Enrique
Castro
15 de julio de 1817 - 16
setiembre de 1888
Pintado (Florida) -
Montevideo
Guerrero de gran actuación en las luchas
civiles del Río de la Plata, nacido en la localidad de Pintado, departamento de
Florida e hijo de Mateo Castro quien había prestado servicios a la causa de la
Patria.
Durante la revolución riverista del año
1836 se presenta como voluntario sirviendo a las órdenes de Bernabé Magariños.
El 29 de diciembre de 1839 se encuentra en
el ejército de Rivera, en la Batalla de Cagancha.
Atravesado de un lanzazo que le entró por
la espalda en un combate aislado con las fuerzas oribistas en 1845, logró
salvar la vida gracias a Timoteo Aparicio que era su amigo y coterráneo. Prisionero de los blancos, fue enviado a Entre Ríos, donde
actuó en las fuerzas de Justo José de Urquiza.
Vuelve a la patria con el ejército del
Gral. Urquiza comandando un escuadrón de
caballería y una vez lograda la paz del 8 de octubre de 1851 continuó a sus
órdenes en la campaña que finalizó con la victoria de Caseros, el 3 de febrero
de 1852.
En las luchas subsiguientes de Urquiza
contra el gobierno de Buenos Aires continuó fiel a su protector combatiendo por
él en las campañas de Cepeda y Pavón, siendo promovido a Coronel de Caballería
el 12 de diciembre de 1861.
En las revoluciones de Flores de 1863, se incorporó
al ejército florista, siendo nombrado Jefe de Estado Mayor y Comandante de las
fuerzas al Norte del Río Negro.
En la Horquete de Don Esteban sufre una
derrota el 15 de octubre de 1864, a manos de su amigo y quien le salvara la
vida años atrás el Coronel Timoteo Aparicio.
Triunfante de la revolución del Gral.
Flores lo nombra Jefe Político de Salto el 4 de marzo de 1865.
El 19 de mayo de 1865 es nombrado General y
al estallar la guerra contra el Paraguay acompaña al Gral. Flores, actuando en
la batalla de Yatay, el 17 de agosto de 1865.
El 24 de noviembre de 1868 fue promovido a
Brigadier General, continuando como Jefe de las tropas nacionales cuando en
octubre de 1866 Flores tuvo que regresar a Montevideo. Su actuación en esta
dura campaña que se extiende hasta Cerro León en 1869 lo mostraron como un
militar que estaba a la altura de los mejores jefes del ejército aliado en
donde quedó acreditado su valor en el campo de batalla como así también su
consejo discreto y oportuno frente a situaciones imprevistas y muchas veces
desesperadas.
Resuelto su regreso frente a la virtual
terminación de aquella cruel e injusta guerra Castro retornó a la Patria con
150 hombres que constituían el glorioso resto de nuestro denodado contingente,
el 29 de diciembre de 1869.
Actúa en la acción de Severino y obtiene la
brillante victoria de Manantiales, el 17 de julio de 1871.
Apoya el pronunciamiento de Lorenzo
Latorre (1875) fue designado comandante de las tropas situadas al sur
del río Negro, pero sus discrepancias con el dictador Máximo
Santos lo apartaron y marcha a Buenos Aires, donde colabora con los
preparativos de la Revolución del Quebracho. Fue designado general en
jefe, junto a su colega blanco, José Miguel Arredondo, e invadió el país
en marzo de 1886. Derrotado, emigra a Argentina, pero regresa al formarse
el “gabinete de reconciliación”, y
recupera su cargo de general.
---------- o
----------
Su actividad en la
Masonería lo muestra como a un masón activo que integró la Logia Jorge Washington de 1844 a 1864 y
la Logia Constante Unión en 1869.[1]
[1] Gran Logia de la Masonería del Uruguay- Biografías masónicas
orientales. Tomo I. Montevideo. 1991. pp. 35-36.
No hay comentarios:
Publicar un comentario