Ovidio Ambrosio Warnes Ribot
7 de diciembre de
1831 – 21 de diciembre de 1889
Montevideo –
Rosario (Santa Fe)
Militar de honrosa trayectoria en los
ejércitos de ambas repúblicas del Plata, vinculado al período de la
organización nacional.
Hijo de Martín José Warnes García de Zúñiga y
de Lucía Ribot, matrona casada en primeras nupcias con el Barón du Scerf,
poderoso estanciero lugareño de la época de Artigas.
Sus primeras letras las hizo en la escuela
del P. Solano y el celebre Lázaro Gadea, para luego pasar a Chile en el año 1837 a continuar los mismos.
Actúa en la batalla de Monte Caseros con el
grado de Capitán manteniendo el ánimo de sus tropas hasta el momento de la
derrota final rindiéndose a sus connacionales los Grles. Fausto Aguilar y
Manuel Caraballo, prestigiosos militares orientales que junto a Urquiza lo
trataron con toda clase de consideraciones.
Horas después el Gral. Vencedor tras
felicitarlo por la bizarría puesta en el desempeño de las armas, como así
mismo, en la salvación de sus hombres, le instó a que sentara plaza en el
ejército coaligado, ofrecimiento que desechó en el acto en cumplimiento a un
alto sentido del honor y a sus convicciones políticas.
En el año 1855 contrajo matrimonio con doña
Eloya Feraud y Arraez, boda que tuvo lugar en Montevideo, radicándose de
inmediato en Paysandú.
En 1860 es nombrado segundo suplente del
Alcalde Ordinario y suplente también del Defensor de Pobres y Menores.
Los antecedentes de su familia, sumados a la
mesura de casi todos sus actos le otorgaron un lugar de preferencia como hombre
de consejo, razón por la cual integró los más sonados “juries” de la época.
Al avecinarse el segundo sitio de Paysandú,
Leandro Gómez lo destinó con una guardia al extremo norte de la plaza, en cuyo
sector limitado por la calle Florida se mantuvo con encomiable valor durante
todo el asedio.
Al presumirse la caída de la plaza el 2 de
enero de 1865, Warnes tomó las precauciones necesarias para salvarse él y sus
hombres, lo que realizó abandonando las trincheras y refugiándose, luego de
romper su espada y tirarla a un foso, en la casa de un francés llamado
Dufrechou.
Aunque traicionado en sus convicciones actuó
durante toda la Revolución
de las Lanzas hasta que se firmó la
Paz de Abril de 1872.
Dispuesta la venta de sus últimas propiedades
en la República
transcurrió “el destierro”, según sus
propias palabras, en Rosario de Santa Fe, donde fallece el 21 de diciembre de
1889.
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En nuestra Masonería nacional, perteneció a la Logia Hiran de Paysandú, en la cual dejó impreso su
sello como un hombre ponderado, de honor y de probadas virtudes ciudadana.[1]
[1] Gran Logia de la Masonería del
Uruguay- Biografías masónicas orientales. Tomo I.
Montevideo. 1991. pp. 143-144.
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