Gabriel Pérez
18 de noviembre de 1795 – 20 enero de 1868
Montevideo
A los 28 años fue iniciado -13 de julio de 1824- en la Logia Hijos del Secreto, fue Venerable
Maestro fundador de la Logia Madre Asilo
de la Virtud Nº 1. Gran Inspector
General del Grado 33º del Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
del Brasil.
El 7 de octubre de 1854, se le encargo; “...fundar, constituir y establecer el
(Supremo) Consejo del mismo rito en la República Oriental del Uruguay...”,
del que fue Soberano Gran Comendador desde
su instalación el 24 de junio de 1855 hasta 1857.
A continuación, presentamos el Testamento Masónico del
Hermano Gabriel Pérez, donde renuncia a la dirección de la Masonería del
Uruguay realizada en 1857.
A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
Despedida del Gr.·.
Com.·. Fundador del Supr.·.Cons.·. del Uruguay a la M.·. Aug.·. y Resp.·. Log.·.
“Unión y Beneficencia”, al Ort.·. de Montevideo.
Salud y Fraternidad
os envío
Caris.·. HH.·.
Siempre es penoso decir
adiós a los que queremos bien, más por duro que sea mi deber me
fuerza a despedirme
de vosotros. Y exponeros sucintamente los motivos que me impelieron a poner a
manos del Sup.·. Cons.·., mi renuncia espontanea por tercera y última vez.
Cargado de años, aquejado por el enfermizo estado de mi salud y entregado con
todas veras a trabajos activos que exigen una grande laboriosidad emprendidos
en pro del orden, no era asaz fuerte mi cuerpo, a pesar de los esfuerzos de
constancia de que he dado repetidas pruebas, y del celo que en todas razones de
mostrado, no era bastante robusto mi cuerpo, repito para arrostrar la
continuación de esas tareas, principalmente cuando me hallaba SOLO. Difícil
fuera siempre para mi débil fuerzas encarar con ventajas y coronar de un éxito
feliz los graves deberes que iban anejos a mi alta posición masónica, y aún que
sin responsabilidad alguna estando aislado, y sin más recursos que el continuo
recuerdo de mis serios deberes, malogrado mi constante buen querer, acompañar
el Cuerpo Sob.·. ni en sus trabajos de consolidación y desenvolvimiento del
Orden, ni en la marcha progresiva de civilización a que está llamada nuestra
Aug.·. Instit.·.
Mi renuncia a mis cargos y QQ.·.
HH.·., no ata mism manos ni abre mejor mi mente; puesto que como Masón
verdadero, como miembro del Supr.·. Cons.·. y sobre todo vuestro Fundador, y
Representante del Círculo, debo tratar siempre hasta el postre aliento de mi
vida, de hacer cuanto esté a mi alcance para dar honor y gloria a la Mason.·.
de mi Patria que data desde el 1830 (EV). Vuestro Fundador, al deponer
voluntariamente el Supr.·. mando en satisfacción; pues deja en su lugar un
Supremo Cons.·., formado por él, que sabio, virtuoso y liberal según nuestras
leyes Mason.·.s pruebas han dado, y sigue prestando haciéndose notar como
derecho de Amor patrio, y llamando sus simpatías y deferente veneración de
todos los miembros del Círculo.
Muy halagüeño
me es, el separarme del mando supremo del Rito, ver que os reconocen los
Cuerpos Soberanos del Brasil, Francia y Bélgica, aún que acibara mi placer no
disfrutar de la gloria de presentaros el reconocimiento de otros Cuerpos Sober.·.,
lo que ha dependido de razones que en verdad no ha estado a mi alcance vencer;
no obstante que podéis estar seguros de que el reconocimiento de los citados
tres Cuerpos Soberanos, es de suyo muy suficiente para asegurar nuestra
regularización ante la faz del Orbe masónico.
Nuestro Fundador
al abdicar sus vestiduras de Gr.·. Mes.·. Gn.·. Com.·. del Sup.·. y Gn.·. Or.·.
del Uruguay se llena de contento viendo la armonía que reina entre el Cuerpo
Soberano y las LL.·. de su Círculo. Este gozo sube de quilates contemplando las
pruebas nada equívocas que habéis dado, de sabiduría y acendrada humanidad en
la época lamentable, por que acaba de pasara el pueblo de Montevideo esos los
aciagos días de la epidemia que diezma nuestros hogares. El heroísmo con que lo
habéis arrostrado todo por todos, y por cada uno de los hijos de la humanidad,
ha destruido las preocupaciones del mundo profano, y os ha captado la
benevolencia de la sociedad entera, y las simpatías y consideración de los
cuerpos masónicos de los demás países. Oíd, pues Dig.·. y aros HH.·. las
postreras palabras de vuestro Fundador, el testamento, por decirlo así, de
vuestro humilde y reconocido Fundador. Si algún recuerdo os merece los afanes
que tomara yo en los días más floridos, de mi edad, recompensados serán con
creces, si continuáis en el sendero en que vais andando, y si robustecéis con vuestro
fervor la grande obra de la humanidad, y de la civilización a que con tamaño
celo contribuís.
No os separéis
jamás de los sacrosantos principios y de los rígidos deberes de buenos masones;
que vuestro objeto sea el bien de la Patria, y por ello es que os exhorto a que
impere entre vosotros la Unión más fraternal. Sea vuestra divisa la
Fraternidad, y no olvidéis que sin ser tolerantes, no seréis Masones. Oíd a un
anciano que toca con la diestra, el vestíbulo de la eternidad, y con la
siniestra los corazones de todos sus HH.·. y que pide al Supr.·. Arq.·. del Uni.·.
que toque en vuestras almas sus palabras. Huid de la política HH.·. QQ.·. donde
ella entra, cesa la Mason.·. o más bien, en donde ella existe mata con su
cizaña la verdadera Masonería. Eso que llama política los profanos, no es más que
una tea humosa que todo lo oscurece, y de pábulo sirve a las pasiones que
dividen al padre del hijo, al hermano del allegado, al amigo del amigo y que
hunde las sociedades como la nuestra, en un volcán que bulle, con el fuego de
las desavenencias para testificar a las generaciones futuras que ardió un fuego
satánico más no el de la caridad cristiana.
No olvidéis el
respeto que tan encarecidamente nos recomiendan nuestras leyes, tanto para el
Gobierno legítimamente constituido, como para la Santa Religión del Estado. Este
acatamiento a la autoridad, y a la Religión es por decirlo así, el bálsamo que
refresca las heridas que recibe el orden social por la humana fragilidad ¿Y qué de
ventajas no reportaremos si los profanos vieren que calmamos las irritaciones
que suscitan esas luchas de las pasiones mal gobernadas, si les damos el
ejemplo de la Tolerancia para con el flaco, con el iluso, con el seducido, que
en un acceso, quizás de amor patrio se descarría, tanto con nuestras obras, como
con nuestros consejos? ¿Creéis que calmado el hervor de las aberraciones
humanas no merecerá vuestra sesuda conducta la aprobación general de todos? De
nada, de menos que nada servirá la Masonería, si nos separásemos de estos
santos y sanos principios.
Permitidme
finalmente, que os exhorte a que como hasta ahora, y como un deber de todos, los
verdaderos Mas.·. tributéis el debido respeto al Sup.·. Cons.·. y Gr.·. Or.·.
del Uruguay, el cual sabedor de las virtudes que adornan a los miembros de su
Círculo, no podrá dejar de mirarlos -como es de su deber-, con la deferencia y
respeto a que se hacen acreedores varones tan esclarecidos, que impuestos de
sus derechos, reconocen los que se les deben al M.·.P.·.S.·.C.·. Gr.·.O.·. del
Uruguay.
Termino diciéndoos
con el Supremo Legislador de la humanidad: “Si esto hiciéreis, salvos seréis”.
El Sup.·.Arq.·.
del Uni.·. derrame sobre vosotros sus bendiciones, y os conserve en la senda de
Tolerancia, Unión, Fraternidad. O.·. del Río de Janeiro a los 10 días del 8º mes
del Añ.·. d.·. l.·. V.·.L.·. 5857.
Gabriel Péres 33º
Fundador.
https://danielpeluas.blogspot.com/2016/11/gabriel-perez.html
http://masoneriadeluruguay.org/index.php?option=com_content&view=article&id=48&Itemid=
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