Claves para entender a los Maestros

31 julio 2019

Franz Liszt


Franz Liszt
22 de octubre de 1811 – 31 de julio de 1886
Rodong (Hungría) – Bayreath (Alemania)

Compositor y pianista húngaro.
Su vida constituye una de las novelas más apasionantes de la historia de la música. Virtuoso sin par, durante toda su trayectoria vital, y sobre todo durante su juventud, se rodeó de una aureola de artista genial, violentamente escindido entre el arrebato místico y el éxtasis demoníaco.

Paradigma del artista romántico, fue un niño prodigio que llegó a provocar el entusiasmo del mismo Beethoven, músico poco dado por naturaleza al elogio. Alumno en Viena de Carl Czerny y Antonio Salieri, sus recitales causaron sensación y motivaron que se trasladara con su padre a París, donde en 1825 dio a conocer la única ópera de su catálogo, Don Sanche, ou Le Château d'amour, fríamente acogida por un público que veía en el pequeño más un prodigioso pianista que un compositor.
En la capital gala conoció a dos de los músicos que habían de ejercer mayor influencia en su formación: el compositor Héctor Berlioz con su Sinfonía fantásticay, en mayor medida aún, el violinista Niccolò Paganini. La audición de un recital de este último en 1831 constituyó una revelación que incidió de modo decisivo en la forma de tocar del joven virtuoso: desde aquel momento, el objetivo de Liszt fue lograr al piano los asombrosos efectos que Paganini conseguía extraer de su violín. Y lo consiguió, en especial en sus Estudios de ejecución trascendente.
Ídolo de los salones parisinos, del año 1834 data su relación con Marie d'Agoult, condesa de Flavigny, de la cual nació su hija Cosima, futura esposa del director de orquesta Hans von Bülow primero, y de Richard Wagner después. Su carrera musical, mientras tanto, proseguía imparable, y en 1848 obtuvo el puesto de maestro de capilla de Weimar, ciudad que convirtió en un foco de difusión de la música más avanzada de su tiempo, en especial la de Wagner, de quien estrenó Lohengrin, y la de Berlioz, del que representó Benvenuto Cellini.
Si hasta entonces su producción se había circunscrito casi exclusivamente al terreno pianístico, los años que vivió en Weimar marcaron el inicio de su dedicación a la composición de grandes obras para orquesta, entre las que sobresalen las sinfonías Fausto y Dante, sus más célebres poemas sinfónicos (Tasso, Los preludios, Mazeppa, Orfeo) y las versiones definitivas de sus dos conciertos para piano y orquesta. Fue la época más prolífica en cuanto a nuevas obras, favorecida por el hecho de que el músico decidió abandonar su carrera como virtuoso para centrarse en la creación y la dirección.
Sin embargo, diversos conflictos e intrigas con las autoridades de la corte y el público lo indujeron a dimitir de su cargo en 1858. Se iniciaba así la última etapa de su vida, dominada por un profundo sentimiento religioso que le llevó a recibir en 1865 las órdenes menores y a escribir una serie de composiciones sacras entre las que brillan con luz propia los oratorios La leyenda de santa Isabel de Hungría y Christus, aunque no por ello el abate Liszt -como empezó a ser conocido desde aquel momento- perdió su afición a los placeres terrenales.
Su aportación a la historia de la música puede resumirse en dos aspectos fundamentales: por un lado amplió los recursos técnicos de la escritura y la interpretación pianísticas, y por otro dio un impulso concluyente a la música de programa, aquella que nace inspirada por un motivo extramusical, sea éste literario o pictórico. Padre del poema sinfónico, su influencia en este campo fue decisiva en la obra de músicos posteriores como Bedrich Smetana, Camille Saint-Saëns, César Franck o Richard Strauss. No menos interés tiene la novedad de su lenguaje armónico, en cuyo cromatismo audaz se anticipan algunas de las características de la música de su amigo y más adelante yerno Richard Wagner e, incluso, de los integrantes de la Segunda Escuela de Viena. Todas estas características hacen de Liszt un músico revolucionario.




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Franz Liszt fue iniciado en la Logia “La Unión” de Frankfurt el 18 de septiembre de 1841. Recibiendo el Segundo Grado el 8 de febrero de 1842 en la Logia de “San Juan de la Concordia”; al Oriente de Berlín; en presencia del futuro emperador Guillermo I.
Su exaltación al Tercer Grado se produjo en 1870 en la Logia “La Unión”; al Oriente de Budapest. Liszt fue también miembro de honor de diversas logias, dando numerosos conciertos en muchas de ellas, o en sociedades musicales vinculadas a logias masónicas. A partir de 1848 cesó su ritmo de visitas a las logias. Su catolicismo viró hacia el misticismo y en 1861; con un gran proyecto de renovación de la música sacra, se instaló en Roma donde fue nombrado Abad en 1865.
Al inicio de 1870 empezó nuevamente, aunque de manera discreta, a frecuentar las logias, dando en 1881 y 1882 diversos conciertos en San Petersburgo organizados por la Logia “La Discreción”.
El 18 de septiembre de 1841, Franz Liszt se afilia en la logia masónica Zur Einigkeit en Fráncfort del Meno. En febrero del año siguiente, recibe en la logia de Berlín Zur Eintracht los grados segundo (compañero) y tercero (maestro). En el año 1845, fue nombrado miembro honorario de la logia de Zúrich Modestia cum Libertate y, en 1870, en la logia de Budapest en Hungría.

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