Patrimonio Masónico I
Incursionaremos en esta temática, tratando de aportar una mirada que permita rescatar ese rico patrimonio que tienen muchas ciudades, hasta se podría decir que todas ellas lo tienen pero que no se cuida o no se rescata.
Iniciemos con la definición de patrimonio dada por la UNESCO
(1977):
“…el
conjunto de bienes muebles e inmuebles, materiales e inmateriales, …que tengan
valor excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte, de la
ciencia y de la cultura…”.
Sin duda desde esta visión de los setenta, hay una
evolución, donde se incluso niveles como la espiritualidad y lo religioso.
“El
patrimonio cultural en su más amplio sentido es a la vez un producto y un
proceso que suministra a las sociedades un caudal de recursos que se heredan
del pasado, se crean en el presente y se transmiten a las generaciones futuras
para su beneficio. Es importante reconocer que abarca no sólo el patrimonio
material, sino también el patrimonio natural e inmaterial. Como se señala en
Nuestra diversidad creativa, esos recursos son una “riqueza frágil”, y como tal
requieren políticas y modelos de desarrollo que preserven y respeten su
diversidad y su singularidad, ya que una vez perdidos no son recuperables. Hoy
en día el patrimonio cultural está intrínsecamente ligado a los desafíos más
acuciantes a los que se enfrenta toda la humanidad, que van desde el cambio
climático y los desastres naturales (tales como la pérdida de biodiversidad o
del acceso a agua y alimentos seguros), a los conflictos entre comunidades, la
educación, la salud, la emigración, la urbanización, la marginación o las
desigualdades económicas. Por ello se considera que el patrimonio cultural es
“esencial para promover la paz y el desarrollo social, ambiental y económico
sostenible”. La noción de patrimonio es importante para la cultura y el
desarrollo en cuanto constituye el “capital cultural” de las sociedades
contemporáneas. Contribuye a la revalorización continua de las culturas y de
las identidades, y es un vehículo importante para la transmisión de
experiencias, aptitudes y conocimientos entre las generaciones. Además, es
fuente de inspiración para la creatividad y la innovación, que generan los
productos culturales contemporáneos y futuros. El patrimonio cultural encierra
el potencial de promover el acceso a la diversidad cultural y su disfrute.
Puede también enriquecer el capital social conformando un sentido de
pertenencia, individual y colectivo, que ayuda a mantener la cohesión social y
territorial. Por otra parte, el patrimonio cultural ha adquirido una gran
importancia económica para el sector del turismo en muchos países, al mismo
tiempo que se generaban nuevos retos para su conservación”.[1]
Ahora entrándonos en el mundo masónico, la Arq. Romina
Mariel Fiorentino nos guía;
“Desde
un enfoque europeo, Ceccaldi (2012) define a la arquitectura masónica como una
arquitectura de poca accesibilidad al público, la cual constituye un patrimonio
valioso, muchas veces ignorado por la Administración del Patrimonio, y que
posee un corpus histórico único en la Europa Continental, un campo de estudio
inexplorado por los investigadores. Francois Gruson (2012:8), arquitecto y
catedrático francés7 indica que se puede comprobar la casi inexistencia de
tesis universitarias en Francia o Europa continental -e incluso trabajos de
investigación en historia o historia del arte- en relación al estudio de la
arquitectura masónica, y enuncia que “hasta tal punto hay escasez que uno
podría preguntarse por las causas de ese silencio acerca de un patrimonio al
fin y al cabo muy real, y en la mayoría de los casos, todavía utilizado”.
Gruson menciona que no hay inventarios, ni ficheros que permitan saber más sobre
su patrimonio masónico, incluso el de sus templos, ya que “si bien las grandes
Obediencias suelen hacer una buena gestión de patrimonio mobiliario (archivos y
colecciones), ignoran generalmente casi todo lo concerniente a su patrimonio
inmobiliario”.[2]
En futuras entregas seguiremos viendo casos concretos, pero en esta ocasión dejamos el momento que la Gran Logia de la Masonería del Uruguay, su Palacio Masónico de Montevideo fue declarado Monumento Histórico Nacional.
http://www.masoneriadeluruguay.org/?q=node/2432
http://www.masoneriadeluruguay.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario