“La masonería no tiene
nada que ocultar”
DIARO El País -
25/07/2021
LA ENTREVISTA DEL
DOMINGO
La masonería en Uruguay experimenta dos procesos paralelos:
un crecimiento exponencial en sus integrantes y la apertura a la sociedad de
aspectos dominados por un secretismo absoluto.
PABLO S. FERNÁNDEZ
Domingo, 25 Julio 2021 04:00
Foto: Estefanía Leal
El crecimiento exponencial de los integrantes de la
institución y el porqué de la necesidad de abrirse a la sociedad abandonado el
secretismo absoluto que hasta hace poco dominaba sus acciones, son explicados
en esta entrevista que, José Garchitorena, Gran Maestro de la Gran Logia de la
Masonería del Uruguay, concedió a El País. La vinculación del expresidente
Tabaré Vázquez con la organización y cómo fue su relación con ella durante dos
presidencias, también formaron parte de la conversación.
-¿Qué es ser masón y para qué sirve?
-La masonería surgió en el Siglo XVIII y plantea una forma
de búsqueda del mejoramiento personal, de desarrollo de las potencialidades del
ser humano y de la intelectualidad. Tiene un claro objetivo de mejorar también
la comunidad de la sociedad. Un masón tiene un compromiso ético con la acción,
por eso no es de extrañar que haya tantos masones vinculados al quehacer
social.
-¿Es lo mismo la masonería uruguaya que la argentina, por
ejemplo?
-Suele hablarse de masonería universal en cuanto a los
principios, valores e ideales. Hay diferentes formas de practicar la masonería.
En Uruguay practicamos el rito escocés antiguo y aceptado, que es de los más
antiguos y extendidos en el mundo.
-¿Y cuáles son esos ritos?
-Son una sucesión de prácticas, de actos que están pautados
y predeterminados. Que tienen un sentido y un propósito para potenciar los
valores de cada uno.
-¿Qué se necesita para ser masón en Uruguay?
-Se necesita que te inviten, la masonería es selectiva. Se
supone que hay alguien que responde por tus condiciones, por tu trayectoria,
por tu conducta y que entiende que, no solamente vas a ser un buen aporte a la
institucionalidad, sino que vas a aprovechar lo que la institución puede
ofrecer.
-En este proceso de apertura a la sociedad, en el pasado Día
del Patrimonio que dejaron entrar a visitar el templo, recibieron varios
pedidos para ingresar. ¿Cómo se maneja eso?
-Recibimos muchas solicitudes de afiliación por la página
web. Personas interesadas que nos escriben: “me gustaría integrarme”, “tengo un
pariente que fuera masón”, o “no conozco ningún masón, pero me interesa”.
Nosotros vemos todo obviamente. Pero el procedimiento establece que te tiene
que presentar un masón. Después sigue determinado rito en el cual hay un
procedimiento de ingreso para la verificación de la persona.
-¿Cuántos masones hay en Uruguay?
-Hay miles de integrantes. Muchos de esos miles están
activos; es decir integrantes que cotizan y que concurren. Otros están en
sueños: siguen perteneciendo a la institución pero por diferentes
circunstancias se encuentran alejados, lo que no les hace perder su condición
de masón. La masonería está presente en los 19 departamentos. Hay un enorme
despliegue de las instituciones.
-¿Cuál es la diferencia con la masonería de mujeres? ¿Tiene
la misma importancia un masón hombre que uno mujer?
-El hecho de que la masonería sea masculina responde a
asuntos históricos. Cuando surgió la masonería en el siglo XVIII, la mujer no
cumplía un rol en la sociedad como hoy. Ni siquiera los hombres tenían un rol
igualitario. Ese fue uno de los propósitos de la masonería: romper esas
divisiones que a veces se daban entre los otros hombres, ya sea por cuestiones
religiosas. En la medida que la mujer fue ganando espacio y derechos en la
sociedad empezó a ocupar un rol en la masonería generando logias de mujeres.
Desde hace ya muchos años existen grandes logias de mujeres en Uruguay. Fue un
proceso largo hasta que la logia femenina de Chile autorizó a la uruguaya a
constituirse en gran logia en el año 2007. Hoy, en consecuencia, estamos
trabajando en paralelo con iguales estructuras, con iguales propósitos.
-¿Por qué se da esta apertura de la Gran Logia a la gente?
Lo de abrir su casa para permitir el ingreso a conocer los templos, por
ejemplo.
-Vivimos en la época de la información donde la comunicación
pesa mucho en la consideración de las personas y de las instituciones. Donde la
imagen vale más que mil palabras, como se dice. Podemos escribir una enjundiosa
declaración de tres carillas pero seguramente nos van a juzgar, o se van a
formar opinión de La Gran Logia por una imagen. Atendiendo a esa situación es
que la masonería hace muchos años ha ido abriéndose. Por otra parte, no tiene
nada que ocultar. Somos una institución que tiene personería jurídica desde
1882.
-Habitualmente hay gente que entiende que esos ritos son
secretos, y lo secreto se ve como algo no tan bueno. ¿Entienden que necesitaban
derribar esos prejuicios?
-Obviamente. Hay que entender que la masonería cuando
surgió, inmediatamente fue condenada y prohibida. Primero por los gobiernos
absolutistas, después en los países con tradición católica por un
enfrentamiento muy fuerte con la Iglesia. La Iglesia se sintió desafiada por lo
que sostenía y proponía la masonería de una sociedad abierta, donde la Iglesia
no tuviese inferencia en la moral, ni hubiera una moral oficial. El masón que
revelaba su condición era perseguido y su vida peligraba. Eso después en muchos
lados siguió como una inercia. Es cierto que hasta hoy, hay ciertos masones que
entienden que no deben revelar su condición. Pero no hay nada que ocultar. Y
por eso hemos abierto los templos, cuáles son los propósitos que la animan y
cuáles son los principios, valores e ideales. Después cada uno maneja su
condición de masón de acuerdo a sus circunstancias familiares, laborales y
sociales.
-¿Cómo es la relación con la iglesia católica hoy? Hay
algunos católicos que los ven con cierta rivalidad.
-Lo que procura la masonería es evitar el dogma. Somos
defensores de la libertad de culto, porque digo justamente eso hace la libertad
de la persona: en qué creer, qué opinar, el derecho a expresarlo y a
manifestarlo. Pero esa decisión es individual, por eso somos antidogmáticos.
Nuestro vínculo con las religiones es de respeto. Se habla de la iglesia
católica pero hay muchas otras religiones. Lo que pasa es que el Estado
uruguayo por momentos fue católico. Por eso los católicos pueden sentir que de
alguna forma la masonería ha sido competencia. El tema de la laicidad es en los
países latinos. En los anglosajones donde está la religión protestante no es un
tema.
-¿La apertura de la institución a la sociedad trajo
aparejada una flexibilización de los requisitos para ingresar a la masonería?
-No. Las condiciones son exactamente las mismas. Nosotros no
salimos a buscar masones. Este crecimiento que ha tenido en integrantes en los
últimos 20 años se debe al crecimiento de logias. Es decir que hay más puertas
de ingreso para masones.
-En la última década hubo una mayor atención hacia la
masonería cuando se conoció que el expresidente Tabaré Vázquez era masón. ¿Cree
que eso ha influido en el crecimiento de la Gran Logia?
-No, creo que no. Tenemos estudios y los análisis explican que
el crecimiento se da por el aumento de logias.
-¿Y por qué aumentan? En definitiva, hay alguien que invita.
-Sí ha habido una decisión institucional de tener presencia
en todo el país. Una política institucional de avanzar en el territorio
nacional. Los masones tienen para aportar en cada comunidad, y eso sí ha sido
un interés.
-¿Qué tan activo fue Vázquez a la masonería cuando le tocó
ocupar la Presidencia de la República?
-En la medida que una persona va adquiriendo
responsabilidades y sobre todo responsabilidades de gobierno -y tan altas-
obviamente el trabajo semanal en la logia se complica. La masonería es
respetuosa de las instituciones. Con el doctor Vázquez la relación que tuvimos
cuando fue presidente fue institucional porque nos pareció que eso es lo que
correspondía más allá de su pertenencia a la institución.
-¿Fue masón activo?
-Sí, sí. El fue masón antes, durante y después de sus
presidencias.
-En la gestión de sus gobiernos, ¿observó filosofía masónica
en su gestión?
-Sí. Seguramente más allá de compartir o no medidas…
-Entiendo que en este caso eran de partidos políticos
diferentes.
-Pero no es un tema de partidos. En la impronta sí puede ser
que haya habido características que sean masónicas. Por ejemplo, la discreción
es parte de la filosofía masónica. Pero no porque haya nada que ocultar, sino
porque la discreción hace a la ponderación, hace a la prudencia, hace al
respeto hacia el otro. Dejar expresar y no avasallar con tu opinión.
-Cuando hay un masón en cierto ámbito de decisión, ¿se le
solicitan determinadas acciones?
-No, no corresponde. Sería inmiscuirse en temas que no
corresponden a la institución.
-¿De qué forma entonces trabajan en la masonería para
aportar al país?
-La masonería lo que hace es brindar a la persona
desarrollar su potencial y sacar un conjunto de principios humanistas: el
respeto, la libertad, la igualdad frente a todo, la solidaridad y la
fraternidad. Fomentando el razonamiento y la inteligencia sin descuidar otras
aproximaciones al conocimiento como puede ser la intuición. Después cada uno lo
vuelca y traduce, es algo personal.
-¿Trabaja temas específicos? ¿Cómo aportar para una sociedad
más pacífica, por ejemplo?
-La masonería hace especial hincapié en la tolerancia. Es la
piedra angular de la convivencia. Yo voy a debatir contigo, pero no pretender
acallar, voy a tratar de convencerte. Cuando la masonería ha sentido la
necesidad de salir públicamente, lo ha hecho. Pero lo hace cuando está en juego
o entiende que están en juego los altos principios, como la laicidad. Hay
integrantes que pueden tener posiciones distintas a propósito de la solución de
un problema. La masonería no se embandera con una u otra solución.
-¿La discusión sobre la ley del aborto la han debatido
internamente?
-Cuando se discutió la ley de aborto hubo instituciones que
pretendieron que la masonería opinara y tomara partido. Vinieron instituciones
a golpear la puerta. Hicimos charlas sobre el tema exponiéndolo, pero
institucionalmente no se pronunció ni se pronunciará.
-En su discurso del 165 aniversario manifestó preocupación
por los debates que se estaban replanteando, vinculados a la libertad
individual. ¿Cuál es la preocupación que ve hoy en Uruguay?
-Hablamos desde un punto general en el mundo. Lo que veo hoy
es que hay reclamos de legislaciones específicas contemplando partidas
especiales, y procedimientos específicos.
-¿Habla del plano internacional o nacional?
-Lo llevo a todos los planos.
-En Uruguay lo que veo sobre ese punto puede ser la
discusión sobre los juzgados de violencia de género.
-Simplemente señalo tendencias universales. No quiero bajar
al detalle, porque si bajo en detalle entró en polémica y no me corresponde. Sí
vemos una cierta tendencia a reconceptualizar el concepto de laicidad.
-La discusión sobre la instalación de la virgen en el Puerto
del Buceo, ¿por ejemplo?
-Por ejemplo. No porque no puede haber monumentos religiosos
en la vía pública porque, de hecho los hay, el tema es hacer una Iglesia a
cielo abierto en un lugar público porque de última la Virgen era eso: no era
solamente un monumento a la Virgen. O la discusión de darle un espacio en un
cementerio público a una religión cualquiera sea (se refiere al Islam).
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