Giacomo Girolamo Casanova

 

Giacomo Girolamo Casanova

2 de abril de 1725 – 4 de junio de 1798

Venecia, Italia – Viena

 

Fue un aventurero y escritor italiano.

La ciudad en el momento de su nacimiento estaba en la lista de "must" para cualquier joven europeo en su Grand Tour, una tradición de viajar por Europa. Probablemente sea el entorno allí lo que ayudó a formar quién se convirtió más tarde en Casanova. Según su propia descripción, sus padres no estaban interesados ​​en él. Fue criado en gran parte por su abuela antes de ser enviado a un internado. En sus memorias, escribió que lo enviaron a internados "Así que se deshicieron de mí". En el internado fue acogido por un sacerdote y su familia. El sacerdote enseñaba allí. Fue en la casa del cura donde tuvo su primera experiencia sexual a los 11 años con la hermana menor del cura, todavía mucho mayor que Casanova. En 1742,

Casanova viajó de ida y vuelta entre Padua y Venecia. En un encuentro casual, salvó la vida de un senador, quien más tarde se convertiría en su mecenas. Cuando el senador fue derribado en una góndola, que compartían con otros hombres, de un golpe, Casanova entró en acción. Observó cómo un médico que fue convocado no pudo ayudar, empujó al médico a un lado, se puso a trabajar en el senador y lo revivió cuando el médico declaró que iba a morir. El senador creía que Casanova poseía un conocimiento oculto y lo quería cerca. Dijo que deseaba que se le hubiera permitido convertirse en médico en lugar de abogado y dijo: "Debería haberme permitido hacer lo que deseaba y convertirme en médico, en cuya profesión la charlatanería es incluso más efectiva que en la práctica legal".

Casanova, que apenas había salido de la adolescencia, ya se encontraba en problemas debido a sus apetitos sexuales. Fue expulsado de la casa de un patrón por tener una relación sexual con una mujer joven a la que su patrón ya le había echado el ojo. En poco tiempo dejó Venecia y se dirigió a Francia, antes de viajar por Europa. comenzó a apostar mucho y en varias ocasiones se vio encarcelado por sus deudas u obligado a huir de un país. Una situación similar ocurrió en su primer viaje a París. Esencialmente se fue a dormir a París y llamó la atención de la policía.

A la edad de 30 años, Casanova estaba de vuelta en Venecia. Esta vez las autoridades locales no le permitieron salirse con la suya. Fue arrestado y puesto en una cárcel de alta seguridad reservada para presos políticos y de alto perfil. Al principio, en confinamiento solitario, finalmente se le permitió dar paseos por los jardines. Según cuenta la historia, contada en sus escritos un par de veces, encontró una barra de metal y una piedra para afilarla. Luego lo usó en dos intentos de fuga. El primero fue en su celda original donde había comenzado a cortar el suelo con la barra. Antes de usar el agujero para escapar, fue movido y luego él y un sacerdote renegado usaron la barra para escapar. Algunos eruditos se muestran escépticos con respecto a esta historia, mientras que otros afirman que hay alguna evidencia histórica que al menos implica que la historia es cierta.

Durante su exilio, Casanova viajó nuevamente por Europa, comenzando en París. Allí se convirtió en el jefe de la lotería del estado, una idea que se le ocurrió. Casanova hizo una fortuna, lamentablemente también la perdió muy rápidamente. Comenzó a viajar tratando de convencer a otros países de que utilizaran sus ideas de lotería estatal. No encontró interesados, aunque sus viajes le permitieron continuar con sus escapadas sexuales. Eventualmente viajó a Roma y buscó permiso para regresar a Venecia. Le dieron los permisos y volvió a su casa. Una vez más fue de corta duración, y se dirigió de nuevo a la carretera.

En 1783, Casanova conoció a Benjamin Franklin en París. Franklin no fue el único hombre y albañil prominente que conoció en su segunda ronda de viajes. También conoció a Voltaire, con quien eventualmente se metió en una batalla filosófica. También conoció a Mozart. Cuando Casanova conoció a Mozart, Mozart estaba componiendo su ópera Don Giovanni, que esencialmente reflejaba la vida de Casanova. Se desconoce cómo reaccionó al ver que su vida se mostraba como inmoral. Se afirma que escribió líneas para Don Giovanni, pero no se utilizaron.

Casanova pasó el resto de sus días en Bohemia, un caparazón del hombre extrovertido que alguna vez fue. En 1797, recibió la noticia de que el estado de Venecia ya no existía después de que Napoleón se hiciera cargo. 

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Casanova se unió a la masonería en su primer viaje a París. Estaba fascinado por los rituales de la fraternidad. Usó sus conexiones masónicas una y otra vez mientras viajaba por Europa y trató de congraciarse con la nobleza local. Casanova fue miembro de la Logia del Duque de Clermont.

 

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