Francisco Piria
Falansterio
destaca la descripción de algunos inventos que para la época aparecen como “loco”, pero con una mirada presente son tan reales y vigentes.
Recordemos que las ideas socialistas habían desembarcado en
el Río de la Plata en una época convulsionada del país (1840), en plena Guerra
Grande y en un Montevideo que prontamente quedara sitiado.
De esa corriente de pensamiento destacaremos el papel de
Eugène Tandonnet, quien fuera discípulo de Charles Fourier. Tandonnet estará integrando
la legión francesa y publicará en el periódico Le Messager Français, será el
encargado de difundir la idea de los falansterios.
Idea que tendrá su concreción en Santa Catalina (Brasil), en
nuestro país la idea prende en el Ing. Luigi Andreoni, en 1887.
FALANSTERIO MONTEVIDEANO
El mismo nunca fue construido.
“Era un régimen cooperativo de
vivienda en la ciudad y no en el campo, como preconizaba Fourier. Estaba desarrollado
en una manzana, con frente a la calle Rondeau y Paraguay y con accesos a las
calles Panamá y Guatemala. La versión montevideana constaba de apartamentos
privados para cada familia, distribuidos en 88 unidades de habitaciones en cada
una de las tres plantas altas. Los servicios generales eran colectivos:
almacenes, lavaderos, etc. En la planta baja había algunas viviendas y el resto
eran locales comerciales integrados al barrio.
Es de destacar que existía una
relación entre Piria y Andreoni, por sus tratativas entre la Compañía del
Ferrocarril y los negocios de urbanización”.
PIRIA El emprendedor del futuro.
Juan Ackerman. P. 117.
Cuando la idea de un
arquitectura de la sociabilidad se vio de nuevo forzada a ponerse al servicio
de una utopía, con el modelo de esa «arquitectura societaria» concebida por
Fourier, el utopismo social ya se había dado la vuelta para convertirse en socialismo
utópico. La forma prototípica del hábitat social de Fourier, el Phalanstère
—elaborado en beneficio de las clases trabajadoras del siglo XIX—, acabó
adoptando la Orden como modelo. La orden francmasónica, escribía Fourier en
1808, «es un diamante que desdeñamos sin conocer su valor», un medio para
lograr la reforma social. El ensayo de Fourier en el que considera la
francmasonería como germen de su nueva sociedad, se publicó por primera vez
como un apéndice de su Théorie des Quatre mouvements, Lyon, 1808.
Plano ideal del Falansterio de Fourier
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