Patrimonio Masónico VII
Monumento a Washington
Normalmente hace referencia al gran obelisco blanco
localizado en el extremo al oeste del National Mall de Washington
D. C. Es un monumento conmemorativo al primer presidente de
los Estados Unidos y líder del revolucionario Ejército
Continental, George
Washington, que ganó la independencia del país luchando frente a
los británicos en la Guerra de la Independencia.
En 1884, el monumento se convirtió en la
estructura más alta del mundo, hasta que se construyó la Torre Eiffel en 1889.
El monumento está elaborado en mármol, granito, piedra
arenisca, acero y tiene una altura de 169 metros y 14 centímetros. Fue diseñado
por Robert Mills, un prominente arquitecto estadounidense de
la década de 1840.
La construcción comenzó en 1848, colocándose
la piedra
fundamental el 4 de JULIO y
se terminó en 1884, casi 30 años después de la muerte del arquitecto. Esta
tardanza se debió a la falta de fondos originados por la Guerra Civil
estadounidense. La diferencia en el tipo de mármol (visible aproximadamente a
partir de una altura de unos 50 m) delimita la construcción inicial de la
segunda etapa de construcción.
Diseño
Un boceto de la propuesta del Monumento a Washington
del arquitecto Robert Mills hacia 1836.
Los esfuerzos para construir el monumento
finalmente se iniciaron en 1833. Ese año, cuando se celebraba el 100
aniversario del nacimiento de Washington, un grupo de ciudadanos formaron
la Sociedad para el Monumento Nacional a Washington. Empezaron a recoger
donaciones, de la forma que Blodgett había sugerido. A mediados de la década de
1830, habían recogido más de 28.000 dólares y anunciaron un concurso
para el diseño del monumento.
El 23 de septiembre de 1835,
el comité de administración de la Sociedad describió sus expectativas:
Se propone que
al contemplar el monumento debe ser reflejo de aquel en cuyo honor se ha
construido, sin semejante en el mundo, y proporcional a la gratitud, libertad y
patriotismo del pueblo por el que se ha erigido... Debe armonizar esplendor con
elegancia, y debe ser a la vez de tal magnitud y belleza como el orgullo del
pueblo americano, y provocará la admiración de todo el que lo contemple. Sus
materiales deben ser estadounidenses, de mármol y granito traído de todos los
estados, y que todos los estados participen en la gloria de contribuir con
materiales y fondos para su construcción.
En 1848 los miembros de la Sociedad
decidieron empezar la construcción del obelisco y dejar el tema de la
columnata para más adelante. Creyeron que si usaban los 87.000 dólares que ya
habían recolectado, la apariencia del Monumento iba a espolear más donaciones
para completar el proyecto.
Fue entonces cuando el Congreso donó 150.000
m² (37 acres) de terreno para el proyecto. El lugar que Pierre Charles
L'Enfant había elegido para el monumento (ahora conocido como Embarcadero
Jefferson) era pantanoso e inestable, lo que lo hacía desaconsejable para
soportar el enorme peso de la estructura. La nueva ubicación estaba algo al
este y al sur de la original, pero en cambio tenía muchas ventajas. «Presenta
bellas vistas del río Potomac», como escribió un miembro de la Sociedad,
y «está tan elevado que el monumento será visto desde todas las partes del
entorno». Como es terreno público «está seguro frente a futuras
obstrucciones visuales... [y] será visto desde Mount Vernon, donde reposan las
cenizas de nuestro jefe».
Construcción
El monumento parcialmente completado,
fotografiado por Mathew Brady hacia 1860.
Las excavaciones para los cimientos del
Monumento a Washington empezaron en primavera de 1848. La primera piedra se
puso el 4 de julio, en una ceremonia elaborada por los masones. A
esta organización fraternal mundial pertenecía George Washington. Los discursos
de ese día mostraron que la nación seguía amando a Washington. Un celebrante
dijo:
«No habrá más
Washingtons en nuestro tiempo... pero sus virtudes se han grabado en el corazón
de la humanidad. El que es grande en el campo de batalla mira con orgullo el
liderazgo de Washington. El que crece con sabiduría de sus consejos se siente
como si imitase a Washington. El que puede renunciar al poder en contra de los
deseos del pueblo, tiene el brillante ejemplo de Washington».
Las construcciones continuaron hasta 1854
cuando las donaciones se acabaron. Al año siguiente, el Congreso votó a donar
$200.000 para continuar los trabajos, pero cambiaron de idea antes de gastarse
el dinero. Este cambio de opinión llegó porque se adoptó una nueva política de
la Sociedad en 1849. Se acordó, tras la petición de gente de Alabama, que
los estados y territorios donasen piedras conmemorativas que pudiesen encajar
conformando la edificación. Los miembros de la Sociedad pensaban que esta
práctica haría que los ciudadanos se sintiesen parte de la construcción del
Monumento, y también se reduciría el coste de piedras a comprar.
Bloques de mármol de Maryland, de granito y
piedra arenisca llegaron a ritmo constante a la obra. Tribus indias
estadounidenses, organizaciones profesionales, sociedades, negocios y naciones
del extranjero donaron bloques de piedra de 1,2 por 0,6 por 0,3 o 0,5 m (4
pies por 2 pies por 12 o 18 pulgadas). Sin embargo, muchas piedras llevaban
inscripciones de poca relevancia para el monumento. Así, una de los Templarios
del Honor y la Templanza decía «Nosotros no compraremos ni venderemos
ni usaremos como bebida ninguna bebida de alta graduación alcohólica, ni
licores de malta, vino, sidra, o cualquier otro licor alcohólico».
Los terrenos del Monumento a Washington en fase
de rediseño y
para mejorar la seguridad en 2004.
Sin embargo, una de las piedras
conmemorativas fue la que desencadenó los acontecimientos que acabaron con la
paralización de la donación del Congreso y, consecuentemente, con la
construcción del monumento. A principio de la década de 1850, el
papa Pío IX contribuyó con un bloque de mármol. En marzo de 1854,
miembros del partido estadounidense nativista contra el catolicismo
(más conocidos como Know Nothings) robaron la piedra papal en acto de
protesta y supuestamente la tiraron al río Potomac. Después, para asegurarse de
que el monumento cumplía su definición de "estadounidense", los Know-Nothings llevaron
a cabo una elección fraudulenta para conseguir el poder de la Sociedad.
El Congreso retiró inmediatamente la
contribución de 200.000 dólares. Los Know-Nothings retuvieron el
control de la Sociedad hasta 1858, añadiendo 13 niveles de albañilería al
Monumento, los cuales fueron de tan mala calidad que posteriormente se tuvieron
que retirar. Incapaces de recolectar suficiente dinero para acabar el
monumento, bajó su apoyo popular. Finalmente, los Know-Nothings se
rindieron y devolvieron el control a la antigua Sociedad, pero la parada en las
obras duró hasta después de la Guerra Civil. Como se puede apreciar, el
tercio inferior del monumento tiene un color diferente al resto. Cuando la
construcción se reanudó después de la Guerra Civil, los constructores no
pudieron encontrar la misma piedra utilizada con anterioridad, por lo que la
apariencia cambió.
El interés por el monumento creció tras el
fin de la Guerra Civil. Los ingenieros estudiaron en varias ocasiones los
cimientos para ver si aún eran suficientemente resistentes. En 1876, durante el
centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, el
Congreso accedió a donar otros 200.000 dólares para proseguir la construcción.
El monumento, que había estado durante casi 20 años con menos de un tercio de
su altura planeada, parecía que sería completado finalmente.
Antes de poder ponerse a trabajar otra vez,
volvieron a surgir críticas del diseño apropiado. Muchos pensaban que sólo el
obelisco, sin las columnas de alrededor, sería demasiado escueto. El arquitecto
Mills era conocido por haber dicho que el monumento sin las columnas sería como
«un ramo de espárragos». Otro crítico dijo que ofrecía «poco de
lo que estar orgullosos».
Esta actitud llevó a la gente a enviar
diseños alternativos. Tanto la Sociedad para el Monumento Nacional a Washington
como el Congreso mantuvieron conversaciones sobre cómo se debía acabar el
monumento. La Sociedad consideró cinco nuevos diseños, concluyendo que el
de William Wetmore Story parecía «muy superior en gusto artístico
y belleza». El Congreso también discutió sobre los nuevos cinco diseños,
así como el original de Mills. Mientras se decidían se mantuvo la orden de
seguir construyendo el obelisco. Finalmente, los miembros de la Sociedad
acordaron abandonar la idea de las columnas y modificar el obelisco para que
cumpliese las proporciones clásicas egipcias.
La construcción se reanudó en 1879, bajo la
dirección del teniente coronel Thomas Lincoln Casey del Cuerpo
de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Casey rediseñó los cimientos
para que pudiesen soportar una estructura cuyo peso final iba a ser de más de
40.000 toneladas. Entonces, siguiendo las órdenes de la Sociedad,
consiguió utilizar las piedras conmemorativas que habían quedado acumuladas.
Aunque mucha gente las ridiculizaba, Casey consiguió poner las 193 en las zonas
interiores.
La construcción del Monumento iba a gran
velocidad ya que el Congreso aportaba los fondos suficientes. En cuatro años se
acabó, con una última piedra de 100 onzas (2,8 kilogramos)
puesta el 6 de diciembre de 1884, durante la celebración de una
ceremonia. En aquella época fue el mayor trozo de aluminio moldeado. El
monumento se abrió al público el 9 de octubre de 1888.
Momento de la colocación del piramidión sobre la última piedra.
El Monumento a Washington al atardecer,
visto desde el Monumento a Jefferson.
Detalles de la construcción
El monumento completo se eleva 169,29
metros (555 pies y 5⅛ pulgadas), con los siguientes materiales de construcción
y detalles:
·
Fase 1 (de 1848 a 1858): hasta
los 46 metros (152 pies) de altura, bajo la dirección del superintendente
William Daugherty.
Exterior: Mármol
blanco de Texas (Maryland), cerca de Cockeysville (Maryland), y
de Sheffield (Massachusetts)
·
Fase 2 (de 1878 a 1888):
trabajo llevado a cabo por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los
Estados Unidos, liderados por el teniente coronel Thomas L. Casey.
Exterior: Mármol blanco de otra cantera de
Cockeysville.
Interior: Granito de Maine
El piramidión es de aluminio,
un metal muy raro en aquella época, cuyo valor era cercano al de la plata.
Lo elaboró William Frishmuth.
Inscripciones
Las cuatro caras del piramidión tienen las
siguientes inscripciones en inglés:
Cara norte |
Cara
oeste |
Cara
sur |
Cara
este |
COMISIÓN MIXTA |
PRIMERA PIEDRA
PUESTA EN LA CIMENTACIÓN |
INGENIERO JEFE
Y ARQUITECTO, THOS. LINCOLN CASEY, CORONEL, CUERPO DE INGENIEROS. Ayudantes: GEORGE
W. DAVIS, CAPITÁN, INFANTERÍA, BERNARD R. GREEN, INGENIERO CIVIL. Maestro
Mecánico. P. H. MCLAUGHLIN. |
LAUS DEO. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario