Frases Masónicas III
Ordo
Ab Chao
Fue acuñado por el R.·.E.·.A.·.A.·. de los EEUU, teniendo
como significado “Orden del Caos” se suele traducir por “Orden al
Caos”, seria quizás más ajustado “Orden desde el Caos”. La idea no
es ordenar el Caos si no que el orden viene del Caos.
Mackey
dice que aparece por primera vez en la patente creada por el Conde de Grasse en
1802 en el Supremo Consejo de Charleston. Y en la masonería escocesa liberal ha
sustituido a la clásica divisa teísta “Deus Meumque Jus”, traducida por “Dios y
mi moral” o “Dios y mi derecho”, que aparece también en la base del escudo de
Gran Bretaña como “Dieu et mon droit”.
La física actual nos dice que
el estado primordial de la materia es el caos ordenado. La materia se nos
presenta como ordenada ante nuestros sentidos, pero su estado natural es el
desorden. Este orden aparente es lo que lleva los creacionistas a pensar que el
Universo, la materia, fue creado por un ente superior que lo ha ordenado y
enfocado hacia una fase distinta, ya sea el Nirvana o la Jerusalén celeste. La
física nos dice que si este ser superior, organizador del Cosmos, existiese no
podría moverse en parámetros humanos, pendiente de nuestras obras, pensamientos
y deseos, como nos lo presenta la Biblia o algunas corrientes masónicas. Si el
Gran Arquitecto existiese tendría que ser una voluntad firme en constante
conflicto con el caos. Lo que demuestra la experiencia es que en la materia
caos y orden, orden y caos son lo mismo. No existe el conflicto, son parte
indivisible de la vida.
Otra cosa es la búsqueda de
orden en el contexto social. Aquí, la Masonería, como entidad humanista,
compuesta por creyentes y no creyentes, atribuye la acción de ordenar el Caos a
la voluntad y las acciones de sus miembros para crear una sociedad más justa.
¿No es acaso construir, levantar edificios, armonizar sociedades, una forma de
ordenar el Caos? ¿No es acaso una de las consignas del maestro masón reunir lo
disperso, juntar voluntades para que progrese el género humano? Bien sabemos
que la maldad, el materialismo
egoísta, la codicia individualista, la ambición y otras tendencias y fuerzas
destructoras nos rodean e impiden el progreso, el pleno desarrollo de la
igualdad y la justicia social. Ordenar el caos es oponerse a la destrucción, a
la involución.
Como constructores sabemos que
el Templo no va a finalizarse, que siempre va a sufrir derribos y reconstrucciones,
que, tal vez, solo se puede asegurar su eternidad si se construye dentro de uno
mismo; si convertimos la piedra en templo vivo. El Caos nunca llegará a dominarse,
pero en nuestra voluntad por ordenarlo, encauzarlo y hacer de él una
construcción armónica y bella para todos los seres, habremos, por lo menos,
cumplido con nuestra voluntad de hacer un mundo mejor.
Construir desde lo destruido,
construir desde el desorden. Como Sísifo, condenado por los dioses a subir
eternamente una pesada piedra a una montaña para verla volver a rodar y, al día
siguiente, tener que volverla a subir. Así vive el ser humano, el constructor
en su eterna laboriosidad.
…Dejo a Sísifo al pie de la
montaña. Siempre vuelve a encontrar su carga. Pero Sísifo enseña la fidelidad
superior que niega a los dioses y levanta las rocas. Él también juzga que todo
está bien. Este universo por siempre sin amo no le parece estéril ni fútil.
Cada uno de los granos de esta piedra, cada trozo mineral de esta montaña llena
de oscuridad forma por sí solo un mundo. El esfuerzo mismo para llegar a las
cimas basta para llenar un corazón de hombre. CAMUS. El mito de
Sísifo
Suele utilizarse en los documentos oficiales del R.·.E.·.A.·.A.·.
y en general como lema de la orden en sus grados filosóficos.
Ciencia y Virtud
Lema
que encontraremos en el segundo grado de la masonería simbólica: Compañero.
Siendo su objetivo incentivar al iniciado a un mundo de equilibrio entre ambos
mundos.
Debemos de entender: Ciencia y Virtud
son camino de luz esperanza, armonía y verdad, lo que, a su vez, nos prepara
para la lucha por la superación permanente, abatiendo a los enemigos naturales:
la ignorancia, la hipocresía y la ambición.
Este camino permite destruir la superstición, el fanatismo y
la intolerancia. De nada sirve una persona que todo lo sabe pero que es
soberbio y tirano, así como está incompleto el Hermano que es virtuoso pero
ignorante.
Su utilización permite explicar leyendas, parábolas y
alegorías masónicas de cualquiera de los grados.
Q.·.H.·.
Es probable que sea una de las frases más conocidas, la
misma va adelante de nombre de un miembro de la orden masónica: Querido
Hermano, su utilización es constante tanto dentro como fuera de los
trabajos masónicos. Dándole gran importancia por el sentido de pertenencia
que le da a los miembros de la masonería, haciendo referencia permanente
al aspecto de que son Hermanos no solo dentro de la fraternidad.
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