Francisco Antonio
Maciel de Soto Álvarez
6 de setiembre de
1757 – 20 enero de 1807
Montevideo
Personaje de la época colonial cuya fama de
filántropo ejemplar tiene carácter de artículo de Fe.
Hijo de Luis Enrique Maciel González y Bárbara Camejo de Soto Álvarez.
Muerto o herido en un encuentro con el
ejército inglés, quedó en el campo del Cardal, lugar hoy ocupado por la
Facultad de Derecho y su cuerpo debió ser pasto de las alimañas y los pájaros,
negándole el destino el derecho a que sus restos descansaran en una cristiana
tumba. No se tienen datos documentales de su iniciación masónica pero hay que
tener en cuenta que mucha documentación de esa época se ha extraviado por
variadas y múltiples razones, lo que hace, en muchas ocasiones, dificultosa la
investigación histórica. Sin embargo su vida y todos sus actos llenos de bondad
y solidaridad hacia los necesitados nos hacen suponer que fue un iniciado en
nuestra augusta Institución.[1]
El nombre Maciel quedaría fijado en la historia uruguaya a raíz del
denominado Congreso de Capilla
Maciel celebrado en diciembre de 1813 en la Capilla del Niño Jesús, conocida como Capilla Maciel, que se
encontraba en la quinta del ya fallecido filántropo sobre el arroyo Miguelete.
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