Los secretos del acta
Amilcar Gotti
Esta novela teje una entretenida trama que tiene como punto
de partida un hecho real:
¿Quién redactó el
acta de Independencia en 1903?
¿Está relacionada
la orden masónica con esta polémica?
El complot masónico relacionado con nuestra acta de
independencia (Panamá).
Un cilindro
encontrado por la hermana de Carlos A. Mendoza fue la razón de que el presidente
de ese entonces, José Antonio Remón Cantera estableciera como hecho, que el
acta de independencia de 1903 había sido redactada por Mendoza.
Actualmente se desconoce el paradero del documento en ese
cilindro, un borrador de dicha acta, mientras que públicamente el acta
manuscrita por el secretario del Consejo Municipal, Ernesto Goti, no parece
tener el peso suficiente para establecer que quien redactó el acta, como parte
de sus funciones como secretario del Consejo, presidido en ese momento por
Demetrio H. Brid, quien se convirtiera en el primer presidente de facto, de la
República, fue Goti.
Por ello, para Gotti fue muy grato encontrarse con un
retrato de Demetrio Brid en la sala de Junta directiva de La Estrella de Panamá
donde sería entrevistado.
“En el momento en que ocurren los sucesos de 1903, Brid
era jefe de redacción de La Decana”, le hice saber al autor de Los secretos
del acta. Pero, ¿hasta dónde llega la realidad y cuándo arranca la ficción en
esta historia?
“La polémica de donde parte la trama de la novela
relacionada con el acta es real. Es una polémica de la que me enteré, igual que
el protagonista de la novela, siendo ya un adulto y tiene que ver con quién
redactó el acta de independencia. Sin embargo, los libros de historia y textos
escolares, afirman que fue Carlos A. Mendoza”, aclara Gotti.
Un familiar de Amilcar le comentó en algún momento que quizá
todo esto tenía alguna relación con la orden masónica y sería una especie de
complot porque Mendoza había sido el primer Gran Maestro de la Gran Logia de
Panamá, y había alcanzado el Grado 33, máximo en la masonería.
Con estos elementos, Gotti fue atando cabos en su mente e
hilando una historia de suspenso cuya trama principal gira en torno a la
polémica del acta, hecho verdadero y ambientada en las entrañas de la orden
masónica, en sitios reales.
“Me tomé la libertad de desarrollar esta trama, de
ficción, para poder presentar esta información. Pero si tuviese que dar una
ponderación, diría que un 85% del contenido es real y el 15% restante parte un
poquito de la historia que creé para desarrollar la novela”, explica.
Aunque Gotti, quiso desde muy joven escribir una novela, las
condiciones para hacerlo no se completaban. Hace falta mucha disciplina y
tiempo para dedicarse a ello, admite.
Los secretos del acta empezaron a tomar forma en 2018, con
grabaciones de ideas en el teléfono celular,
“Fui armando la trama, cómo iba a empezar la historia,
cómo iban sucediendo los hechos y en qué lugares. Pero no fue hasta 2020 cuando
empezó la pandemia, que tuve todo este tiempo libre, cuando realmente me senté
y me dije, voy a hacerlo”, detalla.
El proceso se extendió hasta 2021, porque Gotti sentía
necesario, aunque no se estile en una novela, incluir imágenes de lugares. Más
adelante, requeriría de apoyo en la edición, armada y diseño de la novela.
“Quería que el lector, a medida que fuera avanzando en la
trama y descubriendo algo por medio del protagonista, se encontrara con
imágenes que más que una lectura, representara una aventura ir averiguando y
descubriendo todas estas cosas relacionadas con nuestro país”, reflexiona.
Los secretos del
acta y la logia masónica
El libro cuenta con fotografías tomadas dentro del templo
masónico, incluyendo una de Carlos Mendoza quien llegó a ser presidente de la
República.
“Solicité el permiso a la logia y les expliqué de qué se
trataba. Ellos me dieron autorización, sin embargo, sí me establecieron que era
importante aclarar que la logia no tenía ningún vínculo con la novela”,
apuntó el autor.
“La Orden Masónica es un grupo humano como cualquier otro
donde hay roces, donde no todos piensan igual. Más allá de que el objetivo de
la Orden sea mejorar a las personas, la búsqueda de la verdad, del
conocimiento, la verdad es que como cualquier grupo humano no está exenta de
roces ni de luchas de poder”.
Y aunque la logia no haya aprobado o desaprobado el
contenido de la novela, asegura Gotti que “muchas personas dentro de la
Orden compraron y entre ellos se corrió la voz. En ese sentido siento que los
miembros me han apoyado, he vendido muchas novelas a masones y también a
shriners, miembros de la logia escocesa, de la Gran Logia de Panamá, y también
a muchas personas que no son masones, pero les interesa el tema”, así como
a interesados en la historia del país a quienes les ha llamado la atención la
situación del acta.
De hecho, Gotti es masón. “Me inicié hace 21 años y
muchas de las cosas que aparecen en la novela son basadas en mi propia
experiencia. Por eso pienso que la novela tiene este impacto para el lector
porque viene de una fuente que ha vivido y que ha visto este tipo de cosas
desde adentro”, cuenta.
Claro está, Gotti ha sido cauteloso en no caer en
transgresiones o en divulgaciones indebidas.
“Narro cómo el personaje principal llega a la puerta, cómo
lo entrevistan, cómo es ese proceso, cómo es la investigación y luego cómo es
iniciado desde el punto de vista del protagonista. Me apoyo mucho en el hecho
de que él está vendado, para no revelar mucho, pero sí describo qué es lo que
él siente”, sostiene.
Luego, en la novela ocurren situaciones cuando el
protagonista ya forma parte de la orden y es un maestro. “Da mucho más
realismo a la historia el hecho de que viene de una persona que ha vivido esta
experiencia y que puede aportar humildemente desde su punto de vista una
información sobre la orden”, agrega.
Esto se suma al hecho de que la Orden ha dejado de ser tan
hermética como años atrás, no solo en nuestro país sino a nivel internacional.
Hace pocos años atrás, las puertas de la Gran Logia de
Panamá fueron abiertas y asistieron medios de comunicación. Para la celebración
de los 200 años de la masonería en Panamá se realizaron diversas actividades.
Y es que la orden masónica ha formado parte esencial de la
historia del país, y a diferencia de otros lugares, la riqueza de ramas del
rito que están representados es muy grande, gracias a la vocación panameña de
lugar de tránsito.
“En Chile, Waldo Parra escribió Masones y libertadores,
en Colombia Mario Arango se ha dedicado también al tema de la masonería en
diversas obras y acá en Panamá con esa riqueza, yo siento que hacía falta
literatura en esa dirección. Es parte de la riqueza que tenemos y esto
fue una de las razones que me motivó a escribir la novela”. sostiene.
Para Gotti era importante poder presentar al lector un
aspecto de la orden que no se conoce. “La Orden Masónica es un grupo humano
como cualquier otro donde hay roces, donde no todos piensan igual. Más allá de
que el objetivo de la Orden sea mejorar a las personas, la búsqueda de la
verdad, del conocimiento, la verdad es que como cualquier grupo humano no está
exenta de roces ni de luchas de poder”, afirma.
El protagonista está envuelto en esa situación y eso se
cruza con el tema del acta de independencia donde su tatarabuelo fue la persona
afectada. “Él tiene que buscar por medio de unas pistas para dar con una
información que está escondida en lugares relacionados con la Orden Masónica de
Panamá”.
El prócer olvidado
El protagonista de la novela comparte muchos rasgos con su
autor. Se crio principalmente con su madre y decide, al llegar a la adultez,
formar parte de la orden masónica. “Haciendo esta novela me he acercado más
a mi familia paterna. Muchos de ellos han comprado la novela por la curiosidad
que ha despertado que hable de un antepasado nuestro. En general se han sentido
muy a gusto porque a través de esta novela he dado a conocer esta polémica que
afectó a nuestro antecesor. Y yo presento información en la novela, que hace un
esfuerzo por demostrar que él fue quien redactó el acta”, indica.
Ernesto Goti es mencionado como “el prócer olvidado”,
ya que no es mencionado como redactor del acta de independencia, a pesar de que
su nombre aparece en la Gaceta Oficial del 14 de noviembre de 1903. La calle
Ernesto Goti, en San Miguelito, también desapareció y su nombre no figura en
libros de historia.
“Carlos Mendoza en una persona ilustre, no es mi
intención atentar contra su figura, lo trato con mucho respeto en la novela. La
idea es generar conversación, interés por el tema y promover su investigación.
La novela es muy ambiciosa porque quiere dar a conocer el tema de mi antepasado
y de la masonería en Panamá y es un proyecto que tenía mucho interés en hacer y
lo hice. Trato muchas cuestiones a la vez y espero que sea del gusto del lector”,
asevera Gotti.
El interés de escribir no se agota en la mente de Gotti,
pero está muy consciente de que para ello requerirá de un tiempo libre que es
difícil de lograr.
“Tengo en mente la segunda parte de esta historia, que
estaría relacionada en esta ocasión con sitios de las antiguas bases militares,
pero antes de ponerme en ello, tengo el objetivo de traducir al ingles Los
secretos del acta”.
Los secretos del acta, está disponible en Amazon en formato
digital, así como en formato impreso fuera del país. En Panamá, el libro está
disponible en las librerías Cultural Panameña, Librería Cultural Portobelo, La
Casa del Escritor, Supermercados Riba Smith, El lector y próximamente en Hombre
de La Mancha. Más información sobre la novela en @lossecretosdelacta
https://www.laestrella.com.pa/cafe-estrella/cultura/220417/complot-masonico-relacionado-nuestra-acta
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