LOS ORÍGENES DEL RITUAL
EN LA IGLESIA Y EN LA
MASONERÍA
HELENA P. Blavatsky
CAPÍTULO V
EL SIMBOLO DEL G.A.D.U.
De manera que puede demostrarse que la Francmasonería
moderna y el ritual de la Iglesia descienden por línea directa de los gnósticos
iniciados, de los neoplatónicos y de los hierofantes renegados de los misterios
paganos, cuyos secretos han perdido aquellas instituciones; pero han sido
conservadas por quienes no aceptaron compromisos. Si la Iglesia y la Masonería
quieren olvidar la historia de su verdadero origen, los teósofos no hacen lo
mismo, pues repiten que la Masonería y las tres grandes religiones cristianas
han heredado los mismos bienes. Las “ceremonias
y palabras de paso” de la Masonería, y las oraciones, dogmas y ritos de las
religiones, no son sino copias malinterpretadas del paganismo puro y de la
teosofía neoplatónica. Asimismo, las “palabras
de paso” relativas a “la tribu de
Judá”, los nombres de “Tubal–Caín”
y de otros dignatarios zodiacales del Antiguo Testamento empleadas actualmente
por los masones bíblicos, no son sino las que aplicaban los judíos a los
antiguos Dioses de la plebe pagana, y no los Dioses de los hierográmatas,
intérpretes de los verdaderos misterios. Prueba de ello es lo que vamos a decir
a continuación. Los buenos de los hermanos masones difícilmente podrían negar
que, por lo menos de nombre, son solícolas o adoradores del sol celeste, en el
cual veía el erudito Ragón un símbolo magnifico del G.A.D.U., como lo es, sin
duda alguna.
Pero Ragón se hubiera visto en un apuro si hubiese tenido
que demostrar que el GAD.U. no es más bien el Sol del pescado menudo de los
profanos que el solus del Gran Epoptai. Pues el secreto de los fuegos de Solus,
el espíritu que brilla en la Estrella flamígera, es un secreto hermético, y si
el masón no estudia la verdadera Teosofía no podrá comprender este secreto, ni
tampoco las pequeñas indiscreciones del Ttshuddi. Actualmente, tanto los
masones como los cristianos, santifican el día del sabbat, al cual dan el
nombre de “Día del Señor”. a pesar de
que saben mejor que nadie que el “Sunday”
y el Sonntag de los protestantes ingleses y alemanes significan el día del sol,
es decir, lo mismo que hace dos mil años.
Y en cuanto a vosotros, reverendos padres, sacerdotes y
obispos que dais a la Teosofía el nombre de “idolatría” y condenáis ferozmente a sus prosélitos al fuego eterno,
¿os podéis jactar acaso de poseer un solo simple rito, una sola vestimenta o un
vaso sagrado perteneciente a la Iglesia o al Templo, que no proceda del paganismo?
No; sería demasiado peligroso el tener la osadía de afirmarlo, no sólo ante la
historia, sino también ante las confesiones de los funcionarios sacerdotales.
Recapitulemos, aunque no sea más que para justificar
nuestras afirmaciones. Dice Du Choul que “Los
sacrificadores romanos” tenían obligación de confesarse antes de
sacrificar. Los sacerdotes de Júpiter se tocaban con un alto bonete negro de
forma cuadrada que era el objeto con que se cubrían la cabeza los Flamines
(véase el sombrero de los sacerdotes armenios y griegos modernos). La sotana
negra de los sacerdotes católicos es la negra hierocaracia o amplia vestidura
que usaban los sacerdotes de Mitra, la cual recibía este nombre por ser del
color de los cuervos “corax”. El
rey–sacerdote de Babilonia poseía un sello o anillo de oro que llevaba en el
dedo. Llevaba pantuflas que besaban los potentados sometidos a su dominio, un
manto blanco y una tiara de oro de la cual pendían dos cintas. Los Papas poseen
pantuflas y un anillo que tiene el mismo uso, un manto de raso blanco en el que
se ven bordadas unas estrellas de oro, una tiara con dos cintas cubiertas de
piedras preciosas, etc.… La vestidura de tela blanca “alba vestis” es idéntica a la de los sacerdotes de Isis, los
sacerdotes de Anubis se afeitaban la coronilla (Juvenal), de cuya costumbre se
deriva la de la tonsura; la casulla de los “padres”
cristianos es copia de la vestimenta con que se cubrían los sacerdotes del
culto judío, vestidura denominada colarisis, que iba sujeta al cuello y descendía
hasta los talones. La estola de nuestros sacerdotes ha sido tomada del vestido
femenino que llevaban las Galli o bailarinas del templo, cuya función era la
del Kadashim judío (véase el Libro II de los Reyes, cap. XXIII, 7); su cinturón
de castidad procedía del ephod de los judíos y de los cordones de los
sacerdotes de Isis, quienes hacían voto de castidad (si se quieren más detalles
que confirmen lo expuesto léase a Ragón).
Los paganos antiguos utilizaban el agua bendita o lustral
para purificar sus ciudades, campos, templos y hombres, exactamente como se
practica ahora en las regiones católico–romanas. A la puerta de los templos
había pilas bautismales llenas de agua lustral, que recibían los nombres de
favisses y aquiminaria. El pontífice o curión (de aquí se deriva el nombre
español de cura) sumergía en el agua lustral una rama de laurel antes de
ofrecer el sacrificio y acto seguido rociaba con ella a la piadosa
congregación; lo que entonces recibía el nombre de lustrica y aspergilium se
llama hoy en día aspersorio o hisopo. E1 hisopo de las sacerdotisas de Mitra
era el símbolo del lingam universal, que se sumergía durante las ceremonias en
leche lustral, rociando con ella a los fieles, con lo cual trataba de
representarse la fecundidad universal; por lo tanto, el empleo de agua bendita
en el cristianismo es un rito de origen fálico. Además, la idea que preside
este hecho es puramente oculta y pertenece al ceremonial mágico.
Las purificaciones se verifican por medio del fuego, el
azufre, el aire y los elementos. Se recurría a las abluciones para llamar la
atención de los dioses celestes; y para conjurar y alejara los dioses
inferiores, se empleaba constantemente el aspersorio purificador.
En muchas iglesias griegas y romanas se suele pintar la
bóveda de los templos de color azul y con estrellas doradas para representar la
bóveda celeste, costumbre que no es más que una copia de los templos egipcios,
en donde se adoraba al sol y a las estrellas. En Oriente se rinde el mismo
homenaje que las arquitecturas masónica y cristiana rindieron al paganismo.
Ragón demuestra plenamente este hecho en sus volúmenes, hoy en día
desaparecidos. La “prínceps porta”,
la puerta del mundo y del “Rey de la
Gloria”, cuyo nombre designaba antiguamente al sol y hoy en día se aplica
al Cristo, su símbolo humano, es la puerta de Oriente encarada hacia ese punto
cardinal en todo templo o iglesia. Por esta “puerta de la vida”, a través de la cual entra diariamente la luz en
el cuadrado oblongo[1] de la tierra o Tabernáculo
del Sol, es introducido el recién nacido en el templo y llevado hasta la pila
bautismal. Las pilas bautismales se colocan hoy en día a la izquierda del
edificio (el sombrío norte de donde parten los “aprendices” y en donde sufren los candidatos la prueba del agua)
que es, precisamente, el lugar en que se ponían antiguamente las piscinas de
agua lustral, lo cual se explica sabiendo que las antiguas iglesias habían sido
antes templos paganos. Los altares de la pagana Lutecia fueron enterrados y
descubiertos bajo el coro de Nuestra Señora de París; el pozo en donde se conservaba
el agua lustral existe todavía en esa iglesia. Casi todas las grandes iglesias antiguas
del continente, anteriores a la edad media, habían sido antes, templos paganos
sobre cuyos emplazamientos fueron construidas aquellas por orden de los obispos
y de los Papas.
Gregorio el Grande dio sus órdenes al monje Agustín de la
manera siguiente: “Destruid los ídolos,
pero nunca los templos, los cuales debéis rociar con agua bendita, colocando
reliquias en ellos, para que los pueblos adoren en donde tienen por costumbre
hacerlo”.
Basta consultar las obras del cardenal Baronio para
encontrar la siguiente confesión hecha en el año XXXVI de sus Anales: “Le ha sido permitido a la Santa Iglesia
apropiarse de los ritos y ceremonias utilizados por los paganos en su culto
idolátrico, porque ella (la Iglesia) los regeneró por medio de la consagración”.
Leemos en las “Antíquités Gauloises”,
de Fauchet, que los obispos de Francia adoptaron las ceremonias paganas con
objeto de convertir a los paganos al cristianismo. Esto aconteció cuando los
galos eran todavía paganos. ¿Se realizan esos ritos y ceremonias en la Francia
cristiana con espíritu de gratitud y de reconocimiento a los paganos y sus
dioses?
[1] Término masónico, símbolo del arca de Noé, de la Alianza del Templo de
Salomón, del tabernáculo y del campamento de los israelitas; todos los cuales
fueron construidos en forma de “cuadrado oblongo”. Los romanos y griegos
representaban a Mercurio y a Apolo por cubos y cuadrados oblongos; lo mismo
ocurre con la Kaaba, el gran templo de la Meca.
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