Desde la Puerta del Templo se irradia la Luz Blanca de Shekinah, la cual muestra la fusión de todas las cosas en la Unidad; dos columnas delimitan la puerta; una tiene el número 0, y la otra, el 10.
El número 9 es el principio de la Luz Divina Creadora, que ilumina el pensamiento, el deseo y la obra del Maestro Secreto. Esta luz se halla en el corazón del hombre-Dios, que exteriormente expresa la obra de Dios, en el Ser que trabaja y adora silenciosamente como la faz del Maestro Secreto.
El número 10 es creación mediante DUALIDAD, como después lo veremos. Ya hemos explicado el significado de los tres colores de la Luz en el Tabernáculo, cuando hablamos sobre la Iniciación hebrea, y también qué simboliza la Luz Blanca (Ver nuestra obra El Aprendiz y sus Misterios. Primer Grado).
El Maestro Perdido encuentra en el Oriente un Delta luminoso dentro de un Círculo; esto simboliza al Infinito, el cual se manifiesta con sus tres aspectos, o Trinidad, dentro del hombre mismo. Dentro del Delta brilla una estrella resplandeciente, símbolo de que el humano se diferencia de Dios por su individualidad. Dentro de la estrella, en el centro, se halla un punto de luz, que representa al Principio de la Manifestación.
En este centro se ve una serpiente que muerde su propia cola, símbolo de la faja zodiacal que envuelve nuestro sistema solar; representa en el hombre las doce facultades del Espíritu, periódicamente visitadas por el Sol Interno para vitalizarlas. Esta serpiente toma la forma de la letra “G”, por su torbellino de Luz, y representa en el Hombre al VERBO MANIFESTADO, por las nueve Musas o Divinidades.
La letra “G” se transforma, dentro de una aureola azul, en Ojo Divino u Ojo Interno de la Videncia en El Maestro Secreto y sus Misterios.
Después, el Ojo y la Aureola Azul (Religión del Padre) se transforman en una luz amarilla (Religión del Hijo, que es el Saber), y la pupila luminosa se manifiesta como la décima letra hebrea, la cual es la YOD (ver la primera en el Capítulo La Iniciación Hebraica, en El Aprendiz y sus Misterios.
Primer Grado, así como el significado de la letra “I” o YOD, en La Magia del Verbo, incluida en El Compañero y sus Misterios. Segundo Grado.
Luego, esta YOD se transforma en THET, novena letra semita, que entre otras interpretaciones significa el principio de la conservación mediante el amor como acto puro y exento de deseo.
Aquí termina la visión del Maestro Perdido. A continuación, el Círculo luminoso se ennegrece, el Delta desaparece junto con la Estrella, y solamente THE NREEIGH queda en el centro una Llave Blanca que descansa sobre la letra “Z”: a su vez, esta se separa de los dos lados de la llave como un Alfa y una Omega.
La Llave es la razón, principio de la Sabiduría Infinita, y descansa sobre la Letra “Z”, que simboliza el arma del PODER CREADOR; este último es el Principio y el Fin de todas las cosas.

EL TERCER VIAJE. En este viaje, el Maestro Perdido tiene que descender del Oriente hacia el Sur, esto es, tiene que imitar al Padre Sol que derrama su Luz y Energía para dar vida a la fecundidad.
En este viaje aparece el ARCA DE LA ALIANZA, otro símbolo del hombre, en la cual están escritas las Leyes Divinas, y cuyo altar simboliza la Mente o el Corazón, como después veremos. A continuación, se ve la Llave (Pensamiento Concentrado) con la cual se abre el Arca. El Arca simboliza también la Tumba de Hiram, en la que el hombre está sepultado en cada vida, y en la que se cree que el Maestro Interno está muerto cuando desaparece de la vida externa durante el invierno.
Pero el Maestro Secreto sabe que la muerte no existe, y así como la tierra vuelve a la vida en primavera, de igual manera la semilla sagrada volverá a la vida en la matriz de la Naturaleza, la cual es el Santuario.
El Maestro Perfecto tiene que SEMBRAR TODO LO BELLO, ÚTIL Y PERFECTO.
EL ARCA DE LA ALIANZA. El Arca simboliza, en la Iniciación hebrea, al hombre y a la matriz de la Naturaleza.
Esta Arca es iluminada por el Candelabro de siete luces, las cuales se refieren a los siete centros vitales luminosos en el cuerpo del hombre, como ya se explicó en El Maestro de los Nueve. Noveno Grado. El hombre es el Arca de la Alianza en miniatura.
Los dos principios del Poder Creador, masculino y femenino en el hombre — origen de la manifestación de la vida — son representados por los dos Querubines de oro, arrodillados adorando, uno frente al otro, con las alas desplegadas, encontrándose sobre sus cabezas.
La Corona de Oro que adorna el Arca es el símbolo de elevados pensamientos, anhelos e ideas.
El Maestro Secreto lleva la Llave Blanca para abrir el Arca y verificar lo que esta contiene, esto es, trata de penetrar en su mundo interno para conocerse a sí mismo por medio del conocimiento intelectual. Sin embargo, teme quebrar la llave, debido a la fragilidad del material, y por eso es necesario confeccionarla con oro, plata y cobre.
Estos tres metales representan la FE, la ESPERANZA y la CARIDAD, como ya se explicó en El Maestro de los Nueve.
Dentro del Arca u hombre, se encuentran las dos Tablas de la Ley; en el subconsciente del hombre están grabados sus tres deberes para con Dios, y en su consciencia objetiva, los siete deberes para con su prójimo.
Dentro del Arca hay también un Pote de Maná, símbolo de la MENTE que descendió del Cielo, desde el Ser Recóndito hasta el cuerpo humano, mientras este se encontraba perdido en el desierto de la Materia.
También se halla en el Arca la VARA DE AARON, esto es, el PRINCIPIO CREADOR, que comienza en la Glándula Pineal y termina en el Sacro u Órgano Sagrado, que vitaliza al Sexo, Las Tablas de la Ley, atribuidas a Moisés, existieron desde que el mundo fue creado, y estas leyes fueron grabadas en el corazón del Hombre, como dijo San Pablo; también lo fueron sobre piedras, cinco mil años antes de Moisés.

EL CUARTO VIAJE. El Maestro Secreto descubre en el Cuarto Viaje el problema de la Cuadratura del Círculo.
La Cruz de los elementos, con sus cuatro brazos, es la expresión tetrágona de la personalidad. Esta personalidad-Cruz, para volver a la Unidad con el Infinito, que es el Círculo, tiene que girar en la eternidad de la vida; el fuego de sus brazos, en su movimiento circulatorio, se convierte en CRUZ ESVÁSTICA. Esta es la explicación moral de la Cuadratura del Círculo.
La Piedra Cúbica o Perfección Individual, en medio del Círculo de la Vida, es la Cuadratura del Círculo. Dentro de la Piedra se encuentra el Sepulcro de Hi-ram con su corazón palpitante. Es el Arca de la Alianza entre Dios y el Hombre.
El Delta con la Estrella, que se encuentra encima de las alas de los Querubines, representa el Verdadero Maestro Secreto o el hombre Dios.

EL JURAMENTO. El Maestro Secreto tiene que jurar que cumplirá las siguientes promesas:
1°. No revelar los secretos de los trabajos del Santuario y los misterios del Grado.
2°. Estudiar para conocerse mejor.
3°. Ratificar su promesa de trabajar siempre para el bien.
  
EL CORAZÓN RESUCITADO. Con la Iniciación Interna, el Maestro Secreto se hace digno de trasladar el Corazón de Hiram, esto es, obtiene el poder para resucitar al corazón de su letargía en el sepulcro de la consciencia personal, y ofrendarlo en el Ara del PADRE.

El Maestro de Ceremonias o Angel-Guía Interno, le hace volver sobre la huella de su viaje anterior, y le conduce hasta el Sepulcro que es simbolizado por la Piedra Cúbica con el vértice arriba, símbolo del cuerpo perfeccionado y dominado por el hombre, TRINIDAD SOBRE LOS CUATRO ELEMENTOS. Así, el hombre se hace Omnipotente, con su corazón colmado de Amor y Justicia.
El Amor del corazón debe manifestarse en el Occidente, mundo de la manifestación material.
El laurel o el olivo (gloria) que lo adorna son la victoria sobre sí mismo y la paz en la vida espiritual y física.
Adonhiram — el Señor de la Vida Sublime — lo acompaña como el Maestro de Ceremonias en su viaje directo del Occidente al Oriente, mientras que los demás Maestros lo defienden de los espíritus perturbadores con la bóveda de acero. (Ceremonia en la que el recipiendario debe pasar bajo las espadas de quienes lo reciben. N. del E.).
Deposita sobre la Piedra Cúbica la Urna de Oro, la cual contiene el corazón puro de Hiram, esto es, ofrenda el propio corazón como holocausto sacrificado sobre el Ara del Padre en favor de la Obra Divina.
El traslado del corazón de Hiram, o del propio recipiendario, se efectúa en sentido vertical y se verifica desde el centro de la Piedra Cúbica o cuerpo humano, hacia arriba. Lo mismo sucede en la Iniciación, en el mundo interno.
El corazón se eleva hacia el Ser Recóndito y se convierte en un instrumento obediente de sus mandatos.

LA CONSAGRACIÓN. Puesto el corazón como holocausto sobre el Altar del Ser Recóndito, el Maestro Secreto se arrodilla y extiende sus manos por encima de la Urna de Oro. Entonces, ahí recibe cuatro golpes misteriosos que le transmiten el poder de los cuatro verbos de la Magia: SABER, OSAR, QUERER y CALLAR.

LAS SEÑALES DEL GRADO. Las señales del Grado son cuatro:
1°. “EL CALLAR”, porque “quien sabe no habla, y quien habla nada sabe”. Quien no domina su lengua, no puede dominarse a sí mismo.
2°. “LA ADORACIÓN”, elevando las manos por sobre la cabeza para recibir la fuerza divina por medio de sus antenas — los dedos — y, al mismo tiempo, la ofrece a la humanidad. En el Cuarto Grado, el Mago debe usar esta fuerza o Agente Magnético, para dominar sus instintos en las fuerzas creadoras de la generación, y los convierte en poder de REGENERACIÓN.
3°. “LA SEÑAL DEL ARCO DE LA ALIANZA”, que se efectúa con las dos manos juntas sobre el epigastrio, es el emblema de la obediencia y la fidelidad y, al mismo tiempo, el de orden del Grado.
4°. “LA SEÑAL DE RECONOCIMIENTO”: los pies y las rodillas se juntan; los pies se dirigen hacia el Ideal y las rodillas se flexionan en actitud de devoción. El movimiento de la mano derecha demuestra que en el corazón se encuentra la Ley Divina, la cual debe dirigir nuestra vida.
Las cuatro señales representan el objetivo de los cuatro grados: el Silencio del Aprendiz, para purificarse y elevarse; la Realización devota del Compañero; la Fidelidad y la Perseverancia del Maestro; y la Expresión de la Luz Pura del Corazón, del Maestro Secreto.


Ahora nos detendremos en los símbolos propiamente dichos del grado:

ü  El signo del silencio
.

ü  La corona de olivo y laurel: El laurel representa la victoria alcanzada en el dominio (es decir, en el logro de la totalidad), de sí mismo. El laurel, como símbolo de la gloria posterior a la victoria, explica por qué, a la pregunta: “¿Eres Maestro Secreto?”, se responde: “Tengo esa gloria”. El laurel se consagraba a Apolo. El olivo es el estado de armonía que resulta de tal victoria. El olivo se consagraba a Palas Atenea.

El Misterio de la Conjunción


Os corono con la guirnalda de laurel y olivo -de laurel como emblema de la victoria y del triunfo-, y sagrado para Apolo, dios de la Luz. Aquellos que iban a consultar el oráculo délfico llevaban guirnaldas iguales, como lo hacían los sacerdotes romanos en sus festivales. Os encontráis ahora sobre el sendero que conduce hacia aquel oráculo mucho más grande que el de Delfos, el de la Verdad Masónica, que nunca da respuestas equivocas para desviar y engañar. Ahora comenzáis a escalar aquel sendero donde encontrareis la manera de convertiros en ministro y sacerdote de la Verdad; y os corono con laurel y olivo, emblema de fruición, lleno de esperanzas por vuestro éxito y vuestra victoria finales”.[3]

ü  
La llave de marfil: Es la llave que abre la puerta de los Misterios.

Es la llave del Santo de los Santos.
Es la llave de la balaustrada, en el Este.
Es considerada el símbolo por excelencia de los Maestros Secretos.
De hecho, algunos rituales antiguos decían que la Cámara de este grado debería decorarse igual que la de Maestro, con la excepción del Cuadro, en el que se destaca la llave, rodeada por un triángulo y un círculo.
Simboliza la apertura de la mente del Maestro a los grados capitulares.
Es de marfil porque representa la osamenta que soporta la estructura de la Logia de Perfección.

Se dice que el Maestro Secreto es la clave (llave) a los Altos Grados, como el Aprendiz lo es a la Masonería Simbólica.
Se la consideraba la “marca” del grado, y simbolizaba el silencio. Estaba “en un cofre de coral rodeado de marfil”. La llave es, entonces, la lengua, y el cofre referido es la boca.
Y se dice que, aunque la llave no es de metal, es igualmente preciosa, porque es una lengua limitada por todo tipo de inscripciones, que sólo la cautela puede descifrar.
La llave indica no sólo el ingreso a un lugar, casa, morada o Templo, sino fundamentalmente a un estado iniciático, a un grado entendido como un nivel más alto de consciencia.
La llave de marfil abre la puerta del Sancta Sanctórum del Templo de Salomón. En su guarda o palanca está la inicial de la Palabra de Pase. En otros grados, el material de la llave se modifica.
ü La letra Yod: Es la décima del alfabeto hebreo.
Es el punto o falo creador, el poder del que emana el Universo, la mónada. De donde la mónada y la década son equivalentes.
A veces se la reemplaza por la G, que significaría “Gloria, Grandeza y Gomel”; esta última palabra es de origen hebreo y se interpreta como “belleza y recompensa”.
Gomel, Gomez o Gomes se dice que es la primera palabra que pronunció Adán, justamente después de ver a Eva.
Más allá de lo inverosímil de esto, tiene sentido como referencia a una Palabra primordial, vinculada con el Arquetipo de la Belleza.

ü  La letra Zain:
Es la séptima del alfabeto hebreo. Es la espada.
Simboliza lo que divide, separa; en este caso, la balaustrada que separa el Oriente del resto del templo.
En el alfabeto hebreo, está precedida por la Vau.
Aquella representa el or iashar, la “luz directa”, mientras que la Zain es or jozer, “luz que vuelve”, el nuevo amanecer.
La Zain es similar a la Vau, pero con una corona en la parte superior (recordar el símbolo de la corona de olivo y laurel).
Recibir la corona de olivo y laurel es, por lo tanto, acceder al Misterio de la letra Zain.
Siendo una corona, implica haber alcanzado una vislumbre de Kether, el nivel más elevado de consciencia.
Se dice que la Zain simboliza que “el ser humano es la Corona de la Creación”.

ü  La tumba de Hiram:
Algunos rituales dicen que el Iniciado, al visitar la Tumba de Hiram, embalsama su corazón y lo coloca en la Urna de Oro.
El Ritual de Blanchard (2002), por ejemplo, indica que los miembros realizan un “peregrinaje” fúnebre hacia el Sanctum Sanctórum, precedidos por Adonhiram, llevando la Urna de Oro. Al comenzar dicho peregrinaje cuando deben colocarse los mandiles.
Al llegar al Sancta Sanctórum, forman un semicírculo en torno de la Urna, la que es custodiada por dos Guardianes.
Y se dice que Hiram “amó la Verdad por sobre todas las cosas”.
Exclamándose “el corazón de la Verdad, el corazón de Hiram”.
Esto es más adecuado para el grado siguiente (Maestro Perfecto), pero la íntima asociación entre ambos grados explica su presencia en el Maestro Secreto.
El corazón, como punto central de la manifestación, es similar (pero no idéntico) al ojo. El corazón que comienza a latir es equivalente al ojo que se abre. El corazón transmite la idea de algo oculto, secreto, profundo.
Una vez colocado en la Urna, ningún profano volvió a ver el Corazón de Hiram.
La Urna de Oro es el Athanor alquímico. ¿Qué transformaciones sufre el Corazón de Hiram en el Athanor? Esto sería el primer paso hacia el renacimiento.

ü  El Sancta Sanctórum y los objetos sagrados que contiene
El candelabro místico de 7 luces: Cada Maestro Secreto es una de las luces
“Todos los séptimos son queridos” (proverbio cabalístico)
Cada lámpara es uno de los Siete Elohim (Potencias Creadoras)

ü  El Arca de la Alianza: Estaba hecha con madera de acacia.
Contenía la vara de Aarón, el vaso de maná y las Tablas de la Ley. ¿Proviene del ataúd de Osiris, de los Misterios Egipcios?
La tradición masónica del Rito York dice que, además del Arca “oficial”, había un Arca Substituta en las Cámaras subterráneas del Templo.


ü  Las Tablas de la Ley: Son palabras escritas en piedra.
La historia bíblica es confusa, y habla de dos conjuntos de tablas, que no se sabe si tenían el mismo contenido.
¿Había algo más en las Tablas aparte de los Diez Mandamientos? ¿Había alguna enseñanza esotérica?
El Oriente de la Logia representa el Santo Santuario del primer templo en Jerusalén, y los misterios más secretos de la Masonería, de los cuales os encontráis ahora separado por una barrera infranqueable. Pero poseéis la llave; y algún día os será permitido de abrir la reja y franquear la barrera. La pasión, el prejuicio y el error interponen muchos obstáculos entre el hombre y la verdad; pero ninguno de estos obstáculos, para impedir encontrar la verdad, son suficientemente poderosos para atajar al hombre que con energía y perseverancia, con buenas intenciones y motivos sanos, se propone alcanzarla”.[4]

ü  El ojo: clara influencia  del jesuitismo: Se dice que el ojo representa que “los Maestros Secretos. deben vigilar constantemente a los hermanos en las Logias Simbólicas, como Adonhiram, el Inspector siempre Vigilante”.
O que es “el ojo que ve todas nuestras faltas”.
Todo esto no es más que influencia jesuítica.
El ojo: una lectura esotérica
-          Cuando alguien abre sus ojos, está recuperando la consciencia. El ojo que se abre, entonces, es la consciencia que se despierta.
-          O el Universo que despierta de la Inmanifestación.
-          Es el Tao inconsciente transformándose en el Tao expresado.
-          Según el Ritual de Dalchó (1801), en la puerta del Templo de los Maestros Secretos debería pintarse un ojo dorado, análogo al que figura en la solapa del mandil.

El ojo y el Sol
Algunos Rituales comparan el ojo que figura en el mandil con el Sol, del que sería el símbolo. Hacen derivar el nombre Osiris de Osh-iri, que sería el “ojo en el cielo”, y vinculan este grado con los Misterios Egipcios.
Otros comparan el ojo con el círculo que rodea la letra Yod, en el símbolo en el Oriente.

El ojo sobre la solapa azul del mandil es un símbolo del sol en el firmamento, ojo del universo, y para los antiguos él era Un emblema y la imagen de la Divinidad, el gran arquetipo de la luz, “Ordo ab Chao”, Luz y Tinieblas, decía Zoroastro son los caminos eternos del mundo. Un ojo era en los jeroglífico egipcios el símbolo para la palabra IRI (para efectuar ceremonias religiosas), y la segunda silaba del nombre Osiris (Os- In), el sol divinizado, la personificación del principio del bien. Ya sabéis también de cómo el nombre del Maestro Khurom, (Om significa sol) está conectado con este mismo símbolo”.[5]

ü  La balaustrada:
Está hecha de columnas blancas y negras. Debería tener una puerta (“la puerta estrecha”) en el centro. Es la puerta entre los Tres Sephiroth superiores y los Siete de la manifestación.

El Maestro Secreto…
Pasa de la escuadra al compás. Ha visitado la tumba de Hiram y, en unión con sus Hermanos, ha llorado su pérdida. Ha visto crecer la acacia, y ahora desea verla florecer. O sea, ha completado el grado de Maestro y espera obtener sus frutos. Recordemos que la vara de Aarón había florecido mágicamente.
Y en forma más esotérica: ha visto la muerte de Hiram (acacia) y ahora espera verlo renacer. Nótese que en todo el grado se repite la noción de VER…
Ha visto el interior del Santo de los Santos. Ha sido designado uno de los siete, y guardián de los objetos sagrados del Templo.

De la escuadra al compás es decir…
ü  Del pavimento a la cúpula.
ü  De la línea recta a la curva.
ü  De la base a la coronación del edificio.
ü  De la “tierra” al “cielo”, simbólicamente entendidos.
ü  De los fenómenos a los principios que los explican.




[1] M.·. en I.·. Ulises Gutiérrez Lazcano-  Masonería Capitular: Grado 4° su importancia en el R.·.E.·.A.·. y A.·. http://www.fenixnews.com/2014/11/25/masoneria-capitular-grado-4-su-importancia-en-el-rea-y-a/

[2] Seguiremos el trabajo de Dr. Jorge Elías Adoum: http://eruizf.com/masonico/autores/adoum/adoum_cuatro_03.html

[3] HISTORIA Y MORAL DEL GRADO - IV MAESTRO SECRETO. P.·.H.·. Carlos Cornejo López 33º.
[4] HISTORIA Y MORAL  DEL GRADO - IV MAESTRO SECRETO. P.·.H.·. Carlos Cornejo López 33º.
[5] HISTORIA Y MORAL DEL GRADO - IV MAESTRO SECRETO. P.·.H.·. Carlos Cornejo López 33º.

15 diciembre 2014

EL SIMBOLISMO DEL PESEBRE

Abate Henri Stéphane: 

EL SIMBOLISMO DEL PESEBRE


El misterio de la Natividad comporta un doble aspecto: el nacimiento del Verbo en el mundo (punto de vista macrocósmico) y el nacimiento del Verbo en el alma (punto de vista microcósmico). Es difícil representar estos dos puntos de vista a la vez, y algunas figuraciones se referirán más bien a un aspecto que al otro. Pero en los dos aspectos, el Niño Jesús debe ocupar una situación central; debe ser tan pequeño como sea posible para figurar "el Reino de los Cielos semejante a un grano de mostaza" (Mat, XIII, 3l-32). La Virgen debe ocupar igualmente una situación central, pero en último termino; ella no debe ocupar en ningún caso una posición simétrica a la de San José, que no es el verdadero padre del Niño Jesús; al contrario de la mayoría de las figuraciones vulgares, ella no debe tener una actitud de plegaria o de adoración similar a la de los otros personajes. Debe estar en la función de Virgo genitrix, lo que supone que está situada, como ya lo hemos dicho, detrás de Cristo, pero en la misma situación "axial", lo que significa que es a la vez "Madre de Dios" y "Esposa del Espíritu Santo". Su actitud debe ser jerárquica, perfectamente impasible, simbolizando así su virginidad, su inmaculada concepción, su perfecta sumisión o "pasividad" respecto al Espíritu Santo.
Todo lo que precede se aplica igualmente al punto de vista "microcósmico", es decir, al nacimiento del Verbo en el alma. La Virgen representa entonces al alma en estado de gracia. Desde un punto de vista pasivo, el alma debe identificarse a la Virgen realizando las perfecciones mariales, para que el Verbo pueda encarnarse como en el seno virginal de María, esposa del Espíritu Santo; desde un punto de vista activo, el alma se identifica a la Virgen Madre. El primer aspecto se refiere a la Comunión del alma recibiendo a Cristo, el segundo a la Invocación del Nombre de Jesús: el alma profiere el Verbo como la Virgen alumbra a Cristo bajo la acción del Espíritu Santo, generador supremo. Es aquí donde interviene San José, así como el asno y el buey. San José simboliza la presencia invisible del Maestro espiritual en la invocación, siendo éste el Espíritu Santo; el buey representa al "guardián del santuario", es decir, el espíritu de sumisión, de fidelidad, de perseverancia y el esfuerzo de concentración; el asno, animal "profano", es el testigo "satánico" en la invocación, representando el espíritu de insumisión y de disipación.
Pero esto es también susceptible de una aplicación en el orden "macrocósmico", donde el buey y el asno representan respectivamente el mundo celestial y el mundo infernal. Puede entonces preguntarse por qué este último es admitido en el nacimiento del Verbo, tanto en el mundo como en el alma; la explicación se encuentra claramente indicada en la Epístola a los Filipenses (11,10) donde San Pablo dice: "... para que, al Nombre de Jesús, doble la rodilla cuanto hay en los cielos, sobre la tierra y en los infiernos"', texto que se refiere tanto al nacimiento de Cristo en el mundo como a la invocación del Nombre de Jesús.
Por todos estos motivos, San José debe figurar al lado de la Virgen, pero no en el eje indicado precedentemente, y, puesto que es el símbolo del Maestro Invisible, debe estar en una actitud puramente pasiva para no obstaculizar la acción del Espíritu. El buey y el asno deben colocarse a la derecha y a la izquierda (lado siniestro) del Niño Jesús.
Resta hablar de los Reyes Magos y de los pastores. Los Tres Reyes Magos representan el poder sacerdotal y real. El primer rey representa el poder real; le ofrece a Cristo oro y le saluda como "Rey"; el segundo rey representa el poder sacerdotal; le ofrece incienso y saluda a Cristo como "Sacerdote"; finalmente, el tercero representa la síntesis de los dos poderes en estado indiferenciado; le ofrece mirra (bálsamo de incorruptibilidad) y saluda a Cristo como "Profeta" o Maestro espiritual por excelencia. La función de los Reyes Magos tiene por tanto un carácter aristocrático que los distingue de la "plebe", representada por los pastores. Se los debe colocar frente al Niño Jesús, mientras que los pastores pueden ser dispuestos en semicírculo alrededor de los Reyes Magos.
Finalmente, el nacimiento del Verbo o el "renacimiento espiritual" del alma debe cumplirse durante la "noche"; éste tiene lugar en la "gruta" a medianoche y en el solsticio de invierno, fecha de la Navidad. La gruta no es de ningún modo una pobre choza con un techo de paja. Su simbolismo se refiere al de la Caverna o al del Domo (situado, en nuestras iglesias, encima del santuario donde se cumple el misterio eucarístico). La Caverna debe tener una forma hemisférica (propiamente un cuarto de esfera); el interior debe ser oscuro, iluminado solamente por la Estrella, símbolo de la Luz divina, pudiéndose colocar ésta encima de la Caverna. Por último, el pesebre donde reposa el Niño Jesús puede tener una forma hemisférica, complementaria a la de la Caverna, simbolizando las dos mitades del "Huevo del Mundo".[1]








[1] Sobre los diversos simbolismos evocados aquí, ver René Guénon, Symboles de la Science Sacrée, caps. XXX, XXXII, XXXIII y XXXIX. (Símbolos fundamentales de la Ciencia Sagrada, Paidós Ibérica, Barcelona)

27 noviembre 2014

28º Caballero del Sol o Príncipe Adepto

28º Caballero del Sol o Príncipe Adepto


Grado Vigésimo Octavo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Décimo Grado del Consejo de Caballeros Kadosh
Décimo de los Grados Históricos y Filosóficos
Décimo de los Grados definidamente Templarios
Décimo Grado de la Sexta Clase o Serie



Este grado representa el Jardín del Edén, cuya entrada guardan los siete arcángeles. Adán, el Gran Maestro Presidente, simbolizando al padre de la humanidad, y el Hermano Verdad, simbolizando a la Naturaleza,  la misión de los seres humanos esta en buscar la Verdad. Este grado corresponde a los llamados cabalísticos, y fue creado por el hermano Dom Pernety, fundador del Rito de los Iluminados de Avigñón.

Se llama Caballero del Sol, porque este magnífico astro es la imagen sensible de la Divinidad, aquella que los masones egipcios honraban hace milenios en la ciudad de Heliópolis.

Este es un grado cabalístico y hermético de la antigüedad más remota, ocupándose de la materia primaria de todas las cosas. La alegoría es el hombre en busca de la verdad. Enseña un diseño filosófico para una doctrina de religión natural como parte del misterio.

De acuerdo con el enfoque filosófico, hay siete estaciones que representan los planetas que antiguamente explicaban el paso de las almas entre el cielo y la tierra. Aprendemos que la creación trae fuerzas opuestas de equilibrio y armonía. Así, los golpes martillantes de la adversidad son útiles para el desarrollo del carácter. Otra presentación es la creencia de los viejos sabios que lo que vemos en esta vida son reflejos de las cosas que existen en el mundo espiritual invisible. Por tanto, una vida similar después de la muerte estaba asegurada. La naturaleza también era elogiada por el estudio y por encontrar allí las características de la Deidad. Entonces, la fe es enseñada como la palanca milagrosa que puede mover a la humanidad. Una vez que se haya comprendido y se crea este concepto de la fe en un Creador Supremo Omnipotente, se tiene un escudo que desvíe para siempre el miedo.
Nuestro amor a Dios se puede hacer manifiesto en nuestro amor a la Verdad, a la Justicia y a la Nobleza del Alma. Estas formas pueden abarcar una confluencia poderosa del acto universal de piedad total. Estamos continuamente y por siempre dentro y fuera de grandes fuerzas del universo extenso de Dios.
También nos ponemos cara a cara con la Deidad infinita cuando enfrentamos el pensamiento de Dios al obtener una verdad; cuando descubrimos la regla conducta de Dios mientras que aprendemos lo correcto; o cuando participamos del sentimiento de Dios mientras experimentamos amor desinteresado. No podríamos esperar terminar un estudio de esto aún si dedicaríamos toda la vida a la tarea. Mucho antes de las pirámides de Egipto, el hombre antiguo adoraba al sol y sus planetas, así como el fuego, la luz y el calor como símbolos y muestras externas del Ser o Intelecto Supremo.
Se combina en una creencia del Gran Arquitecto del Universo, el Infinito, Incognoscible, un Dios Eterno. 
La enseñanza, sin embargo, no es sacramental. La creación es la manifestación de Dios. Cada uno es enteramente libre de investigar para si dentro de los métodos. Espacio simboliza esta idea de divinidad. Es ilimitado, infinito, insondable, Incognoscible. Pero es. Así pues, también, el hombre es. Dios no es deducido de la naturaleza pero la naturaleza se deriva de Dios.
Es simplemente imposible que lo finito entienda completamente lo espiritual infinito. El hombre busca y lucha por su realización espiritual. Si una verdad positiva de lo espiritual es lograda por la razón o la revelación, afecta sobre la mente humana solo hasta el punto en que la inteligencia humana finita es capaz de recibir. Creemos y conocemos las grandes verdades, lo infinito del espacio, y la naturaleza espiritual del alma de Un Dios. Pero la idea y los detalles completos de ese infinito y esa espiritualidad deben eludirnos en esta vida a menos que nuestras condiciones o energías finitas de revelación sean mejoradas. Las leyes de la naturaleza son el desarrollo del amor, que es la ley universal. La naturaleza es una gran armonía, y de esa armonía cada alma humana debe ser un tono. De Dios fluye en círculos incesantes, como luz y esplendor de Su sol”.[1]

Los Rituales declaran que el objetivo del grado es «obtener los medios para satisfacer la sed que el hombre tiene por conocer el gran secreto de la Naturaleza». Según el Diccionario Masónico del Gran Oriente de Francia, se trata de un grado “sumamente interesante, que reclama una extensa meditación. Bajo el velo hermético, oculta el verdadero secreto de la Orden”.

Los objetivos exotéricos del grado son:
Ø  Respetar la fraternidad entre todos los hombres, nuestros Hermanos.
Ø  Trabajar para que toda la Humanidad posea las herramientas que le permitan transitar el Sendero de la Verdad.
Ø  Tratar a los «otros» como deseamos ser tratados.
Ø  Estudiar todo lo que es útil para el bienestar de la humanidad.

Los objetivos esotéricos del grado son:
Ø  Comprender las relaciones entre la Cábala y la Alquimia.
Ø  Efectuar una revisión general de todo el simbolismo masónico.
Ø  Generar el nacimiento del Rey”, en el sentido alquímico de la expresión.
Ø  Cultivar la Sabiduría y la Verdad.
Ø  Producir el oro potable”.
Ø  Alcanzar una vislumbre de la Piedra Filosofal, el verdadero Sol del reino metálico.


08 noviembre 2014

Simbolismo en el 3º Maestro

3º Maestro

El grado de Maestro ha recibido el calificativo de “Sublime”, de donde es frecuente la denominación “El Sublime Grado de Maestro Masón”.
Este término anticipa los grados de la Logia Capitular de Perfección, y justifica la consideración del Maestro como el primero de los Altos Grados.
El vocablo “Sublime” alude a la Palabra Sublime, la Palabra que se pierde y se recupera una y otra vez.
Finalmente, algunos asocian este término con la “sublimación” alquímica, que el Maestro Masón aspira conseguir.
Se encuentra en posesión de la plenitud de sus derechos masónicos, por lo que puede acceder a la Presidencia de la Logia, a formar parte de la Gran Logia, etc.
Ello se representa simbólicamente a través del hecho que puede tomar asiento en cualquier región del Templo, tanto al Mediodía como al Septentrión.
Y que aquellos Hermanos que poseen Altos Grados, cuando están trabajando en una Logia Simbólica, deben portar el mandil y los atributos de Maestro Masón, independientemente de los otros grados que puedan poseer.

Si bien el Maestro de una Logia ocupa el “Trono de Salomón”, y representa a este último personaje, la Maestría en general puede considerarse como un atributo netamente hirámico.
Hiram Abiff o Abif es el centro en torno al cual gira todo el simbolismo del Maestro Masón.
Hiram es el Maestro por excelencia, y la Maestría Masónica un esfuerzo por alcanzar el nivel de consciencia que Hiram simboliza.

“Maestro es aquel que puede enseñar”. En tal sentido, puede decirse que el Aprendiz aprende, el Compañero trabaja y el Maestro enseña; pero que, al mismo tiempo, todos aprenden, trabajan y enseñan.
Entre los grados simbólicos existe, por lo tanto, una doble relación: vertical y horizontal.
Vertical (la plomada) en sentido jerárquico, pues cada grado supera al precedente e implica nuevos y más profundos conocimientos.
Horizontal (el nivel), porque los tres grados interactúan entre sí, se alimentan y enriquecen mutuamente.
En síntesis, el esquema del simbolismo es, a la vez, jerárquico y a nivel, e implica un flujo permanente de la gnosis que circula entre los tres grados, y contribuye a unificarlos en una estructura común (la escuadra).


La escuadra y el compás
Este símbolo, tan común en la Masonería, presenta en el grado de Maestro una cierta paradoja.

Por un lado, la joya del Venerable Maestro de la Logia es la escuadra.
Por el otro, sobre el Altar, el compás se coloca con ambas puntas sobre la escuadra, indicando una cierta jerarquía del primero sobre la segunda.
Se trata, aparentemente, de simbolizar que el Maestro se encuentra entre la escuadra y el compás, entre la Tierra y el Cielo, entre los Principios y sus efectos.
No es, por lo tanto, sólo del Cielo o sólo de la Tierra, sino que se ha transformado en el mediador, en aquel que maneja tanto la escuadra como el compás.
La relación que adoptan estos dos instrumentos puede ser expresada recurriendo al lenguaje alquímico: «la materialización del espíritu y la espiritualización de la materia».

La «enseñanza gestual»
Toda la enseñanza masónica es simbólica y, dentro del simbolismo, lo «gestual», es decir, los signos y posturas ejecutados con el propio cuerpo, revisten gran importancia.
Se dice que los gestos y signos corporales masónicos intentan reproducir «el gesto creador del Gran Arquitecto del Universo».
Si bien, en lugar de «creación», el término más correcto sería «emanación», lo cierto es que los gestos masónicos pretenden tener un sentido cosmológico, expresando a través del cuerpo el proceso evolutivo del Universo.
En tal sentido, los signos y gestos parten del «propio cuerpo, considerado en sí mismo como un símbolo».
Si bien, como dijimos, lo gestual se halla presente en toda enseñanza masónica, es en el grado de Maestro donde alcanza la plenitud de su expresión.
Es por ello que los signos, símbolos y toques en este grado son muy numerosos, además de incluir todos los signos del Aprendiz y del Compañero.
Algunos de tales signos han caído en desuso, o están dispersos entre los distintos Ritos.
¿Tales pérdidas no nos recuerdan «la pérdida de la Palabra»? Se trata, en este caso, de una Palabra muda, que se compone de gestos, de posturas corporales, previas a la emisión de los sonidos.
Y todo ello nos indica que el aforismo «reunir lo disperso» en este grado adquiere una vitalidad y necesidad absolutas.
Por otra parte, la importancia de la enseñanza gestual indica que la instrucción del Maestro no puede consistir en largos discursos, sino que prioriza el lenguaje del cuerpo, el simbolismo y las expresiones verbales cortas pero a la vez significativas.


Los números
El simbolismo numérico de este grado es complejo, pues incluye los números 3, 5, 7 y 9.
El 3 aparece en la importancia simbólica otorgada al Delta.
El 5 en los Cinco Puntos del Compañerismo.
El 7 en el hecho que «el Maestro Masón en sí mismo es una Logia Justa y Perfecta», recordando que tal condición es alcanzada cuando siete masones la componen.
El 9 en su carácter de «número de fin de ciclo», en este caso, el fin del ciclo de la Masonería Simbólica.


La ceremonia de Iniciación en este grado se conoce como “Exaltación”.
Exaltar” significa elevar a una dignidad, ensalzar los méritos de algo o las cualidades de alguien. Exotéricamente, esto simplemente puede entenderse como que la condición de Maestro es una dignidad, y quienes la reciben son exaltados a la misma.
Sin embargo, desde un punto de vista esotérico, “exaltar” tiene un contenido alquímico:
exaltar” la materia por medio del fuego transmutador. En este sentido, “exaltar” es similar a “sublimar”.
En todo el simbolismo y la filosofía del grado de Maestro hay un eje central: el Verbo, la Palabra, el Logos.
La pérdida de este Logos, la muerte de Hiram, la incapacidad para pronunciar la Palabra Verdadera, es la gran “caída” que los Rituales del grado intentan simbolizar.
Una “caída” que, sin embargo, no es del todo deplorable, porque la misma motoriza la posterior queste (búsqueda): primero, del cuerpo de Hiram; luego, de los Asesinos y, finalmente, de la Palabra en sí misma, que habrá de encontrarse en el grado 14°.
Por lo tanto, la muerte de Hiram es casi un sacrificio, la necesaria Muerte del Padre, sin la que sus hijos quedarían aprisionados en una fórmula, en una estructura: es una muerte fructífera, que vivificó el simbolismo masónico al generar el conjunto de los Altos Grados.

El color del grado
Si bien el grado de Maestro pertenece a la Logia Azul y, por lo tanto, se halla influido por el simbolismo de ese color, el tono característico del Maestro es el negro.
A veces puede resultar paradójico que los autodenominados «Hijos de la Luz» hagan tanto hincapié en la negrura, en la obscuridad.
Pero recordemos que la obscuridad es la condición necesaria (no suficiente) para la expresión y la manifestación de la Luz, de donde lo negro, lo obscuro, es la matriz de la que emerge lo luminoso.


La Mesa del Maestro
Frente al Trono del Maestro se encuentra su Mesa, también llamada Altar.
Es de forma rectangular, y está cubierta con un tapete negro, sembrado de lágrimas blancas y orladas de una ancha franja de plata.

Sobre la Mesa se encuentran:
           La espada.
           Un reloj de arena, Al reloj de arena a veces se le agregan alas, para simbolizar el rápido paso del tiempo y lo transitorio de la vida. «El reloj de arena, o de agua, en su doble movimiento, es decir, en sus inversiones sucesivas, sugiere los latidos del corazón. El pasaje de la arena entre los dos compartimentos se efectúa a través de un estrecho orificio, lo cual puede asimilarse a la dificultad que se experimenta al pasar de un estado a otro. El flujo de la arena de un compartimento al otro es imperceptible al principio, y se acelera gradualmente. Girar la clepsidra significa comenzar un nuevo ciclo de posibilidades».
           La escuadra.
           El compás.
            El mazo.
            Una calavera humana. En el fondo del dosel del Oriente, a la derecha del Trono del Maestro, habrá un esqueleto humano con un mazo en la mano derecha, en actitud de golpear. Nótese como numerosos símbolos de la Cámara del Medio son similares a los del Cuarto de Reflexión del Aprendiz.

Algunos Rituales añaden a lo anterior una llana o trulla, lo que nos parece muy adecuado, por ser este el instrumento con el que el Maestro Masón extiende el cemento de la fraternidad sobre las asperezas que aún puedan permanecer en los materiales.

Las dos columnas
Se colocan en Occidente en la posición usual, pero son diferentes a las dos columnas del Aprendiz y del Compañero.
Ambas son de orden dórico; la de la derecha, entrando, lleva grabada la letra M\, y la de la izquierda la B\; es decir, las dos letras con las que se abrevia la Palabra Substituta.
Sobre los capiteles de las columnas descansan sendas urnas funerarias, de las que sobresalen las hojas de una rama de acacia.

Los símbolos principales del grado se encuentran:

·         La piedra cúbica de punta
«La cubo y la esfera corresponden, respectivamente, al doble punto de vista estático y dinámico» (Mainguy).

En algunas ocasiones, la piedra cúbica de punta, o piedra cúbica piramidal, se considera un símbolo propio del Maestro, y en otras algo intermedio entre el Compañerismo y la Maestría.
En este último caso se la interpreta como la Obra Maestra de un Compañero apto para acceder a la Maestría.
Desde esta interpretación, las distintas “piedras” se consideran símbolos de transición, la piedra cúbica de Aprendiz a Compañero y la Piedra Cúbica de Punta de Compañero a Maestro.
En cualquier caso, la Piedra Cúbica de Punta, a través de la pirámide que la corona, marca un centro, un punto de convergencia de las distintas direcciones del espacio, y por ello corresponde a algo cumplido, terminado, donde todos los esfuerzos se han focalizado en un punto, produciendo un resultado que puede calificarse de “magistral”.
«La piedra cúbica representa la estabilidad absoluta y es en tal sentido un reflejo del Principio».
Se ha comparado el cubo con la forma simbólica de la Jerusalén Celeste, cuyo estudio detallado corresponde al grado 19°.
Asimismo, la pirámide remite al simbolismo del fuego y a ideas de transformación y trascendencia.
Las cuatro caras laterales del cubo representan los cuatro puntos cardinales, mientras que la pirámide manifiesta la preeminencia del zenith.
El cubo tiene seis caras y doce aristas.
La pirámide está sólidamente apoyada en la Tierra a través de su base cuadrada, mientras que se eleva hacia el Cielo como una montaña; por ello fue considerada por los egipcios como el Templo sagrado por excelencia.

         El hacha
Las armas son auxiliares de las herramientas, y las herramientas pueden utilizarse como armas”.
Por supuesto que no armas para librar una guerra contra otros seres humanos, sino la batalla interior por elevar y desarrollar el ser.
Si bien el hacha es un símbolo que se profundiza más en los Altos Grados, en el Maestro a veces se la coloca sobre la piedra cúbica de punta, señalando su vértice, símbolo del origen de toda manifestación.

         El compás
La punta central del compás representa los principios, mientras que la otra traza el círculo de la manifestación.
Desde un punto de vista teúrgico, una punta del compás representa entonces el centro y la otra la cadena de los Maestros, considerados como operadores en un acto mágico.
«Trazando las imágenes en movimiento, y móvil él mismo, el compás se ha convertido en el símbolo del dinamismo constructor, atributo de las actividades creadoras».

         La escuadra y el compás, en la posición del Maestro
Se dice que, en este grado, la escuadra simboliza el «acto rectificador».

Por otra parte, el compás es un símbolo propio y específico del grado, pues es aquí donde se alcanza la perfecta igualdad (todos los presentes en la Logia son Maestros, y todos se encuentran a igual distancia del centro, es decir, se hallan sobre el círculo trazado por el compás).
También se afirma que la nueva posición del compás simboliza que “ahora tienes libertad para trabajar con ambas puntas, con el fin de que el círculo de tus deberes masónicos esté completo”.
«Es en la escuadra y el compás donde está la perfección del cuadrado y del círculo».

         La plancha de trazar
Como la plancha de trazar era originalmente de madera se la consideraba un material “vivo”, es decir, los planos y proyectos del Maestro se trazaban sobre la vida misma.
Algunos consideran que proviene del ábaco (del fenicio abak), una tablilla cuadrada cubierta de polvo sobre la que se trazaban caracteres, planos y figuras.
El Manuscrito Dumfries la denomina «Trasel Board», y afirma que sobre ella «El Maestro traza sus diseños».
P.: ¿A qué usos se destina la plancha de trazar?
R.: A múltiples usos. Ella será utilizada por el Secretario para elaborar el Acta de los trabajos de la Logia. Los Maestros la emplearán para componer planos capaces de instruir a los Aprendices, a los Compañeros y a los demás Maestros. Siempre se tratará de reflexionar con madurez antes de proceder a la aplicación concreta de cualquier proyecto. Finalmente, se dice que el Maestro Masón es él mismo una plancha de trazar cuyos actos y acciones, fluyendo libremente, sin coerciones exteriores, sino respondiendo a la expresión natural de su ser, pueden servir como modelos para que otros, tanto profanos como Iniciados, encuentren en ellos inspiración y ejemplo.

         Los símbolos sobre la plancha, matriz de los alfabetos masónicos
Generalmente, sobre la plancha de trazar se inscriben los símbolos que se muestran.

Tales símbolos son la clave para la construcción de los alfabetos masónicos.
Es decir, las letras, los bloques constitutivos del Universo, nacen de la plancha, que es entonces la matriz del Cosmos.

         El tablero de dibujo
Si bien no es exactamente lo mismo que la plancha de trazar, su simbolismo es similar.
Existe una tradición de la Orden que habla de las mesas utilizadas por Hiram Abif en sus “planos y diseños arquitectónicos”.

En todos los casos la idea es de diseño, de plan, de obra concebida primero en el pensamiento, y luego materializada en el mundo concreto.
         La trulla
La trulla favorece la unión y la fusión entre las piedras; es por lo tanto el símbolo de la unidad.
La trulla es el instrumento mediante el cual la Obra del constructor adquiere su perfección y acabado final.
La trulla simboliza el arte de armonizar las oposiciones, y transformar tal oposición en fecunda creatividad.

         La cuerda, el lápiz y el compás
En algunos Rituales, son las herramientas del Maestro Masón.
«La cuerda determina el margen que tiene el Maestro para orientar la línea límite de la edificación. El lápiz (con su centro de grafito) con el que traza los planos, determina la armonía de las leyes de la mecánica con las del Gran Arquitecto del Universo. El compás determina el centro invisible (eje) sobre el que gira el cosmos; sus puntas miden la relación-proporción de las manifestaciones» (Daza).

         El skirret
Es un instrumento utilizado en la construcción en Gran Bretaña, consistente en un carretel y una cuerda, que suele mencionarse en conjunción con esta última como uno de los instrumentos del Maestro.

Se utilizaba el skirret para varios trabajos de medición.
En el sistema inglés también aparece la “gramilla”, un aparato que gira en un eje o perno que tiene en su centro, de donde parte la línea o cordel enyesado, con el que marca los cimientos para la construcción de los edificios.


         El Libro y la espada
Sobre el Libro, además de la escuadra y el compás, pueden colocarse otros símbolos.
Uno de ellos es la espada: habitualmente se dice que el Libro simboliza la Ley y la espada su cumplimiento. Esotéricamente, la espada es un símbolo de penetración, en este caso, del contenido del Libro.
Con la espada penetramos en el sentido interno del Libro (es decir, del Universo), y así lo comprendemos en profundidad.

         El ataúd
Es llamado el “pastos”, el que en los Misterios Antiguos era una caja o celda cerrada en la que se colocaba durante algún tiempo al Candidato, para simbolizar su muerte mística.
El ataúd es (y la similitud en las palabras debe ser una coincidencia) el athanor alquímico, el recinto cerrado en el que tiene lugar la transmutación.

         La acacia
Este es un símbolo complejo, que muchas veces se ha interpretado como el emblema de «la inmortalidad del alma».
Desde nuestro punto de vista, eso no tiene sentido, como tampoco lo posee el tratar de imponer algún «dogma masónico» referido a la existencia del alma o a su supuesta inmortalidad.
Por el contrario, sí nos parece muy valiosa la acacia siempre verde como un emblema del renacimiento, operado durante esta misma vida, una renovación integral del ser.
La acacia se ha tomado como símbolo de la Iniciación, es decir, del concepto mismo de lo iniciático.
En hebreo acacia se dice shittah, y de su madera estaban hechos numerosos objetos sagrados del Templo.
Los Elus Cohen decían que existen «tres clases diferentes de acacia», la «acacia verdadera» representaría al Elegido, a los «humanos de equidad» (término que recuerda al Zaddik, el Justo, en la Cábala), la segunda clase de acacia a sus discípulos, y la tercera a «los profanos incultos, errantes y vagabundos».
         El cuadrado mágico
El cuadrado «mágico», Tabla de Theon o Sello de Saturno, es uno de los símbolos del Maestro Masón.
Es también llamado la «Tabla de la Memoria», y se dice que sus nueve cifras corresponden a las nueve Musas.
En el centro del cuadrado se encuentra el número 5, símbolo del Hombre Verdadero, y sus filas y columnas suman 15, como los peldaños de la escalera que conduce a la Cámara del Medio.

         La mujer que llora
Se dice que este símbolo fue ideado en los Estados Unidos por J. Cross.
Sin embargo, un símbolo similar aparece en la Hieroglyphica, de Nicolás Flamel
En el Rito Escocés este símbolo corresponde al sexto grado (Secretario Íntimo), por lo que pospondremos un estudio extenso del mismo hasta ese momento.
De todas formas, como emblema de la finitud de la vida, del paso inexorable del tiempo y de la situación del hombre en este mundo, el símbolo es realmente muy apropiado para el Maestro.




Entre otros símbolos se encuentran: el incensario, el león, la guadaña, etc.
En realidad, los símbolos que pueden asociarse al grado de Maestro son prácticamente innumerables.
Uno de ellos es el incensario, que en los antiguos Rituales se conocía como la marmita de incienso. Se trata claramente de un símbolo alquímico de transmutación, de transformación de la materia.
También puede aparecer el león, otro símbolo alquímico, que lamentablemente suele ser interpretado desde una óptica religiosa.

El símbolo de este grado, por excelencia, es el cuerpo de Hiram.

FUENTE:
Dr. Jorge Norberto Cornejo.
Buenos Aires – Argentina.