Juan Luna y Novicio
23 de octubre de 1857 – 7 de diciembre de
1899
Badoc, Filipinas - Hong-Kong
Es el principal pintor filipino del siglo XIX y su obra,
asociada al periodo de independencia filipina, está influida por el realismo
plástico y por la obra de Eduardo Rosales.
Juan Luna de San Pedro era hijo de Joaquín Luna de San Pedro y Laureana Novicio y Ancheta, ambos de etnia malasia. Sus padres no eran humildes, pero tampoco de gran fortuna. Inicialmente estudió en el ambiente de los jesuitas en el Ateneo Municipal, si bien desde joven no simpatizaba mucho por ese ambiente religioso y aprovechaba todo lo posible sus horas de ocio para ver y aprender pintura. Finalmente, mientras estudiaba pintura, también estudió para piloto en la escuela naval de Manila, llegando a trabajar como marinero y realizando varios viajes. Estos viajes le permitieron conocer otras ciudades (Singapur, Yakarta, Hong Kong, Colombo...), y culturas. No obstante, sus periodos de regreso los aprovechaba para seguir formándose en la pintura, lo que le llevó hasta el estudio del pintor español Agustín Sáez Glanadell, activo en Manila.
***
La carga ideológica de algunas de estas obras, el
carácter decididamente progresista del ideario del artista, así como su
posicionamiento en el proceso independentista filipino, bien pueden ser puestos
en relación con su pertenencia a la masonería. En efecto, Juan Luna estuvo
vinculado a una logia integrada por diversos personajes filipinos: La Solidaridad,
n.º 53, del Gran Oriente Español.
Con el objetivo de cohesionar la sociedad filipina así
como de propagar las enseñanzas de la masonería, Marcelo del Pilar obtuvo de
Miguel Morayta el permiso para fundar logias en el archipiélago. Un hermano de
Juan Luna, el farmaceútico Antonio Luna, y el lexicógrafo Pedro Serrano Laktaw
fueron elegidos para llevar a término tal empresa.
No obstante Pedro Serrano Laktaw viajó solo a Filipinas,
toda vez que Antonio Luna optó por trasladarse a París, donde, bajo los
auspicios de La Solidaridad, n.º 53, fundó un triángulo
masónico junto con Trinidad Pardo de Tavera y el médico Ariston Bautista y
Lin. Muy probablemente, el propio Juan Luna, y otros filipinos, como Félix
Pardo de Tavera y Osmundo Evangelista, fueron allí iniciados en la
masonería. De la relación del pintor con estos círculos masónicos quedan
además interesantes testimonios como los retratos al óleo que realizó del gran
maestre, Miguel Morayta, así como de otro masón filipino, el ya mencionado
médico y escritor José Rizal.
Cinco días después abandonó Francia y viajó a España con
su hermano Antonio y su hijo Andrés. A su vuelta a Madrid, La
Solidaridad n.º 53 celebró el 11 de marzo de 1893 una tenida en su
honor, posiblemente para apoyarle en tan duros momentos, a la que asistieron
unos doscientos masones. Ya para entonces los trabajos de esta logia
habían favorecido un auge notable de la masonería en La Perla de
Oriente. De ello da fe el nombramiento remitido por esta logia, el 2 de abril
de 1894, de los miembros del taller como representantes de las logias filipinas
del Gran Oriente Español y adheridas al Gran Consejo Regional de Filipinas,
para el Convento anual de la obediencia, documento por el cual sabemos que el
número de logias en las islas ascendía a trece.
No obstante, a medida que fue aumentando la tensión independentista
en Filipinas, el Gobierno español comenzó a perseguir la masonería. Muchos
masones —acusados indiscriminadamente de insurrectos— pagaron un alto precio
por su condición con el arresto, la cárcel o el exilio. Todas las logias
constituidas en el archipiélago cesaron sus trabajos. Carecemos a este respecto
de documentación acerca de La Solidaridad n.º 35, probablemente
porque —como aduce Manuel Adán Guanter— muchos de sus miembros no estaban ya en
la península y se habían pasado a la causa revolucionaria.
https://www2.uned.es/dpto-hdi/museovirtualhistoriamasoneria/16Arte_y_masoneria/lunaynovicio.htm
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