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04 julio 2021

Patrimonio Masónico VII

 

Patrimonio Masónico VII

Monumento a Washington

Normalmente hace referencia al gran obelisco blanco localizado en el extremo al oeste del National Mall de Washington D. C. Es un monumento conmemorativo al primer presidente de los Estados Unidos y líder del revolucionario Ejército Continental, George Washington, que ganó la independencia del país luchando frente a los británicos en la Guerra de la Independencia.

En 1884, el monumento se convirtió en la estructura más alta del mundo, hasta que se construyó la Torre Eiffel en 1889.

El monumento está elaborado en mármol, granito, piedra arenisca, acero y tiene una altura de 169 metros y 14 centímetros. Fue diseñado por Robert Mills, un prominente arquitecto estadounidense de la década de 1840.

La construcción comenzó en 1848, colocándose la piedra fundamental  el 4 de JULIO y se terminó en 1884, casi 30 años después de la muerte del arquitecto. Esta tardanza se debió a la falta de fondos originados por la Guerra Civil estadounidense. La diferencia en el tipo de mármol (visible aproximadamente a partir de una altura de unos 50 m) delimita la construcción inicial de la segunda etapa de construcción.

Diseño


Un boceto de la propuesta del Monumento a Washington

del arquitecto Robert Mills hacia 1836.

Los esfuerzos para construir el monumento finalmente se iniciaron en 1833. Ese año, cuando se celebraba el 100 aniversario del nacimiento de Washington, un grupo de ciudadanos formaron la Sociedad para el Monumento Nacional a Washington. Empezaron a recoger donaciones, de la forma que Blodgett había sugerido. A mediados de la década de 1830, habían recogido más de 28.000 dólares y anunciaron un concurso para el diseño del monumento.

El 23 de septiembre de 1835, el comité de administración de la Sociedad describió sus expectativas:

Se propone que al contemplar el monumento debe ser reflejo de aquel en cuyo honor se ha construido, sin semejante en el mundo, y proporcional a la gratitud, libertad y patriotismo del pueblo por el que se ha erigido... Debe armonizar esplendor con elegancia, y debe ser a la vez de tal magnitud y belleza como el orgullo del pueblo americano, y provocará la admiración de todo el que lo contemple. Sus materiales deben ser estadounidenses, de mármol y granito traído de todos los estados, y que todos los estados participen en la gloria de contribuir con materiales y fondos para su construcción.

En 1848 los miembros de la Sociedad decidieron empezar la construcción del obelisco y dejar el tema de la columnata para más adelante. Creyeron que si usaban los 87.000 dólares que ya habían recolectado, la apariencia del Monumento iba a espolear más donaciones para completar el proyecto.

Fue entonces cuando el Congreso donó 150.000 m² (37 acres) de terreno para el proyecto. El lugar que Pierre Charles L'Enfant había elegido para el monumento (ahora conocido como Embarcadero Jefferson) era pantanoso e inestable, lo que lo hacía desaconsejable para soportar el enorme peso de la estructura. La nueva ubicación estaba algo al este y al sur de la original, pero en cambio tenía muchas ventajas. «Presenta bellas vistas del río Potomac», como escribió un miembro de la Sociedad, y «está tan elevado que el monumento será visto desde todas las partes del entorno». Como es terreno público «está seguro frente a futuras obstrucciones visuales... [y] será visto desde Mount Vernon, donde reposan las cenizas de nuestro jefe».

Construcción


El monumento parcialmente completado,

fotografiado por Mathew Brady hacia 1860.

Las excavaciones para los cimientos del Monumento a Washington empezaron en primavera de 1848. La primera piedra se puso el 4 de julio, en una ceremonia elaborada por los masones. A esta organización fraternal mundial pertenecía George Washington. Los discursos de ese día mostraron que la nación seguía amando a Washington. Un celebrante dijo:

«No habrá más Washingtons en nuestro tiempo... pero sus virtudes se han grabado en el corazón de la humanidad. El que es grande en el campo de batalla mira con orgullo el liderazgo de Washington. El que crece con sabiduría de sus consejos se siente como si imitase a Washington. El que puede renunciar al poder en contra de los deseos del pueblo, tiene el brillante ejemplo de Washington».

Las construcciones continuaron hasta 1854 cuando las donaciones se acabaron. Al año siguiente, el Congreso votó a donar $200.000 para continuar los trabajos, pero cambiaron de idea antes de gastarse el dinero. Este cambio de opinión llegó porque se adoptó una nueva política de la Sociedad en 1849. Se acordó, tras la petición de gente de Alabama, que los estados y territorios donasen piedras conmemorativas que pudiesen encajar conformando la edificación. Los miembros de la Sociedad pensaban que esta práctica haría que los ciudadanos se sintiesen parte de la construcción del Monumento, y también se reduciría el coste de piedras a comprar.

Bloques de mármol de Maryland, de granito y piedra arenisca llegaron a ritmo constante a la obra. Tribus indias estadounidenses, organizaciones profesionales, sociedades, negocios y naciones del extranjero donaron bloques de piedra de 1,2 por 0,6 por 0,3 o 0,5 m (4 pies por 2 pies por 12 o 18 pulgadas). Sin embargo, muchas piedras llevaban inscripciones de poca relevancia para el monumento. Así, una de los Templarios del Honor y la Templanza decía «Nosotros no compraremos ni venderemos ni usaremos como bebida ninguna bebida de alta graduación alcohólica, ni licores de malta, vino, sidra, o cualquier otro licor alcohólico».


Los terrenos del Monumento a Washington en fase

 de rediseño y para mejorar la seguridad en 2004.

Sin embargo, una de las piedras conmemorativas fue la que desencadenó los acontecimientos que acabaron con la paralización de la donación del Congreso y, consecuentemente, con la construcción del monumento. A principio de la década de 1850, el papa Pío IX contribuyó con un bloque de mármol. En marzo de 1854, miembros del partido estadounidense nativista contra el catolicismo (más conocidos como Know Nothings) robaron la piedra papal en acto de protesta y supuestamente la tiraron al río Potomac. Después, para asegurarse de que el monumento cumplía su definición de "estadounidense", los Know-Nothings llevaron a cabo una elección fraudulenta para conseguir el poder de la Sociedad.

El Congreso retiró inmediatamente la contribución de 200.000 dólares. Los Know-Nothings retuvieron el control de la Sociedad hasta 1858, añadiendo 13 niveles de albañilería al Monumento, los cuales fueron de tan mala calidad que posteriormente se tuvieron que retirar. Incapaces de recolectar suficiente dinero para acabar el monumento, bajó su apoyo popular. Finalmente, los Know-Nothings se rindieron y devolvieron el control a la antigua Sociedad, pero la parada en las obras duró hasta después de la Guerra Civil. Como se puede apreciar, el tercio inferior del monumento tiene un color diferente al resto. Cuando la construcción se reanudó después de la Guerra Civil, los constructores no pudieron encontrar la misma piedra utilizada con anterioridad, por lo que la apariencia cambió.

El interés por el monumento creció tras el fin de la Guerra Civil. Los ingenieros estudiaron en varias ocasiones los cimientos para ver si aún eran suficientemente resistentes. En 1876, durante el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, el Congreso accedió a donar otros 200.000 dólares para proseguir la construcción. El monumento, que había estado durante casi 20 años con menos de un tercio de su altura planeada, parecía que sería completado finalmente.

Antes de poder ponerse a trabajar otra vez, volvieron a surgir críticas del diseño apropiado. Muchos pensaban que sólo el obelisco, sin las columnas de alrededor, sería demasiado escueto. El arquitecto Mills era conocido por haber dicho que el monumento sin las columnas sería como «un ramo de espárragos». Otro crítico dijo que ofrecía «poco de lo que estar orgullosos».

Esta actitud llevó a la gente a enviar diseños alternativos. Tanto la Sociedad para el Monumento Nacional a Washington como el Congreso mantuvieron conversaciones sobre cómo se debía acabar el monumento. La Sociedad consideró cinco nuevos diseños, concluyendo que el de William Wetmore Story parecía «muy superior en gusto artístico y belleza». El Congreso también discutió sobre los nuevos cinco diseños, así como el original de Mills. Mientras se decidían se mantuvo la orden de seguir construyendo el obelisco. Finalmente, los miembros de la Sociedad acordaron abandonar la idea de las columnas y modificar el obelisco para que cumpliese las proporciones clásicas egipcias.

La construcción se reanudó en 1879, bajo la dirección del teniente coronel Thomas Lincoln Casey del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Casey rediseñó los cimientos para que pudiesen soportar una estructura cuyo peso final iba a ser de más de 40.000 toneladas. Entonces, siguiendo las órdenes de la Sociedad, consiguió utilizar las piedras conmemorativas que habían quedado acumuladas. Aunque mucha gente las ridiculizaba, Casey consiguió poner las 193 en las zonas interiores.

La construcción del Monumento iba a gran velocidad ya que el Congreso aportaba los fondos suficientes. En cuatro años se acabó, con una última piedra de 100 onzas (2,8 kilogramos) puesta el 6 de diciembre de 1884, durante la celebración de una ceremonia. En aquella época fue el mayor trozo de aluminio moldeado. ​ El monumento se abrió al público el 9 de octubre de 1888. ​


Momento de la colocación del piramidión sobre la última piedra.

 


El Monumento a Washington al atardecer,

visto desde el Monumento a Jefferson.

 

Detalles de la construcción

El monumento completo se eleva 169,29 metros (555 pies y 5⅛ pulgadas), con los siguientes materiales de construcción y detalles:

·        Fase 1 (de 1848 a 1858): hasta los 46 metros (152 pies) de altura, bajo la dirección del superintendente William Daugherty.

Exterior: Mármol blanco de Texas (Maryland), cerca de Cockeysville (Maryland), y de Sheffield (Massachusetts)

·        Fase 2 (de 1878 a 1888): trabajo llevado a cabo por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, liderados por el teniente coronel Thomas L. Casey.

Exterior: Mármol blanco de otra cantera de Cockeysville.

Interior: Granito de Maine

El piramidión es de aluminio, un metal muy raro en aquella época, cuyo valor era cercano al de la plata. Lo elaboró William Frishmuth.

Inscripciones

Las cuatro caras del piramidión tienen las siguientes inscripciones en inglés:

 

Cara norte

Cara oeste

Cara sur

Cara este

COMISIÓN MIXTA
A LA
PUESTA DE LA ÚLTIMA PIEDRA.

CHESTER A. ARTHUR.
W. W. CORCORAN, Presidente.
M. E. BELL.
EDWARD CLARK.
JOHN NEWTON.
Acto de 2 de agosto de 1876.

PRIMERA PIEDRA PUESTA EN LA CIMENTACIÓN
EL 4 DE JULIO DE 1848.

PRIMERA PIEDRA PUESTA A LA ALTURA DE 152 PIES
EL 7 DE AGOSTO DE 1880.

ÚLTIMA PIEDRA PUESTA EL 6 DE DICIEMBRE DE 1884.

INGENIERO JEFE Y ARQUITECTO, THOS. LINCOLN CASEY, CORONEL, CUERPO DE INGENIEROS. Ayudantes: GEORGE W. DAVIS, CAPITÁN, INFANTERÍA, BERNARD R. GREEN, INGENIERO CIVIL. Maestro Mecánico. P. H. MCLAUGHLIN.

LAUS DEO.
Alabado sea el Señor (en Latín)

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_a_Washington

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