Los Illuminati
(2)
El documento oficial de la Declaración de los Derechos
Humanos contiene varios símbolos ocultos que se refieren a las sociedades
secretas. En primer lugar, el símbolo del ojo que ve Todo dentro de un
triángulo, rodeado por la luz de la estrella ardiente Sirio, se encuentra por
encima de todo (este símbolo se encuentra también en el Gran Sello de los
Estados Unidos). Debajo del título se muestra un Ouroboros (la serpiente
que come su propia cola), un símbolo esotérico asociado con la alquimia, el
gnosticismo y el hermetismo, las enseñanzas fundamentales de la
Masonería. Justo debajo de las Ouroboros es un gorro frigio de color rojo,
un símbolo que representa las revoluciones Illuminati en todo el
mundo. Toda la Declaración está custodiada por pilares masónicos.[1]
Este aspecto de la conspiración, es uno de los más
difundidos sobre los Illuminati,
veamos cuan cerca está de esto.
La
conspiración
Un tema que no es menor, fue el personalismo de Adam
Weishaupt, así se lo marco Cato –von
Knigger-“un jesuita disfrazado… ¿Tengo yo
que trabajar bajo su estandarte, liderar a otros bajo el yugo de un hombre tan
terco? ¡Jamás!”. Renunciando en 1784, a esa altura ya la Orden estaba a
poco tiempo de su desaparición.
Año clave fue 1785, fecha en la cual fueron prohibidos, como
una especie de inquisición, antiilluminati, lo que llevo a que Weishaupt huir a
Sajonia, y a sus miembros les aconsejo esconderse, esperando que pasara y se calmaran las aguas. Pero esto nunca paso
dado que en 1876 al producirse un allanamiento a en la casa de Xaviewr Zwack
queda en evidencia una gran cantidad de
papeles y documentos, en los cuales se encuentran planes para la creación de una orden femenina de
illuminati, ensayos sobre la defensa del suicidio, recetas de venenos e incluso
informe sobre el aborto.
Estos documentos sean o no sean parte del pensamiento de Weishaupt,
el daño ya estaba hecho. Su aniquilación definitiva se produce en 1787, pero la
leyenda conspiratorias ya se habían echado andar, ya estamos cerca del
estallido de la Revolución Francesa.
Antes de entrarnos a los acontecimientos de la revolución
francesa, veamos los precursores.
1.
El conde François-Henri de Virieu (1754-1793),
francmasón de una logia martinista
de Lyon, después de participar al convento de Wilhelmsbad (1782),
representando el duque d’Havré-Croy, denunció una conspiración a punto de
estallar de tal forma que "ni la monarquía ni la iglesia podrán
sobrevivir".
2.
1786, Ernst August von Göchhausen en su libro
"Revelaciones sobre el sistema
político cosmopolita", denunció una conspiración masónica-Iluminados
de Baviera-jesuita y predijo "inevitables
revoluciones mundiales" tres años antes de la revolución
francesa.
3.1789, Jean-Pierre-Louis de Luchet, marqués de la
Roche du Maine, publico su ensayo Essai sur la Secte
des Illuminés donde denuncia
los dirigentes de los Illuminados de Baviera controlando el espacio masónico
europeo y francés.
4.
1790, el abad Antoine Estève Baissie en L'Esprit de la
Franc-maçonnerie dévoilé, relativement au danger qu'elle renferme
denuncia una conspiración masónica detrás de la revolución en uno de
sus ensayos.
5.
1791, Jacques-François Lefranc también compartió
esa opinión en su libro Le voile levé pour
les curieux ou les secrets de la Révolution révelés à l'aide de la
franc-maçonnerie. Con
estas dos tesis, se ponen las bases de la tesis de la conspiración masónica
revolucionaria directa y consciente organizada por las logias.
6.
1791, el ensayista Antoine de Rivarol publica Histoire de la
révolution. También en 1791, Christian Heinrich Kurt von
Haugwitz, siendo el mismo franc-masón, retoma la tesis en
su libro Hirten-Brief an die
wahren und ächten Freymäurer alten Systems, denunciando
también el martinismo en las logias.
7.
1793, el sacerdote jesuita francés Pierre-Joseph de Clorivière publica Les doctrines de la Déclaration des droits
de l'homme, proclamando la misma opinión.
8. 1797,
un libro, Les véritables auteurs de
la Révolution de France de 1789, publicado bajo el seudónimo de Jourde, y
atribuido a Nicolas Sourdat, acusa a los masones de haber
desarrollado la revolución. Hubieran procurado dinero y propaganda a los
revolucionarios. El escritor y ensayista Charles Louis Cadet de
Gassicourt explicó la acción subterránea de las sociedades
secretas en la revolución francesa también en 1797. En su obra Le Tombeau de Jacques
de Molay, ou Histoire secrète des initiés anciens et modernes, templiers,
francs-maçons, illuminés et recherche sur leur influence dans la révolution
française.
9.
1797, el sacerdote jesuita francés Augustin Barruel, en su libro Memoria para servir
a la historia del Jacobinismo, (su socio
literario era Jacques-François Lefranc) y el erudito masón
escocés John Robison (1797
también, médico escocés, matemático e inventor inventó la sirena) intentaron
demostrar, independientemente el uno del otro, que muy por encima de factores
tales como la constante represión del Tercer Estado, de las sucesivas
hambrunas y del mal manejo de la crisis que hizo Luis XVI, el factor
predominante que habría desatado la revolución sería una preparación metódica
del proceso revolucionario, cuyo plan fue trazado detalladamente años antes de
su estallido, ya que para que se produzca tal proceso, serían requeridas
principalmente dos cosas:
a)
Un clima cultural
e intelectual apropiado que alimente las fuerzas potenciales. Como una
situación de grave alteración generalizada que obligue a la población a exigir
un cambio. El clima que se necesitaba para la Revolución francesa se generó en
los años del enciclopedismo y la Ilustración, el cual era un
movimiento de pensamiento iluminista.
b)
Un grupo
dirigente y de agitadores, que se encargue de organizar y movilizar a las masas
para cumplir los objetivos deseados (Presuntamente la masonería).
Este devoto masón se
desencantó cuando se dio cuenta de que su hermandad había sido infiltrada por
los Illuminati: “He encontrado que una parte secreta de una Logia Masónica habían estado
empleados en todos los países para la ventilación y la propagación de los
sentimientos en la religión y la política, que no podrían haber circulado en
público sin exponer al autor a un gran peligro. Me pareció que esta
impunidad había alentado gradualmente los hombres de principios licenciosos a
ser más audaz, y para enseñar doctrinas subversivas de todas nuestras nociones
de moralidad -de toda nuestra confianza en el gobierno moral del universo- de
todas nuestras esperanzas de mejora en un futuro estado de existencia y de toda
satisfacción y contento con nuestra vida actual, tanto tiempo como el que
vivimos en un estado de subordinación civil. He sido capaz de rastrear
estos intentos, realizados, a través de un curso de cincuenta años bajo el
pretexto falaz de iluminar el mundo con la antorcha de la filosofía, y de disipar
las nubes de la superstición civil y religiosa que mantienen las naciones de
Europa en la oscuridad y la esclavitud.
He observado estas doctrinas que se
difunden de manera gradual y se mezclan con todos los diferentes sistemas de la
masonería; hasta que, por fin, una asociación que se ha formado con el
propósito expreso de erradicar a todos los establecimientos religiosos y vuelco
TODOS LOS EXISTENTES GOBIERNOS DE EUROPA. He visto esta Asociación se
ejercita en esa celosa y sistemáticamente, hasta que ha llegado a ser casi
irresistible: Y he visto que los líderes más activos en la Revolución Francesa
eran miembros de esta Asociación, y llevaron a cabo sus primeros movimientos de
acuerdo a sus principios, y por medio de sus instrucciones y asistencia, solicité
y obtuve formalmente: Y, por último, he visto que esta Asociación sigue
existiendo, sigue trabajando en secreto, y que no sólo varias apariciones entre
nosotros muestran que sus emisarios se esfuerzan por propagar sus doctrinas
detestables, pero que la Asociación tiene Logias en el Reino Unido
correspondientes con la madre Lodge at Munich desde 1784. La Asociación de
la que tengo de hablar sido- es la Orden de los Illuminati, fundada, en 1775
[sic], por el Dr. Adam Weishaupt, profesor de derecho canónico en la
Universidad de Ingolstadt, y abolida en 1786 por el Elector de Baviera, pero
revivida inmediatamente después, con otro nombre, y en una forma diferente, en
toda Alemania. Se detectó de nuevo, y aparentemente disuelta; pero
para entonces había echado raíces tan profundas que aún subsiste sin ser
detectado, y se ha extendido a todos los países de Europa”. Por su parte Barruel aporta datos de como
los iluminista tomaron posición dentro de la Francmasonería; “no sólo la
orden inferior de la Masonería fue engañada por Weishaupt, sino también las de
los propios Illuminati de Weishaupt, para quien había proporcionado otro nivel
de alto secreto de dirección conocido como el Aeopagus, un círculo retirado de
directores de todo el orden , el único que sabía que sus objetivos
secretos. Para Barruel, estos líderes revolucionarios como La
Rochefoucauld, Lafayette, y el duque de Orleáns, se habían convertido en
agentes de los Illuminati y engañados por los radicales más extremos, como
Danton, provocadores que desataron la rebelión dirigida por los
Illuminati. Barruel acusado, además, que todo el establishment francés
masónica se había convertido a las ideas revolucionarias de Weishaupt, sus
logias convertido en comités secretos que planeaban derramamiento de sangre”.
Pero si miramos desde otra perspectiva estos planteamientos:
“…Europa fue sacudida
por una violenta revolución que hacía realidad mucho de los objetivos
aparentemente de los illuminati: la monarquía y la aristocracia habían sido
derrocados; la burguesía había alcanzado una condición superior; se había
proclamado la libertad; se instituía una nueva república, y el poder de la
Iglesia fue derribado.
En lugar de aceptar
que la injusticia y la corrupción del antiguo sistema era la verdadera causa de
la revolución, los defensores del gobierno comenzaron a buscar a alguien a
quien culpar. Centrar la culpa en una conspiración masiva internacional de
sociedades ocultas perversas resultaba mucho más sencillo de tragar para
algunos que forcejear con complejos problemas de justicia y desigualdad que
necesitaban una solución”.[2]
Podemos establecer como un pie para todas las suposiciones,
el papel que jugó el iluminatus Chritoph Bode,
quien se encontraba en Francia antes del
estallido de la revolución. El objetivo de su presencia en esos momentos no tenía
que ver con el movimiento, sino que estaba en búsqueda de sumar nuevos adeptos
para la Orden. Entre logro atraer a Nicolas de
Bonneville, este tipo de situaciones son las que dieron
el pie para escribir de la conspiración.
Esta visión conspiratoria, cruzó el Atlántico, y en ella
según Robison se asentaron células en los EEUU, el propio Barruel establece; “…así como la plaga se dispersa a través de
las alas del viento, sus legiones triunfantes también infectan Norteamérica… La
inmensidad del océano es una débil barrera frente a la conspiración universal
de la secta”.
Sin duda que todo se presta para disparates, se llegó hasta
acusar al candidato presidencias Thomas Jefferson de ser unos de los jefes de los
illuminati, para Theodore Dwight, Jewfferson era; “el hijo del iluminismo moderno, el enemigo del hombre y también de sus
país”.
Estas ideas conspiratorias tuvieron sus
puntos altos, y bajos, pasada la moda diríamos tuvo un nuevo rebrote con Nesta Webster,
aseverando que la conspiración suma el complot judío que buscaban controlar la
historia.
Ahora en el presente cuando se hace referencia al comploto
se debe de entender el Nuevo Orden Mundial,
este nombre será el que se asocie a l teoría conspiratoria. Para David Sutton,
editor de Fortean Times; “Si tiras
virtualmente de cualquier hilo de la teoría conspiratoria popular acabarás
frente a los illuminati. En la era de Internet, esta red de interconexiones se
enmaraña cada vez más, e
No hay comentarios:
Publicar un comentario