Claves para entender a los Maestros

20 agosto 2025

PALACIO LEGISLATIVO (VI)

 PALACIO LEGISLATIVO (VI)

1925 – 25 DE AGOSTO – 2025

Fachada ESTE

 

Finalmente, nos encontramos con la entrada por Fernández Crespo, acceso principal al Senado.
Los relieves que ornamentan esta fachada fueron realizados por el escultor uruguayo Gervasio Furest Muñoz, cuya intervención mantiene una coherencia estilística con la obra que el mismo artista ejecutó en la puerta de la Cámara de Diputados. Esta continuidad formal refuerza la unidad simbólica entre ambas cámaras legislativas, integrando el lenguaje escultórico al discurso institucional del edificio.

La intención es poner en valor el aporte del medio rural, tanto en las tareas vinculadas al cultivo de la tierra como en el desarrollo de la actividad ganadera, pilares fundamentales de nuestra identidad productiva y cultural. Pero a su vez podemos hacer una mirada más simbólica en linea al complejo edilicio y su función.

 

El tratamiento muscular y la gestualidad de las figuras remiten a influencias clásicas, particularmente grecorromanas, donde el cuerpo humano se convierte en vehículo de valores cívicos, heroicos o filosóficos. Esta estética, retomada por Gervasio Furest Muñoz, no solo embellece el acceso al Senado, sino que inscribe el edificio en una tradición de monumentalidad republicana.

Las figuras parecen interactuar entre sí, formando una escena de tensión o colaboración. Esta disposición puede interpretarse como una alegoría del debate parlamentario, la pluralidad de voces o el esfuerzo colectivo por sostener la república. La ausencia de elementos decorativos superfluos refuerza la centralidad del cuerpo como símbolo de acción política.

Ubicado en la entrada del Senado, este relieve actúa como umbral simbólico: quienes ingresan atraviesan una representación del esfuerzo humano, la deliberación y la corporeidad del poder. La coherencia con la puerta de Diputados sugiere una voluntad de unidad institucional, donde ambas cámaras se reflejan en un mismo lenguaje escultórico.

 

 


La escena muestra cuerpos en movimiento, con gestualidad marcada y musculatura definida, lo que sugiere una lucha o enfrentamiento ritual. El toro, en posición dominante, representa una fuerza natural o instintiva que los humanos intentan contener, canalizar o comprender. Esta tensión puede leerse como metáfora del conflicto entre civilización y naturaleza, razón y pulsión, o incluso entre poder y ciudadanía.

En múltiples tradiciones, el toro encarna la fertilidad, la fuerza bruta, el sacrificio y la soberanía. En el contexto republicano, puede interpretarse como una alegoría del poder que debe ser domesticado por la ley y el consenso. También puede evocar mitos clásicos como el de Europa o el Minotauro, donde el animal se convierte en mediador entre lo humano y lo divino.

Su presencia refuerza la idea de que el ejercicio del poder requiere contención, esfuerzo colectivo y ritualización. La lucha con el toro no es solo física, sino ética: representa el desafío de gobernar con justicia, enfrentando las fuerzas que amenazan el equilibrio republicano.

 

 


La disposición de las figuras, su vestimenta y actitud remiten al imaginario grecorromano, donde el cuerpo y el gesto comunican valores éticos, cívicos y filosóficos. La presencia de bastones, telas y posturas reflexivas sugiere una escena de deliberación o ceremonia, posiblemente vinculada a la transmisión de saber, la justicia o el ejercicio del poder.

Este tipo de representación puede leerse como una alegoría de la institucionalidad: los personajes encarnan roles cívicos (legisladores, sabios, magistrados) que dialogan en un espacio de respeto y solemnidad. La ausencia de violencia o tensión refuerza la idea de que el poder se ejerce mediante la palabra, el rito y la ley.

Su presencia actúa como recordatorio visual de los valores fundacionales de la república: diálogo, sabiduría, pluralidad. La estética clásica no solo embellece, sino que inscribe el edificio en una genealogía de poder ilustrado, donde el pasado grecolatino legitima el presente institucional

Palacio Legislativo  (V)         

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