SAN CRISTÓBAL, ANUBIS Y
HERMES
En el cristianismo el rol de protector de
los viajeros fue adoptado por el gigante Cristóbal de Licia (más conocido como
San Cristóbal) el que, de acuerdo a la leyenda, se dedicaba a ayudar a las
personas a cruzar un río peligroso, llevándolos sobre sus hombros. En un día en
particular, Cristóbal se encontró con un niño que le pidió que lo cruzara al
otro lado. Sin embargo, al tomar al niño en sus hombros, notó que se hacía cada
vez más pesado hasta que le pareció estar cargando el mundo entero. Finalmente,
llegaron a la otra orilla y el niño reveló ser Cristo, reconociendo en
Cristóbal a un verdadero servidor de Dios. Es curioso que en las representaciones primitivas, San Cristóbal suele
aparecer con rasgos caninos, un cinocéfalo (es decir, cabeza de perro) por lo
cual no es aventurado hablar de una vinculación primigenia entre éste y el dios
chacal Anubis. Si revisamos los documentos, la “Áurea
Legenda” del cristiano Santiago de la Vorágine fue quien consolidó la fama del
santo Cristóbal y de transformarlo de “canino” (es decir “perruno”, canineus) a
cananeo, o sea de la tierra de Canaán.
Orden
Rosacruz Iniciatica
https://www.youtube.com/@RosacruzIniciatica
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