Claves para entender a los Maestros

29 marzo 2016

Teodoro Miguel Simón Vilardebó Matuliche

Teodoro Miguel Simón Vilardebó Matuliche
9 de noviembre de 1803 – 29 de marzo de 1857
Montevideo

Médico, naturalista, filántropo e historiador.


Hijo de Miguel Antonio Vilardebó, marino catalán y de doña Martina Matuliche, de nacionalidad oriental.

Al desencadenarse los sucesos revolucionarios de 1810, su padre fiel a la corona española, decide embarcarse hacia Río de Janeiro en oportunidad en que la plaza de Montevideo es ocupada por las tropas porteñas en el año 1814. Desde allí envía a su hijo Teodoro a continuar sus estudios a Barcelona, de allí pasó a París doctorándose en medicina a mediados del año 1830 y un año después se doctora en cirugía.

En agosto de 1833, luego de 19 años alejados de su tierra natal vuelve al Uruguay, revalidando sus títulos en enero de 1834. Poco después es designado como miembro de la Junta de Higiene.

El 4 de setiembre de 1837, es nominado para integrar la Comisión de Biblioteca y Museo Público.
Es uno de los testigos de la primera toma fotográfica realizada en Montevideo el 29 de febrero de 1840 por el Abate Comte, y escribe una crónica al respecto en el periódico El Nacional.
En 1843, con Andrés Lamas, fundan el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay.
A finales del año 1847 viaja a Europa en donde permanece hasta setiembre de 1853, período en el cual no solamente acrecentó sus conocimientos sino que también ejerció funciones como médico en un sanatorio particular.


Llegada a nuestras costas la epidemia de la fiebre amarilla, contraído a la atención de los enfermos con la misma ejemplar devoción humanitaria de que hicieron gala todos los médicos de la época, adquirió la fiebre el 24 de marzo de 1857 y cinco días después, en la madrugada del domingo 29 fallecía víctima del mal contraído.

Fue uno de los médicos que actuó en la Sociedad Filantrópica desde la fundación de la misma.

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En su actividad masónica lo encontramos como integrante de la Logia francesa Les Amis de la Patrie.

Fue un masón que supo cumplir con su deber dignificando a la institución y a la medicina, cumpliendo con el juramento de Hipócrates hasta los últimos latidos de su noble y generoso corazón.[1]







[1] Gran Logia de la Masonería del Uruguay- Biografías masónicas orientales. Tomo I. Montevideo. 1991. pp. 140-141.

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