Antonio Felipe Díaz
23 de marzo de 1789 - 12
setiembre de 1869
La Coruña (España) -
Montevideo
General de la nación, guerrero de la
independencia, Ministro de estado y periodista.
Afincado desde 1802 en Montevideo. Durante
las invasiones inglesas de 1807 es herido y tomado prisionero por éstos.
En la batalla de Las Piedras se encuentra
en el ejército artiguista.
En la victoria del Cerrito de 1812 es
herido de consideración lo que le vale su ascenso a Sargento Mayor.
Participa
en el Congreso de Tres Cruces de
abril de 1813.
Enfrentado posteriormente con Artigas,
en 1815 el Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de
la Plata, Ignacio Álvarez Thomas, que buscaba congraciarse con aquél, lo
hizo remitir a Purificación junto con otros opositores, pero
finalmente Artigas lo indultaría.
Es redactor en nuestra capital, durante la
ocupación brasileña, del periódico La
Aurora desde cuyas columnas combatió a los políticos porteños en 1823 –será
el órgano de la Sociedad de Caballeros
Orientales-. En ese mismo año, en compañía de Santiago Vázquez y Juan
Francisco Giró, redactó el diario El
Aguacero.
Tomás de Iriarte e Isidoro de María han
establecido que fue uno de los fundadores de los Caballeros Orientales en 1818.
Entre los años 1825 a 1827 dirige, en
Buenos Aires, los periódicos El Piloto
y El Correo Nacional.
Actúa en la batalla de Ituizaingó, cuyo
parte de guerra es el encargado de redactar.
Retomando su labor periodística al dirigir
desde el 28 de mayo de 1829, El Universal en
Montevideo, entre 1829-1838.
Durante el gobierno de Oribe, es designado
Ministro de las carteras de Hacienda y de Guerra y Marina.
Al instalarse el gobierno del Cerrito, en
1843, ocupa nuevamente los Ministerios de Hacienda y de Guerra y Marina. Además
emprende nuevamente el periodismo con El
Defensor de la Independencia Americana entre 1844-1851, siendo el
órgano oficial del gobierno del Cerrito.
En la presidencia de Gabriel Antonio
Pereira se desempeña como Ministro de Guerra y Marina.
En julio de 1858 funda la Escuela Militar
Oriental y el 4 de octubre de 1859 es ascendido a Brigadier General de la
República.
El 19 de setiembre de 1861 el presidente
Berro lo nombra Inspector General del Ejército.
Murió en la más absoluta pobreza después de
haber servido por más de 57 años a la Patria y a la causa de la independencia
de América con honor y con dignidad.
Dejó escritas sus memorias que su hijo
completó para editarlas más tarde con el nombre de Historia política y militar de las Repúblicas del Plata.
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En nuestra Masonería
nacional tuvo destacada actuación desde sus albores. Fue uno de los fundadores
de la logia Caballeros Orientales,
coadyuvando con su pluma en la redacción de los diarios El Aguacero y La Aurora
desde los cuales influyó, en forma decisiva, en favor de la Cruzada Libertadora del año 1825.[1]
[1] Gran Logia de la Masonería
del Uruguay- Biografías masónicas orientales. Tomo I. Montevideo. 1991. p. 47.
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