Claves para entender a los Maestros

26 abril 2017

Harry Bowen Davies

Harry "Henry" Bowen Davies
26 de abril de 1896 - 26 de julio de 1976
Montevideo

Venerable Maestro de Silver River Lodge en 1948.


Cementerio Británico. Montevideo.

24 abril 2017

Leslie Graham Campbell

Leslie Graham Campbell
1926 - 24 de abril de 2003
¿? - Montevideo

Venerable Maestro de Silver River Lodge en 1955.


Cementerio Británico. Montevideo.

11 abril 2017

Ágape Fraternal

El Ágape Fraternal

Ágape se deriva del griego agape (ágape: amor, amistad, caridad), que los traductores de la Biblia al latín tradujeron como charitas (caridad).


Los primeros cristianos usaban el plural, agapai y después el latín ágape para designar las cenas litúrgicas fraternales orientadas hacia la unión de los asistentes y ayuda a los más necesitados, al igual que las comidas-reuniones religiosas judías denominadas haburot.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra Ágape se utiliza para referirse a la comida fraternal de carácter religioso que se realizaba entre los primeros cristianos, destinada a estrechar los lazos que los unían.
Con el tiempo se desvirtuó su objeto, siendo pretexto para cometer los más diversos excesos que condujeron a su condena por parte de san Pablo y prohibidos en el siglo IV por el clero. Con ese sentido fue que llegó al español, como sinónimo de banquete o comida abundante para celebrar algún acontecimiento.
Desde los tiempos inmemoriales es un ritual el tomar alimentos y bebidas, encontrándose en los misterios más antiguos y formando parte de las tradiciones místico religiosas de casi todas las culturas.
Sólo con la simple recopilación histórica de los lugares y civilizaciones donde se ha efectuado esta práctica, tendríamos suficiente material para hacer varios volúmenes, pues hay sobrada evidencia de que la ingestión ritual de alimentos y bebidas se ha realizado entre mayas y aztecas, celtas y druidas, egipcios y hebreos, griegos y romanos; también entre los cristianos antiguos y aún entre los modernos, pudiendo apreciarse hoy en día en religiones como la católica durante la misa o después de ceremonias importantes, como en bodas, bautizos, comuniones y hasta en los funerales.



En los rituales masónicos de tenida ordinaria y de banquetes se sintetizan a la perfección los conceptos, principios y objetivos del ágape ritual, surgidos desde la más remota antigüedad y afinados a lo largo de la historia, integrándose a la vez en lo que podríamos llamar un sistema de filosofía iniciática, que observa las formas más comunes para su ejecución.

¿Para qué o por qué comer y beber como parte de una ceremonia?
¿Existe relación directa entre comer y beber y los lazos de amistad?

Si queremos estar en compañía de alguien a quien estimamos o con quien tenemos vínculos personales, lo convidamos a que coma y beba con nosotros. Si llegan a nuestra casa visitas, obligadamente preguntamos si se desea tomar algo u ofrecemos algo de comer.
Como éstos, existen infinidad de ejemplos de la vida cotidiana donde se presentan juntas la comida y la bebida, asociados a la relación interpersonal. ¿Qué es lo que interiormente nos mueve a realizar esta conducta?

Se entiende que Ágape Fraternal es un acto de Unión, de Comunión en fraternidad, tanto de carácter material como espiritual.
Ágape fraternal:                                             El PAN
Para comprender con amplitud este emblema, es necesario hacer referencia al simbolismo de su materia prima, el Trigo, ya que el pan es producto del trabajo del hombre, que muele el grano (tierra), a masa la harina (agua) y la pone al Fuego transmutándola alquímicamente en Alimento, justa retribución a su esfuerzo de Sembrar, Cultivar y Cosechar.
El pan se encuentra presente en la Cámara de Reflexión y en otros símbolos de la masonería en donde adquiere un profundo significado en cuanto a la idea de producción para la reproducción, de acción fecunda dentro de la continuidad. El trigo como todo símbolo vegetal, aparece en las tradiciones de diversas culturas siendo representativo de resurrección e inmortalidad; en tal sentido, encuentra su base filosófica simbólica en el antiguo misterio del Árbol del Mundo. En él vemos que el fruto de la planta (el grano) encierra dentro de su cobertura tanto la esencia de sí misma como la garantía de su continuidad vital.
Este árbol místico tiene 12 frutos, cifra que numerológicamente se obtiene duplicando por dos el número 6, o bien, desde la ciencia del Trivium y el Quadrivium es igual a 3 veces cuatro o cuatro veces tres, lo que resulta de alto contenido iniciático para los masones. Estos 12 frutos, que equivalen a los 12 soles, las 12 tribus de Israel, los 12 apóstoles, los 12 signos del Zodiaco, los 12 meses, los 12 tonos de la escala cromática, los 12 Aditya de la tradición Hindú, hijos de Aditi, diosa de la tierra cuyo nombre significa Indivisibilidad y por lo tanto Inmortalidad. Por eso se emplean 12 panes o pedazos de pan en la ceremonia mítica del jueves santo.

El Trigo es al mismo tiempo vida y muerte; padre e hijo de la continuidad; claro representante del ciclo eterno, y convertido en Pan, representa la unión que crea la esencia que es Alimento, que da la Vida.
El Trigo en tanto vegetal, al crecer posee un aspecto aéreo y otro subterráneo: consta de un tallo que se dirige al cielo, alimentándose de aire y sol, pero también se desarrolla hacia adentro, dirigiéndose hacia las profundidades de la tierra, de donde se nutre de agua y minerales con su raíz, soporte imprescindible del tallo. Al crecer en la Vertical hacia Arriba y hacia Abajo y tomar para sí en ambas direcciones los 4 elementos vitales, el trigo/planta observa de manera exacta el principio hermético de correspondencia.
El Trigo es semilla, planta y al multiplicarse por la Mano (mazo, la fuerza de la voluntad) y el Saber (cincel, acción fecunda) del hombre, se erige en imagen de la Esencia verdadera; de la continuidad de la idea independiente de la muerte física; del conocimiento y reconocimiento de la realidad objetiva, a la vez alimento del cuerpo y representación del ciclo cósmico en la tierra.
Por otra parte, la pluralidad del pan, derivada de la reproductividad geométrica de la semilla con que se elabora, simboliza nuestras múltiples existencias, sin interrupción en distintas épocas y lugares, y nos recuerda que no vivimos sólo una vez, sino en una misteriosa cadena cíclica en la que Ser y No Ser se alternan permanentemente.

Ágape fraternal:                                             El VINO
Para entender su significado simbólico, debemos remitirnos al misterio del Elixir de la Vida, también llamado Licor de la Inmortalidad, vinculado de manera directa con ya mencionado Árbol del Mundo y equivalente alquímico vegetal de la Piedra Filosofal de naturaleza mineral, relacionada a su vez con el número 6 y sus múltiplos.
Al igual que el Pan, el Elixir es esencia, pero líquida; es sangre, Súmmum espiritual, de ahí que el vino en el ritual tenga que ser rojo.
El vino, fluido derivado del fruto maduro de la Vid, es emblema natural de la vida manifestada en la sustancia; de ahí que también tengamos que remitirnos a su materia prima: la Vid. Aunque las palabras Vino, Vid y Vida tienen distintos orígenes, para fines de este trabajo resulta interesante conocer sus significados, pues juntos forman una idea en común que puede revelarnos conocimientos importantes:


En cuanto a la palabra Vid tenemos que se deriva del término Vi-Tis, vinculado con el verbo Vi-Ere que quiere decir Enlazar, precisamente como lo hace la Vid para sostenerse de sus guías. La Palabra Vida, del sánscrito Giv-Vita y del griego Bios, proviene de la raíz verbal Gvi duplicada en Vi-Vus, Gvi-v-Vere, Ví-ve-re, término que en nuestro idioma quiere decir o interpretamos como alimento. De tal suerte, tenemos enlazados los conceptos Unión, Vida y Alimento.
El Vino por su parte, representa la propia virtud natural, las cualidades innatas, sin alteraciones degradantes. Es la esencia espiritual, la realidad interior, alimento del espíritu. Al igual que el Pan, el Vino representa unidad, permanece inmutable en su esencia, inmanente; es producto que se mantiene estable, uniforme y prístino hasta la última gota, pero que corre el peligro de verse alterado y corrompido si se contamina con un elemento ajeno o si no se elabora con los Frutos y métodos adecuados, convirtiéndose de elixir divino y vital en veneno mortal.

Ágape fraternal:                                             La COPA
Pasemos ahora al tratamiento de este utensilio, cuya simbólica por cierto tiene también un aspecto vegetal, evidente en uno de sus sinónimos: el Cáliz, que en la Flor constituye el receptáculo y guardián del acto reproductivo de la planta (otra vez vemos aquí enlazados los conceptos de Vida, Unión y Continuidad).
Al respecto, resulta imprescindible referirnos a la Leyenda del Grial, escrita a principios del segundo milenio de la E.·. V.·. Tiene sus antecedentes más remotos en las tradiciones celtas de transmisión verbal, procedentes del antiguo Egipto, en cuyos jeroglíficos, escritura sagrada donde a menudo la imagen de la cosa representa la palabra misma que la designa, vemos al Corazón figurado por el emblema del Vaso, idea sin duda genial, pues parafraseando a Charbonneau ¿el corazón del hombre no es en efecto el vaso en el que su vida se elabora continuamente con su sangre?, encontrando de nueva cuenta juntas las ideas de Continuidad, Esencia y Vida.

Analicemos los aspectos más importantes de esta leyenda:
I. Cuenta la leyenda que la copa fue tallada por los ángeles en una esmeralda desprendida de la frente de Lucifer en el momento de su caída. Encontramos similitud con la mitología Hindú, donde la diosa Shiva tiene una joya en el entrecejo o tercer ojo, que representa el centro del ser integral, la eternidad. Existe también una evidente relación con el punto en el Círculo y el Árbol del Mundo, variaciones de la representación esotérica del número 10.

II. El Grial fue confiado a Adán, pero lo perdió al ser expulsado del Paraíso. Basándonos en el significado de la joya en la tradición Hindú citada, podemos interpretar este párrafo como alusivo de que el hombre, al apartarse de su centro original (el centro del mundo, el Edén), perdió su inmortalidad para confinarse al mundo temporal.

III. Set logró entrar en el Paraíso y recuperar el recipiente. El nombre Set representa las ideas de fundamento y estabilidad, conceptos ambos que implican permanencia, continuidad, y al hacer a este personaje el rescatador del Grial, al autor de la leyenda quiso dar a entender la intención de crear un centro espiritual que sustituyera al paraíso perdido, rescatando con ello el orden primigenio, destruido por la caída del hombre; con lo que surge entonces otra curiosidad: a todos los grandes centros espirituales se les ha denominado el corazón del mundo y todos han pretendido de manera idéntica ser el lugar de manifestación del Verbo eterno en el seno de la humanidad terrestre, vislumbrando de nueva cuenta expresados con esta idea, los conceptos de congregación e inmortalidad en la inmanencia de la idea original.

IV. Ya dentro del cristianismo, tenemos que el Santo Grial es la Copa que contiene la preciosa Sangre de Cristo, primero en la última cena y después al recogerla José de Arimatea junto con el Agua (!) que emanaba de la herida propinada en el costado por un centurión con su Lanza. Con ello, la Copa se convierte en equivalente simbólico del corazón del redentor. Por eso en la eucaristía, el Vino debe ser mezclado con Agua por el sacerdote.

V. Después de la muerte del Cristo, el Santo Grial fue llevado a Inglaterra por José de Arimatea y Nicodemus, integrándose entonces a la leyenda del Rey Arturo, en la que la tan famosa Mesa o Tabla Redonda está destinada a recibir la Copa Divina en cuanto Percival, uno de sus caballeros (que, curiosamente como los panes, eran 12) la hubiese rescatado, llevándola de la Gran Bretaña a Armórica, tocándose este símbolo con el del punto en el círculo y sus correspondientes, algunos de ellos señalados líneas atrás.

Sin pretender apartarnos del tema, diremos con brevedad que la alegoría de la Tabla o Mesa Redonda es tan antigua como las tres que en esta ocasión nos ocupan, estando siempre asociada a la idea de los centros espirituales a los que ya hicimos referencia, así como a la rueda del Zodiaco, por la presencia en torno a ella de 12 personajes principales, cosa que comúnmente podemos encontrar en la construcción de todos estos centros espirituales (recordemos el Mar de Bronce del Templo de Salomón). Por esta razón el Ágape ritual debería realizarse con 12 participantes o doce panes, o bien en múltiplos de 12, implicando dicha cantidad la transposición del símbolo a la objetividad del momento presente y en general a la vida humana en comunidad.
Volviendo a la Copa podemos descubrir que estando junto a sus homólogos, el Cáliz, el Corazón, el triángulo de base invertida, etc., comparte con las alegorías del Vino y el Pan la característica de representar Unificación, Vida y Permanencia, complementándolas para expresar un concepto más acabado.
Habiendo bebido todos de la fuente de la existencia, el Cáliz debe ser destruido para evitar su profanación (de ahí su carácter Sagrado). Contiene la esencia por una sola vez y necesita ser repuesto en cada acto; su pureza virginal es condición imperdonable de aptitud para recibir el nutriente fluido. Al igual que nuestro corazón, debe hallarse limpio, puro y sin mancha para contener el Alimento material y espiritual compartido con los hermanos.
De todo lo que hasta aquí hemos expresado, podemos ya formular aunque de manera enunciativa, algunas conclusiones:
1. El comer y el beber con propósitos rituales se ha realizado desde las épocas más remotas, inclusive en culturas en apariencia carentes de contacto alguno y aun en la actualidad;
2. Aunque individualmente los símbolos del Pan, el Vino y la Copa, utilizados ritualmente tienen sus rasgos particulares, sintetizados en el Ágape Fraternal conforman en esencia una idea común, simbolizando -entre muchas otras cosas- un acto de Unión para compartir en Fraternidad y con Pureza de cuerpo y espíritu, la Vida y el producto de nuestro Trabajo material, intelectual y espiritual, verdadero Alimento de inmortalidad para nuestras almas.
3. Conociendo los alcances de su poder simbólico, la Francmasonería recogió esta costumbre, adaptándola a su sistema ritual, y con ello consiguiendo una genial síntesis de sus principios fundamentales, que podemos resumir brevemente en tres postulados:
* LIBERTAD, en la capacidad Creativa individual de los frutos (los Hermanos), expresada a través del principio de la Libertad de Conciencia;
* IGUALDAD, en el origen, la forma y las potencialidades de cada uno, siendo responsables TODOS, de nuestra superación y calidad, individual y colectiva; y
*FRATERNIDAD, al conjugarse cada fruto para formar una sola Esencia vital y permanente, de la cual nos alimentamos hoy, desde siempre y hasta mañana por toda la eternidad.

El ágape masónico es la comida fraterna de los obreros del Taller, al cerrar los trabajos rituales y antes de reemprender los trabajos de fuera del Templo. Los obreros no aspiran al descanso sino que prometen continuar, fuera del mismo,
la obra masónica.

Ágape fraternal:                                 EL AGAPE EN LA MASONERA
No obstante todo su profundo significado simbólico, filosófico y esotérico, someramente dibujado en las líneas anteriores, en la Masonería el Ágape es una parte de la Tenida de Orden (ordinaria) que por desgracia se ha perdido en las logias simbólicas, en aras de un pragmatismo productor de una simplificación innecesaria del ceremonial, que refleja poca atención a nuestros antiguos usos y costumbres, cuando no una evidente profanidad, pues se abrevian fórmulas y hasta partes completas del ritual so pretexto de lo corto de tiempo de que se dispone para la tenida, pero saliendo de ella se aprovecha para comer y beber en restaurantes y bares sin la menor preocupación por el tiempo.

El rito francés conserva el Ágape como aquella parte indispensable dentro de la tenida, con la cual se cierran los trabajos. Si bien en atención a su promesa de silencio como parte de su formación iniciática los aprendices no pueden hacer uso de en trabajos abiertos, durante el Ágape pueden expresar todas sus preguntas, dudas, etc. mismas que serán atendidas y comentadas por los maestros y los demás hermanos presentes. A tal efecto, después de realizada la Cadena de Unión, el Venerable y los Vigilantes se dirigen mallete en mano a donde se celebrarán los trabajos de mesa y conceden la palabra en el orden acostumbrado. La tenida de Orden se cierra al momento en que el Venerable da un golpe de mallete en la mesa.
En el mismo rito, efectivamente la Cer.·. de A.·. de Sal.·. Incluye un Sexto Viaje, denominado Viaje Real, donde se aprecian en el envoltorio preparado con la manta, y que carga el candidato a compañero con la palanca, el pan y el vino como únicos integrantes de su ajuar, indispensables para transcurrir su travesía.
QQ.·. HH.·., sigamos convidándonos del Pan y el Vino de nuestra esencia inmutable y real. Levantemos de nuevo el Cáliz de la inmortalidad y una vez sorbiendo el contenido, clamemos al unísono las palabras que refrendan día con día nuestro vinculo infinito:
¡TODOS PARA UNO; UNO PARA TODOS!





Fuente:
Fenix News/Simbolismo del Ágape Fraternal
http://www.diariomasonico.com/planchas/agape-fraternal-simbolismo
https://ritofrancesmoderno.wordpress.com/2010/12/14/el-gape-masnico/
http://tallermasonico.com/agape.htm



10 abril 2017

REGLAMENTO DE 1663

REGLAMENTO DE 1663 ev
REDACTADO EL 27 DE DICIEMBRE DE 1663 POR LOS HH HENRY
JERMYN, JHON DENHAM, CHRISTOPH WEN Y JHON WEL.

1.- Ninguna persona, sea la que quiera la posición que ocupe, podrá ser recibida entre los francmasones, como éstos no estén reunidos en una logia que se componga lo menos de cinco hermanos, de los cuales, el uno ha de ser maestro o inspector nombrado para el distrito o circunscripción, y otros de  formar parte del taller.
2.- No podrá ser admitida en la hermandad ninguna persona que no sea sana de cuerpo, de buen nacimiento, de buena reputación y sometida a las leyes del país.
3.- La persona que desee ser admitida entre los francmaso
nes no podrá ser recibida en ninguna logia si no presenta un certificado del maestro de la circunscripción o distrito en el que esté establecida la logia, certificado que el susodicho maestro ha de extender en pergamino para ser fijado en un cuadro preparado al efecto que se coloca en el local, con el objeto de que todos los hermanos se enteren de las recepciones preparadas para la próxima asamblea general.
4.- Toda persona admitida en la hermandad está obligada a entregar al maestro una nota con la fecha de su admisión para que le inscriba según su antigüedad; lográndose con esto que todos los miembros de la sociedad se conozcan bien entre sí.
5.- Dicha sociedad estará presidida y dirigida por un maestro. Los inspectores serán nombrados en las asambleas que se verifican anualmente.
6.- Ninguna persona será recibida definitivamente ni se le comunicarán los secretos de la asociación hasta que haya prestado el juramento de discreción según la fórmula siguiente:

“Yo,....., prometo y declaro en presencia de Dios Todopoderoso y de mis compañeros y hermanos aquí presentes, que jamás, en ningún tiempo, en ninguna circunstancia y por hábil que sea el artificio que al efecto pueda emplearse, descubriré ni denunciaré, directa ni indirectamente, ninguno de los secretos, privilegios o deliberaciones de la hermandad o sociedad de la Francmasonería, de que hasta ahora tengo conocimiento o sepa en lo sucesivo. Que Dios y el Santo Texto de ese libro sean en mi ayuda”.

09 abril 2017

SEMANA SANTA

SEMANA SANTA
¿Cuantas lecturas tiene?

Comenzamos a transitar por una semana especial para muchos cristianos, dada la connotación religiosa que tiene. Pero en Uruguay oficialmente se denomina Semana de Turismo, y en el imaginario social llega con la denominación Semana de la Cerveza, de la Vuelta Ciclista o de la Criolla.
Pero sin duda también podemos abordar la misma desde otra perspectiva, que esta ligara a la interpretación de Semana Santa.

La gnosis la define:
Semana Santa es la época en la que tradicionalmente se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Sin embargo, detrás de este extraordinario acontecimiento se esconde un mensaje oculto y por ello es conveniente entender el profundo significado esotérico de la Semana Santa.

La Semana Santa o semana mayor, la más santa de las semanas, puede estudiarse desde diferentes puntos de vista. Puede verse desde el punto de vista histórico, desde una perspectiva astronómica, a la luz de la religión comparada y con un enfoque íntimo trascendental.
Desde el punto de vista histórico nos recuerda la pasión del gran iniciado Jesús o Jeshuá Ben Pandirá. De acuerdo con los estudios gnósticos, no todos lo versículos bíblicos se refieren a la vida privada de Jesús. Muchos aspectos de su vida privada, su preparación, sus estudios, su iniciación se encuentran ocultos. Otros aspectos de su obra y enseñanza extraordinaria, no aparecen en ninguno de los cuatro evangelios, pero afortunadamente sobrevivieron de generación en generación por la tradición oral y se hallan contenidos en los evangelios apócrifos. Gran parte de su enseñanza esotérica permaneció escondida durante siglos, pero a partir del siglo XIX, las arenas del desierto y la divinidad han ido devolviéndola en la forma de los códices gnósticos en los que se halla la Pistis Sofía, los evangelios gnósticos y muchos otros textos de invaluable valor histórico, arqueológico y esotérico.
Ejemplos de pasajes no registrados en la Biblia y relacionados con la tradición de Semana Santa son: el manto de la Verónica, los nombres de los dos ladrones crucificados junto a Jesús y el nombre del centurión romano que atravesó el costado del señor.
Si bien es cierto, conocer la vida privada de Jeshuá Ben Pandirá, resulta interesante y atrae el interés de muchos investigadores y buena parte de la humanidad, resulta mucho más interesante entender el Drama Cósmico oculto detrás de la Semana Santa. Es indudable el fundamento astronómico de esta época sagrada. Solo así se entiende la pregunta: ¿Por qué la Semana Santa es una fiesta movible?
Semana Santa, la tradición del Equinocción de Primavera, no es un acontecimientos ocurrido solamente en Tierra Santa. Es una fiesta antiquísima celebrada por todos los pueblos antiguos. Y es que el fundamento astronómico de la Semana Santa solo se entiende en relación con la Navidad o nacimiento del niño dios de Belén. Detrás de Navidad y Semana Santa, hay un Mito solar extraordinario, motivo de estudio y celebración por todos los pueblos antiguos.
Los grandes dioses solares de todas las antiguas civilizaciones tienen una equiparación extraordinaria con Jesucristo y el mensaje esotérico que envía esta fiesta solar es el mismo para la conciencia humana.

El significado oculto de Semana Santa
La más santa de las semanas, registra formidables acontecimientos que todo iniciado debe efectuar si quiere alcanzar la perfección, la inmortalidad o la Auto Realización Íntima del Ser. A una escala intermedia, señala el camino a seguir por los iniciados que quieren alcanzar la santidad, la maestría o la salvación. Al nivel de la humanidad, proporciona múltiples símbolos que interpretados adecuadamente explica las causas por las cuales el animal intelectual se encuentra tan lejos de Dios y cuál es el método para regresar a él.
Dada la honda significación de la Semana Santa para todos los pueblos y no solo para el Cristianismo, resulta muy lamentable que algunos guías espirituales recomienden a sus discípulos no conmemorar esta fiesta sagrada y sostengan que carece de valor espiritual por el simple argumento de tener orígenes paganos. La verdadera Semana Santa es para vivirla internamente por un auténtico cristiano.
Para entender el profundo mensaje oculto escondido en los versículos bíblicos hay que acudir entre otros recursos, a la ley sagrada del Heptaparaparshinock o Ley de Siete, a la Alquimia, a la Kábala, a la Anatomía Oculta y a la Psicología Gnóstica.
La Ley de Siete principios, es la Ley de Orden que se explica mediante la escala musical. Reminiscencias de la ley de Octava, son los Siete días de la Creación, los siete días de la semana y los siete planetas de los antiguos.
La ley de Siete explica el porqué de los siete niveles de energía en el átomo y la Tabla Periódica en la Química.
De acuerdo con la Ley de Siete, los días de la Semana Santa desde Domingo de Ramos, hasta Sábado de Gloria, se relaciona con los siete días de la Creación y con los siete planetas que se ven a simple vista (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno). Los siete días de la Semana Santa ya indicados forman una escala musical completa. Domingo de Resurrección corresponde a la nota Do de una escala superior. Los ocho días de esta sublime fiesta se corresponden con el Santo ocho, el signo del infinito y el número de Job.
En cada día de Semana Santa ocurren acontecimientos extraordinarios: la entrada triunfal en Jerusalén, los mercaderes del templo, la cena en Bethania y la maldición de la higuera estéril. Los dos días siguientes, son cruciales: Jueves Santo y Viernes Santo. En cada uno de estos días ocurren muchos acontecimientos que ameritan dedicación especial. Luego viene el día del reposo y la Resurrección.
La Gnosis enseña que todos los acontecimientos ocurridos durante esos ocho días, no son de ayer, de un remoto pasado y no deben verse en el ambiente de Tierra Santa. Al estudiar la Semana Santa desde la óptica del Drama Cósmico, se explica que cada uno de los personajes de tal drama se encuentran en la psiquis de cada individuo humano.
Cuando en los evangelios se leen los milagros y prodigios de Jesús, hay que entender que esos milagros los debe realizar el Cristo íntimo, el salvador individual de cada persona. Cuando Jesús cura la ceguera, lo hace para que podamos ver el camino hacia él, cuando cura sordos, es para escuchar su palabra, sus mensajes que vienen de las partes superiores de sí mismos, cuando cura paralíticos, es para aprender a caminar en su búsqueda. ¿Y cuándo cura la lepra? Esa lepra es el ego, viva personificación de los errores humanos.
El ego o yo de la Psicología Gnóstica es el que tiene atrapada, encarcelada a la Esencia maravillosa a la que el Cristo viene a salvar.

Simbolismo esotérico
En Domingo de Ramos, el señor entra en la Jerusalén Celestial montado en un pollino o crío de un asno. Jerusalén, la ciudad santa de las doce puertas, es nuestro propio cuerpo. Cristo debe entrar en nuestra ciudad interior, montado en el burro que representa a la mente. La mente debe aprender a obedecer al señor y aceptar que es su guía.
Los mercaderes del templo, son los elementos indeseables de nuestra conducta que cambian al oro, al Cristo Sol por la plata, por el dinero, por la Luna, son los que comercian con palomas, con el Espíritu Santo, señor y dador de vida.
Hay que aprender a empuñar el látigo de la voluntad para expulsar a los mercaderes de nuestro templo corazón.
La Cena en Bethania relata un antiguo ritual que simboliza matrimonio en castidad indispensable para realizar la Gran Obra de la Alquimia. Por ello, el primer milagro del Salvador, es la transmutación del ens seminis, de las aguas de la vida en vino de luz del alquimista en las bodas de Caná.
La higuera está relacionada con las fuerzas sexuales, con el ens seminis, indispensable para lograr el Nacimiento Segundo del que habló Jesús a Nicodemo en el capítulo 3 del Evangelio de Juan. Eso del árbol que no da fruto está más allá de la interpretación literal y se relaciona con los místicos que no realizan transformaciones íntimas profundas y que no trabajan en la conservación de su energía, ni en la transmutación alquímica.
En Jueves Santo se realiza la Última Cena. El Kalki Avatara de la Era de Acuario, Samael Aun Weor explica en el capítulo titulado: Dos Rituales de su libro: “El Matrimonio Perfecto”, que la Última Cena es una ceremonia mágica de inmenso poder y que a diferencia de lo que se especula con el Santo Grial, “La Última cena fue una ceremonia de sangre. Los apóstoles trajeron cada uno entre su copa, gotas de su propia sangre, y vaciaron estas gotas entre el Cáliz del Cristo Jesús. En ese Cáliz el Adorable había echado también su sangre real. Así, entre el Santo Grial, se mezcló la sangre del Cristo Jesús con la sangre de sus discípulos.
Según las tradiciones gnósticas el Cáliz sagrado de nuestro señor Jesucristo existe, fue el mismo que recibió Abraham de manos de Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo (Gn 14: 17 – 20) y que con el tiempo pasó también a las manos de Moisés y de Salomón. El Gnosticismo Universal enseña que entre quienes intuyeron el destino final de la Santa Reliquia se encuentra Ricardo Wagner y lo devela en su majestuosa ópera: Parsifal.
Conforme al Drama Cósmico, en Jueves Santo el Redentor del mundo da las últimas instrucciones a sus discípulos y en el Nuevo Testamento están registradas las que da a Pedro y a Judas Iscariote. Esa
noche ocurre también la oración en el huerto de Getsemaní y el formidable llamado al despertar de la Conciencia al encontrar a sus discípulos durmiendo, es decir, con la conciencia dormida (Mt 26: 38 – 44).
Viernes Santo se encuentra lleno de elementos simbólicos escondidos en las 14 estaciones del Viacrucis y las siete palabras. Judas, Pilatos y Caifás, representan el mismo papel que los tres traidores que asesinaron a Hiram Abif en las tradiciones masonas, de Hiram Abif se habla en el primer libro de Reyes.
Judas representa al demonio del deseo, Pilatos al demonio de la mente, que siempre se lava las manos y Caifás al demonio de la mala voluntad. Las multitudes que gritan. Crucifícale, no son de ayer, de un remoto pasado, ni quedaron en Jerusalén. Esas multitudes se encuentran en la psiquis humana y constituyen el yo pluralizado de la Psicología Gnóstica.
Según las tradiciones, Jesús muere a los 33 años, en clara alusión a las 33 vértebras de la columna vertebral por donde asciende victoriosa la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes: el Kundalini. Es crucificado en el monte de la Calavera, adonde debe ascender Kundalini. En lo alto de la cruz fue escrita su causa con las siglas: INRI.
A diferencia de lo que creen muchos, la cruz no es un símbolo de martirio, sino de creación y nacimiento. Detrás de los palos de la cruz, lo mismo que en el cáliz y la lanza de Longinos, se esconde un simbolismo sexual, pero de sexualidad espiritual trascendente. Por eso las multitudes le gritan que se baje de la cruz incitando al iniciado a que se salga de la Senda del filo de la navaja. INRI en Alquimia significa: Ignis Natura Renovatur Integram, el Fuego renueva incesantemente la Naturaleza.
Las siete palabras o siete frases que pronuncia el señor en la cruz también son profundamente significativas y se relacionan con el septenario sagrado de teósofos y yoguis, con siete principios anímicos y espirituales que el iniciado debe construir o realizar. Una de ellas, enigmática por siglos es la famosa frase maya: Helí, Helí, Lamá Zabaktani y que significa: “Ahora hundirme en la prealba de tu presencia”.
La Gran Obra alquimista culmina con la muerte y resurrección del Hierofante.
La Gnosis enseña que el Cristo Jesús realmente resucitó y aún conserva el mismo cuerpo físico que usó en Tierra Santa.


¿Qué simbolismo tiene la semana santa dentro de uno mismo?
Respuesta de los libros del V.M. Samael Aun Weor.
Incuestionablemente la Semana Santa tiene raíces esotéricas muy hondas, porque el iniciado debe trabajar sobre las fuerzas lunares, y sobre las fuerzas de Mercurio, y con las fuerzas de Venus y del Sol, y de Marte, de Júpiter y de Saturno. El Logos se desenvuelve en Siete Regiones y de acuerdo con los siete planetas del sistema solar.
La llama debe aparecer en el cuerpo físico, debe avanzar en el cuerpo vital, debe proseguir su camino por la senda astral, debe continuar su viaje por el mundo de la mente, debe llegar a la esfera de Venus en el mundo causal, debe continuar o proseguir su viaje por el mundo de la mente, debe llegar a la esfera de Venus en el mundo búdhico o intuicional, y, por último, en el séptimo día, habrá llegado al mundo del Atman, al mundo del espíritu. Entonces el Maestro recibirá el bautismo del fuego, que lo transformará radicalmente.
Obviamente, todo el drama cósmico, tal como está escrito en los cuatro Evangelios, deberá ser vivido dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Eso no es algo meramente histórico, es algo para vivir ¡aquí y ahora!
Los tres traidores que crucifican al Cristo, que lo llevan a la muerte, están dentro de nosotros mismos. Los masones los conocen [Sebal, Hortelut y Stokin], los gnósticos también los conocemos: Judas, Pilatos y Caifás.
Judas, es el demonio del deseo, que nos atormenta. Pilatos es el demonio de la mente, que para todo tiene disculpas.  Caifás, es el demonio de la mala voluntad, quien prostituye el altar.
Esos son los tres traidores que entregan al Cristo por treinta monedas de plata. Las treinta monedas representan todos los vicios y pasiones de la humanidad:
Cambian al Cristo por las botellas en la cantina, cambian al Cristo por el prostíbulo, o por el lecho de Procusto. Cambian al Cristo por el dinero, por las riquezas, por la vida sensual. Lo venden por treinta monedas de plata.
Hermanos, recuerden que multitudes de personas, piden la crucifixión del señor. Todas esas multitudes gritan ¡Crucifixia! ¡Crucifixia!, no son las de hace 1969 años. Esas gentes que piden la crucifixión del Señor, están dentro de nosotros mismos, repito, ¡aquí y ahora! Son los agregados psíquicos inhumanos que en nuestro interior cargamos, son todos esos elementos psíquicos indeseables que llevamos dentro, los demonios rojos de Seth, viva personificación de todos nuestros defectos de tipo psicológico.
Son ellos los que gritan: ¡Crucifixia! Y el Señor es entregado a la muerte. Quiénes le azotan, ¿no son acaso todas las multitudes que llevamos en nuestro interior? Quiénes ponen sobre él la corona de espinas, ¿no son acaso todos esos engendros del infierno que nosotros hemos creado?
El acontecimiento de la historia cristica no es de ayer, es de ahora, es presente, no es meramente un pasado, como creen los ignorantes ilustrados. Pero aquellos que comprendan, trabajarán para la Cristificación.
El Señor es elevado al Calvario, y sobre las cumbres majestuosas del Calvario dirá: «El que en mi cree nunca andará en tinieblas, más tendrá la lumbre de la vida. Yo soy el pan de la vida, yo soy el pan vivo, el que come mi carne y bebe mi sangre, tendrá la vida eterna, y yo le resucitaré en el día postrero. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí mora y yo en él». El Señor no guarda rencores para nadie.
«Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu».  Pronunciada esta gran palabra, no se escucharán sino rayos y truenos en medio de grandes cataclismos interiores.
Cumplida esta labor del espíritu en el cuerpo, será depositado el Cristo  o el Crestos, el Christus, Vishnú, el que penetra en su sepulcro místico. Y yo les digo en nombre de la Verdad y de la Justicia, que al tercer día, después del tercer acto, será levantado, resucitado en el iniciado, para transformar a éste en una criatura perfecta.

La LUNA
La fecha de la semana santa cambia año a año. Ello se debe a que la semana santa siempre ocurre cuando el Sol se encuentra en el signo astrológico de Aries o el equinoccio de marzo y en la primera Luna Llena que ocurra.
La semana santa tiene un profundo significado esotérico que se puede utilizar para mejorar las cualidades mágicas que pueda tener alguna persona.
Pero, no debe olvidarse la connotación esotérica que tiene para diversas escuelas místicos iniciáticos. La semana santa tiene mucho de poder mágico. El poder de la primera Luna Llena cuando el Sol se encuentra en el signo de Aries es notable y puedes aprovecharlo si sabes cómo.
Las oraciones y el uso del poder mental en esta semana se incrementan.
En otro aspecto, dentro de las escuelas místico iniciáticas se hacen alegorías de la separación de la luz de las tinieblas. El Sol en el signo de Aries representa el inicio del nuevo año.
En las tradiciones mágicas del norte la luz y el calor comienzan su camino ascendente ya que se ha dejado el frío del invierno, comienza la primavera y de allí el Sol continuará su ascenso hasta el día más luminoso del año en el verano de Junio.
La Luna Llena, junta su luz con el Sol ascendente y todo es fuerza mágica que se emplea para ascender en los diversos planos de luz.
Las meditaciones o el empleo del poder mental durante la semana santa se ve incrementada en potencia, siendo propicia la semana para rituales de poder o para descubrir poderes o fuerzas ocultas, inclusive objetos perdidos, que se puede aplicar hasta para descubrir restos arqueológicos.
La semana santa tiene también un paralelismo con la creación del mundo en siete días, que es parte de varias tradiciones religiosas, en dónde luego de mucho trabajo se concluye al final con la luz, que en este caso es la resurrección.
La semana santa siempre se da en Luna Llena, ese es uno de los requisitos. Como el Sol está en el signo de Aries, la Luna comienza a finales de Virgo, luego pasa al signo de Libra y dependiendo del año pasa hasta Escorpio.
Cuando la Luna comienza a aparecer como Luna Llena en Virgo, ayudará a descubrir aspectos analíticos, si es en Libra se puede aprovechar para armonizar la vida y si está en el signo de Escorpión, un signo esotérico y mágico por lo que se puede aprovechar para hacer rituales, programaciones mentales, meditación, peticiones, oraciones, con mayor fuerza que otros años. La luna, luego pasará a Sagitario y Capricornio para consolidar el poder mental que se pueda aplicar.


Fuentes:
https://gnosiscorrientes.wordpress.com/2010/06/09/la-semana-santa-y-su-mensaje-oculto/
http://www.samaelgnosis.net/preguntas/semana_santa.html
http://vidaok.com/magia-misticismo-fecha-semana-santa/





07 abril 2017

William Collier

William Collier
7 de abril de 1889 - 3 de agosto de 1971
¿? - Montevideo

Venerable Maestro de Acacia Lodge en 1926.



Cementerio Británico. Montevideo.

04 abril 2017

Leonardo de Leite y Acevedo

Leonardo de Leite y Acevedo
4 de abril de 1774 – 7 de setiembre de 1871


Ministro y Cónsul de Portugal a quien en su larga carrera hecha totalmente en el Uruguay y en su reiterada intervención en nuestras cosas políticas y pleitos internos incorporaron a l historia de la República, con la simple denominación de Cónsul Leite.


Llegó al país durante la dominación lusitana integrando el batallón de Talavera. En Montevideo contrajo matrimonio con una montevideana y cuando Brasil se independizó de Portugal volvió a su patria.

En Portugal tomó parte activa en a guerra civil entre liberales y miguelistas y al triunfo de los primeros volvió al Uruguay. Aquí fijó su residencia, hizo fortuna y obtuvo el nombramiento de Cónsul de su Majestad Fidelísima el 8 de enero de 1836 y el Cónsul General, el 14 de octubre de 1837.

Ligado estrechamente a nuestra sociedad, fue amigo íntimo y convencido partidario del General Oribe. En razón de esto el Gobierno de la Defensa, por resolución del 8 de octubre de 1843, le concede el plazo perentorio de 6 días para abandonar el país.

Ajustada la Paz de 1851, Leite volvió a la República para continuar en el desempeño de sus anteriores funciones.

El 23 de mayo de 1853 es elevado a la categoría de Encargado de Negocios, cargo que desempeñó hasta sus últimos días.



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Leite de Acevedo tuvo una larga y brillante actuación en la Masonería donde por sus relevantes condiciones ocupó los más altos cargos tanto como integrante del Gran Oriente Lusitano como miembro activo del Supremo Consejo del Gran Oriente del Uruguay al cual también prestó sus servicios.

Fue miembro de la Logia Perseverancia e integrante del Supremo Consejo del Gran Oriente Argentino.[1]




[1] Gran Logia de la Masonería del Uruguay- Biografías masónicas orientales. Tomo I. Montevideo. 1991. p. 88.