Carlos Anaya
4 de noviembre de
1777 – 18 de junio de 1862
Buenos Aires - Montevideo
Soldado de la independencia, miembro de la
Asamblea de la Florida y encargado, en varias ocasiones del Poder Ejecutivo, en
su calidad de Presidente del Senado.
Había nacido en la Villa de San
Pedro, Buenos Aires, pasando a los 20 años a residir en Montevideo en donde
desarrolló actividades de comerciante.
Al estallar la revolución de Mayo se
incorporó como voluntario a los ejércitos artiguistas, participó como
oficial en el Combate de San José y en la batalla de Las Piedras con el grado de Teniente.
Fue uno de los diputados del Congreso de Tres
Cruces y se identificaba con José Artigas, el fundador del federalismo en las Provincias
Unidas del Río de la Plata. Fue uno de los autores de las instrucciones a los
diputados orientales a la Asamblea del Año XIII, que provocaron la ruptura con
el Directorio.
Figuró en la plana mayor del ejército de Artigas
y participó también de la administración de la Provincia Oriental (1815 -
1817). Prisionero durante la Invasión Luso-Brasileña, fue pronto liberado.
Sumado a los cruzados del 25 y en razón de su
ilustración fue nombrado Comisario General de Guerra el 14 de julio de 1825 y
al año siguiente juez de 1ra. Instancia en el departamento de Maldonado.
Elegido como representante de este
departamento para integrar la Asamblea de la Florida, firmó las declaraciones
del 25 de agosto de 1825 en las cuales la Provincia Oriental reasumía la
plenitud de su soberanía e independencia y a su vez se declaraba incorporada a
las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Del 7 de abril al 5 de julio de 1826
desempeña las funciones de Secretario de Gobierno y Hacienda.
Es senador por el departamento de Soriano en
la 1ra. Legislatura y Presidente del Senado en febrero de 1834 y en razón de
esto ejerció el Poder Ejecutivo desde marzo de 1834 hasta febrero de 1835,
fecha en que la legislatura debería elegir el nuevo Presidente de la República.
Desde el 24 de febrero de 1837 hasta 19 de
febrero de 1838 nuevamente ejerce el Poder Ejecutivo, mientras el Presidente
Oribe se hallaba en el interior del país combatiendo la revolución riverista.
Pertenecen al período del gobierno de Anaya
la creación de los departamentos de Salto y TArçcuarembó, segregados del
antiguo departamento de Paysandú, la fundación de la Villa del Cerro, etc. Es
uno de los integrantes de la comitiva que acompañó a Oribe a Buenos Aires en
ocasión de su renuncia a la presidencia de la República en octubre de 1838.
Al iniciarse el sitio del Cerrito y Oribe
implanta el Gobierno del mismo nombre, Anaya resumió sus funciones como senador
y Presidente del Senado.
En 1845 es nombrado, con retención del cargo
legislativo, miembro del Tribunal de Justicia.
Firmada la paz de octubre de 1851 no se le
vuelve a encontrar en actividades políticas, pasando a vivir su retiro
voluntario con la jubilación que le habían concedido en 1833 como ex Comisario
de Guerra. Sin embargo esta justa jubilación era tan exigua que sus últimos
años los pasó con tantas penurias económicas que llegó a pensar –así se lo
manifestó en una carta al Presidente Pererira- que tendría que recurrir a la
beneficencia pública.
Falleció en Montevideo el 18 de junio de
1862, en el más completo olvido y sólo el Cnel. Basterrica con un batallón de
su mando asistieron al entierro del anciano patriota.
“Hombre
culto y espíritu inquieto y curioso” dedicó largas horas a escribir varios
libros sobre historia, una Memoria Bibliográfica iniciada en 1838, “Biografía del Opresor de su Paria D.
Fructuoso Rivera”; breves apuntes
sobre la vida militar del Brig. Gral. Y expresidente don Manuel Oribe; Apuntes
para la Historia de la República Oriental del Uruguay, que fueron
publicados en 1864 por una revista llamada IRIS.
Fue un patriota que sirvió a la Nación por
más de 60 años dándole lo mejor de su intelecto y de sus altas cualidades
morales que lo distinguieron como un ciudadano probo de inalterables ideas
liberales republicano – democráticas.
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En la Masonería nacional actuó como miembro
activo de la Logia Asilo de la Virtud.[1]
[1] Gran Logia de la
Masonería del Uruguay- Biografías masónicas
orientales. Tomo I. Montevideo. 1991. pp. 15-16.
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