Primeras
Carmentalia
11 de Enero
Fiestas en honor de la diosa Carmenta y de Juturna. El
Flamen Carmental ofrecía un sacrificio incruento, pues como Carmenta era diosa
de los nacimientos no podía tener ninguna relación con la muerte. En este día
se profetiza en verso en honor de esta diosa protectora de las mujeres y de los
poderes proféticos.
Algunos ejemplos de estas profecías son: "Una furiosa tempestad no causa terror durante
un año entero. Créeme, tus días tendrán también primavera". Algo equivalente
significa nuestro refrán "no hay mal
que cien años dure, ni bien que nunca se acabe".
Antiguo festival
realizado en honor de la ninfa Carmenta, cuya principal y primera función es
proteger a las mujeres de los abortos naturales. Según la posición de los niños
al nacer, se les denomina Postvorta o Antevorta. Con el tiempo,
estas apelativos se han transformado en dos divinidades asociadas a la
profecía: la primera observa el pasado, la segunda el porvenir. De igual
modo, estas divinidades a veces son títulos de la propia Carmenta. Primitivamente,
Carmenta era una ninfa relacionada con las aguas, siendo uno de las ninfas
llamadas camenae, junto a Egeria.
Este festival es muy
popular entre las mujeres, especialmente entre las matronas y embarazadas, que
ruegan a la diosa para evitar abortos y solicitar sus conocimientos proféticos.
Flamen Carmentalis
Los ritos y festivales
de la diosa están oficiados por el Flamen Carmentalis, de gran antigüedad y
prestigio sagrado. Ejerce su sacerdocio en el templo dedicado a Carmenta cerca
del Capitolio, junto a la Puerta Carmentalis.
Prohibición
Carmenta no puede en
modo alguno contaminarse con ningún elemento relacionado con la muerte. Por
ello está prohibido incluso llevar cuero a su templo, que no deja de ser la
piel muerta de los animales. Además, no se le realizan jamás sacrificios
cruentos. Durante la Carmentalia se le ofrecen diversos vegetales,
especialmente cereales.
El festival según
Ovidio
Este gran autor
describe parte de los ritos de la Carmentalia en sus Fasti I (619-ss.), y
la singular razón de añadir un segundo día al festival: la ira de las matronas
romanas cuando se les derogó el derecho a ser transportadas en carruaje por la
ciudad:
“Cuando el sol que vea tras de sí a las
Idus sea el tercero, se oficiarán las ceremonias relacionadas con la diosa
Parrasia –porque se consideraba que procede de Parrasia, en Arcadia-. Pues
antes transportaban a las madres ausonias –una forma de denominar a Italia-
carruajes que también creo que se llaman así por la madre de Evandro. Más tarde
se les arrebató ese honor, por lo que ninguna señora aceptaba renovar la
descendencia de sus ingratos esposos con alumbramiento alguno, y, para evitar
el parto, se golpeaban a ciegas temerariamente y expulsaban de sus entrañas el
peso que iba creciendo. Dicen que los senadores llamaron al orden a las esposas
que se atrevieron a tal inhumanidad, pero que pese a ello les devolvieron sus
derechos. Y ahora mandan que se celebren dos ceremonias igualmente en honor de
la madre tegeea, porque nazcan niños y niñas. La ley no permite llevar pieles a
su santuario para que esas pieles muertas no corrompan el fuego puro.
Quienquiera que guste de ritos antiguos, que ponga junto al oficiante:
escuchará palabras que antes desconocía. Se realizan expiaciones a Pórrima y a
Postverta, hermanas tuyas, diosa menalia, o compañeras de tu huida. Se piensa
que una había vaticinado lo que había ocurrido mucho tiempo atrás, y la otra,
lo que había de sobrevenir en el futuro.”
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