PIEDRA
ANGULAR
Cuando presentamos los símbolos del 13º Arco Real, se vio la
simbología de la piedra angular.
La “piedra angular”
tiene una forma especial y única que la diferencia de todas las demás; no solo
no puede encontrar su lugar en el curso de la construcción, sino que inclusive
los constructores no pueden comprender cuál es su destino; si lo comprendieran,
es evidente que no la rechazarían y se contentarían con reservarla hasta el
final; pero se preguntan “lo que harán con la piedra”, y, al no dar con
respuesta satisfactoria, deciden, creyéndola inutilizable, “arrojarla entre los
escombros”. El destino de esa piedra no puede ser comprendido sino por otra
categoría de constructores, que en ese estadio no intervienen aún: son los que
han pasado “de la escuadra al compás” y, por esta distinción, ha de entenderse,
naturalmente, la de las formas geométricas que esos instrumentos sirven
respectivamente para trazar, es decir, la forma cuadrada y la circular, que de
manera general simbolizan, como es sabido, la tierra y el cielo; aquí, la forma
cuadrada corresponde a la parte inferior del edificio, y la forma circular a su
parte superior, la cual, en este caso, debe estar constituida, pues, por un
domo o una bóveda. En efecto, la “piedra angular” es real y verdaderamente una
“clave de bóveda” (keystone).
Pero todavía más
importante, desde el punto de vista de los textos concernientes a la “piedra
angular” en la tradición judeocristiana, es la consideración de la palabra
hebrea que significa ‘ángulo’: esa palabra es pinnáh, y se la encuentra en las
expresiones eben pinnáh, ‘piedra angular’, y ro’sh pinnáh, ‘cabeza de ángulo’;
y resulta particularmente notable que, en sentido figurado, la misma palabra se
emplea para significar ‘jefe’: una expresión que designa a los ‘jefes del
pueblo’ (pinnôt ha-’am) está literalmente traducida en la Vulgata poranguli
populorum (I Samuel, XIV, 38). Ello también se asocia a la idea de extremidad,
pero más en particular en lo que concierne a la extremidad superior, es decir,
al punto más elevado o sumidad. Todas estas vinculaciones no hacen, pues, sino
confirmar lo que hemos dicho sobre la situación de la “piedra angular” en la
sumidad del edificio: aun si hay otras “piedras angulares” en el sentido más
general de esta expresión, solo aquélla es en realidad “la piedra angular” por
excelencia.
Y no hay solamente
esos cuatro arkàn o elementos “básicos”, sino además un quinto rukn, el quinto
elemento o “quintaesencia” (es decir el éter, el‑athîr); éste no está en el
mismo “plano” que los otros, pues no es simplemente una base, como ellos, sino
el principio mismo de este mundo; será representado, pues, por el quinto
“ángulo” del edificio, que es su sumidad; y a este “quinto”, que es en realidad
el “primero”, conviene, propiamente la designación de ángulo supremo, de ángulo
por excelencia o “ángulo de los ángulos” (rukn el-arkàn), puesto que en él la
multiplicidael de los demás ángulos se reduce a la unidad.
La “piedra angular”,
tomada en su verdadero sentido de piedra “cimera”, se designa en inglés a la
vez como keystone, como capstone (que a veces se encuentra escrito también capestone),
y como copestone (o copingstone); el primero de estos términos es fácilmente
comprensible, pues constituye el exacto equivalente de nuestra “clave de
bóveda” (o “de arco”, pues la palabra puede aplicarse en realidad a la piedra
que forma la sumidad de una arcada tanto como la de una bóveda); pero los otros
dos exigen algo más de explicación. En capstone, la palabra cap es
evidentemente el latín caput, ‘cabeza’, lo que nos reconduce a la designación
de esa piedra como la “cabeza del ángulo”; es, propiamente, la piedra que
“acaba” o “corona” un edificio; y es también un capitel, el cual es,
igualmente, el “coronamiento” de una columna.[1]
Les presentamos alguna referencia que se pueden encontrar en
la Biblia.
Salmos 118:22
La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser
la piedra principal del ángulo.
Proverbios 9:1
La sabiduría ha edificado su casa, ha labrado sus siete
columnas;
Isaías 28:16
Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, pongo por
fundamento en Sion una piedra, una piedra probada, angular, preciosa,
fundamental, bien colocada. El que crea en ella no será perturbado.
Zacarías 10:4
De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el
arco de guerra, de él todo gobernante; juntos.
Lucas 20:17
Pero El, mirándolos fijamente, dijo: Entonces, ¿qué quiere
decir esto que está escrito: ``LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES, ESA,
EN PIEDRA ANGULAR SE HA CONVERTIDO?
1 Corintios 3:10
Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio
arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga
cuidado cómo edifica encima.
1 Pedro 2:6
Pues esto se encuentra en la Escritura: HE AQUI,
PONGO EN SION UNA PIEDRA ESCOGIDA, UNA PRECIOSA piedra ANGULAR, Y EL
QUE CREA EN EL NO SERA AVERGONZADO.
Los "constructores" la rechazaron, pero aún es tiempo de aceptarla, mediando arrepentimiento y conversion, Hechos 3:19
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