CUANTO HAY DETRÁS DE LA
FIESTA DE SAN JUAN
¿En qué termino una reunión en una taberna?
SOLSTICIO
En su marcha
alrededor del Sol, la Tierra, describiendo una elipse, quedará más próxima, o
más alejada del astro de luz. El punto más próximo — 147 millones de
Kilómetros — en el perihelio; y el más alejado — 152 millones de Kilómetros —
en el afelio. Si la Tierra, en su movimiento de translación, girase sobre un
eje vertical con relación al plano de su órbita, sus diferentes regiones
recibirían la iluminación siempre sobre el mismo Angulo y la temperatura
seria siempre constante, en cada una de ellas. Mas, como el eje está
inclinado, con relación a su órbita, esa inclinación hace que los rayos
solares incidan sobre la Tierra siguiendo un ángulo diferente, variando cada
día que pasa. Y así, se van sucediendo las estaciones de verano, otoño,
invierno y primavera.
Los
dos solsticios ocurren el 21 de Junio y el 21 de Diciembre; la primera fecha
marca un pasaje del Sol por el primer punto del Trópico de Cáncer, mientras
que la segunda es el pasaje del Sol por el primer punto del Trópico de
Capricornio. En el primer caso, el Sol está en afelio y es solsticio de
verano en el Hemisferio Norte y de invierno en el Hemisferio Sur; en el
segundo, el Sol está en perihelio y es solsticio de invierno en el Hemisferio
Norte y de verano en el Hemisferio Sur. Por tanto, el solsticio de Verano en
el Hemisferio Norte y de Invierno en el Hemisferio Sur, ocurre cuando el Sol
está en su posición más boreal (Norte), mientras que el solsticio de Verano
en el Hemisferio Sur y el de Invierno en el Hemisferio Norte, ocurre cuando
el Sol está en su posición más austral (Sur).[1]
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En una fiesta de San Juan Bautista, pero de la fecha
24 de junio de 1717, no esa cualquier fecha si lo vemos en clave de la
masonería. Cuatro logias en Londres toman la iniciativa de organizar una Gran
Logia. Y desde esa fecha y hasta el presente la masonería inglesa comenzó su
onda expansiva por el continente europeo, para después a todo el orbe.
La Gran
Logia de Londres conformo su primera logia en París en 1732. En 1738 Federico
el Grande, entonces príncipe heredero, se afilió a la de Hamburgo...
El patrono de la Masonería
La
existencia de logias "azules" o de San Juan, porque se
le considera patrono de los canteros, y hay logias "rojas", o
escocesas, o de San Andrés -30 de noviembre-, llamadas así por el
patrono de Escocia.
Las dos
fechas de los solsticios: 21 de Junio y 21 de Diciembre, muy próximas a las
fechas conmemorativas de San Juan Bautista —24 de junio- y de San
Juan Evangelista —27 de Diciembre-. Hoy, la instalación de los Grandes-Maestros
de las Obediencias y de los Venerables Maestros de las Logias se
realiza el 24 de Junio, o en una fecha bien cercana.
Recordemos
que muchas de los ritos utilizados en las Logias de San Juan, se abren sus
trabajos “A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y en honor a San
Juan, nuestro patrono”.
Como
todo es símbolo, en el templo masónico, es evidente que los solsticios se
encuentran representados por intermedio de un símbolo, que es el Círculo entre
Paralelas Verticales y Tangenciales.
Ante
este símbolo debemos de entender el significado que el Sol no transpone los
Trópicos, o que sugiere, a los masones, que la consecuencia religiosa del
Hombre es inviolable, las paralelas representan los trópicos de Cáncer y de
Capricornio y de los dos San Juan.
“Tradicionalmente,
por medio de la noción de puerta estrecha, como dificultad de ingreso, el masón
evoca las puertas solsticias, estrechos medios de acceso al conocimiento,
simbolizados en el círculo cósmico, en el círculo de la vida, en el zodiaco,
por el eje Capricornio-Cáncer, ya que Capricornio corresponde, al solsticio de
Invierno y Cáncer al de Verano (en el Hemisferio Norte, con su inversión para
el Hemisferio Sur). La puerta corresponde al inicio, o al punto ideal de partida,
en la elíptica de nuestro planeta, en los calendarios Gregorianos y también en
algunos Pre-colombinos, dentro del itinerario Sideral.
El hombre
primitivo distinguía la diferencia entre dos épocas, una de frío y una de
calor, concepto que inicialmente le sirvió de base para organizar el trabajo
agrícola. Gracias a eso es que surgieron los cultos solares, como el Sol siendo
proclamado — como fuente de calor y de luz — o rey de los cielos es el soberano
del mundo, con influencia marcada sobre todas las religiones y creencias
posteriores de la humanidad. Y desde la época de las antiguas civilizaciones,
el hombre imaginó los Solsticios como aberturas opuestas del cielo, como
puertas, por donde el Sol entraba y salía, al terminar su curso, en cada circulo
tropical”.[2]
Este
símbolo tiene su representación en el panteón romano, el dios Jano,
representado como divinidad bifásica, gracias a su marcha pendular entre los
trópicos, como su propio nombre muestra esa implicación, ya que deriva de janua,
palabra latina que significa puerta.
“Janus
era un dios bicéfalo, con dos caras simétricamente opuestas, cuyo significado
simbolizaba la tradición de observar, una de las caras, constantemente, para el
pasado, y la otra, para el futuro.. Los Césares de Roma imperial, en sus
celebraciones y para dar ingreso al Sol en los dos hemisferios celestes,
anteponían al dios Janus, para presidir todos los comienzos de iniciación, por
atribuirle la guarda de las llaves”.[3]
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Ya
sea para el mundo oriental, como al occidental, el solsticio
de Cáncer, o de la Esperanza, asociado a San Juan Bautista (Verano en el
hemisferio Norte e Invierno en el hemisferio Sur), es la puerta cruzada por las
almas mortales y por eso es llamada la Puerta de los
Hombres, mientras que el solsticio de
Capricornio, o de Reconocimiento, alusivo a San Juan Evangelista
(Invierno en el hemisferio Norte y Verano en el hemisferio Sur), y la puerta
cruzada por las almas inmortales y por eso, denominada Puerta de los Dioses.
Es
probable para entender esto de las puertas solsticias debamos recurrir al
simbolismo cristiano, dado que para la masonería la celebración de estas
fiestas de los solsticios son, en última instancia, las fiestas de San Juan
Bautista y de San Juan Evangelista.[4]
Entendamos
la relación de los romanos a través de Jano, dado que son dos San Juan, sus dos caras: el futuro y el pasado, el
primero debe ser construido a la luz del pasado. Si lo miramos en clave
simbólica, ambos momentos se encuentran en una circunstancia de transición,
estamos hablando que es el fin de un gran año cósmico y el comienzo de uno
nuevo, que marca el nacimiento de Jesús: uno anuncia su venida y el otro
propaga su palabra.
“Para nosotros los masones,
las fiestas solsticiales tienen profunda significación filosófica. En nuestro
ritual, al abrir y cerrar la Log.·., siempre están presentes LOS SANTOS JUANES
en nuestros templos, están representados por dos líneas perpendiculares,
dejando el ara al centro, donde se encuentra “un círculo donde ningún maestro
masón puede fallar”, y no puede hacerlo porque en ese círculo está el volumen
de la ley sagrada que regula la moral y toda acción positiva
espiritual y también representa la ley civil que permite al hombre
desenvolverse en sus relaciones
con sus semejantes.
con sus semejantes.
Los solsticios representan el eterno contraste de la luz y la oscuridad, de la vida y la muerte y el sempiterno renacer de la creación, donde nada puede ser destruído, solo transformado en los tres estados naturales, sólido, líquido y gaseoso, es el ave fénix que siempre renace de sus cenizas”.[5]
El zodíaco -rueda de la vida- es como el marco
del universo visible, y su movimiento cíclico, unido al de los planetas y
demás constelaciones, influye en el cambio alternativo de las estaciones y en
el mantenimiento y renovación de la vida del cosmos y del hombre. De esto se
deduce que la Masonería no desconoce la antigua ciencia de la astrología, que
junto a la alquimia revela también los misterios del cielo y de la tierra.
Por su parte las columnas
Jakin y Boaz se vinculan especialmente con la simbólica de los dos
solsticios, y por tanto con las dos fases ascendente-descendente del ciclo
anual. Ellas se asimilan, pues, a los dos San Juan, el Bautista y el
Evangelista, y a los dos rostros del dios romano Jano, y en consecuencia a la
"puerta de los hombres" y la "puerta de los dioses",
respectivamente. Estas son las puertas zodiacales de Cáncer y Capricornio,
que corresponden a la entrada del verano y del invierno, es decir el descenso
y el ascenso de la luz solar. Las puertas solsticiales cumplen un papel muy
importante dentro del proceso iniciático, que, no debe olvidarse, reproduce
exactamente las etapas del desarrollo cosmogónico.
Para los pitagóricos, por la
puerta de Cáncer las almas penetran en el "antro de las ninfas",
que es lo mismo que la caverna platónica, otra imagen del mundo. Allí el
masón, atravesando las dos columnas como si fuese parido por ellas, comienza
a recorrer su viaje horizontal o terrestre, hasta llegar al centro de sí
mismo, al altar de su corazón, en donde se abre otra puerta, la de
Capricornio, a través de la cual inicia otro viaje, esta vez vertical y
celeste hacia la cúpula y la clave de bóveda que corona los misterios de la
cosmogonía, dando acceso así a los estados metafísicos e incondicionados. Es
decir, que el hombre "entra por una puerta y sale por otra, y en el
ínterin -signado por el espacio y el tiempo- tiene la oportunidad de
reconocerse y escapar de esa condición por la identificación con otros
estados del ser universal, que puede vivenciar por medio de la conciencia
individual -semejante a la conciencia universal- y que constituyen la
posibilidad de la regeneración particular -y también de la universal-,
siempre, claro está, tomando como soporte la generación y la creación en el
espacio y el tiempo". Este mismo proceso puede verse
también en la mitología de gran número de héroes y dioses solares, como es el
caso de Osiris, Quetzalcóatl, Mitra, Cristo y el propio maestro Hiram. [6]
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Otras culturas:
Uaxactún,
es un yacimiento arqueológico maya precolombino, que se encuentra unos 25 km al norte de Tikal, en Petén, Guatemala. Su nombre
quiere decir Nacida del Cielo. Esta ciudad fue habitada desde el Período
Preclásico medio cerca 900 A. C. y todo el Clásico, teniendo su
máximo esplendor del 500 al 900.
Este está
conformado por cuatro estructuras en las que los mayas podían observar los
movimientos del sol, podían fechar las épocas de verano y las épocas de
invierno, entre otros acontecimientos como eclipses, equinoccios y solsticios.
En
sus ruinas se destaca una pirámide central, y tres templos alineados al este
como marcadores del sol en los equinoccios y solsticios.
En la
cultura celta los druidas celebraban el ritual
de Litha o Alban Heruin, -la palabra Litha designa una “rueda”,
haciendo alusión posiblemente al sol en su máximo esplendor-; que consistía encender hogueras
buscando la bendición para las tierras y sus frutos, así como buenos augurios
para los enamorados y fertilidad para las mujeres. Su
principal significado era el de celebrar el instante en el que el Sol se
hallaba en su máximo esplendor, cuando duraba más tiempo en el cielo y mostraba
su máximo poder a los hombres, y al mismo tiempo, el día en que empezaba a decrecer
en el Solsticio de Invierno.
La
magia de los druidas invocando a los Elementales, es decir a los espíritus de
los elementos de la naturaleza, las Salamandras del Fuego, las Ondinas del
Agua, las Sílfides y Elfos del Aire y los gnomos de la Tierra, son parte de una
tradición que nos ha dejado numerosas leyendas y mucho folclore musical.
La noche de la víspera del solsticio, los druidas encendían
fuegos circulares en lugares sagrados, cerca de fuentes de agua, que mantenían
vivos toda la noche y jugaban con antorchas, o encendían ruedas que hacían
rodar por pendientes.
Rueda de las estaciones
celtas, con las principales fiestas y en la parte interior los nombres
que constituyen el horóscopo celta.
La fiesta que guarda un mayor
parecido con los ritos de la actual Noche de San Juan
es la de Beltaine o Beltane, el 1º de mayo, aunque corresponde
a la que hoy en día llamamos Noche de Walpurgis. Pero la fiesta del
solsticio celta era Litha, el 23 de junio.
Se creía que las plantas y
flores que germinaban en el solsticio tenían poderes mágicos y sanadores
(imagen procedente de http://www.tarotida.com )
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Todas las festividades que se realizan por estos mese
tienen la misma finalidad utilizar el fuego como elemento purificador y
otorgarle más fuerza al sol.
El nombre significaba "fuego de Bel"
o "bello fuego" y era un festival anual en honor al dios
Belenos. Durante el Beltaine se encendían hogueras que eran coronadas por los
más arriesgados con largas pértigas. Después los druidas hacían pasar el ganado
entre las llamas para purificarlo y defenderlo contra las enfermedades.
Los guerreros Aztecas
dedican muchos rituales al culto solar para que la “renovación de los fuegos”,
ayude a la tierra y al ser humano a respetar los ciclos y a obtener buenas y
abundantes cosecha, así como salud.
Los Incas del festejan
el Inti-Raymi, la fiesta del Sol. Es un espectáculo ver en la explanada
de Sacsahuamán, muy cerca de Cuzco, las llamaradas de las fogatas que invocan
al astro rey antes de la salida del sol.
En la tradición hindú
el solsticio estival es la vía de los ancestros, la pitri-yana, igual
que para los griegos, una puerta que conduce al interior. Los Indras adoran el
fuego primordial y aseguran que algunos chamanes durante el ritual del fuego
pueden leer el futuro en las llamas. Las cenizas de las hogueras durante el
solsticio se conservan todo un año.
Entre
los beréberes de África del norte de Marruecos y
de Argelia, se celebra la fiesta del Ansara el 24 de junio. Encienden
hogueras en las plazas de los pueblos, en lugares que consideran que necesitan
una purificación. Arrojan al fuego hierbas medicinales. Ahúman después sus
principales utensilios, herramientas y objetos personales. Consideran que el
humo de las hogueras protege los campos cultivados y mata los virus y las malas
energías. Seguidamente saltan siete veces por encima de las brasas, purifican
también el interior de las casas y los enfermos con ramas encendidas para
ahuyentar los malos espíritus e inmunizarse el cuerpo. Esta tradición procede
de la cultura pre-islámica porque se basa en el calendario solar, actualmente
el calendario musulmán se basa en el calendario lunar aunque se siguen
conservando muchos de estos rituales.
La tradición cristiana que
celebra la fiesta de san Juan el 24 de junio, adaptó el culto pagano a las
enseñanzas bíblicas. Según las Sagradas Escrituras, Zacarías recibió en
sueños un mensaje del Arcángel Gabriel anunciándole su próxima paternidad. Pero
Zacarías no lo creyó, seguro de que su mujer era estéril. Ante la ausencia de
fe, Zacarías quedó mudo y sólo recobró la voz el día en que nació su hijo Juan.
En agradecimiento a Dios, Zacarías encendió una gran hoguera y en un ritual de
purificación, saltó por encima de las llamas recitando cánticos de alabanza al
Señor y anunciando el nacimiento de su hijo. Esa es la conmemoración de la
Iglesia católica cada 24 de Junio, el nacimiento de Juan Bautista precursor de
Jesús que anuncia el nacimiento de una nueva fe basada no en el rito pagano del
planeta, sino en el poder del sol interior.
Para finalizar este recorrido histórico por las diversas
culturas:
“Los aztecas se consideraban como el pueblo elegido por el Sol,
encargados de garantizar su recorrido por el cielo, alimentándolo,
Huitzilopochtli privado de sus rayos o plumas solares por Coyolxauhqui la diosa
mexica lunar, su Hierofante Iniciador, el cual remueve el fulgor áureo del
candidato- el mítico Tlacaélel para la iniciación, coronándolo con una aureola
oscura y ennegrecida: la corona de plumas.
El Rey-Salomón nunca fue un hombre viviente. Su vida y
sus obras descritas en la Biblia en el Libro de Reyes 1 y 2 son una alegoría
sobre las pruebas y la gloria de la Iniciación solar. Todo indica que el Hiram
Abiff bíblico, el gran héroe de la masonería el hijo de la viuda, está tomado
del mito egipcio de Osiris, y es el dios del Sol, el inventor de las artes, el
Arquitecto solar, pues el nombre de 1 Huitzilopochtli o “Colibrí Zurdo” es el
dios de la guerra, advocación solar y patrono de los mexicas. Bajo su tutela,
este pueblo se convirtió en el más poderoso del ámbito mesoamericano durante el
periodo Postclásico.
Hiram significa el elevado, y este título se le daba
al sol. Y los tres Compañeros obreros del templo bajo las ordenes de Hiram, los
tres asesinos , simbolizan los tres últimos meses del año; y que Hiram Abiff
simboliza el Sol desde el solsticio de verano, cuando empieza a decrecer , por
lo cual el rito constituye una alegoría nastronómica. Durante el solsticio
estival, provoca el Sol en la Naturaleza Sonidos de todo cuanto respira. De
aquí que Hiram Abiff, su símbolo solar, comunique la sagrada palabra, es decir,
la vida, a quienes tienen derecho de Recibir esa gran fuerza vivificante.
Cuando el Sol desciende a los signos zodiacales
inferiores, la Naturaleza entera enmudece, e Hiram Abiff no puede comunicar la
Palabra sagrada a sus compañeros obreros que simbolizan los tres últimos meses
inertes del año. El primer compañero hiere levemente al Maestre Hiram con una
regla de veinticuatro pulgadas de longitud, símbolo de las veinticuatro horas
del día, es decir , la revolución diurna o primera división del tiempo que,
después de la exaltación del potente astro, atenta débilmente contra su
existencia, asestándole el primer golpe. El segundo compañero albañil hiere al
Iniciado Hiram con una escuadra de hierro, simbolizando el invierno, figurado
por la intersección de dos rectas que dividen el Zodíaco en cuatro partes
iguales representativas, de las cuatro estaciones, cuyo centro simboliza el
corazón del Solar Hiram Abiff.
Esta es la segunda distribución del tiempo que en esta
época asesta más grave golpe a la existencia solar. El tercer compañero hiere a
Hiram mortalmente golpeándole en la frente con su mallete o mazo, cuya forma
cilíndrica simboliza el año, anillo o círculo. Es la tercera distribución del
tiempo zodiacal, cuyo cumplimiento asesta el último y mortal golpe a la
existencia del Sol expirante.
De esta interpretación se deduce que Hiram Abiff el
Gran Maestro de Obras, el fundidor de metales, el héroe que en la leyenda
masónica lleva el título de arquitecto, es Osiris, es Jesús el Cristo, es
Huitzilopochtli el Sol de la masónica iniciación; que Isis su viuda es la Logia
Madre, el emblema de la Tierra -loka o mundo, en Sánscrito-, y que Horus hijo
de Osiris o de la luz y de la viuda es el francmasón, o sea el iniciado que
habita en la logia terrestre: el hijo de la Viuda y de la Gran Luz”.[7]
Veamos ahora algunos elementos manejados por la Hermandad.
Masones chilenos realizan su Asamblea
solsticial
Con asistencia de los presidentes y ex presidentes de Logias
de todo el país y de sus autoridades máximas, se realizó el pasado fin de
semana, del 19 al 21 de junio, la Tenida de Asamblea de la Gran Logia de Chile,
órgano máximo de la institución, correspondiente al Solsticio de invierno. http://www.granlogia.cl/
PLANCHA SOLSTICIO DE VERANO
A la Gloria de la Humanidad
Venerable Maestro y Queridos Hermanos:
Hoy, justo en el día de la iniciación de nuestros nuevos
hermanos aprendices, hemos entrado en el solsticio de verano del año 6004 de la
Verdadera Luz. Y eso es precisamente lo que han pedido ellos al entrar en
nuestro taller y lo que nosotros seguimos anhelando como el gran Goethe en su
lecho de muerte: “luz, más luz”.
El solsticio de verano, en el hemisferio norte, marca el
punto más alto del sol en el firmamento y por tanto la mayor duración de la
jornada diurna. Es uno de los dos momentos del ciclo de la Rueda Anual en la
que la distancia angular del Sol al Ecuador celeste de la Tierra, es máxima. Es
el día más largo donde el Poder de las Sombras tiene el reinado más corto. La
luz vence a las tinieblas, la Naturaleza despierta y las plantas se cargan de
energías ocultas y poderes sobrenaturales, mientras los masones celebramos la
fiesta mayor de nuestro calendario uniéndonos a una tradición que se remonta siglos
atrás y nos hermana a las grandes civilizaciones del pasado.
Según una consistente creencia hermética, los solsticios
de verano e invierno son hitos del espacio-tiempo cósmico, momentos-puente en
los que el Universo celebra la esencia de la identidad y la intensa
comunicación entre los seres que lo habitan. En la tradición de los misterios
helénicos y egipcios, los solsticios son las dos puertas zodiacales, la entrada
y salida de la "caverna cósmica" en la que se refugia el planeta en
su eterno viajar alrededor del sol y que se designan como "la puerta de
los hombres" y la "puerta de los dioses".
La primera, regida por la posición de Cáncer en el
firmamento, corresponde al solsticio de verano, y es la más humana pues nuestra
raza como hija de la Tierra y heredera de los dioses necesita la luz solar para
desarrollarse. La segunda, marcada por Capricornio, pertenece más al espíritu,
al reino de las sombras y el conocimiento y es por tanto patrimonio de los
dioses. Esta alternancia nos recuerda
que el ciclo anual está dividido en dos mitades, una
"ascendente" y otra "descendente" como dice la filosofía
vedanta de los hindúes: la primera es el período del curso del sol hacia el
norte (uttaràyana), que va del solsticio de invierno al de verano; la segunda es
la del curso del sol hacia el sur (dakshinàyana), que va del solsticio de
verano al de invierno. Pero no debemos olvidar que en este mundo en el que cada
cosa encierra a su contraria y en el que la luz envuelve su sombra, existen
también dos hemisferios terrestres, dos tiempos en la esfera, y que lo que
entre nosotros es solsticio de verano en nuestro querido Chile, por ejemplo, es
solsticio de invierno.
Venimos de una larga tradición de culturas y conocimiento
que se remonta a la antigua Sumer, el martirizado Irak de hoy, una civilización
que por cierto construía grandes torres o zigurats para observar mejor el
firmamento y fijar las fechas más destacadas de solsticios y equinoccios. En
Egipto se adoraba al sol y su aparición en el solsticio de verano quedó impresa
de forma sagrada en la memoria ancestral de sus piedras milenarias. La
civilización azteca, la tolteca, la maya, la inca, y muchas más del Nuevo
Mundo, construían grandes plataformas piramidales y elevadas para rendir culto
al sol como fuente de luz y también dejaron constancia del constante perihelio
en su impresionante calendario solar.
Entre nosotros, han sido los celtas la cultura que ha
mirado al cielo con mayor fervor. Más inclinados hacia la luna, tal vez por ser
una civilización matriarcal en la que la mujer y las diosas jugaban un papel
fundamental, los celtas levantaban monumentos en los que podía “leerse” el
ciclo solar con absoluta precisión como aún puede verse en la maravilla
megalítica de Stonehenge. Los druidas, como los hindúes, dividían el año en dos
partes de seis meses relacionadas con sus creencias sobre Samos y Giamos, el
mundo de la Luz y el de las Sombras. Estas mitades están agrupadas en doce
períodos lunares que forman un ciclo anual, pues el calendario celta gira
entorno a las 4 grandes Fiestas de Imbolc, Samain, Beltane y Lugnasad, que
señalan las 4 estaciones de 3 meses. Los romanos, y tras ellos los cristianos,
hicieron coincidir sus fiestas menores con aquellos acontecimientos que ya
celebraban sus ancestros celtas o etruscos. Así el solsticio de invierno es la
fiesta de San Juan Bautista, aquel que lleva el conocimiento y la iniciación
espiritual y el solsticio de verano pasó a ser la noche de San Juan, mientras
que las antiguas fiestas en torno a las hogueras que celebraban el triunfo de
la luz, continuaron sucediendo como hoy mismo ocurre por muchos lugares de
España, sobre todo en Cataluña, Baleares o Galicia.
Mientras el Sol está en su apogeo, nuestra fuente calor
interior que es el corazón, se expande en amor y comprensión. Hagamos que
nuestra atención se pose en este órgano y en los sentimientos que gobierna y
sintamos todo lo que nos rodea. Que nuestras relaciones humanas y el presente
que labramos día a día se tiña de amor, que vivamos impregnados por el filtro
del amor a nuestros semejantes, a la vida y a los principios que la inspiran.
Así desaparecerán de nuestras mentes los prejuicios, la intolerancia, el
creernos diferentes y separados de los otros.
Empecemos por nosotros mismos; hemos de aceptarnos y
querernos, por encima de errores y defectos pues somos mezcla de sombra y luz,
como todos los seres humanos. Para cambiar debemos conocernos como nos pedía
Sócrates y esto sólo es posible si nos miramos de frente, sin complejos ni
rechazo. Si nos hemos liberado de prejuicios, angustia, dudas torturantes,
complejos de superioridad o inferioridad, habremos limpiado la mente y liberado
nuestra auténtica energía. Y así nuestro corazón podrá latir con el ritmo solar
del que está hecho y tú podrás sentir por los demás la compasión que a ti mismo
te negabas.
He dicho.
En los valles al Oriente de Madrid,
en el día de Solsticio de Verano del año 6004 V.L.
Recuerda que el calor de la celebración vivifica, pero el
fuego desbocado transforma todo en desierto.[8]
CEREMONIAL PARA LA CONSAGRACIÓN DEL
FUEGO SAGRADO EN EL SOLSTICIO DE INVIERNO
El Templo debe estar adornado convenientemente; su iluminación
ha de estar preparada de modo que en el momento oportuno quede en penumbra y
cuando la ceremonia lo requiera vuelva a iluminarse profusa y brillantemente.
Frente al trono del Gran Maestro ha de haber un trípode o
una columna truncada con un recipiente para alcohol y un pebetero con lumbre y
sustancias odoríficas para ser quemadas.
Al trípode se le llama Ara de Consagración.
PRELIMINARES
Cuando los HH.·. y las personas convidadas están en los
lugares que se les hayan designado y el Dip.·. Gr.·. Maest.·. o el que lo substituya
y demás DDig.·. ocupen sus puestos, aquél abre los trabajos, de primera entrada
con los honores debidos al estandarte de la Gr.·. Log.·. y a continuación al
Muy Resp.·. Gr.·. Maest.·. bajo bóveda de acero, entra acompañado de las nuevas
Luces y al batir de malletes.
Al llegar el Gr.·. Maest.·. al trono de Or.·. se hace
cargo de la dirección de los trabajos y ordena que penetren al Templo los Estandartes,
conducidos por sus respectivas comisiones, según su orden numérico. Se batirá
Mallete durante el tiempo que duren los
Estandartes en llegar a Or.·. donde después de saludar al
Estandarte de la Gr.·. Log.·. se colocarán en sus puestos y las comisiones
ocuparán el lugar que se les designe.
Mientras ocurre todo lo anterior, la música toca algo
apropiado.
Terminada la recepción, el Gr.·. Maest.·. da un golpe de
mallete y dice:
Gran Maestro.- VV.·. y QQ.·. HH.·., vamos a dar principio
a la solemne ceremonia con que la Masonería celebra el solsticio de invierno y
que constituye uno de sus actos simbólicos más genuinos, trascendentales y de
mayor significación.
RITUAL
Gran Maestro.- V.·. H.·. Prim.·. Gr.·. Vig.·., servios ilustrarnos
acerca del motivo porque celebramos hoy esta festividad.
Primer Gran Vigilante.- Como es sabido, Muy Resp.·. Gr.·.
Maest.·., los Solsticios son dos: El de Verano que se verifica el 24 de junio y
señala la mayor ascensión del sol sobre nuestro horizonte y el de invierno que
tiene lugar el 27 de diciembre y en el
que declina aquel astro, al punto de que sus rayos oblicuos dan apenas calor a
nuestro hemisferio.
Estos Solsticios determinan las dos grandes fases en que
la Naturaleza ofrece los cambios y contrastes más notables y opuestos;
fenómenos sorprendentes y siempre admirables, que bajo distintas formas y
alegorías, han conmemorado todos los pueblos. En el primero aparece la
Naturaleza en mayor esplendor; los rayos vivificantes del sol derraman por dondequiera,
brillantez, lozanía, hermosura y vigor; dan fertilidad a los campos, verdor a
las praderas colorido a las flores, existencia y calor a los seres y diafanidad
a los cielos.
En el segundo, al alejarse el sol de nuestro Cenit para prodigar
sus rayos fecundadores a otro hemisferio, nuestros campos pierden su manto de
esmeralda, nuestros cielos se cubren de brumas; el cierzo paraliza el
crecimiento de las plantas, al detener la circulación de la savia que las nutre
y la tristeza tiende por todas partes su cendal grisáceo. Y es que el astro
fulgente, que rige los destinos cósmicos de nuestro planeta. Obedeciendo leyes
universales, llega a un grado de declinación meridional respecto de nuestro
horizonte, que solo nos manda brillo apagado de mortecina luz.
Pero hoy, al volver de su viaje zodiacal, en obediencia a
las mismas leyes, nos hace entrever pródigos beneficios, reapareciendo
vivificador y lleno de promesas halagadoras.
Y en la masonería, siempre atenta y consagrada al bien de
la humanidad, acoge con regocijo este magno suceso y lo solemniza con una de
sus más grandiosas festividades.
Gran Maestro.- V.·. H.·. Seg.·. Gr.·. Vig.·., Servios decirnos:
¿Qué interpretación simbólica y moral debemos dar al fenómeno astronómico que
hoy conmemoramos?
Segundo Gran Vigilante.- Teniendo la Institución Masónica
la alta misión de ilustrar moralmente a todas las clases del orden social, nada
puede hacer con más acierto que tomar por patrón y modelo de sus
importantísimas funciones, al cuadro físico del sol y de los fenómenos que de ahí
se derivan, amoldando los pequeños templos llamados Logias al templo
maravilloso e inconmensurable del Universo. Por eso en el interior de las
Logias encontramos las imágenes del Sol, de la Luna y de la Bóveda celeste sembrada
de estrellas. Y puesto que la luz física viene del Oriente del mundo, las
Logias Masónicas en las que se adunan los esfuerzos más sublimes y generosos
que tienden a enaltecer e ilustrar la inteligencia humana, se viene a convertir
en otros tantos focos de luz o sea en otros tantos Orientes. Y por lo mismo en
los templos Masónicos símbolos figurados del Universo como ya se dijo, los Solsticios
se hayan representados por las dos columnas que se encuentran al Occidente, a
ambos lados de la puerta de entrada y que marcan el límite de la marcha
aparente del sol durante los doce meses del año.
Esta es la explicación simbólica, la moral se deriva de aquella.
Así como el alejamiento del sol trae consigo una metamorfosis
completa en las manifestaciones de la naturaleza, al grado de transformar en
lóbrego y estéril desierto lo que antes era un oasis, así el olvido de nuestros
deberes, el abandono de la virtud, la satisfacción sin freno de las pasiones,
la corrupción de las costumbres, el egoísmo que domina el corazón degenerado
por los vicios, hacen monstruosa un alma que antes era abrigo de nobles y levantados
sentimientos pero que, lo mismo que el prado vuelve a florecer al sentir de
nuevo las caricias del radiante sol, aquel espíritu, esclavizado por la
intemperancia y la perversión recobre todo su imperio sobre las pasiones y se levanta
regenerado y libre, a cumplir su alto destino, al influjo potente de la savia y
morigeradora doctrina que le inculca la institución masónica cuando admite en
su seno amoroso y le da calor y nueva vida con su luz esplendente.
Gran Maestro.- Según eso, ¿Cuál es enseñanza que damos en
nuestra Logias y con la que buscamos la regeneración humana, V.·. H.·. Gr.·. Prim.·.
Vig.·.?
Primer Gran Vigilante.- Doctrinas de moral sublime que tienden
a instruir y educar a los hombres, mejorar sus costumbres y mantener el honor
de sus sentimientos mediante fraternal unión; unión fraternal es la que de continuo
se trabaja para investigar la verdad y en la que se obliga todos lo asociados a
obrar y a vivir según la verdad hallada y a practicar el bien y la virtud según
la razón ordene, a fin de ver realizado el ideal de la masonería, que es la
perfección humana.
Gran Maestro.- Conocida la significación trascendental
del acto que hoy celebramos, que es: Glorificar la renovación del Fuego
Sagrado, que ha de volver muy pronto a fecundar la tierra con sus fulgores
benéficos, después del alejamiento del sol, que por su ausencia dejó viuda a la
madre naturaleza, los masones nos congregamos a recordar esta evolución solar y
no para deplorar su perentoria ausencia, sino para regocijarnos con su
reaparición en la primavera próxima, más puro, más brillante y más hermoso,
fertilizado y embellecido todo nuestro derredor. Aludiendo a ello, nuestra orden
adoptó el siguiente lema: “Por el Fuego se Renueva Íntegramente la Naturaleza”.
Vamos pues, a consagrar el Fuego Sagrado, según nuestro simbolismo;
y que el holocausto que hoy rendimos sea un homenaje al padre de la luz,
generador de vida y belleza.
(Da un golpe de Mall.·., las luces del templo se apagan,
dejando solamente encendidas la de los tronos y la música comienza a tocar suavemente
para acompañar el recitado que sigue):
Gran Maestro.- H.·. Maest.·. de Cer.·., servios ver si en
el ara está todo preparado.
Maestro de Ceremonias.- Muy Resp.·. Gr.·. Maest.·., En el
Ara está todo preparado.
Gran Maestro.- HH.·. en pie. Estamos en invierno y el sol
aparta de nosotros sus rayos. En la llama misteriosa que da esa Ara se levanta,
elevemos a él nuestros fervientes votos por que torne a brillar e infundir
nueva vida a los seres, y por que se realicen nuestros ideales de fraternidad
universal.
(En este momento el Maest.·. de Cer.·. enciende el
alcohol del recipiente)
Gran Maestro.- Que las nubes de la mirra sagrada suban unidas,
hasta el G.·. A.·. D.·. U.·. y nuestras aspiraciones de saber con nuestros
anhelos de virtud, amor y verdad.
(El Maest.·. de Cer.·. pone incienso en el pebetero y el
Gr.·. Maest:;. sigue diciendo):
Gran Maestro.- ¡Meditemos! Pensemos en nuestras buenas y
en nuestras malas obras (pausa). En el seno de nuestra conciencia hagamos el
balance del bien y el mal. (Repiten todos los hermanos):
“Hagamos el Balance del Bien y del Mal”) (pausa). Ahora HH.·.
ante el Ara, donde flamea esa llama, imagen de una existencia laboriosa y
fecunda y de donde surge ese aroma, representación del perfume que se desprende
de una vida consagrada al bien, renovemos las protestas que hemos hecho de
perfeccionarnos.
¿Protestáis de nuevo esforzaros para ello?
(Contestan todos los HH.·.) “¡Sí protesto!”
¡Que así sea para bien de la Orden en general, para el de
la Masonería Tamaulipeca y para nuestro propio mejoramiento!
(Se encienden las luces del Templo e inmediatamente dice
él):
Gran Maestro.- En este solemne momento, en que la luz vuelve
a nosotros, saludemos al Rey de Creación y a su obra más bella; saludemos al
ígneo Sol, al magnificente dispensador de mágicos colores, de aromadas flores,
de sazonados frutos, de alegres linfas, de esplendorosos cielos; consagremos un
voto de esperanza de ver, con el resurgimiento de la Madre Naturaleza, enmudecidas
las pasiones y agrandado el amor a la humanidad, y rindamos homenajes de
gratitud al Astro Rey que, mandando sus vívidos rayos lo mismo al indigente que
al potentado, enviando su luz fulgurante al palacio igual que a la choza y dando
vida a todo con su calor benéfico, viene a ser el símbolo grandioso de nuestro
lema sublime: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.
Conmigo HH.·. (Se hace el saludo con una salva nutrida,
cesa la música, el Gran Maestro dice):
Gran Maestro.- QQ.·. HH.·. el Sol nos ha vuelto sus resplandores.
Estamos ya de fiesta; servios prestar vuestra atención a la oratoria con que se
va a glorificar el magno suceso. Tomad asiento, HH.·.
(La música toca algo rumboso. Continúa desarrollándose el
Programa de la Fiesta. Al terminar ésta el Gran Maestro dice):
Gran Maestro.- V.·. H.·. Hosp.·., servios circular el
saco de Beneficencia entre lo HH.·. únicamente y guardar su contenido, para que
la Gr.·. Log.·. socorra al necesitado que acuerde, sin indagar su religión,
raza o nacionalidad.
(Se corre el saco de Beneficencia en la forma indicada;
enseguida dice el):
Gran Maestro.- Declaro clausurados los trabajos de esta Ten.·.
Blanca, expresando a todas las personas que nos han honrado con su presencia
nuestra sincera gratitud. Y vosotros HH.·., recordad siempre que no debemos
olvidar, ni por un instante, los lazos fraternales que nos unen.
(Da un golpe de mall.·.)
Algo que mucho por estos lares
tienen presente en esta festividad es la:
QUIEMADA
Se piensa que el origen de esta tradición se remonta a los
siglos XI o XII, coincidiendo con la construcción de la Catedral de Santiago.
Aunque se desconoce la procedencia exacta de esta costumbre, lo que sí sabemos
es que es milenaria.
En el conjuro de la Queimada se invoca a los 4
elementos (fuego, tierra, agua y aire), deidades fundamentales de la cultura
de los druídas y de los ritos célticos, todos
quedan simbolizados en el ritual aunque el fuego el elemento clave:
EL FUEGO: Deidad de la purificación.
LA TIERRA: Simbolizada por el pote de barro
da Queimada.
EL AGUA: Simbolizada con el aguardiente.
EL AIRE: Sobre el cual se elevarán y danzarán las
llamas.
Según la tradición gallega, para espantar a las meigas
(brujas), no hay nada mejor que preparar una buena queimada y recitar su
conjuro casi al terminar. Será cuestión de probarlo...
CONJURO DE LA QUEIMADA:
Buhos, lechuzas, sapos y brujas.
Demonios maléficos y diablos, espíritus de las nevadas
vegas.
Cuervos, salamandras y meigas, hechizos de las curanderas.
Podridas cañas agujereadas, hogar de gusanos y de alimañas.
Fuego de las almas en pena, mal de ojo, negros hechizos, olor de los muertos, truenos y rayos.
Ladrido del perro, anuncio de la muerte; hocico del sátiro y pata del conejo.
Pecadora lengua de la mala mujer casada con un hombre viejo.
Infierno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres en llamas, cuerpos mutilados de los indecentes, pedos de los infernales culos, mugido de la mar embravecida.
Vientre inútil de la mujer soltera, maullar de los gatos en celo, pelo malo y sucio de la cabra mal parida.
Con este cazo levantaré las llamas de este fuego que se asemeja al del infierno, y huirán las brujas a caballo de sus escobas, yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.
¡Oíd, oíd! los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente quedando así purificadas.
Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas, quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada: si es verdad que tenéis más poder que la humana gente, aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera, participen con nosotros de esta queimada.
Cuervos, salamandras y meigas, hechizos de las curanderas.
Podridas cañas agujereadas, hogar de gusanos y de alimañas.
Fuego de las almas en pena, mal de ojo, negros hechizos, olor de los muertos, truenos y rayos.
Ladrido del perro, anuncio de la muerte; hocico del sátiro y pata del conejo.
Pecadora lengua de la mala mujer casada con un hombre viejo.
Infierno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres en llamas, cuerpos mutilados de los indecentes, pedos de los infernales culos, mugido de la mar embravecida.
Vientre inútil de la mujer soltera, maullar de los gatos en celo, pelo malo y sucio de la cabra mal parida.
Con este cazo levantaré las llamas de este fuego que se asemeja al del infierno, y huirán las brujas a caballo de sus escobas, yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.
¡Oíd, oíd! los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente quedando así purificadas.
Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas, quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada: si es verdad que tenéis más poder que la humana gente, aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera, participen con nosotros de esta queimada.
En Uruguay cada año va tomando
una mayor visibilidad la celebración de esta fiesta, por ejemplo en el 2015
podemos mencionar:
Contará con la tradicional
fogata, danzas y música típica Catalana de manera de darle luz y color a la
En la Plaza Varela los 23 de
Junio se enciente una hoguera en conmemoración de San Juan, celebración de
origen antiguo en la que se celebra la llegada del solsticio de verano
en los países del hemisferio norte. La fiesta consiste en una hoguera en la
cual se realizan bailes típicos catalanes, siendo los mismos acompañados
por cocas catalanas y cremat. Al finalizar el público disfruta de fuegos
artificiales.
Lo que nos informan los
organizadores es que a partir del año 2013, como la fiesta creció,
tomaron más espacio de la plaza, se amplió el área y la fiesta cuenta con una
interesante oferta gastronómica.[9]
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No dejes de ver estos links:
Se nos presentó una curiosidad,
después de haber hecho este recorrido por las diferentes culturas y como se han
entremezclado a lo largo de la historia, que tratamos de ver si encontramos
algunos símbolos de los mencionados a lo largo de estas líneas en alguna
iglesia, y más si esta estuviera asociada a
San Juan Bautista.
La curiosidad nos llevó a
encontrar estas imágenes:
Iglesias San Juan Bautista
Iglesia San Juan
Bautista (Montevideo)
Dirección: Mons.
Domingo Tamburini 1210 (Pocitos).
En 1890 se compra la parcela donde se construirá. El 25 de junio 1899 se colocó la
piedra fundamental del actual templo, que está dedicada a San Juan Bautista. La construcción tardó décadas; el
impulso decisivo fue dado por el sacerdote Domingo
Tamburini, nombrado párroco en 1925. La Orquesta Filarmónica de Montevideo ofrece conciertos aquí durante
sus temporadas.
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34º
54’ 34.10’’S / 56º 09’ 01.52’’ O
San Juan el Bautista Iglesia Parroquial de Santa
Lucía (Canelones)
Estaba situada en lo que hoy es la calle
República Argentina, muy cerca de lo que era el casco de la estancia de los
Mitre. El primer párroco, Fray Ricardo de la Rosa, pertenecía a la Orden de
la Merced y permaneció allí durante 25 años, hasta las invasiones inglesas.
En 1854, al ser escuchados los insistentes
pedidos de los vecinos, se destinaron los fondos necesarios para construir un
nuevo templo. La obra comenzó en 1860 a cargo del arquitecto Alberto Capurro, quien durante más de veinte años él
estuvo al frente de la misma. La fundación se celebró 13 de diciembre de
1870.
En 1910 Dionisio
Azoytia construye el campanario. La parroquia recibió cuatro campanas de
origen francés: la del Sagrado Corazón
con un peso de 1.300, la Inmaculada
de 900, la San Juan Bautista de 700
y la Santa Lucía de 400 kilogramos.
Todas ellas están decoradas con imágenes referidas al Papa Pío X y con el
nombre correspondiente grabado en relieve.
La parroquia San Juan Bautista alberga un valioso acervo documental y
material. Los libros de casamiento y bautismo se conservan en perfecto estado
y cuenta con mobiliario y elementos litúrgicos que abarcan diferentes épocas.[10]
Paraguay 82, CP 90700,
Tel.: 433 46078
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San Juan el Bautista Iglesia Parroquial de San
Bautista (Canelones)
San Juan Bautista Avda. Justo Álvarez s/n, CP 90604, Tel.:
4313 6740.
San Juan el Bautista Iglesia Parroquial de Río
Branco (Cerro Largo)
Erigidas por Jacinto Vera, en su período
de vicario apostólico. En ese entonces, llamado Villa Artigas, 6 de
noviembre de 1877.
San Juan el Bautista Iglesia Parroquial de Mercedes
(Soriano)
Ituzaingó 888. CP 75000. Tel.: 4532 2986.
San Juan Bautista de la capilla en Ismael Cortinas
(Flores)
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Iglesia Catedral de San Juan Bautista (Salto)
Los orígenes de la primera iglesia en este lugar datan
del Éxodo del Pueblo
Oriental en 1811. Este templo catedralicio de estilo
ecléctico con predominio del barroco, frente a la Plaza Artigas, fue levantado
en 1889, según planos del salesiano Ernesto Vespignani. Dedicado a san Juan Bautista,
desde 1939 constituye la sede de la Diócesis de Salto.
En su interior se destacan varias pinturas de Zorrilla de
San Martín y el Cristo en bronce de Edmundo Pratti.
El 9 de mayo de 1988, el papa Juan Pablo II visitó esta Catedral.
El 8 de abril de 1997 fue declarada basílica menor.
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Fuentes:
https://es.wikipedia.org
[4] Es importante
recordar para los masones de este hemisferio, simbólicamente las condiciones
geográficas son, siempre, las del hemisferio Norte.
[7]
Alcoseri, Vicente- El Rey Salomon; Hiram Abiff y el mito solar.
En Revista Dialogo entre Masones. Artículos masónicos seleccionados. Año
2. Nº 6. Valle de Lima, Junio 2015.
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