32º Sublime Príncipe del Real Secreto
Grado Trigésimo Segundo del
Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Único Grado del Consistorio
del 32°
Decimocuarto de los Grados
definidamente Templarios
Segundo de los Grados
Administrativos
Único Grado de la Octava Clase
o Serie
Origen:
Era el último grado (25°) del Rito de Perfección, precursor del Rito Escocés.
Las antiguas regulaciones calificaban a los miembros de este
grado de Jefes de la Masonería.
Durante varios años, antes de la constitución del grado 33°,
el 32° fue, efectivamente, el más alto de la escala escocesa.
En sus orígenes, el Príncipe
del Real Secreto se confundía con el Gran
Escocés de San Andrés, hoy el grado 29°, al punto que algunos rituales
daban a los dos títulos como sinónimos.
En el Ritual de Dalchó
(1802) este grado se titula Soberano, o
Sublime Príncipe del Real Secreto.
En los Estados Unidos, a partir de 1940 el grado se denomina
“Master of the Royal Secret” en la
Jurisdicción del Sur, mientras que conserva el tradicional “Sublime Prince of the Royal Secret” en
la del Norte.
El título completo del grado, que incluye las sucesivas
transformaciones experimentadas por el mismo, sería: Muy Ilustre Soberano Príncipe de la Masonería, Valiente Gran Caballero,
Sublime Comandante del Real Secreto.
Jean Palou dice que “el
grado 32° parece tener una gran importancia iniciática”.
En algunos rituales antiguos podemos encontrar, asociada al
título, la expresión “Guardián Fidelísimo
del Tesoro Sagrado”.
Y también “Nec Plus
Ultra”, lo que resaltaba su condición inicial de grado último y final.
El 32° siempre tuvo un carácter militar, quizás algo chocante para el gusto moderno, carácter
derivado de su impronta templaria.
Quizás fue Franco Cenni quien mejor interpretó el término militar, leyéndolo en el sentido de la “militancia iniciática, armónica y
jerárquicamente organizada, que anticipa el momento, siempre próximo, en que
madurará el tiempo justo (el Kairós), para la constitución del Reino del Santo
Imperio, el Reino de la Verdad, de la Razón, de la Paz y de la Justicia”.
Por eso hoy, más que militar, diríamos militante, en el mismo sentido que el de los movimientos políticos,
es decir, como un participante activo de una organización, encuadrado en la
estructura de la misma.
Se lo considera el segundo de los grados administrativo, si
bien este término puede mover a confusión.
Por grado administrativo no se entiende una mera formalidad
o algo de tipo burocrático, sino un grado a través del cual se ejerce en forma
efectiva el poder del rito.
Y nadie debería olvidar que “administrativo” proviene de “ad
minister”, es decir, estar al servicio de los demás.
Según F. Cenni, algunos indicios parecen señalar que el Príncipe del Real Secreto fue, en sus
orígenes, la continuación del Príncipe de
Jerusalén, hoy grado 16° del escocismo.
En ambos casos se trata de un grado de reconstrucción, de
reorganización, de reunir lo que antes se encontraba disperso.
Conceptualmente, el 32° se considera como “la consumación del templarismo en Masonería”.
Las festividades simbólicas
v Los
antiguos reglamentos establecen para este grado cuatro festividades simbólicas:
el 25 de junio, el 21 de septiembre, el 21 de marzo y el 27 de diciembre, de
donde se celebran tanto los solsticios como los equinoccios.
v
Estas cuatro festividades pueden relacionarse
con el carácter cíclico del grado, que divide todo hecho o fenómeno en cuatro
partes, siendo la quinta el centro y el comienzo de una nueva manifestación.
Los objetivos exotéricos del grado son…
v
Trabajar por la emancipación intelectual del género
humano.
v
Promover la fraternidad y la tolerancia
religiosa. Combatir el fanatismo y la superstición.
v
Convertir la filantropía en una realidad
práctica, y no en una mera palabra.
v
Profundizar en el problema filosófico del
Destino último de la humanidad, desde un punto de vista exotérico.
v
“Defender
los derechos del género humano contra el despotismo real y las usurpaciones e
intolerancia sacerdotal, y los monopolios de rango, casta y privilegio”.
v
Oponerse con todos los medios a la tiranía y la
arbitrariedad empleadas por el hombre contra el hombre.
v
Combatir a quien intente esclavizar a los
hombres libres valiéndose de sus apetitos, necesidades, pasiones y locuras.
v
“Conquistar
para el pueblo libre el ejercicio de todos sus derechos, conservando
personalmente el libre ejercicio de los míos, pues cada individuo debe poseer
autonomía e independencia, y ser libre de seguir los dictados de su consciencia
y las opiniones de su razón”.
v
Que el bienestar del pueblo, y su reconocimiento
como única y real autoridad, sean el objetivo de todos los Caballeros Kadosh y Príncipes
del Real Secreto.
Los
objetivos esotéricos del grado son…
v
Armonizar, unificar y sintetizar todas las
clases y grados del rito escocés.
v
Trabajar por la armonía entre los diversos ritos
y órdenes de la francmasonería.
v
Transformarse plenamente, en espíritu y en
verdad, en un auténtico Templario.
v
Profundizar en el problema filosófico del Destino último de la humanidad, desde un
punto de vista esotérico.
v
Dividir cada ciclo en cuatro etapas, con una
quinta fase de regeneración y transformación.
v
Sublimar las enseñanzas de la masonería
simbólica.
v
Reunir los miembros dispersos de Hiram Abiff.
v
Comprender y dar vida y entidad al Real Secreto.
Simbolismo:
v
El Campo de los Príncipes.
v
El Real Secreto
El Real Secreto al que se hace alusión en este
grado es, como siempre, algo confuso y elusivo. Empezamos a hablar de este Secreto en el tercer grado (Maestro) al
mencionar la Palabra Perdida.
Pero después este Secreto parece desvanecerse en numerosos misterios, en múltiples leyendas,
en variadas teorías y conceptos.
Es un descenso de la unidad a la multiplicidad,
utilizando el lenguaje martinista, que con la pérdida de la Palabra oculta el Secreto fundamental de la masonería, y sumerge a sus adeptos en un
laberinto de ritos y grados que tornan la tarea del buscador verdaderamente
exasperante.
Pero la multiplicidad, valga la redundancia,
multiplica la extensión y el alcance de la unidad originaria, de donde la
pluralidad de ritos permite explicar el secreto de una forma mucho más vasta y
completa que la que se habría logrado sólo con la masonería simbólica.
Pero este grado señala el “momento” en que la multiplicidad debe retornar a la Unidad.
De ahí el símbolo del Campo de los Príncipes, y el esfuerzo por armonizar las clases,
grados y jerarquías del rito escocés en un todo unificado.
Y es aquí donde esta multitud de grados, que a
veces pudo parecer plagada de incoherencias, debe manifestar la armonía
perfecta de lo Uno.
v
AUM
v
El águila
bicéfala
Ya hemos tocado extensamente este símbolo en el
grado de Kadosh.
En realidad, el águila bicéfala representa no
sólo a los grados 30° a 33°, sino también al Rito Escocés como un todo.
Es un recordatorio perenne de la dualidad, que
previene contra fanatismos o interpretaciones unilaterales.
v
La Estrella Flamígera
Es un emblema muy apropiado, puesto que el
quinario es el símbolo fundamental del Real
Secreto.
La geometría es la “quinta ciencia” dentro de las Siete
Artes Liberales (es, por lo tanto, su quintaesencia); la letra G es la séptima del alfabeto, y nos
conduce naturalmente del quinario al septenario.
v
La
estrella de siete puntas
Es uno de los símbolos clásicos del septenario tradicional.
Pike da de este símbolo una curiosa lectura zoroastriana, como las siete
potencias emanadas de Ahura Mazda,
sobre la que profundizaremos enseguida.
Como dijimos, Pike la interpreta como símbolo
de los siete “Maravillosos Inmortales”
(Amesha Spenta) del pensamiento zoroastriano, emanaciones
similares a los sephiroth cabalísticos.
Se los relaciona con las siete estrellas de la
Osa Mayor, de las que cuatro forman el cuerpo y tres la cola. Así, cuatro de
los “Inmortales” se consideran
masculinos y tres femeninos.
v
El
triángulo con 36 luces
Algunas veces se menciona en
conexión con este grado un triángulo equilátero formado por 36 luces, agrupadas
en 8 filas (1+2+3+4+5+6+7+8 = 36).
El vértice, en la lectura de Pike, simboliza a Ahura Mazda, la fuente de Luz.
Y las siete filas restantes a las Potencias
Creadoras emanadas del mismo, los Amesha Spenta, aquí comparables a los
siete Elohim de la Cábala.
En la imagen, una representación de Ahura Mazda.
v
La Pequeña
Tetractys
Conocíamos este símbolo a partir de la
filosofía pitagórica, pero en este grado ha sido interpretado desde una óptica
zoroastriana.
En tal sentido, ha sido interesante la obra del
antropólogo R. Hutchens, quien indagó la influencia de las doctrinas persas e
hindúes sobre los Altos Grados escoceses.
· Ahura Mazda
· · Ahura Mazda y Spenta Mainyu
· · · Ahura Mazda, Spenta Mainyu
y Vohu-Mano
· · · · Ahura Mazda, Spenta
Mainyu, Vohu-Mano y Asha
En la interpretación zoroastriana de la
Tetractys, según Hutchens, cada fila reitera
los nombres incluidos en las precedentes, y les
agrega uno más.
v
La Gran
Tetractys
Ahura Mazda
· · A-M, SM
· · · A-M, S-M, V-M
· · · · A-M, S-M, V-M, A
· · · · · A-M, S-M, V-M, A, Kh
· · · · · · A-M, S-M, V-M, A,
Kh, A
· · · · · · · A-M, S-M, V-M, A, Kh, A, H
· · · · · · · · A-M, S-M,V-M,
A,Kh,A,H,Ameretat
Esta es la Gran Tetractys, formada por
1+2+3+4+5+6+7+8 = 36 puntos.
Elabora la
idea persa de los “Maravillosos
Inmortales”. Como ya dijimos, estos son siete, y se comparan a las siete
estrellas de la Osa Mayor, de las cuales cuatro forman el cuerpo y tres la
cola. Por eso se supone que cuatro “Inmortales”
son masculinos y tres femeninos.
Masculinos:
Spenta Mainyu, el Benefactor;
Vohu-manah, la Divina Sabiduría
o la Palabra;
Asha, fuerza y poder;
visiblemente, el Fuego;
Khshathra, soberanía u dominio;
Femeninos:
Armaiti, la fructífera;
Haurvat, la que trae salud,
alegría y regocijo a los hombres;
Ameretat, la dadora de Vida.
v
El triple
triángulo
v
La
Trimurti
La
expresión de lo Divino en tres fases se expresa a través del ciclo de creación,
preservación y destrucción en la forma de Brahma,
Vishnú y Shiva.
Según
Hutchens y Pike, la forma más antigua de la Trimurti era Agni, Usha y Mitra.
Cuyas
iniciales forman la palabra AUM.
v
La
cruz teutónica
Está
formada por cuatro cruces de Tau.
Es decir,
por “cuatro martillos de Thor”.
Cada cruz
individual es una doble escuadra, y el conjunto forma un ciclo cuaternario
(carácter subrayado por el círculo formado por la corona de laurel), así como
la Trimurti refería a un ciclo
ternario.
v
El
hermafrodita alquímico
Fue Pike quien introdujo este emblema en el grado 32°, como
símbolo de la conjunción de los opuestos.
Es, claramente, una versión antropomórfica del águila
bicéfala. A la que, por otra parte, se la ha despojado de la espada, aquí
reemplazada por la escuadra y el compás.
v
La paloma
Para
los gnósticos, la Sophia descendía al agua en forma de paloma y
allí engendraba a Saturno, idéntico a Yahweh.
Saturno
fue, en realidad, un dios cruel y despótico, que devoraba a sus propios hijos.
De donde
tanto Saturno como Yahweh necesitan se Sophia, para que su poder sea templado
por la Sabiduría.
v
El cuervo
Es un claro
(valga la paradoja), emblema de la nigredo, de la putrefacción.
En tal
sentido, armoniza perfectamente con las calaveras y esqueletos que decoran el
Templo de este grado.
Pese a su
carácter sombrío, el cuervo, sin embargo, suele indicar el sitio donde puede
realizarse un hallazgo.
Es también,
entonces, un psicopompo, un guía de “almas”, alguien que indica el
camino a seguir o el lugar donde investigar.
v
El fénix
Aumont,
considerado el primer Gran Maestro
Templario después de la muerte de De Molay, y llamado por algunos el Restaurador
de la Orden, tenía en su sello un fénix envuelto en llamas, con la divisa Ardet
ut Vivat.
Un lema
similar (Perit ut Vivat) es hoy la divisa del Rito Escocés Rectificado.
Dr. Jorge Norberto
Cornejo
Buenos Aires – Argentina
Buenos Aires – Argentina
Está muy bella la joya de fondo azul........... pide permiso para usar mis imagenes
ResponderEliminarTe pido disculpa. No sabia q era tuya lo tome del material de Cornejo.
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