Claves para entender a los Maestros

17 octubre 2017

Nina Lauro Sodre y Silva

Nina Lauro Sodre y Silva
17 de octubre, de 1858 - 16 de junio de 1944
Belém, - Río de Janeiro

Fue militar, político y líder republicano Brasil.

La vida académica 

Sus primeros estudios fueron en el Estado Paes de Carvalho Colegio (En el momento titulada "Para Liceo"), a continuación, después de la carrera de ingeniero militar, en el curso de la Escuela Red Beach en Río de Janeiro, al que se incorporó en enero de 1877 y el cual estaba a dominar el republicano y masón Constante Benjamim, lo que le llevó como tantos otros jóvenes oficiales y cadetes abrazar la causa de la República y la doctrina positivista de Comte .

Fue alumno brillante logró una distinción máxima en todos los años y oficial republicano intrépido; cuando la campaña republicana, a pesar de estar vigilada por los espías de la monarquía, siempre terminaba sus discursos, con inusual desastros, diciendo estas palabras: "quien hizo este discurso fue el teniente Lauro Sodré".

La vida política 
Fue el primer gobernador del estado de Pará, elegido por el Congreso Constituyente de Pará, el 23 de junio de 1891; También fue representante de Pará, en la Asamblea Constituyente de la República y elegido cuatro veces senador, tres de Pará y el Distrito Federal. Fue el único gobernador se coloca contra el golpe perpetrado por Mal Deodoro da Fonseca. Para el 3 de noviembre de 1891, cuando se disolvió el Congreso; otros gobernantes prefieren a apoyar la arbitrariedad que perder sus mandatos. Por eso, fue depuesto por fuerte expedición militar, cuando hubo el contragolpe de 23 de noviembre de, con la caída de Deodoro y el derrocamiento de todos los gobernadores, bajo Sodre.
Comenzó el 1 de agosto, de 1888, la tienda de la armonía de Belén, fundada en 1856 por el famoso cura EUTIQUIO Ferreira da Rocha, se convirtió en Gran Maestro del Gran Oriente de Brasil en 1904, siendo reelegido en 1907, 1910, 1913 y 1916, no completando el último mandato, por haber sido elegido gobernador de Pará.
Proclamada la República fue Secretario de Benjamin, el Ministerio de Guerra en el momento en que fue nombrado lente profesor de la Escuela de Guerra.
En la desintegración del Partido Federal Republicano, dirigido por Glicerio, Sodre estaba al lado de esto y contra el presidente Prudente de Morais y, finalmente, ser elegido, de 5 de octubre de 1897, como un candidato a la presidencia, apoyado principalmente por el titular republicano y positivistas. Ejercer, sin embargo, el gobierno federal, los brazos del estado de sitio, la presión y el fraude, podría elegir Campos Sales. Por eso, el Gran Oriente, liderado por Quintino y por Glicerio, no tomó conocimiento de la elección de Campos Salles.
En 1904, participó en la Revuelta de la Vacuna, cuando tuvo la oportunidad de despertar a los cadetes de escuelas militares de la Red Beach y Realengo. Fue arrestado al final del episodio. El Senador Lauro Sodré se oponía a la vacunación obligatoria, como medida cercenadora de las libertades individuales.
Él todavía sería senador en cuatro oportunidades: una por el Distrito Federal (1902) y tres por el Pará (1897, 1912 y 1922). Fue elegido y asumió el cargo de gran maestro el 21 de junio de 1904, siendo, sucesivamente, reelegido en 1907, 1910, 1913 y 1916. Al ser electo gobernador del Pará, en 1916, pidió exoneración del cargo de gran maestro Gran Oriente. Con el golpe de 1930, abandonaría la vida pública.
Nombre Histórico de la "Galería de Nombres Históricos" de la Logia Masónica "Trabajo en Perfecto Silencio" - Vilhena / Rondônia / Brasil.
Nombre de calle - RUA LAURO SODRÉ - en las ciudades de Porto Velho y Vilhena - Rondônia. Calle Teniente Lauro Sodré, en el barrio de Santa Adélia, en la ciudad de São Paulo - SP. Calle Lauro Sodré - en el barrio Terra Firme, un barrio populoso, en la ciudad de Belém – PA

Vida maçônica
Iniciado em 1 de agosto de 1888, na Loja Harmonia, de Belém, fundada em 1856, pelo famoso padre Eutíquio Ferreira da Rocha, tornou-se grão-mestre do Grande Oriente do Brasil em Maio de 1904, sendo reeleito em 1907, 1910, 1913 e 1916, não completando o último mandato, por ter sido eleito governador do Pará.
O encontramos como membro efetivo da Assembléia Geral do Grande Oriente do Brasil (pag.34), tendo na ocasião o Gr.’. 30. Lauro Nina Sodré e Silva (Belém, 17 de outubro de 1858 — Rio de Janeiro, 16 de junho de 1944) foi militar, político e líder republicano brasileiro.
No inicio da Primeira Grande Guerra Mundial, em 1914, o Grão-Mestre do Grande Oriente do Brasil, o Irmão Lauro Sodré (iniciado na Loja “Harmonia” de Belém no dia 1° de agosto de 1888), através do Decreto n.º 500 datado de 23.12.1914, determina que, em reunião de 21.12.1914, o Ilustre Conselho Geral da Ordem aprovou o reconhecimento e incorporação do Rito Brasileiro entre os que compõem o Grande Oriente do Brasil, com os mesmos ônus e direito, regido liturgicamente pela sua Constituição particular.




16 octubre 2017

John Reid

John Reid
5 de marzo de 1897 - 16 de octubre de 1950
Montevideo

Venerable Maestro de la Logia Acacia en 1945.



Cementerio Británico. Montevideo.

15 octubre 2017

Myart La Brooy

Myart La Brooy
15 de octubre de 1892 - 7 de marzo de 1958
¿? - Montevideo

Venerable Maestro de la Logia Acacia en 1935.



Cementerio Británico. Montevideo.

14 octubre 2017

Gotthold Ephraim Lessing

Gotthold Ephraim Lessing
22 de enero de 1729 - 15 de febrero de 1781
Kamenz (Sajonia) – Brunswick
14 de octubre de 1771 iniciado masón


Fue el escritor alemán más importante de la ilustración. Con sus dramas y ensayos teóricos tuvo una influencia significativa en la evolución de la literatura alemana.

 Lessing, hijo de un pastor y redactor de obras teológicas, creció en Kamenz. Después de iniciar en 1737 su formación en el colegio del pueblo y seguirla desde 1741 en la academia Santa Afra de Meissen, comenzó en 1746 a estudiar Teología y Medicina en Leipzig, que finalizó en 1748.

De 1748 a 1760 vivió en Leipzig y Berlín, donde trabajó como crítico y redactor, entre otras publicaciones, del periódico Vossische Zeitung.

En 1752 obtuvo el título académico de Magister (equivalente a la "licenciatura" actual) en Wittenberg.

De 1760 a 1765 fue secretario del general Friedrich Bogislav, Conde de Tauentzien.
En 1765 retornó a Berlín desde donde se trasladó a Hamburgo en 1767 para trabajar como dramaturgo y consejero del Deutsches Nationaltheater (Teatro Nacional Alemán). Allí es donde conoció a Eva König, su futura esposa. En 1770 fue nombrado bibliotecario en la Herzog-August-Bibliothek ("Biblioteca del Duque Augusto") de Wolfenbüttel. No obstante, su trabajo se vio interrumpido en múltiples ocasiones debido a varios viajes, entre otros en 1775 junto con el príncipe Leopoldo a Italia.
En 1776 contrajo matrimonio con Eva König, quien se había quedado viuda, en Jork (cerca de Hamburgo). Eva Lessing murió en el año 1778 después del nacimiento de un hijo que tampoco logró sobrevivir.
El 15 de febrero de 1781 murió Lessing mientras visitaba al mercader de vinos Angott en Brunswick.


G. E. Lessing fue iniciado el 14 de octubre de 1771 en la logia Las Tres Rosas de Oro de Hamburgo. Tuvo una gran influencia en la masonería alemana de su tiempo a través de una obra masónica escrita en 1778 titulada Ernst und Falk. Freimaurergespräche (Ernst y Falk. Diálogo para masones), dedicada al Duque Fernando de Bruswick, Gran Maestro de la masonería denominada de la Estricta Observancia y promotor del Congreso de Wilhelmsbad de 1782.

El concepto de la libertad fue hilo conductor de toda su obra. En sus trabajos religioso-filosóficos defendió la libertad de pensamiento de los cristianos creyentes. Con el fin de iniciar una discusión pública contra la ortodoxa “Fidelidad a la Letra”, publicó entre 1774 y 1778 siete “Fragmentos de un Innombrado” (Fragmente eines Ungenannten), lo que llevó a la llamada “Controversia de los Fragmentos” (Fragmentenstreit). Su adversario principal en esta controversia fue el pastor principal de Hamburgo, Johann Melchior Goeze, contra quien Lessing redactó, entre otros, once escritos llamados Anti-Goeze. En numerosos enfrentamientos con los representantes de la opinión ortodoxa tomó partido por la tolerancia frente a las demás religiones del mundo. Cuando se le prohibió publicar más ensayos teóricos Leesing expresa este posicionamiento en su drama “Nathan el Sabio” (1779) que utiliza como un púlpito para explicar por medio del teatro el diálogo entre las religiones y la tolerancia entre unas y otras. Lessing, como teólogo y filósofo, escribe a Elisa Reimarus: “En mi púlpito, en mi teatro, por lo menos me dejarán predicar tranquilo”, porque su voluntad es la de ser un educador de la sociedad, ilustrándola. Expuso más detalladamente su opinión en “La educación de la humanidad” (Die Erziehung des Menschengeschlechts) (1780), La educación del género humano.
En la década de los años sesenta Lessing estudió con atención la masonería, especialmente interesado en su origen y en su sentido, como luego haría también otro gran filósofo del Idealismo Alemán, Fichte. En Hamburgo, Lessing intentó entrar en la masonería a través de su amigo Bode, maestro de la logia Absalón, pero le negaron la entrada, entre otros motivos, alegando los de su edad y un carácter excesivamente fogoso, pero entonces, sólo unos días después, lo aceptaron en una logia rival: Las tres rosas. Según los testimonios que de aquel momento nos han llegado, una vez iniciado, el Venerable Maestro le dijo: “Ve usted cómo no halló nada contrario a la religión o al Estado?” Lessing respondió: “Pues hubiera preferido encontrarlo”.
En 1772, el duque Fernando de Braunschweig, a cuyo servicio estaba Lessing, es nombrado Magnus Superior Ordinis, teniéndole así como hermano en los puestos más altos del mundo iniciático y profano.
La masonería se oponía al absolutismo del Estado sin necesidad de hacer revoluciones, ejerciendo su influencia desde los salones y clubes, con los escritos de sus miembros, como los de Montesquieu, que entró en la masonería durante su estancia en Londres entre 1729 y 1731, entre muchos otros intelectuales, científicos, propagandistas o académicos, pero también entre políticos y la numerosa nobleza que se hallaba entre sus columnas.
Lessing señala, en sus Diálogos para francmasones, una comparación con la Iglesia, pues las instituciones tienden a acomodarse y perder los ímpetus y el sentido de sus orígenes. En cuanto a la masonería, como educadora de la humanidad, igual que la Iglesia, tendió a sistematizarse la doctrina y a dar excesivo protagonismo a los uniformes y títulos, a los reglamentos y puestos que los hermanos iban ascendiendo, los premios, medallas, juegos infantiles y mundanos de vanidades que ayudan a buscar subir, pero también tienden a enturbiar las relaciones más profundas de tales instituciones.
El segundo diálogo muestra las claves de esa gran acción y es que analiza cómo la humanidad necesariamente, por su extensión y tamaño, se divide en grupos, y así surgen naciones, estados, costumbres y religiones diversas. Pero ¿es posible el orden aun sin gobierno? “Si los individuos saben conducirse a sí mismos, ¿por qué no?”. Al igual que Proudhon o Bakunin, y tantos otros masones, Lessing parece compartir un ideal político, pero no lo ve fácil ni viable. Lo que sí tiene claro y ahí ve una característica propia de los masones, es que el Estado y todas las instituciones han de servir a los individuos y no al revés. Casi adelantándose a algunos postulados de Bentham o a Stuart Mill, mantiene que “la felicidad del estado es la suma de la dicha particular de todos los miembros. Además de ésta, no hay otra”. Y es que “la vida social del hombre, todas las constituciones políticas, no son más que medios en orden a la felicidad humana. (…) Nada más que medios. Y medios de invención humana (…)”. Lessing explica que hay muchas constituciones, unas mejores que otras, pero todas muy deficientes pues las más bellas ideas, cuando se cristalizan en una institución, tienden a producir efectos contrarios a su propósito llevando a la infelicidad de los hombres. La sociedad no puede unir a los hombres sin separarlos, sin separarlos sin consolidar abismos entre ellos, sin interponer entre ellos murallas divisorias: ¡Y qué terribles son esos abismos! ¡Qué insuperables resultan a menudo esos muros divisores! (…) No se trata sólo de que la sociedad civil divide y separa a los hombres en varios pueblos y religiones (…) es que la sociedad civil prosigue también su separación en cada una de esas partes por decirlo así hasta el infinito”.  Pero si se eliminaran las diferencias de clases y se repartiese a todos igualitariamente, “ese reparto igualitario no duraría ni dos generaciones. Unos utilizarían las propiedades mejor que otros. Además, unos tendrán que repartir su mal administrado patrimonio entre más descendientes que otros. Así que habrá miembros más ricos y miembros más pobres”. En el primer diálogo, Falk dice que es francmasón no tanto por haber sido recibido en una logia regular sino porque comprende qué es y por qué existe la masonería y de qué manera se la promueve, así como sus dificultades. Es decir, que lo es porque comprende plenamente su sentido, no sólo porque ha entrado formalmente en la institución. Así, Falk, el masón del diálogo comenta luego que “La francmasonería no es cosa arbitraria, no es algo de lo que se pueda prescindir, sino algo necesario y basado en la naturaleza del hombre y la sociedad civil…
La francmasonería existió siempre”. Pero no se refiere a ello como institución, con su organización, signos concretos y leyes, sino como espíritu compartido en la humanidad por muchos hombres de todas las épocas. Incluso los francmasones que están en el secreto de su Orden no pueden comunicarlo verbalmente, ¿cómo es que, a pesar de todo, propagan su Orden? Con obras. Aquí Lessing recuerda una expresión: “por sus hechos los conoceréis”. Pero “No se trata sólo de que los francmasones se apoyan mutuamente y de que se apoyan con la mayor eficacia, que es o no pasa de ser una característica de cualquier banda. ¡Es lo que hacen en favor de la generalidad de los ciudadanos del estado del que son miembros!”, es decir, que se unen y apoyan, pero no para beneficiarse a sí mismos sino para beneficiar a toda la humanidad con sus obras. Así van comentando obras sociales que en diversas ciudades han hecho los masones, con sentido filantrópico, de beneficencia y de educación, para los pobres y otros abandonados. Pero no es eso lo fundamental, pues dice al final, a través de Falk: “Puedo y sé decirte solamente que las obras de los francmasones son tan grandes, son de una amplitud tal, que puede que pasen siglos antes de poder decir: eso lo han hecho ellos. Pero han hecho todo lo bueno que hay en el mundo (…) Y siguen trabajando en todo lo bueno que irá habiendo en el mundo (…)”.
Aquí tiene pleno sentido la masonería, actuando con sus individuos por la fraternidad universal no tanto de modo institucional, sino atravesando las instituciones con sus miembros que con un enfoque peculiar sobre el fin de la humanidad las flexibilicen y logren la unidad entre los seres humanos más allá de las diferencias: “Pues las leyes civiles nunca se extienden más allá de las fronteras de su estado. Y este asunto estaría precisamente fuera de las fronteras de todos y cada uno de los estados”. Esos hombres, con el espíritu de la francmasonería, han de estar más allá de las normas y las reglas que les rodean. “Es muy deseable que en todo estado hubiera hombres a quienes no deslumbre la grandeza social y a quienes no fastidie la insignificancia social; hombres en cuya sociedad el grande no tiene inconveniente en abajarse y el chico en atreverse a alzarse”. Eso es precisamente lo que sucede en los roles de las logias como experimento para lo que después se ha de aplicar en la sociedad.
En el tercer diálogo retoma el tema anterior y lo vuelve a dirigir de nuevo: ¡Los males inevitables del estado! Lessing no cree que haya que disolver los Estados pues los concibe como males necesarios, inevitables, pero hay que contrarrestar sus efectos negativos para potenciar lo positivo. No se trata tanto de hacer política concreta, de partido, de ideas sobre una determinada opción sino de buscar el bien general común más allá de los partidos y las naciones. Por eso, en la masonería, se trata de “Aceptar en su Orden a todo varón digno y apto, sin distinción de patria, sin distinción de religión, sin distinción de clase”. Porque hay un principio fundamental en el fondo y es “presuponer la existencia de esos hombres que están por encima de las divisiones”.
En el cuarto diálogo ya trata de asuntos más esotéricos y comenta cómo “el secreto de la masonería es lo que el masón no puede llevar a sus labios, aunque fuera posible que el masón quisiera hacerlo”. Porque es lo inexpresable, lo que hay que vivir, y por mucho que se describa no puede entenderse plenamente, podríamos decir que, de modo análogo al enamoramiento. El que nunca ha estado enamorado no sabe lo que es.
La cuestión de los orígenes de la masonería le lleva a dar por válido que desciende de la Orden del Temple, tema que aparece en su conocida obra de teatro Natán, el sabio, pero se burla de los intentos de imitarles porque aquellos míticos guerreros acabaron confundidos en el deseo de alcanzar poder y riquezas; así, en la masonería, algunos actúan como niños en busca de cargos y honores. Por eso Lessing es muy crítico con la línea de la masonería que ve en su tiempo:
El quinto diálogo explica, entre otras cuestiones, la teoría de que los masones no eran en el pasado tanto los constructores de catedrales e iglesias sino los que se reunían sentados a la mesa fraternalmente y que así “la sociedad de la tabla redonda era la mesonía más antigua, de la que proceden todas las demás”. De ahí surgen las de los templarios y se continúan con las que se dan en Londres, una de origen templario, según él, hasta final del siglo XVII, de la que saldría la masonería moderna. Hoy nos hace sonreír su ingenuidad a la hora de hacer historia de la institución, pero en la Alemania de la época parece que tampoco se tenían demasiados datos para hacer estudios historiográficos con mucho más rigor.
Además de los diálogos sobre francmasones, Lessing tiene, entre otros escritos, un agudo diálogo dedicado a las últimas palabras de San Juan Evangelista. Cuando lo publicó ya estaba iniciado. En ese escrito, titulado El testamento de Juan, de 1777, se basa en Gálatas, c. 6, de Hieronimus: El apóstol era ya muy viejecito y cuando los discípulos le preguntaban algo siempre respondía lo mismo; “Hijitos, amaos los unos a los otros”. Y si le volvía a preguntar: “Maestro, ¿por qué dices eso siempre?”, el respondía: “Porque es precepto del Señor y, sólo con cumplir esto, basta”.

Extractado de: Ilia Galán, “Poetas y masones”, en Cultura masónica, 4 (2010), pp. 45-66.
Bibliografía: T. Tomasi, Massoneria e Scuola. Dall´Unità ai nostri giorni, Florencia, 1980, p. 10 y ss.

EL INICIADO FALK
Muy pocos eran los que, perteneciendo a la élite espiritual de la Ilustración, eran capaces de penetrar y meditar sobre las funciones polémicas de su instrumentarlo conceptual.
 
Monumento en Tiergarten. Berlín.
Lessing se contaba entre ellos como ningún otro ilustrado en Alemania. Lessing consideraba lamentable la mezquindad y la impertinencia de muchos hermanos de logia y criticaba la desunión y el particularismo de los sistemas. Pero sabía callar y también insinuar mucho más, porque era capaz de captar sagacísimamente los síntomas políticos, ya que él mismo se había iniciado en el laberinto de secretos corredores que poseyó la Ilustración en cuanto movimiento político. Conocía bien el doble fondo de las formas de pensamiento y de conducta ilustradas, que estaban aún poco desarrolladas en Alemania, porque, con fina capacidad de distinción conceptual, pensó hasta el fin su contraposición político-moral. De ello da testimonio su escrito sobre la masonería, que tan afanosamente se empeñaron en conocer todos los ilustrados alemanes de primera fila.
La moral practicada pertenece a sus reglas exotéricas. «Sus verdaderas acciones son su secreto», dictaminaba Falk, el iniciado. Sin penetrar más de cerca en el secreto, se deslinda de momento el campo de actividades de estas verdaderas acciones de los masones. Ellos «han hecho todo lo bueno que queda todavía en el mundo; fíjate bien: ¡en el mundo! Y prosiguen su trabajo incansable en todo lo bueno que habrá de venir aún al mundo; nótalo bien: ¡al mundo!».
El mundo, este gran campo de planificación de los francmasones, evidencia tres males fundamentales, «que parecen ser las objeciones más irrefutables contra la Providencia y la virtud». De estos tres males mayores, el primero es la diseminación y escisión del mundo humano en los Estados más diversos, que se dividen entre sí por medio de «abismos» y «muros de separación», y que entran permanentemente en recíproca «colisión» debido a sus diferentes intereses. El segundo mal fundamental son los estratos superpuestos de carácter social, resultantes de la estructura estamental dentro de los Estados; el tercero, por último, es la separación de los hombres entre sí por obra de las diversas religiones.
Con ello suministra Lessing un esbozo de los tres principales puntos en que se concentraban los ataques de los masones cosmopolitas: los Estados, los estamentos, las Iglesias, pero —y esto es lo decisivo para la andadura del pensamiento de Lessing— los males enumerados, resultantes de la diversidad humana, de sus delimitaciones y separaciones, no son para él meros azares, que podrían no haberse dado jamás a los cuales se podría eliminar fácilmente, sino que pertenecen a la estructura misma de la realidad histórica.
Las diferencias entre los hombres, las fronteras entre los Estados y la pluralidad de los mismos son para Lessing, desde luego, un mal moral; pero no llevan el sello —como para los masones, llenos de utópico candor— de la arbitrariedad inmoral, sino que están dotadas ya en la misma naturaleza del hombre. Lessing, ha delimitado al mismo tiempo, con su exposición del «mal inevitable», el ámbito de la política. El diálogo entre Ernst y Falk se dirige a las verdaderas acciones de los masones.
La francmasonería constituye un único y poderoso movimiento en contra de este «mal inevitable». Ellos son «la gente que ha tomado sobre sí, voluntariamente, la tarea de oponerse de modo activo a los inevitables males del Estado». El carácter inevitable de los Estados y de las diferencias sociales, y, con ello, también de la política, es reconocido por los masones iniciados, pero su intención se dirige precisamente a «no dejar que tomen mayor incremento del que requiere la necesidad» todos aquellos males que se dan inseparablemente con la política. Y ello «con la intención de hacer que sus consecuencias sean tan inofensivas e inocuas como fuese posibles».
El Estado se convierte para la sociedad burguesa en un medio subordinado, en un medio «para los hombres». Radica en la finalidad que estos hombres se proponen la superación de los males (políticos), que hacen posible y necesaria, por lo demás, la realización de buenas acciones (morales).
Como las separaciones y abismos humanos son realidades ontológicas dadas, sólo es posible «superarlas», pero no eliminarlas. «Suprimirlas totalmente» significaría «aniquilar el Estado juntamente con ellas». Y tal cosa es para Lessing —no por impulso del patriotismo o de la sumisión al Estado, sino en razón de sus ideas políticas— una esperanza que jamás podrá ser realizada. Lessing, pues, no sólo bosqueja los fines utópicos últimos, como acostumbran a hacer los escritos masónicos populares, sino que al mismo tiempo pone en evidencia los límites de la teología moral. El iniciado Falk sabe muy bien que estos límites, en la ejecución de la planificación moral, son superados y traspasados forzosamente; la verdad que percibe Ernst es que la moral se torna de modo forzoso, en este contexto, en valor político, y que lo mejor es callar este hecho. Con ello, conoce un secreto de los masones, secreto que él «no puede revelar, aunque fuese posible que llegase a desear tal cosa».
Extractado de: Reinhart Koselleck, Crítica y crisis. Un estudio sobre la patogénesis del mundo burgués, Madrid, 2007, pp. 82-87.





11 octubre 2017

Fiestas de las Tesmoforias

Fiestas de las Tesmoforias
11 al 12 (13) de octubre


Las Tesmoforias eran unas fiestas celebradas en las ciudades de la Antigua Grecia en honor de las diosas Deméter y su hija Perséfone. El nombre procede de thesmoi, las ‘leyes’ por las que los hombres deben trabajar la tierra.
Las Tesmoforias eran las fiestas más difundidas y la principal expresión del culto de Deméter, aparte de los misterios eleusinos. Las Tesmoforias conmemoraban el tercio del año en que Deméter se abstenía de su papel de diosa de la cosecha y el crecimiento, correspondiendo con los severos meses veraniegos de Grecia, cuando la vegetación moría y no llovía, por estar la diosa de luto por su hija, sita en el reino del Inframundo. Su rasgo característico era el sacrificio de cerdos.

Esta fiesta era para que las mujeres celebrasen sus costumbres privadas, su oportunidad para dejar el hogar y levantar refugios temporales algo alejados de los centros de los demos. ​ Sólo las mujeres que estaban casadas con ciudadanos atenienses podían asistir a la fiesta, no estando presentes solteras​ ni hombres, esperándose de éstos que enviasen a sus esposas y corriesen con los gastos, tratándoseles muy mal si intentaban espiar las ceremonias. Se suponía que éstas promovían la fertilidad, pero las mujeres se preparaban con abstinencia sexual. También se tomaban baños con el fin de purificarse.

La palabra se aplicaba como epíteto de Deméter en el contexto de Deméter Tesmófora. Un relieve de Eleusis ilustrado por Kerényi​ muestra a la diosa sentada en el suelo mientras recibe a sus devotas. «En esta situación puede ser llamada Deméter Tesmofora, pues las atenienses la imitaban cuando se sentaban en el suelo y ayunaban en las Tesmoforias
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En Atenas y algunos otros lugares la fiesta duraba tres días, del 11 al 13 de pianepsion.

El primer día en Atenas era el anodos, la ‘subida’ al lugar sagrado, el Tesmoforio, cerca de la colina Pnix.

El segundo día era el lloroso día de ayuno (nesteia) sin guirnaldas, sentadas en el suelo, sin fuego en algunas ciudades, en el que sólo se comían semillas de granada; aquellas que caían en el suelo eran la comida de los muertos y no debían recogerse.

El tercer día, especialmente por la tarde y la noche que daba comienzo al día griego, se celebraba un banquete de carne en honor de la Caligenia, una diosa de ‘hermoso nacimiento’ que no aparece en ningún otro contexto y no tenía equivalente entre los dioses olímpicos, lo que enfatiza aún más la naturaleza arcaica y preolímpica de esta fiesta que reforzaba la solidaridad femenina.

La ausencia de elementos de las Tesmoforias en los mitos es notable: los cerdos del porquero Eubuleo, que fueron tragados por una grieta del suelo cuando Hades raptó a Core, son un intento por proveer una etiología a los antiguos rituales; en algunos lugares, Zeus penetra en las Tesmoforias como Zeus Eubuleo.
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No se sabe mucho más sobre las Tesmoforias, dado que sólo las mujeres tenían permitido asistir y era raro que escribiesen nada en esta época. Los ‘misterios’ o ritos de iniciación (teletai) que rodeaban a las restrictivas ceremonias religiosas eran celosamente guardados por quienes los celebraban. La principal fuente es un escolio sobre Luciano explicando el término «Tesmoforia».
La ceremonia incluía el enterramiento de sacrificios de noche y la recuperación de los restos en descomposición de cerdos que se guardaron en el megara de Deméter, unas zanjas y pozos o zanjas naturales del templo de la diosa, el año anterior. Como se sabía que las serpientes se congregaban en estos pozos, el escolio sobre Luciano explica que quienes no iban a recuperar los restos gritaban para asustar a lo que hubiese en ellos. Tras orar, los fétidos restos de los cerdos del año anterior se mezclaban con semillas y se plantaban: «el más claro ejemplo en la religión griega de magia agraria», señala Burkert.
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Aristófanes parodió estas fiestas en su obra Las Tesmoforiantes, pero no pudo dar muchos detalles sobre el propio festival.








06 octubre 2017

Hermes Rodriguez da Fonseca

Hermes Rodriguez da Fonseca
12 de mayo de 1855 - 9 de setiembre de 1923
São Gabriel (Río Grande del Sur)  - Petrópolis (Estado de Río de Janeiro)
6 de octubre 1866 iniciación como masón

Político y militar brasileño.

Su padre era de Alagoas y sirvió con las Fuerzas Armadas de Brasil. Como parte de su servicio, fue trasladado a São Gabriel. Hermes nació allí en 1855. Cuando su padre fue enviado a la Guerra de la Triple Alianza, la familia regresó a Río de Janeiro.


Era sobrino de Deodoro da Fonseca, el primer presidente de Brasil. Ocupó el puesto de ministro de Guerra en 1906. En noviembre de 1908, Rodriguez fue designado como candidato para la presidencia, contando con el apoyo del presidente Nilo Peçanha y de la mayoría de los estados. Los civilistas realizaron campaña por primera vez, oponiéndose a la elección de Rodrigues y, en 1910, fue elegido presidente constitucional de Brasil, ocupando el cargo hasta 1914.

Después de ganar las elecciones, Rodrigues viajó a Portugal, en donde presenció la Revolución del 5 de octubre de 1910, la cual puso fin a la monarquía portuguesa. Durante su presidencia, tuvo que hacer frente a la Revolta da Chibata (1910) y a la Guerra do Contestado (1912-1916).



04 octubre 2017

Manuel Luis Osório

Manuel Luis Osório
10 de mayo de 1808 - 4 de octubre de 1879
Conceição do Arroio, Río Grande del Sur – Río de Janeiro

 Militar brasileño, héroe de su país en la Guerra de la Triple Alianza.

Casado con Francisca Fagundes, tuvo cuatro hijos: Fernando Luís Osório (1848-1896), Adolfo Luís Osório (1847-?), Manuela Luísa Osório (1851-1930) y Francisco Luís Osório (1854-1910).


Nació en mayo de 1808 en el estado de Río Grande, hijo de un militar de familia procedente de las Islas Azores.
El apellido del padre era Luís, y de la madre Osório. Vivió su juventud en el campo, donde su familia se dedicaba a la ganadería.
Inició su carrera militar a principios de 1823, incorporándose al ejército que ocupaba la Provincia Cisplatina, es decir, la Provincia Oriental incorporada al Imperio de Brasil.
Participó en la Guerra del Brasil, en las tropas derrotadas en la Batalla de Ituzaingó, en que estuvo a punto de perder la vida. Tuvo participación en las negociaciones de paz con el jefe independentista Juan Antonio Lavalleja.
Años más tarde tuvo una actuación destacada en la Guerra de los Farrapos, luchando contra las tropas imperiales. Cuando la República Riograndense se declaró independiente, sin embargo, pasó al servicio del emperador Pedro II.
Vuelta la Provincia de Río Grande a la obediencia al Imperio, fue diputado provincial. Participó en la campaña contra Manuel Oribe en el Uruguay, en 1851, y se incorporó al Ejército Grande de Urquiza, a cuyas órdenes participó en la Batalla de Caseros. También tomó parte de la Invasión Brasileña de 1854 al Uruguay.
Al estallar la revolución de 1863 en el Uruguay, dirigida por Venancio Flores, Osório fue nombrado comandante de la frontera con ese país. Con la excusa de que hacendados brasileños radicados en el Uruguay habían sido atacados por militares adictos al gobierno, el Imperio inició acciones contra éste en la zona limítrofe. La respuesta del gobierno legal uruguayo ante esas acciones fue causa de que se iniciara en octubre de 1864 la invasión brasileña al Uruguay, con la misión de volcar la guerra civil a favor de Flores. Al frente de la 1.ª. División fue nombrado el brigadier Manuel Luís Osório. La mayor parte de las acciones de guerra fueron llevada a cabo por la 2da. división, mientras que Osório colaboró con el sitio de Montevideo hasta su capitulación el 20 de febrero de 1865.
Poco después de esa fecha fue nombrado comandate del 1er. Cuerpo del Ejército Imperial, al producirse la invasión de ejército del Paraguay al extremo sudoeste del Brasil. Participó en el Sitio de Uruguayana, y quedó al mando de las fuerzas brasileñas para el inicio de la Campaña de Humaitá, es decir, de la invasión de territorio paraguayo. Se destacó por su audacia, participando personalmente en los ataques de infantería a la par de sus soldados, lo que lo hizo especialmente respetado por todos los participantes de la Guerra del Paraguay, tanto aliados como enemigos.
Tuvo un papel crucial en la Batalla de Tuyutí, debiéndosele a la velocidad de su reacción al ataque enemigo esa victoria. Esa participación le valió el título de Barón de Herval. En el mes de julio cedió el mando del ejército brasileño en operaciones al brigadier Polidoro Jordão, y enseguida por el Manuel Marques de Sousa, que tuvo una parte de la responsabilidad de la derrota en la Batalla de Curupayty.
Poco después tomó nuevamente el mando del ejército imperial, y – dado que el presidente argentino Bartolomé Mitre se retiró a su país durante varios meses – asumió el mando de todos los ejércitos aliados. Poco después asumió el cargo de segundo jefe, ya que el comando general fue asumido por el Marqués de Caxias. Fue el responsable de la planificación de las operaciones contra la Fortaleza de Humaitá. También secundó a Caxias en la Campaña del Piquisiry, luchando al frente de las fuerzas brasileñas en las batallas de Itororó y Avay. Su audacia le valió ser gravemente herido en esta última batalla.
Enviado a recuperarse de sus heridas a Pelotas, en Río Grande, regresó brevemente al Paraguay a principios de 1869, como segundo de Gastón María de Orleáns, el nuevo comandante en jefe. Tomó parte de la Batalla de Piribebuy.

En 1877 fue senador imperial, y al año siguiente ejerció como ministro de guerra y fue ascendido al grado de mariscal. Intentó modernizar y profesionalizar el ejército brasileño, aleccionado por la excesiva dependencia del mismo de las milicias voluntarias durante la Guerra del Paraguay.
En 1877 fue nombrado Marqués de Herval. Falleció en Río de Janeiro en 1879.
Es considerado el patrono del arma de caballería del Ejército del Brasil.
En la masonería obtiene el grado 33. 





03 octubre 2017

Gran Logia de Santo Domingo

Gran Logia de Santo Domingo
3 de octubre de 1858
A L .·. G .·. D .·. G .·. A .·. D .·. U .·.


En el Or.·. de Santo Doming o el día 3 de Octubre de 1858 (según la E.·.V.·.) que corresponde al 8º. mes masónico del año de la V.·. L.·. 5858. Bajo la Bóveda celeste, en un lugar donde reina el silencio, la paz y la concordia se reunieron en asamblea masónica los h. h. José Diez, Gr. Inspector Gral.; José Luna, Gr. Inspe. Gral.; David León, Gr. Insp. Gral.; Ml. de J. Delmonte, Cab. Kadosh; Fco. Xavier Abreu, C. K.; Felipe Perdomo; C. K.; Mateo J. Perdomo, C. K.; Jacinto de Castro, R. A.; Tomás Bobadilla, C. K.; Antonio D. Madrigal, Cab. Prusiano; y Benito A. Pérez, Maestro Simbólico, con el objeto de tratar sobre negocios que interesan a la Orden en general y el Cab., Bobadilla, habiendo pedido y obtenido la palabra, trazo la plancha anexa, de la cual se desprendió la siguiente proposición: ''Que se instale en este Or. Capital de la República Dominicana una Gr. Log. Simb. que dirija y regularice los trabajos de la Masonería Nl. a reserva de dar cuenta de esta disposición a los G. G. 0. 0. Extranjeros”.


Puesta en consideración, fue escrupulosamente discutida, y reconociendo que la mayor parte de los Masones que componían la Asamblea se hallan investidos de grados superiores, entre ellos cuatro con poderes administrativos, y teniendo además en cuenta el caso extraordinario y excepcional en que se halla el país, se hace necesario para la habilitación de la Masonería, la formación de un núcleo directivo que con carácter de Gr. Logia expida constituciones a los Talleres que se instalen en la Rep. Dom. y estatuya todas cuantas reglas se hagan indispensables para el efecto; hubo de resolverse como al fin se resolvió: ''que la proposición hecha en virtud del trazado del Cab.


Bobadilla fuese admitida de lleno y que para emprender los trabajos con se seguridad de no ser inquietados por la autoridad civil, se nombrase una comisión de tres h. h. que fueran donde el Jefe del Estado a impetrarle su beneplácito poniendo bajo su protección los trabajos de la Mas. Nl. de la Rep. Dom.; y que la misma comisión de imponer a topos los masones regulares esparcidos sobre la superficie del país, sobre la instalación de la Gran Logia Nº l. para que le presten su debido acatamiento.


Esa comisión fue compuesta de los Cab. Bobadilla, Delmonte y Madrigal padre.


En seguida fue acordado que para una tenida próxima se resolvería sobre la elección de los Dignatarios y Oficiales de la Gr. Log. Nº l. después de cuya instalación se libraran los estatutos reglamentarios para la regularización y buen orden de los trabajos de la más. Nº l.


Siendo ya media noche en punto, todos los h. h. Presentes subscribieron este trazado, despidiéndose contentos y en la mejor paz y concordia. José Diez, Gabriel J. de Luna; Madrigal; David León; Bobadilla, Juan Mateo Perdomo; Ml. de J. Del Monte; Felipe Perdomo; Fco. Xavier Abreu; Jacinto de Castro; Antonio D. Madrigal, Benito A. Pérez.''


Don Carlos Nouel, grado 32, la más alta autoridad como historiador de la Masonería Dominicana, quien tuvo a su disposición para su obra histórica, las referencias y archivos de su suegro el hr. Tomás Bobadilla, afirma al respecto: “Desde esa fecha (3 octubre 1858) tuvo nacimiento la Gran Logia Nacional de la República.




01 octubre 2017

Diosa Fides

1º de Octubre



Fides es una diosa romana de la fe y la confianza. En latín su nombre significa “buena fe”, al hacer un juramento o un voto sagrado. La palabra “fidelidad” deriva de su nombre. Era su misión supervisar los juramentos y los contratos verbales, y se la invocaba para que inspirara lealtad. Su naturaleza constituye el fundamento de todas las relaciones humanas, asegurando que estarán basadas en la honradez y que se vivirán con fidelidad.
Su homóloga en la mitología griega es Pistis, que es la daimona, o espíritu de la confianza, la honestidad y la buena fe. Pistis es uno de los espíritus buenos que escaparon de la Caja de Pandora y volaron de regreso al cielo, abandonando la humanidad.

Se representa a Fides cubierta con un velo blanco y una corona hecha con una rama de olivo, y sus sacerdotes vestían túnicas blancas. Su templo estaba situado en la capital, donde se efectuaban todos los tratados oficiales con Estados extranjeros bajo la protección de esta diosa. Su festividad se celebraba el 1° de octubre, y se veneraba a Fides con el título de Fides Publica Populi Romani, que significa “lealtad al pueblo romano”.

Meditación
Cuando doy mi palabra,
lo hago de buena fe y con total integridad.