Claves para entender a los Maestros

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24 mayo 2024

Patrimonio Masónico 09


 

El patrimonio en Bélgica

La ciudad de Bruselas es pródiga en testimonios de su rico devenir masónico. Entre tales tesoros, cabe destacar un conjunto artístico especialmente interesante. Comprende en la actualidad un hito de la arquitectura neo-egipcia, la sede del Gran Oriente de Bélgica y también un museo en que han terminado por materializarse las ideas divulgativas antaño acariciadas por Pierre-Théodore Verhaegen. Se encuentra entre los números 73 y 79 de la rue de Laeken y representa la herencia de una de las más importantes logias bruselenses: Les Vrais Amis de l'Union et du Progrès Réunis.

https://www.uned.es/universidad/inicio/unidad/museo-virtual-historia-masoneria/sala-xvi-arte-y-masoneria/la-sede-del-gran-oriente-de-belgica-en-bruselas.html

 

Fachada de la logia neoegipcia de Verviers, Bélgica.

Temple des Amis du Commerce et la Perséveránce de Amberes, Bélgica.

 

https://revistaseug.ugr.es/index.php/erph/article/view/18319/17890

10 julio 2021

Patrimonio Masónico VIII

 

Patrimonio Masónico VIII

 

William H. Stacey

El valor de la colocación de la primera piedra en una edificación:

Las doctrinas, reglas y requerimientos de la Masonería inculcan orden, moralidad, afecto social, beneficencia y religión. Por ello, supone un regocijo la erección de templos donde las sublimes verdades y los puros preceptos de la Sagrada Escritura tan elocuentemente asumen la propagación y el ejercicio de estas virtudes como esenciales para nuestra felicidad en este mundo y el venidero ¿Quién puede quedarse indiferente al espectáculo que presenta hoy el acto de ejecutar los deberes [en sentido masónico] o las esperanzas y las perspectivas que inspira? (Stacey, 1893:46).

 

Las logias de Cheltenham, aportaron para la construcción de:

CLAUSTRO DE LA CATEDRAL DE GLOUCESTER

La misma se lleva adelante en 1896. algunas de las escenas más memorables basadas en Hogwarts en las ocho películas de Harry Potter se han filmado en lo que se conoce formalmente como la Iglesia Catedral de San Pedro y la Santa e Indivisible Trinidad, en la ciudad británica de Gloucester.



 



 

En 1900 capilla y claustro de Tewkesbury Abbey.

Fue una antigua abadía inglesa de la orden de San Benito de fundación medieval, ubicada en la pequeña ciudad de Tewkesbury (condado de Gloucestershire). Fue disuelta en 1539 por Enrique VIII y luego parcialmente desmantelada, conservandose apenas la antigua iglesia abacial Santa María Virgen (en inglés, Abbey Church of St Mary the Virgin, Tewkesbury), comprada por los habitantes del pueblo por el precio del plomo de su techo para utilizarla como su iglesia parroquial, ​ ahora parroquial de la Iglesia de Inglaterra, construida por los normandos en el siglo XII. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura normanda en Gran Bretaña, y tiene probablemente la torre románica de crucero más grande de Europa.

Tewkesbury habría sido un centro de culto desde el siglo VII, convirtiéndose en un priorato en el siglo X. El edificio actual se inició a principios del siglo XII. Fue utilizado sin éxito como un santuario en la Guerra de las Rosas. Después de la disolución de los monasterios se convirtió en la iglesia parroquial de la ciudad. George Gilbert Scott dirigió la restauración victoriana a finales del siglo XIX. La iglesia y el cementerio albergan tumbas y monumentos a muchos de los aristócratas de la zona. El monasterio fue fundado por la casa de los Despensers y usado por ellos como mausoleo familiar, al igual que los Neville, y sus tumbas son buenos ejemplos de trabajos en piedra de pequeño tamaño de finales del medioevo.

Se cree que la iglesia tiene la mayor torre normanda que se conserva (aunque la de la catedral de Norwich compite por el puesto). Antiguamente la torre tuvo un chapitel de madera que pudo haber alcanzado unos 79 m, de altura, pero que se derrumbó durante una tormenta el Lunes de Pascua de 1559; los pináculos y almenas actuales fueron añadidos hacia el año 1600 para darle a la torre un mejor aspecto. La altura hasta los pináculos superiores es de 45 m. Se cree que la abadía es, salvo las catedrales, la tercera iglesia de mayor porte de Gran Bretaña (por detrás de la abadía de Westminster y de Beverley Minster). De punta a punta mide 101 m, aunque antes de la destrucción de la Lady Chapel original (también en la época de la disolución), su longitud total era de 114 m.

La abadía es una iglesia parroquial, que se encuentra en funcionamiento celebrando oficios diarios, y se cree es la segunda mayor iglesia parroquial en Inglaterra, luego de la ya citada Beverley Minster. ​Los servicios han sido de la Iglesia alta pero ahora incluyen la Eucaristía parroquial, la Misa coral y el Evensong. Estos están acompañados por uno de los tres órganos y los coros de la iglesia. Hay un anillo de doce campanas, colgando para que suene el cambio.

https://es.wikipedia.org/wiki/Abad%C3%ADa_de_Tewkesbury



1901 edificación del pórtico sur de St. Mary’s Church.

 



 

Fuentes:

https://journals.openedition.org/medievalista/287

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5370816

 







04 julio 2021

Patrimonio Masónico VII

 

Patrimonio Masónico VII

Monumento a Washington

Normalmente hace referencia al gran obelisco blanco localizado en el extremo al oeste del National Mall de Washington D. C. Es un monumento conmemorativo al primer presidente de los Estados Unidos y líder del revolucionario Ejército Continental, George Washington, que ganó la independencia del país luchando frente a los británicos en la Guerra de la Independencia.

En 1884, el monumento se convirtió en la estructura más alta del mundo, hasta que se construyó la Torre Eiffel en 1889.

El monumento está elaborado en mármol, granito, piedra arenisca, acero y tiene una altura de 169 metros y 14 centímetros. Fue diseñado por Robert Mills, un prominente arquitecto estadounidense de la década de 1840.

La construcción comenzó en 1848, colocándose la piedra fundamental  el 4 de JULIO y se terminó en 1884, casi 30 años después de la muerte del arquitecto. Esta tardanza se debió a la falta de fondos originados por la Guerra Civil estadounidense. La diferencia en el tipo de mármol (visible aproximadamente a partir de una altura de unos 50 m) delimita la construcción inicial de la segunda etapa de construcción.

Diseño


Un boceto de la propuesta del Monumento a Washington

del arquitecto Robert Mills hacia 1836.

Los esfuerzos para construir el monumento finalmente se iniciaron en 1833. Ese año, cuando se celebraba el 100 aniversario del nacimiento de Washington, un grupo de ciudadanos formaron la Sociedad para el Monumento Nacional a Washington. Empezaron a recoger donaciones, de la forma que Blodgett había sugerido. A mediados de la década de 1830, habían recogido más de 28.000 dólares y anunciaron un concurso para el diseño del monumento.

El 23 de septiembre de 1835, el comité de administración de la Sociedad describió sus expectativas:

Se propone que al contemplar el monumento debe ser reflejo de aquel en cuyo honor se ha construido, sin semejante en el mundo, y proporcional a la gratitud, libertad y patriotismo del pueblo por el que se ha erigido... Debe armonizar esplendor con elegancia, y debe ser a la vez de tal magnitud y belleza como el orgullo del pueblo americano, y provocará la admiración de todo el que lo contemple. Sus materiales deben ser estadounidenses, de mármol y granito traído de todos los estados, y que todos los estados participen en la gloria de contribuir con materiales y fondos para su construcción.

En 1848 los miembros de la Sociedad decidieron empezar la construcción del obelisco y dejar el tema de la columnata para más adelante. Creyeron que si usaban los 87.000 dólares que ya habían recolectado, la apariencia del Monumento iba a espolear más donaciones para completar el proyecto.

Fue entonces cuando el Congreso donó 150.000 m² (37 acres) de terreno para el proyecto. El lugar que Pierre Charles L'Enfant había elegido para el monumento (ahora conocido como Embarcadero Jefferson) era pantanoso e inestable, lo que lo hacía desaconsejable para soportar el enorme peso de la estructura. La nueva ubicación estaba algo al este y al sur de la original, pero en cambio tenía muchas ventajas. «Presenta bellas vistas del río Potomac», como escribió un miembro de la Sociedad, y «está tan elevado que el monumento será visto desde todas las partes del entorno». Como es terreno público «está seguro frente a futuras obstrucciones visuales... [y] será visto desde Mount Vernon, donde reposan las cenizas de nuestro jefe».

Construcción


El monumento parcialmente completado,

fotografiado por Mathew Brady hacia 1860.

Las excavaciones para los cimientos del Monumento a Washington empezaron en primavera de 1848. La primera piedra se puso el 4 de julio, en una ceremonia elaborada por los masones. A esta organización fraternal mundial pertenecía George Washington. Los discursos de ese día mostraron que la nación seguía amando a Washington. Un celebrante dijo:

«No habrá más Washingtons en nuestro tiempo... pero sus virtudes se han grabado en el corazón de la humanidad. El que es grande en el campo de batalla mira con orgullo el liderazgo de Washington. El que crece con sabiduría de sus consejos se siente como si imitase a Washington. El que puede renunciar al poder en contra de los deseos del pueblo, tiene el brillante ejemplo de Washington».

Las construcciones continuaron hasta 1854 cuando las donaciones se acabaron. Al año siguiente, el Congreso votó a donar $200.000 para continuar los trabajos, pero cambiaron de idea antes de gastarse el dinero. Este cambio de opinión llegó porque se adoptó una nueva política de la Sociedad en 1849. Se acordó, tras la petición de gente de Alabama, que los estados y territorios donasen piedras conmemorativas que pudiesen encajar conformando la edificación. Los miembros de la Sociedad pensaban que esta práctica haría que los ciudadanos se sintiesen parte de la construcción del Monumento, y también se reduciría el coste de piedras a comprar.

Bloques de mármol de Maryland, de granito y piedra arenisca llegaron a ritmo constante a la obra. Tribus indias estadounidenses, organizaciones profesionales, sociedades, negocios y naciones del extranjero donaron bloques de piedra de 1,2 por 0,6 por 0,3 o 0,5 m (4 pies por 2 pies por 12 o 18 pulgadas). Sin embargo, muchas piedras llevaban inscripciones de poca relevancia para el monumento. Así, una de los Templarios del Honor y la Templanza decía «Nosotros no compraremos ni venderemos ni usaremos como bebida ninguna bebida de alta graduación alcohólica, ni licores de malta, vino, sidra, o cualquier otro licor alcohólico».


Los terrenos del Monumento a Washington en fase

 de rediseño y para mejorar la seguridad en 2004.

Sin embargo, una de las piedras conmemorativas fue la que desencadenó los acontecimientos que acabaron con la paralización de la donación del Congreso y, consecuentemente, con la construcción del monumento. A principio de la década de 1850, el papa Pío IX contribuyó con un bloque de mármol. En marzo de 1854, miembros del partido estadounidense nativista contra el catolicismo (más conocidos como Know Nothings) robaron la piedra papal en acto de protesta y supuestamente la tiraron al río Potomac. Después, para asegurarse de que el monumento cumplía su definición de "estadounidense", los Know-Nothings llevaron a cabo una elección fraudulenta para conseguir el poder de la Sociedad.

El Congreso retiró inmediatamente la contribución de 200.000 dólares. Los Know-Nothings retuvieron el control de la Sociedad hasta 1858, añadiendo 13 niveles de albañilería al Monumento, los cuales fueron de tan mala calidad que posteriormente se tuvieron que retirar. Incapaces de recolectar suficiente dinero para acabar el monumento, bajó su apoyo popular. Finalmente, los Know-Nothings se rindieron y devolvieron el control a la antigua Sociedad, pero la parada en las obras duró hasta después de la Guerra Civil. Como se puede apreciar, el tercio inferior del monumento tiene un color diferente al resto. Cuando la construcción se reanudó después de la Guerra Civil, los constructores no pudieron encontrar la misma piedra utilizada con anterioridad, por lo que la apariencia cambió.

El interés por el monumento creció tras el fin de la Guerra Civil. Los ingenieros estudiaron en varias ocasiones los cimientos para ver si aún eran suficientemente resistentes. En 1876, durante el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, el Congreso accedió a donar otros 200.000 dólares para proseguir la construcción. El monumento, que había estado durante casi 20 años con menos de un tercio de su altura planeada, parecía que sería completado finalmente.

Antes de poder ponerse a trabajar otra vez, volvieron a surgir críticas del diseño apropiado. Muchos pensaban que sólo el obelisco, sin las columnas de alrededor, sería demasiado escueto. El arquitecto Mills era conocido por haber dicho que el monumento sin las columnas sería como «un ramo de espárragos». Otro crítico dijo que ofrecía «poco de lo que estar orgullosos».

Esta actitud llevó a la gente a enviar diseños alternativos. Tanto la Sociedad para el Monumento Nacional a Washington como el Congreso mantuvieron conversaciones sobre cómo se debía acabar el monumento. La Sociedad consideró cinco nuevos diseños, concluyendo que el de William Wetmore Story parecía «muy superior en gusto artístico y belleza». El Congreso también discutió sobre los nuevos cinco diseños, así como el original de Mills. Mientras se decidían se mantuvo la orden de seguir construyendo el obelisco. Finalmente, los miembros de la Sociedad acordaron abandonar la idea de las columnas y modificar el obelisco para que cumpliese las proporciones clásicas egipcias.

La construcción se reanudó en 1879, bajo la dirección del teniente coronel Thomas Lincoln Casey del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Casey rediseñó los cimientos para que pudiesen soportar una estructura cuyo peso final iba a ser de más de 40.000 toneladas. Entonces, siguiendo las órdenes de la Sociedad, consiguió utilizar las piedras conmemorativas que habían quedado acumuladas. Aunque mucha gente las ridiculizaba, Casey consiguió poner las 193 en las zonas interiores.

La construcción del Monumento iba a gran velocidad ya que el Congreso aportaba los fondos suficientes. En cuatro años se acabó, con una última piedra de 100 onzas (2,8 kilogramos) puesta el 6 de diciembre de 1884, durante la celebración de una ceremonia. En aquella época fue el mayor trozo de aluminio moldeado. ​ El monumento se abrió al público el 9 de octubre de 1888. ​


Momento de la colocación del piramidión sobre la última piedra.

 


El Monumento a Washington al atardecer,

visto desde el Monumento a Jefferson.

 

Detalles de la construcción

El monumento completo se eleva 169,29 metros (555 pies y 5⅛ pulgadas), con los siguientes materiales de construcción y detalles:

·        Fase 1 (de 1848 a 1858): hasta los 46 metros (152 pies) de altura, bajo la dirección del superintendente William Daugherty.

Exterior: Mármol blanco de Texas (Maryland), cerca de Cockeysville (Maryland), y de Sheffield (Massachusetts)

·        Fase 2 (de 1878 a 1888): trabajo llevado a cabo por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, liderados por el teniente coronel Thomas L. Casey.

Exterior: Mármol blanco de otra cantera de Cockeysville.

Interior: Granito de Maine

El piramidión es de aluminio, un metal muy raro en aquella época, cuyo valor era cercano al de la plata. Lo elaboró William Frishmuth.

Inscripciones

Las cuatro caras del piramidión tienen las siguientes inscripciones en inglés:

 

Cara norte

Cara oeste

Cara sur

Cara este

COMISIÓN MIXTA
A LA
PUESTA DE LA ÚLTIMA PIEDRA.

CHESTER A. ARTHUR.
W. W. CORCORAN, Presidente.
M. E. BELL.
EDWARD CLARK.
JOHN NEWTON.
Acto de 2 de agosto de 1876.

PRIMERA PIEDRA PUESTA EN LA CIMENTACIÓN
EL 4 DE JULIO DE 1848.

PRIMERA PIEDRA PUESTA A LA ALTURA DE 152 PIES
EL 7 DE AGOSTO DE 1880.

ÚLTIMA PIEDRA PUESTA EL 6 DE DICIEMBRE DE 1884.

INGENIERO JEFE Y ARQUITECTO, THOS. LINCOLN CASEY, CORONEL, CUERPO DE INGENIEROS. Ayudantes: GEORGE W. DAVIS, CAPITÁN, INFANTERÍA, BERNARD R. GREEN, INGENIERO CIVIL. Maestro Mecánico. P. H. MCLAUGHLIN.

LAUS DEO.
Alabado sea el Señor (en Latín)

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Monumento_a_Washington

10 junio 2021

Patrimonio Masónico VI

 

Patrimonio Masónico VI

                                                     David Bryce

3 de abril de 1803 - 7 de mayo de 1876

 

Fue un escocés arquitecto.

Bryce, hijo de David Bryce (1763-1816), un tendero con un exitoso interés en la construcción. Fue educado en el Escuela secundaria real y se unió a la oficina del arquitecto William Burn en 1825, a la edad de 22 años. En 1841, Bryce se había convertido en socio de Burn. Burn y Bryce disolvieron formalmente su sociedad en 1845, con disputas sobre la construcción de la Iglesia de Santa María, Dalkeith, Midlothian, para el Duque de Buccleuch.

***

Bryce fue iniciado en la masonería escocesa en Lodge Roman Eagle, Nº 160, (Edimburgo). Más tarde se convirtió en miembro afiliado de Lodge St James Operative, Nº 97, también en Edimburgo. Se desempeñó, conjuntamente, como Gran Arquitecto de la Gran Logia de los Antiguos Masones Libres y Aceptados de Escocia, con su mentor, William Burn, de 1845 a 1850 y solo desde 1851 hasta su muerte. También se interesó en otra rama de la masonería conocida como el Real Arco. Fue exaltado (iniciado) en el Capítulo de San Andrés de Edimburgo, No 83.

 

Recibirá el encargo de restaurar la ROSSLYN CHAPEL (1860-1861)




La tumba de David Bryce

 

https://es.vvikipedla.com/wiki/David_Bryce

27 abril 2021

Patrimonio Masónico V El palacio del diario “La Prensa”

 

Patrimonio Masónico V

El palacio del diario “La Prensa”

 

Su presencia en la ciudad de Buenos Aires

 

Este edificio emblemático fue construido entre 1895 y 1898 se ubica en la Avenida de Mayo al 575 de la ciudad de Buenos Aires.  Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1995, siendo en la actualidad la sede de la Casa de la Cultura del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires.


Para presentarles este edificio nos ceñiremos al trabajo de la Lic. Andrea M. Romandetti Dasso, El palacio de La Prensa y su simbología masónica. Publicado el Tomo 8 de Tem  as de Patrimonio Cultural: Presencia Masónica en el Patrimonio Cultural Argentino en su reedición 2005.

El estilo arquitectónico del edificio es ecléctico, una obra basada en la famosa L’ Ecole des Beaux Arts de París, que por aquellos años marca una tendencia en todo el mundo y en América Latina encuentra su máximo desarrollo en las riberas del Río de la Plata.

Uno de los aspectos atrapantes de este estilo es la forma armónica en que supieron entrelazar función lo clásico con lo moderno, lo fastuoso de sus fachadas con la ductilidad de sus conexiones internas, lo maravilloso de sus decoraciones con la estética nueva que exigía dependencias amplias pero funcionales.

El Dr. José Clemente Paz, fundador y primer director del diario La Prensa, encargó el proyecto de la construcción de su sede a los arquitectos Carlos Agote y Alberto Gainza, egresados de L’ École des Arts et Manufactures de París.

Ciertamente, el edificio era no sólo la sede de las oficinas y maquinarias del diario, sino que debía responder a un amplio conjunto de exigencias edilicias y que abarcaban un sin número de actividades desarrolladas en esta sede, tanto para empleados del diario como para el público en general.

 

Un emblema

Sin duda La Farola de LA PRENSA, esa escultura de bronce es el símbolo máximo de este edificio.

Si bien popularmente ha sido llamada LA FAROLA, su título original sintetiza los ideales de su fundador. El periodismo en la construcción de una sociedad libre, siendo el mismo Dr. Paz quien dio instrucciones precisas al escultor francés Maurice Bouval (1863-1916), autor de la obra.


Esta figura femenina, cuya composición nos recuerda a La Libertad guiando al Pueblo, de Eugène Delacroix, quiere representar el progreso que genera el periodismo al transmitir conocimiento y verdad. Esta figura, alegoría del progreso, avanza vigorosa mostrando una página escrita donde puede leerse La Prensa, que es una alusión al periodismo en general, y no solamente al nombre de este diario. En su brazo en alto sostiene la lámpara, que dio origen a su nombre; esta luz es símbolo del conocimiento y la verdad.

Recordemos la importancia de las representaciones masónicas que en su trilogía Libertad, Igualdad, Fraternidad nos hablan del respeto por la libertad del Ciudadano, carisma que toma forma a través de la libertad de expresión.

La Luz, adquiere un tinte de vital importancia en términos masónicos, ya que, para la Orden, la luz es el símbolo, por excelencia, de la sabiduría. El recién iniciado recibe la luz; esta alegoría nos recuerda el seno materno, de donde todo nace a través de la luz del parto. Los masones nacen, luego de su iniciación, como hombres de luz, y esta expresión se ajusta al denominado siglo de los Iluministas (hombres iluminados), cuyos personajes eran, en su mayoría, masones. Está claro, entonces, la importancia que, dentro de la representación simbólica, guarda tanto la Luz como la Libertad para todo miembro de la Orden.

Fundida en la empresa de Thilbaut Hnos, este bronce monumental de 5,50 m. de altura y 4 toneladas de peso, llegó a Buenos Aires en 1898.

 

Salón de las Artes Liberales

En el mismo se encuentra murales donde se plasman todas las herramientas masónicas que hacen alusión a dichas artes. No puede pasarnos desapercibido, que en este lugar es donde se vuelca con toda claridad la intencionalidad masónica del artista más que en todo el edificio; y es precisamente el lugar por el que ingresaba el personal.

Lo que el arquitecto Grementieri no menciona es un pequeño ascensor, que se encuentra en desuso en la actualidad, y que comenzaba su recorrido en el 4º piso, dentro de la gran oficina que abarca completamente la fachada de Av. de Mayo. Este ascensor se encuentra a pocos metros del otro ascensor destinado al personal jerárquico; se detenía, extrañamente, en los desvanes bajo tejados (¿quinto piso?) y tenía como destino final la linterna que sostiene La Farola. Es en este último piso que, según los planos originales del edificio, se encontraba un sector indicado como desván y que se le denominaba la Sala de Esgrima. En este sector, totalmente aislado del resto del edificio, de muy difícil acceso (sólo se puede acceder por este pequeño ascensor o por una estrecha escalera caracol, también alejada de la circulación rutinaria del edificio), sin iluminación directa (excepto por dos ventiluz, ubicados en ambos extremos del amplio salón), sin vestuarios ni baños, completamente aislada de los sonidos tanto del edificio como del entorno urbano, con piso de cemento alisado y paredes pintadas de celeste (se realizaron algunos cateos), con una sucesión de clavos de plomo, exactamente alineados entre el techo y los muros formando un círculo alrededor del salón, es muy factible que se encontrara un lugar de trabajo para los masones (llamado templo masónico). Cada uno de los datos arriba mencionados tienen clara justificación si pensamos tanto en la decoración de una logia, como en los trabajos que allí se desempeñan; no olvidemos que en sus reuniones, tanto el Maestro de Ceremonias como el Experto deben tener espadas, y por la breve descripción brindada, este gran salón, no poseía ninguna comodidad para la práctica de la esgrima.

 

Decodificación de los símbolos hallados en el palacio de La Prensa, basado en la interpretación de símbolos masónicos y de mitología antigua:


Águila
: Esta ave de rapiña, cuyas características son la fuerza, la velocidad, el tamaño y el valor, figuran entre los símbolos más importantes de la masonería. El águila es atributo de uno de los evangelistas. Del nombre águila han tomado el suyo varios de los grados que componen los ritos masónicos, y, como símbolo general de la Orden, representa el Poder y la Libertad. Figura emblemáticamente en casi todos los grados de la masonería conocidos con el nombre de Filósofos o Altos Grados, como símbolo de la audacia, de la investigación y del genio, que contemplan con miradas serenas y fijas la deslumbrante luz de la verdad, así como el águila contempla sin pestañear los vivos resplandores del sol. Por último, es símbolo del Aire.

Ancla: Atributo de diversas divinidades marinas. Por ser el Ancla la única seguridad del barco en caso de tormenta, se la considera símbolo de la esperanza, sobre todo en el lenguaje simbólico cristiano (frecuentemente, en los momentos funerarios y en sarcófagos), y símbolo también de permanencia y
fidelidad. En los primeros tiempos del cristianismo se lo utilizó como símbolo encubierto de la cruz, introduciendo al efecto una barra horizontal que la corta. En términos masónicos, el Ancla representa el emblema de la Esperanza, que interviene en muchas ceremonias y da nombre a varias órdenes.

Antorcha: Emplease una de tres luces en las ceremonias de la adopción de lovetones. En las ceremonias fúnebres del grado de Rosa Cruz el maestro de ceremonias tiene una antorcha para entregarla al Muy Sabio cuando el ritual lo prescribe. Como forma concentrada y reducida a una aparición individual del elemento Fuego, prácticamente tiene la misma significación que éste. Muy utilizada como símbolo de purificación y de iluminación en ritos de iniciación. En la antigüedad, la antorcha, portada hacia abajo por un adolescente o por un genio, era símbolo expresivo de la muerte o de la extinción de la vida.

Espiga de trigo: La simiente, el crecimiento y la cosecha del cereal, concretamente del trigo, son considerados como símbolo de nacimiento y de muerte, o de muerte y renacimiento. En la Grecia clásica, la espiga simboliza el fruto del cuerpo humano, por ser el fruto producido por el seno maternal de la tierra; era símbolo de Deméter y jugaba un papel central en los misterios eleusinos. La Edad Media veía en el grano de trigo un símbolo de Cristo resucitado después de haber bajado a los infiernos. La eucaristía se representa simbólicamente hasta nuestros días en los utensilios del altar mediante una espiga y un racimo de uvas.

Lazo místico: Los masones se consideran unidos entre sí por un vínculo sagrado e inviolable de
carácter fraternal. Por ello se llaman Hermanos del Lazo Místico.

Cadena: Cadena de Unión de un Templo Masónico. Las cadenas en cuanto representan la antigua opresión moral o política y la misión de destruirlas que tienen los masones, han debido forzosamente intervenir en los mitos y ceremonias de la Orden. Alrededor de todas las logias figura, pintada o esculpida, una cadena como símbolo de la unión de todos los masones que se extienden por toda la redondez del globo. Cadena de Unión es el nombre que se da a la unión de todos los hermanos que se hallan en una logia, cuando al despedirse se enlazan unos a otros dándose las manos, representando de esta suerte la fuerza y la solidaridad que debe unir a todos los miembros de la Orden. Cadena de Flores denominase así la que adorna la logia en todo su derredor hecha con flores naturales o artificiales, en todas aquellas fiestas en que el taller solemniza el centenario de su fundación, un enlace o alianza masónica, una adopción o fiesta de lovetones o cualquier otro fasto célebre o congratulatorio para la Orden en general o para la logia en particular.

Caduceo: …es símbolo de la unión de dos fuerzas opuestas. La masonería lo emplea como uno de los símbolos de la ciencia y del progreso.

Columna: Símbolo de la unión entre el cielo y la tierra; en general, como soporte arquitectónico, como símbolo de la firmeza y de la fuerza sustentadora, pudiendo además, como “pars pro toto”, ser el símbolo del edificio de una comunidad o institución potente. La columna completa, con basa y capitel, esté emparentada con el contenido simbólico del árbol de la vida (basa, como raíz; fuste, como tronco; capitel, como copa; por ejemplo, columnas egipcias, corintias, romanas y góticas)… Dentro de las definiciones concernientes a las columnas, debemos destacar la de decorar las columnas se dice del acto en que los asistentes a los talleres ocupen sus respectivos puestos para los trabajos o reuniones masónicas. Así, cuando los Vigilantes se refieren a los obreros que toman asiento en los sitiales que están a ambos lados de la logia, dicen los hermanos que decoran la columna del Norte, para designar a los Aprendices; o la columna del Sur, para los Compañeros y Maestros.

Compás

: Como instrumento de la inteligencia planificadora e imaginativa, símbolo de la fuerza creativa y de la actividad intelectual calculadora, de la inteligencia en sí, de la justicia, de la mesura y de la verdad; atributo de diferentes ciencias y de sus personificaciones, como la geometría, de la astronomía, de la arquitectura y de la geografía. La combinación de círculo con la escuadra era considerada en los lenguajes esotéricos (tanto de la antigua china como de occidente) como símbolo de la unión del círculo o del cielo (compás) con el cuadrado o la tierra (escuadra); es decir, de la perfección absoluta.

La tradición simbólica de la francmasonería dispone que de acuerdo a la posición de los elementos arriba mencionados, indica el grado en que se esté trabajando. Cuando predomina el compás por sobre la escuadra, significa que el espíritu está por sobre la materia.

Es además símbolo de la Justicia con que deben medirse los actos de los hombre, y por esto se dice que junto con la Biblia y la Escuadra es una de las Grandes Joyas y de las

Grandes Luces que iluminan la masonería. Esto en términos masónicos se conoce como: las Joyas Fijas; ya que nunca cambian, siempre deben estar presente en todos los trabajos de los masones.

Copa, Cáliz: Símbolo frecuente de plenitud rebosante. En la Biblia la figura de la copa aparece en diferentes contextos: la copa de salvación o del destino que el ser humano recibe de Dios, bien como copa propiamente dicha o haciendo referencia al contenido de la misma, o también la copa de la ira divina, etc. En la escena del Monte de los Olivos, Cristo habla del Cáliz de los sufrimientos que le esperan. Santo Grial: objeto sagrado de la poesía medieval en Francia; generalmente recipiente en el que se conserva una hostia, Cáliz de la cena o cuenco en el que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo. Símbolo de la mayor felicidad celestial y terrenal, así como de la Jerusalén celestial. Sólo alcanzable para el ser humano puro, y, por ello, símbolo del máximo grado de desarrollo espiritual tras haber superado aventuras inmateriales. Dentro de la simbología masónica descubriremos que este elemento representa la copa amarga, en los viajes que el adepto debe realizar en su caminar hacia la iniciación, como también, la copa dulce, que le dan sus hermanos, símbolo de la fraternidad que reina entre ellos. Es, además, dentro de la nomenclatura masónica para las ceremonias de banquetes llamada Cañón pues cada vez que se brinda, se le llama, Dar Cañonazos.

Corona: Como adorno que resalta la parte más noble del cuerpo humano, la corona posee un significado simbólico ennoblecedor de la persona; por su forma radial, frecuentemente dentada, guarda relación con algunos aspectos simbólicos del cuerno; por su forma circular es siempre expresión de dignidad, de poder, de solemnidad o de una festividad excepcional. En casi todas las culturas es atributo de los reyes. Por ejemplo: en el judaísmo, la corona de oro en forma de diadema es también signo de una alta dignidad sacerdotal; las coronas de los dioses y de los faraones de Egipto eran consideradas en sí mismas como entidades poderosas y mágicas, a las que se consagraban cultos y cantos religiosos propios. En el budismo y en el hinduismo, así como en el Islam, la corona (en algunas ocasiones, relacionada con la flor de loto) es signo de la elevación del espíritu sobre el cuerpo. Masónicamente, es símbolo del atributo que como emblema de la Majestad, Poder, Martirio, Gloria y Triunfo, figura en los ritos masónicos. Corona de oro: emblema de la rapidez de las órdenes emanadas de las logias del grado 17º del rito escocés.

Delfín: La imagen del Delfín, según la iconografía cristiana, es el símbolo de la emigración de las almas, la figura de Jesús y el atributo de San Luciano. En los primeros años del cristianismo, queriendo luchar éste con el simbolismo de la religión pagana, tan rica en alegorías de todo género, el símbolo que obtuvo más éxito y que prestó mayor número de interpretaciones a la inspiración cristiana fue sin duda, el pez. Y lo que dio más importancia a este símbolo fue el decir que la palabra pescado, escrita en


griego, facilitaba las letras iniciales de la venerada frase, Jesu-Cristo, hijo de Dios, salvador. A esta circunstancia se atribuye pues, los emblemas de los dos pescados que se ven figurar sobre un gran número de monumentos. La antigüedad había adoptado el delfín como emblema de la velocidad. Los padres de la Iglesia se sirvieron de él como para dar una idea de la celeridad y solicitud que los fieles deben poner en el cumplimiento de los deberes. El símbolo del delfín fue generalmente aceptado. Se le encuentra esculpido sobre los gajes de amor en las piedras anulares, y sobre las lápidas sepulcrales, en las que simboliza la fidelidad conyugal. En la antigüedad, por su extraordinaria inteligencia, amistad con el ser humano, y por su movilidad, el delfín fue objeto de interpretaciones místicas por muchos pueblos ligados al mar. Delfín, Hueco de la escalera, Av. de Mayo.

Con referencia a esta imagen, no permitimos señalar, que en su parte posterior, si observamos con detenimiento, surgen hojas de muérdago, que, en su interpretación más hermética nos dice lo siguiente: se le consideraba frecuentemente como remedio eficaz contra enfermedades, rayos y magia, como portador de suerte y, por ser una planta de hoja perenne, como símbolo de inmortalidad; jugó un papel importante en los usos y costumbres celtas.

Diana: Hija de Júpiter y Latona, y hermana de Apolo. Diosa de la caza, cuyo culto llegó a ser muy célebre en toda Asia. Se la representa bajo la figura de una mujer hermosa con el traje replegado sobre el muslo derecho para trepar con más facilidad por las peñas; lleva la aljaba pendiente de los hombros, el arco y la flecha en la mano, la luna en la cabeza, y tiene un perro a su lado. Se traduce por luminoso o perfecto. Para los paganos era una de sus diosas mayores; se la adoraba con los nombres de Casta Diva, o Casta Ninfa en los bosques a la que añadían el epíteto de Cazadora, Hebe o Bere, Cinthia, la Luna, Hecate, poderosa y terrible en los infiernos; su nombre en griego era Artemis.

Dionisos: Dios de los antiguos, denominado también Baco, por lo cual a los sacerdotes constructores de los teatros y templos consagrados a esta divinidad, se les llamaba dionisianos. Fue además uno de los representantes del Sol y del espíritu fecundador. Como dios de la tierra, Dionisos pertenece, como Perséfone, tanto al mundo infernal como al superior. La muerte de la vegetación en invierno se representaba como la huida del dios a un lugar oculto para escapar de la sentencia de sus enemigos, o hasta de su muerte, para regresar nuevamente de la oscuridad, o subir de entre los muertos, a una vida y actividad nueva. Bajo esta forma se le llama Zagreus y se le representa como hijo de Zeus y de su hija Perséfone, y algunas veces de Zeus y Démeter. En su niñez los titanes lo despedazaron por orden de la envidiosa Hera. Pero cada tres años, después de pasar el intervalo en el mundo infernal, renace. En ocasiones se lo representa, como en la estatua del Vaticano denominada Sardanápalo, de gran altura, con una superabundante cabellera que le cubre la cabeza y la barba. En otras ocasiones, como ocurre en numerosas estatuas que han sobrevivido, aparece como un joven de formas blandas y afeminadas, con largos y ensortijados cabellos confinados por una diadema o una corona de vid o de hiedra. Además de la vid, la hiedra y la rosa, le estaban consagradas la pantera, el león, el lince, el buey, el macho cabrío y el delfín.

Escuadra: Útil o instrumento empleado en las construcciones. Símbolo de la rectitud a que el hombre debe sujetar todas sus acciones y de la virtud que debe rectificar nuestros corazones. La escuadra y la plomada, previenen al masón, que sea justo y equitativo. Al lado del compás que representa el cielo, a donde el iniciado debe dirigir constantemente sus miradas, la escuadra representa la tierra, a donde le encadenan sus pasiones; por lo que se dice, que el verdadero masón se encuentra siempre entre la ESCUADRA y el COMPÁS, para expresar que está desprendido de las afecciones materiales, de las cosas terrenas y que sólo anhela unirse a su celeste origen. En los tres grados simbólicos, es el símbolo de la rectitud masónica. La escuadra es una de las seis joyas o alhajas de la logia, y la primera de las tres llamadas móviles. Constituye el distintivo del Venerable

Maestro, quien debe mejor que nadie, ser recto e imparcial en sus juicios y acciones, para dar ejemplo a los obreros de su taller. Para terminar, diremos que la escuadra figura en todos los grados de la masonería, como uno de los emblemas más elocuentes, que con misterioso y sublime lenguaje, ofrece siempre a los masones de todos los grados y jerarquías, lecciones sapientísimas, que les conducen siempre por el recto camino de la equidad y de la justicia.

Esfinge: De origen egipcio. Según la fábula fue un monstruo, hijo de Tifón y de la Quimera, que apareció en un monte de las inmediaciones de Tebas, poco tiempo después que Edipo hubo dado muerte a su padre. Situada en mitad del camino, detenía a todos los viajeros que se dirigían a la Beocia y les proponía enigmas, devorando a todos aquellos que no los podían descifrar.

Aterrados los tebanos, ofrecieron el trono y la mano de Yocasta a quien le librara del monstruo. Edipo se presentó ante la esfinge y preguntado ésta cuál era el animal que tenía cuatro pies por la mañana, dos durante el día y tres por la noche, contestó éste, que el hombre, porque al nacer y durante infancia andaba a cuatro manos, arrastrándose por el suelo; se movía suelto y ligero con sus dos pies durante la juventud y se apoyaba en un bastón al llegar a la vejez. Vencida la esfinge, se arrojó al mar, como lo tenía vaticinado el oráculo. Los antiguos pueblos la representaron de diferentes maneras. Los griegos, por ejemplo, la presentaron bajo muy variadas formas, la de una joven con cuerpo de león y provista de alas; la de una virgen alada también, con el pecho y los pies de león y la cola de serpiente, o con cabeza de león, cuerpo de hombre, alas de águila y pies de buitre, y algunas veces, con cuerpo de perro.

La esfinge es el emblema de los trabajos masónicos, que deben ser secretos y ocultos.

Espada: Es uno de los símbolos más usados en las ceremonias masónicas; recordemos que tanto el Maestro de Ceremonias como el Experto lleva, cada uno de ellos, una espada durante las tenidas. Espada Flamígera: espada cuya hoja es ondeada en forma de lengua de fuego y sobre la que prestan juramento los recipiendarios. Esta espada entre los druidas, era llamada Belino, el dios del Sol. En la Sagrada Escritura se dice que el ángel que arrojó a Adán y Eva del paraíso, guardó las puertas con una espada flamígera o de fuego. En la lucha constante entre los dos principios, el BIEN y el MAL, hay para este último un castigo reservado, el fuego destructor de la conciencia. Es pues, para los masones, el símbolo del honor, de la conciencia y de la protección. Generalmente en el lenguaje masónico las espadas suelen llamarse aceros. ACEROS: símbolo de la fortaleza.

El acero interviene en la iniciación del grado 20º para simbolizar la fortaleza y temple de ánimo de los masones. Como instrumento muy cortante, símbolo de la decisión, de la separación de lo bueno y lo malo, y, en consecuencia, símbolo de la justicia; en muchas representaciones gráficas del juicio universal sale una espada, frecuentemente de doble filo, de la boca de Cristo.

Estrella: Uno de los símbolos cuyo empleo es muy frecuente en la masonería. El principio alquímico lo muestra a través de la interpretación del hombre con sus brazos y piernas extendidas, donde encontramos el trivium y el cuadrivium, que coronan el número cinco, al igual que las disposiciones del sello de Salomón. Es también el emblema de la perfección y el saber que Pitágoras instituye; es además, el símbolo de un grado de la masonería que da origen al número de este grado. En las logias simboliza la paz, el amor y fraternidad quintuplicados o reunidos en las cinco Luces de las mismas.

Globo terráqueo, (esfera): Emblema de la regularidad y sabiduría. En los misterios egipcios, las esferas o globos eran símbolos de un Dios eterno y supremo y entre los francmasones, de la extensión universal de la sociedad, recordándoles lo grande y universal que debe ser la caridad que están llamados a practicar.

Granadas: Frutas que aparecen en el simbolismo de la Orden colocadas sobre los capiteles de las dos columnas que se hallan a los lados de la puerta de las logias. Esto simboliza la fraternidad unida, ya que cada grano del fruto es la representación de un masón; todos los granos están estrechamente unidos, como deben estar los masones. Otra particularidad que tiene esta representación es que este fruto, en especial, es uno de los pocos que se pudre de afuera hacia adentro. La explicación simbólica a esta enseñanza es que dentro de los masones puede haber un mal grano, pero será fácilmente visto, y rechazado.

Esta idea simbólica, la veremos repetirse en muchas ocasiones, a través de la Cadena de Unión y otras representaciones.

Hermes: Hijo de Zeus y de la Náyade Maya, hija de Atlas, y hermano de Apolo. Por su agilidad, rapidez y actividad, era el mensajero de Zeus, y sabía cómo llevar a cabo, hábil y astutamente, las órdenes de su padre. También le nombró Heraldo de los dioses y el guía de los muertos en el reino de Hades. En compañía de Atenea, escoltaba y protegía a los héroes en las empresas peligrosas y les daba consejos prudentes. Se complacía de manera especial en el comercio entre los hombres, en la compra y venta y también en todo cuanto se obtuviese mediante la astucia o por el robo. Por eso es el patrón de los mercaderes, comerciantes (conocido como Mercurio entre los romanos) y ladrones. Fue creador de la música (inventó la flauta de los pastores y la lira), venerándosele, además, como el dios de la oratoria y la elocuencia. En épocas posteriores, se le consideró, incluso, como el inventor de los signos para escribir, los guarismos, las matemáticas y la astronomía. La forma de representación es como mensajero de los dioses. En las obras de arte más antiguas aparece como un hombre fornido, con barba. Sus atributos usuales son las alas pegadas a sus tobillos, un casco chato, de ala grande, que en los últimos tiempos, al igual que su caduceo se adornaba con alas. Dentro de la simbología masónica, Hermes es descripto como el inventor de la Alquimia y el ceremonial del culto a los dioses.

Dentro de las creencias que ilustran a este personaje, está su vocación por la interpretación de los misterios que sólo entregaba a quienes estaban verdaderamente preparados y, luego de pasar por sobradas pruebas.

León: Se le considera el rey de los animales terrestres (junto al águila, como rey de las aves). Animal simbólico muy conocido, entendido, generalmente, como animal solar o en estrecha relación con la luz; entre otras razones, probablemente, por su fuerza, su color dorado y la distribución radial de la melena


que rodea su cabeza. En China y Japón se consideraba al león, al igual que al dragón, como ahuyentador de malos espíritus, razón por la que se le representaba, frecuentemente, como guardián a la entrada de los templos. También los templos egipcios, asirios y babilónicos están, a menudo, custodiados por esculturas de león. Por su indomable fuerza, se le relacionaba en la antigüedad con los dioses Dionisos y Afrodita, entre otros. Su naturaleza ardiente y llena de fuego, lo había hecho consagrar a Vulcano, símbolo del fuego filosófico. El león era, pues, para los filósofos, el emblema del arte hermético.

León hermético, el guardián de los grandes secretos.

Libro: Símbolo de la sabiduría, del conocimientos y también alegoría de la totalidad del universo (en cuanto a unidad compuesta de páginas sueltas y de signos de escritura).

Masónicamente, la representación de libro encuentra su máxima expresión en el Libro de Arquitectura, éste llamado así por el principio de constructores y por la declamación a un Gran Arquitecto del Universo, que utilizan los masones.

Dentro de estas imágenes, las que, con mayor ponderación encontraremos constantemente, se encuentran tres figuras geométricas, que al unísono hemos encontrado en el diario La Prensa y la Gran Logia.

Círculo: Figura geométrica que la masonería considera como la más perfecta y por medio de la cual representa la Creación del Universo, así como en su combinación triplicada simboliza la palabra inefable de los hebreos con el nombre de Dios, según la tradición del grado del Maestro Secreto en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Cuadrado: Símbolo estático, adinámico, relacionado a menudo u opuesto al círculo; símbolo de la tierra, en contraposición al cielo o de lo limitado, en oposición a lo ilimitado. Representaba, además, los cuatro puntos cardinales. Asociado con la Cábala.

Triángulo: Figura geométrica compuesta de tres lados y tres ángulos. El triángulo equilátero, figura perfecta, por tener sus ángulos y sus lados perfectamente iguales, es sin disputa, la figura más importante de la masonería, así como de muchas religiones.

Libro – Biblioteca del Dr. Paz, 1° piso.

Libro – Relieve Gran Templo.


Mandala
: Denominación dada en el antiguo indio al círculo; posteriormente se utilizó para denominar signos de meditación de las religiones hindúes. Principalmente abstractos o poblados de elementos figurativos en forma de círculo o de poliedro; representa, simbólicamente, experiencias religiosas y tiene como objeto coadyuvar, mediante la meditación, a la unión con lo divino.


Maza
(Mallete): Nombre que se da al martillo que es símbolo de autoridad y corresponde al Venerable y a los dos Vigilantes, que por medio de sus golpes dirigen los trabajos de los hermanos. Recordamos también, que la representación simbólica del aprendiz, debe estar acompañada por una maza y un cincel, para desbastar la piedra en bruto (símbolo del alma que busca desbastar o pulir las imperfecciones que tenga, trabajo del propio aprendiz, golpeando con la maza que es la fuerza y el cincel, que es la voluntad).

Regla: En todos los templos simbólicos, la regla figura entre los útiles alegóricos de la masonería como el emblema de la perfección. En las recepciones del grado de Maestro se ve una regla de 24 pulgadas o de 24 divisiones. Es también el arma con que, un mal operario, busca, de mala forma, obtener un aumento de salario sin merecerlo, dando paso a la simbólica leyenda del maestro constructor


del Templo del Rey Salomón; leyenda donde encuentra su máxima representación, el grado más importante dentro de la masonería azul, o simbólica. Según la interpretación astronómica de este grado, esta regla es una imagen de las 24 horas que dura cada revolución diurna, primera distribución del tiempo.

Rosa: Planta mitológica, simbólica y poética, muy celebrada desde los tiempos más remotos. Esta flor, que los antiguos misterios de Egipto estaba consagrada a Isis,  desempeña un papel importantísimo en algunos grados de la masonería, y muy especialmente en los de origen místico hermético, como por ejemplo, en el de la Rosa Cruz. En general, la rosa ha sido considerada siempre por los masones como símbolo de la discreción, de la inocencia y de la virtud. También es símbolo de unión (cadena de flores que es empleada en las ceremonias masónicas donde participan profanos, o en otras ceremonias donde el ritual permite simbolizar algo delicado o de sumo cuidado, por ejemplo, en referencia a la mujer, en el reconocimiento conyugal y la adopción de lovetones). En el grado de Rosa Cruz, entre los emblemas del fuego divino, de la beneficencia inagotable, la rosa es el símbolo de la ciencia, producto brillante de la imaginación y poesía y por su alianza con la cruz, representa los contrastes producidos por los pesares y alegrías de la vida. Rosa de oro: Hermanos de la Rosa de Oro, título de un grado hermético; Hermanos de la Rosa Cruz de Oro, asociación alquímica que se formó en Alemania en 1777 a consecuencia de una escisión ocurrida entre los antiguos hermanos de la Rosa Cruz.

Rueda: Reúne en sí el contenido simbólico del círculo, enriquecido con el aspecto modificador del movimiento, del devenir, del pasar; junto al aspecto del movimiento, juega un papel importante, desde el punto de vista simbólico, la ordenación radial de sus rayos. En la mayoría de las culturas, la rueda aparece como símbolo solar. La rosa puede ser también símbolo de todo el universo, en relación, a sus continuos ciclos de renovación; por ejemplo, la Rota Mundi del los Rosicrucianos. Carl J. Jung ve en la roseta o rosetón de las fachadas de las catedrales góticas un símbolo de la unidad en la pluralidad, una forma especial de mandala. Podemos agregar, además, que el símbolo de la rueda dentada, simboliza el progreso.

 

 

 

Vaya este último caso, para seguir buscando detalles, que se nos hace imposible seguir estableciendo en esta oportunidad, como los trabajos en hierro, o los ornamentales en el Salón Dorado. Sin duda esto es una puerta a otro mundo, que más de una vez dejamos pasar sin prestarle la atención debida.

 

 

https://www.academia.edu/40776237/Patrimonio_cultural_argentino

 

https://www.google.com/imgres?imgurl=http%3A%2F%2Fwww.arcondebuenosaires.com.ar%2Fprensa-18-11z.jpg&imgrefurl=http%3A%2F%2Fwww.arcondebuenosaires.com.ar%2Fedificio_la-prensa.htm&tbnid=Hio2pmF1AaBJWM&vet=12ahUKEwjVg-TAup_wAhVbtpUCHfZNBEYQMygGegQIARBE..i&docid=nCmXkkRNmNjWLM&w=598&h=800&q=palacio%20del%20diario%20%E2%80%9CLa%20Prensa%E2%80%9D%20Sal%C3%B3n%20de%20las%20Artes%20Liberales&ved=2ahUKEwjVg-TAup_wAhVbtpUCHfZNBEYQMygGegQIARBE#imgrc=abVfFEgH5qqZDM&imgdii=_34V8r4ktD7hlM

 

http://www.arcondebuenosaires.com.ar/edificio_la-prensa.htm

 

17 abril 2021

Patrimonio Masónico IV

 

Patrimonio Masónico IV

(segunda parte)

Su presencia en la ciudad de

Buenos Aires

Primera parte

Salón de Recepción (Pasos Perdidos).

 


El patio, totalmente despojado, es concebido como elemento de circulación, de ventilación e iluminación de los ambientes interiores y no como espacio de uso.

A continuación del Templo se encuentra la Biblioteca Federico Garrigós.

 

Al fondo del terreno están los servicios y una escalera de hierro que conduce a las habitaciones de la casera o encargada en la planta alta.

 

Dicho templo alude también al templo de Jerusalén edificado por el Rey Salomón. De planta rectangular, cada uno de sus lados se denominan Oriente, Occidente, Norte, y Sur o Mediodía. El solado es de listones de pinotea, aunque lo normal es de mosaicos blancos y negros. El cielorraso representa el cielo; en Oriente nace el sol, en Occidente se encuentran la luna y las estrellas.

 

El Oriente es un estrado al que se sube por tres peldaños, y en el cual se halla el trono del Venerable Maestro y la bandera nacional, además de símbolos de distintos grados masónicos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

  


En el lado opuesto, dos columnas B y J, similares a las que existían en el templo del Rey Salomón.

Vemos los sitiales de los dignatarios oficiales del Taller y en lo alto una cadena simbólica de la cadena masónica universal.







 

La fachada da al oeste, por lo que la entrada se realiza de Occidente a Oriente,

fuente de la sabiduría.

El techo presenta motivos florales geométricos rojizos con un fondo en la gama de los azules de gran calidad artística, siendo el color actual del Templo de un rojo intenso con pequeños motivos ocres a manera de decoración.[1]