Franz Liszt
22 de octubre de 1811 – 31 de julio de 1886
Rodong (Hungría) – Bayreath (Alemania)
Compositor y pianista húngaro.
Su vida constituye
una de las novelas más apasionantes de la historia de la música. Virtuoso sin
par, durante toda su trayectoria vital, y sobre todo durante su juventud, se
rodeó de una aureola de artista genial, violentamente escindido entre el
arrebato místico y el éxtasis demoníaco.
Paradigma del artista romántico, fue un niño prodigio que
llegó a provocar el entusiasmo del mismo Beethoven, músico poco dado por
naturaleza al elogio. Alumno en Viena de Carl Czerny y Antonio Salieri,
sus recitales causaron sensación y motivaron que se trasladara con su padre a
París, donde en 1825 dio a conocer la única ópera de su catálogo, Don
Sanche, ou Le Château d'amour, fríamente acogida por un público que veía en el
pequeño más un prodigioso pianista que un compositor.
En la capital gala conoció a dos de los músicos que habían
de ejercer mayor influencia en su formación: el compositor Héctor Berlioz con
su Sinfonía fantásticay, en mayor medida aún, el violinista Niccolò
Paganini. La audición de un recital de este último en 1831 constituyó una
revelación que incidió de modo decisivo en la forma de tocar del joven
virtuoso: desde aquel momento, el objetivo de Liszt fue lograr al piano los asombrosos
efectos que Paganini conseguía extraer de su violín. Y lo consiguió, en
especial en sus Estudios de ejecución trascendente.
Ídolo de los salones parisinos, del año 1834 data su
relación con Marie d'Agoult, condesa de Flavigny, de la cual nació su hija
Cosima, futura esposa del director de orquesta Hans von Bülow primero, y
de Richard Wagner después. Su carrera musical, mientras tanto,
proseguía imparable, y en 1848 obtuvo el puesto de maestro de capilla de
Weimar, ciudad que convirtió en un foco de difusión de la música más avanzada
de su tiempo, en especial la de Wagner, de quien estrenó Lohengrin, y la
de Berlioz, del que representó Benvenuto Cellini.
Si hasta entonces su producción se había circunscrito casi
exclusivamente al terreno pianístico, los años que vivió en Weimar marcaron el
inicio de su dedicación a la composición de grandes obras para orquesta, entre
las que sobresalen las sinfonías Fausto y Dante, sus más célebres
poemas sinfónicos (Tasso, Los preludios, Mazeppa, Orfeo) y las
versiones definitivas de sus dos conciertos para piano y orquesta. Fue la época
más prolífica en cuanto a nuevas obras, favorecida por el hecho de que el
músico decidió abandonar su carrera como virtuoso para centrarse en la creación
y la dirección.
Sin embargo, diversos conflictos e intrigas con las
autoridades de la corte y el público lo indujeron a dimitir de su cargo en
1858. Se iniciaba así la última etapa de su vida, dominada por un profundo
sentimiento religioso que le llevó a recibir en 1865 las órdenes menores y a
escribir una serie de composiciones sacras entre las que brillan con luz propia
los oratorios La leyenda de santa Isabel de Hungría y Christus,
aunque no por ello el abate Liszt -como empezó a ser conocido desde aquel
momento- perdió su afición a los placeres terrenales.
Su aportación a la historia de la música puede resumirse en
dos aspectos fundamentales: por un lado amplió los recursos técnicos de la
escritura y la interpretación pianísticas, y por otro dio un impulso
concluyente a la música de programa, aquella que nace inspirada por un motivo
extramusical, sea éste literario o pictórico. Padre del poema sinfónico, su
influencia en este campo fue decisiva en la obra de músicos posteriores
como Bedrich Smetana, Camille Saint-Saëns, César Franck o Richard
Strauss. No menos interés tiene la novedad de su lenguaje armónico, en cuyo
cromatismo audaz se anticipan algunas de las características de la música de su
amigo y más adelante yerno Richard Wagner e, incluso, de los integrantes de la
Segunda Escuela de Viena. Todas estas características hacen de Liszt un músico
revolucionario.
***
Franz Liszt fue iniciado en la Logia “La Unión” de
Frankfurt el 18 de septiembre de 1841. Recibiendo el Segundo Grado el 8 de
febrero de 1842 en la Logia de “San Juan de la Concordia”; al Oriente de
Berlín; en presencia del futuro emperador Guillermo I.
Su exaltación al Tercer Grado se produjo en 1870 en la Logia “La
Unión”; al Oriente de Budapest. Liszt fue también miembro de honor de
diversas logias, dando numerosos conciertos en muchas de ellas, o en
sociedades musicales vinculadas a logias masónicas. A partir de 1848 cesó
su ritmo de visitas a las logias. Su catolicismo viró hacia el misticismo y
en 1861; con un gran proyecto de renovación de la música sacra, se
instaló en Roma donde fue nombrado Abad en 1865.
Al inicio de 1870 empezó nuevamente, aunque de
manera discreta, a frecuentar las logias, dando en 1881 y 1882 diversos
conciertos en San Petersburgo organizados por la Logia “La Discreción”.
El 18 de septiembre de 1841, Franz Liszt se afilia en
la logia masónica Zur Einigkeit en Fráncfort del
Meno. En febrero del año siguiente, recibe en la logia de
Berlín Zur Eintracht los grados segundo (compañero) y tercero
(maestro). En el año 1845, fue nombrado miembro honorario de la logia de
Zúrich Modestia cum Libertate y, en 1870, en la logia de
Budapest en Hungría.
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