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24 marzo 2020

Capilla de los códigos



La Capilla de los códigos
Sansevero (Nápoles)

Nápoles es una ciudad de secretos, supersticiones y rincones insospechados.
Uno de ellos reside en esta capilla decorada por un masón y nigromante:
el príncipe Raimondo di Sangro.

La capilla Sansevero (también llamada iglesia de Santa María de la Piedad o Pietatella) es uno de los principales museos de Nápoles. Situada en los alrededores de la piazza San Domenico Maggiore, esta iglesia desconsagrada es adyacente al palacio de Sangro, casa de los príncipes de Sansevero, del que estaba separada por un callejón atravesado por un puente que permitía a la familia acceder directamente a la capilla.


Ella alberga obras de arte como el Cristo Velado de Giuseppe Sanmartino, célebre por las transparencias del velo de mármol que envuelve la figura de Cristo muerto.



La Modestia de Antonio Corradini.


El Desengaño de Francesco Queirolo, que forman un conjunto rico en simbología.


Simbolismo de la escultura, cristiana, masónica:



También guarda otros objetos de factura inusual, como las máquinas anatómicas, dos cuerpos humanos totalmente descarnados en los que es posible observar de forma detallada en sistema circulatorio interno.

Además de haber sido concebido como lugar de culto, el mausoleo es sobre todo un templo masónico cargado de simbología, que refleja el genio y el carisma de Raimondo di Sangro, VII príncipe de Sansevero, quien ideó y encargó las obras de arte que decoran la capilla.

Origen, mito, leyenda…
Ø  Según uno de los muchos mitos que rodean a la capilla, la iglesia fue construida sobre un antiguo templo dedicado a la diosa Isis.
Ø  Otra leyenda cuenta que un hombre injustamente arrestado iba camino de la cárcel cuando al pasar por el palacio Sansevero se encomendó a la Virgen. De pronto, parte del muro se derrumbó, revelando una pintura de la Virgen invocada, una Pietà, que se encuentra en la parte superior del altar principal de la capilla y que dio nombre a la iglesia, dedicada a Santa María de la Piedad. La devoción del detenido no cayó en saco roto y poco después se reconoció su inocencia. Tras ser liberado, restauró la Piedad y dispuso que siempre hubiera una lámpara de plata encendida ante la imagen.

El lugar se convirtió rápidamente en destino de peregrinaciones populares y objeto de invocaciones. El duque de Torremaggiore, Giovan Francesco di Sangro​ se encomendó a la Virgen estando gravemente enfermo, y al sanar milagrosamente hizo construir una capilla que los fieles llamaron la Pietatella.
 
Ø  Un tercer origen de la capilla estaría en un crimen perpetrado en la noche del 16 al 17 de octubre de 1590. El compositor Carlo Gesualdo da Venosa apuñaló a su esposa, Maria D'Avalos, y al amante de esta, Fabrizio Carafa, hijo de Adriana Carafa della Spina, segunda esposa a su vez de Giovan Francesco di Sangro y primera princesa de Sansevero. Tras el homicidio, Adriana habría mandado edificar la capilla como templo expiatorio dedicado a la Virgen por la salvación eterna de su hijo, ​ según probaría la inscripción «Mater Pietatis» que puede leerse en la bóveda de la Pietatella dentro de un sol radiante, que representa la dedicación del edificio a María.

Sea cual fuere el origen de la iglesia, se sabe con certeza que las obras de su construcción comenzaron en 1593, según documentos hoy pertenecientes al Banco di Napoli. Veinte años más tarde, Alessandro di Sansevero, hijo de Giovan Francesco, Patriarca de Alejandría y arzobispo de Benevento, mandó ampliarla para convertirla en mausoleo de la familia di Sangro, como atestigua la lápida de mármol colocada en 1613 sobre la puerta principal del edificio:
Alessandro di Sangro, patriarca de Alejandría, dedicó este templo, levantado desde los cimientos a la Santísima Virgen, a mausoleo para él y su familia en el año del Señor 1613

Raimondo di Sangro, VII príncipe Sansevero
Al menos otras tres mujeres se relacionan con el origen de la capilla. Las dos primeras -la diosa Isis y la Virgen María- forman parte del origen mítico del edificio sagrado, la tercera, fue, probablemente, una de las principales fuentes de inspiración de su más célebre decorador, Raimondo di Sangro: su madre, Cecilia Gaetani de Aragón. Lo constatamos al leer el epitafio de su tumba, bajo la estatua más bella del panteón (junto al Cristo Velado), obra de Antonio Corradini, titulada "Pudizizia velata" (Pudor velado). ¿Quien fue, pues, el misterioso Príncipe Sansevero?

Raimondo di Sangro nació en Torremaggiore, en Puglia, el 30 de enero de 1710. Tras la renuncia de su padre hereda, a los 16 años el título de VII Príncipe de Sansevero. Pronto se apasionará por el hermetismo en el Colegio romano donde había enseñado Athanasius Kircher y estudiado Giuseppe Francesco Borri, dos grandes alquimistas.


De casta le viene al galgo porque los di Sangro tienen lazos de parentesco y amistad con personas importantes como Carlomagno, muchos prelados de la Orden de San Benito, el papa Inocencio III y hasta con algún miembro de los Caballeros Templarios. 
Ya adulto formó parte de la escuela napolitana de la Alquimia, se convirtió en Gran Maestro Masón de la Logia de Nápoles y pasará noches enteras en su laboratorio, sito en el referido Palazzo de Sansevero.


Este estilo de vida -inusual para un aristócrata-, despierta rumores y habladurías sobre sus experimentos. Entre otras maravillas, inventó un dispositivo hidráulico, una "llama eterna" utilizando compuestos químicos de su propia invención, y un carro anfibio con caballos de madera. Existe un libro, conservado actualmente en los archivos del Vaticano, que muestra algunos de los objetos "extraños" de Raimondo. Su "leyenda negra" se acrecienta. Hablan que el príncipe podría crear la sangre de la nada y que había matado a gente para realizar experimentos oscuros.


Haciendo caso omiso de las especulaciones Raimondo continuó su camino recogiendo objetos artísticos y científicos, entre ellos dos "máquinas anatómicas" que se conservan en la cripta.


Una capilla iniciática
Y es que el proyecto iconográfico de la Cappella, diseñado personalmente por Raimondo di Sangro convierte, entre 1744 y 1766, una iglesia sencilla, en uno de los lugares más misteriosos de Nápoles.

El edificio termina siendo un santuario suntuoso con dieciocho estatuas que invitan a descubrir símbolos masónicos y mensajes esotéricos. Uno de los más fascinantes recae sobre el "Cristo Velado", una escultura hecha de mármol que se nos antoja particularmente misteriosa. Se parece a Han Solo congelado en carbonita. Es tal la perfección del sudario transparente que envuelve a Jesús que no se nos antoja mármol, sino seda pura. Se dice que el Príncipe había inventado un proceso para la "petrificar" cuerpos humanos reales, fibras y plantas.


Otras esculturas muestran mensajes iniciáticos: La estatua de El Desengaño, que muestra a un hombre liberándose de una red, representa alegóricamente el aprendiz después de haber sido iniciado en los misterios.


El bajorrelieve a sus pies, que representa a Cristo dando vista a los ciegos, es una clara alusión al don de la luz y la verdad. 


La Capilla de Sansevero nos ofrece la posibilidad de encontrar correspondencias con las cartas del tarot: La estatua de la Liberalità , por ejemplo, con la carta 17 "La estrella"; La Educación con el arcano de 8,  "La justicia";  La sinceridad se corresponde con la "Emperatriz"; La dulzura con la carta número 4 "El Emperador"; El Celo de la religión con el arcano 9 "El Ermitaño"; En El dominio de sí mismo con la "Fuerza"  o La modestia trasunto de la carta 2: "La Sacerdotisa"... 


También el suelo de su última morada guarda mensaje cifrado, un laberinto creado por una sola línea blanca continua, sin juntas, que simboliza el viaje al más allá, pero, también, significa ojear en retrospectiva nuestra existencia. Así podemos percatarnos de las vueltas y revueltas que se han tenido que producir para finalmente estar en este lugar preciso.


Raimondo di Sangro no dejó nada al azar. Las hermosas esculturas que decoran las tumbas de sus antepasados, especialmente los padres del príncipe, son expresiones perfectas de un impacto masónico-rosacruz-templario y visual de tal significación que dejan incluso el visitante profano, la huella de un "mensaje". El príncipe nigromante murió el 22 de marzo 1771 debido a una enfermedad generada con sus experimentos anatómicos. Su tumba, sin embargo, está vacía. Otra leyenda asegura que consiguió la fórmula de la inmortalidad.


***

En el interior de las capillas laterales, intercaladas con las estatuas de las Virtudes, están las tumbas de varios príncipes famosos y otros miembros de la familia, incluyendo el mismo Raimondo di Sangro y su hijo Vicente, que en el momento de ejecución de las obras todavía estaban vivos .Con las estatuas del sistema, y en particular de las Virtudes, se puede observar una serie de significados alegóricos, a menudo hacen referencia al mundo de la masonería, de los cuales Raimondo di Sangro era Gran Maestro. Dentro del proyecto de las “virtudes”, Raimondo quería representar las etapas del camino espiritual, comparable a la del iniciado masón, lo que lleva a una mejor comprensión y superación de uno mismo. Una parte integral de este camino es el laberinto del piso, que representa la dificultad del camino que conduce al conocimiento y el “cristo velado” como el elemento central de la representación moderna, aunque en las intenciones originales del príncipe debía ser colocado en el sótano, junto a las futuras tumbas de San Severo, iluminado por lámparas de concepción perpetua inventadas por él. Es probable, sin embargo, que el trabajo nunca haya sido puesto en ese auditorio.
Alegoría Estatua de las Virtudes








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