SALON DE LOS PASOS
PERDIDOS
Si bien hemos
sentido su nombre “Salón de los pasos perdidos”
en diferentes
edificios, es una expresión usa en el mundo de la masonería,
que la Ilustración traslada
este termino a los Parlamentos de todo el mundo.
¿Cuál es el origen de tal nombre?
Los franceses lo denominan “salle des pas perdus” a la antecámara en
la que son ubicados los visitantes antes de su admisión en la logia.
Los alemanes la llaman el antepario (“vorhof”),
y algunas veces, del mismo modo que los franceses, “dersaal der verlornen Schritte”.
Entendamos en clave masónica: “Pasos Perdidos es aquel lugar y tiempo que simboliza nuestros estados
de conciencia. Es ese aquí y ahora en el que transitamos de una vivencia a
otra; es como caminar sobre el pavimento bicolor, donde pasamos de una emoción
a otra, de una sensación a otra.
Pasos Perdidos es a su vez, la imagen del Morador en el Umbral o el “Terrible”,
ese personaje que nos asusta con sus ropajes oscuros y su puñal; ese personaje,
que nosotros mismos hemos creado a lo largo de eones de tiempo y que hemos
alimentado al acrecentar nuestras oscilaciones emocionales, y que nos provoca
miedos, angustias, estados depresivos, o contrariamente eufóricos y
desenfrenados, de modo tal que así “perdamos nuestros pasos”.
Enfrentarnos a esta entidad, es enfrentarnos a nosotros mismos; es
“recuperar nuestros pasos”, reorientarnos hacia una gradual liberación de su
dominio.
Pero este enemigo, al que debemos enfrentar, y que cotidianamente nos
hace frente sin que lo sepamos, porque al fin y al cabo es parte de nosotros
mismos, se opondrá a cada avance en el correcto sendero, que nosotros hagamos.
Y reconciliarnos con nosotros mismos, es reconciliarnos con esta entidad, de
modo tal, que a medida que avanzamos en la Luz , lo vamos diluyendo, disipando y desterrando
de su influencia.
En Pasos Perdidos nos debatimos en el mundo de las dualidades, en tanto
en el Templo se fusionan éstas en la
Unidad esencial.
Pasos Perdidos es entonces, un lugar-momento de tránsito entre las dualidades,
pero no es las dualidades en sí, sino sólo el intervalo entre éstas.
Pasos Perdidos simboliza además ese mundo intermedio entre lo masónico
y lo profano; es esa línea que divide y une a ambos mundos”.[1]
Los Pasos Perdidos, es la antesala del Templo, que conduce y convoca a la charla amena, esperando el momento para entrar al Templo.
Entre los más conocidos están el del Capitolio de La Habana , el Salón del
Palacio Legislativo del Uruguay y el Palacio del Congreso de Buenos Aires.
En Uruguay, en
su edificio sede del Parlamento, por supuesto que existe el Salón de los Pasos Predios.
“Este magnífico salón está totalmente
revestido en mármoles y granitos nacionales, que fueron extraídos de canteras
de los departamentos de Lavalleja y Maldonado y del departamento de Canelones,
respectivamente. Este salón divide simétricamente al edificio, de un lado la Cámara de Senadores y del
otro la de Diputados.
Dos grandes
vitrales milaneses coronan las entradas a dichas Cámaras: sobre la entrada a la Cámara de Senadores luce
uno que representa la justicia y sobre la entrada a la Cámara de Diputados otro
representando el trabajo. A los lados de estos accesos encontramos relieves en
yeso pulido del escultor nacional Edmundo Prati, simbolizando
hechos históricos nacionales.
En los arcos
de ambos extremos del Salón se pueden apreciar mosaicos venecianos, al sur Las
Ciencias y al norte Las Artes, diseñados por el artista italiano Giovanni
Buffa en Milán y realizados por una Cooperativa de Artesanos del
Mosaico de Venecia. En el techo de la nave central, lucen tres vitrales
milaneses y a ambos lados de los vitrales que están en los extremos, vemos
relieves del escultor uruguayo José Belloni, representando los
cuatro símbolos del Escudo Nacional.
En el centro
del salón sobre pieza circular de granito negro, se exhiben las Actas
originales de la
Declaratoria de la Independencia de 1825” .[2]
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Salón de los pasos perdidos Congreso de la Nación Argentina
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Salón de Pasos Perdidos,
Capitolio de La Habana
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Salón de los Pasos Perdidos ó llamado también Salón
Vidaurre, Palacio de Justicia Perú
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“Aunque
la verdad es que los Masones no solemos ser muy puntuales, siempre hay una
intensa actividad en el Templo antes de la Tenida.
Los
ApAp.·. son los más activos. Distribuyen en Logia las
herramientas, libros y símbolos que serán necesarios para realizar
el Trabajo posterior, supervisados por su Vig.·. y por el Gr.·. Exp.·. .
Aprenden el dónde, el cuándo y el porqué de cada objeto; su
emplazamiento y orientación espacial dentro del Templo. Es un mensaje
sencillo que va calando en ellos poco a poco como la lluvia fina y nos recuerda
a los demás aquello que no debemos olvidar.
Están
contentos porque el trabajo va a comenzar y participan en su preparación.
El
Libro de Presencias está abierto en el lado derecho de la puerta. Antes de
entrar a trabajar debemos grabar en él nuestra marca de cantero. Así todos los que
participan en el trabajo de ese día quedarán reflejados en la Historia del Taller. Es
importante hacerlo porque cada Tenida es emoción, alegría,
brillo..... aunque también conlleva riesgos. Levantar grandes
bóvedas, arcos apuntados, contrafuertes, triforios...... es una alarde de
arquitectura, de verticalidad y de ligereza, pero la obra es arriesgada y
podemos cometer errores. No importa: aprenderemos mucho de ellos.
Los
MM.·. entretanto se reúnen en Consejo o comentan cuestiones puntuales del
trabajo y de la vida.
Todos:
ApAp.·., CompComp.·. y MM.·. tenemos muchas cosas que contarnos. Nos
saludamos con afecto y fraternidad, es una alegría volver a vernos para, además
trabajar juntos.
Es
también en Pasos Perdidos donde procedemos conscientemente a decorarnos con
nuestros ornamentos: guantes blancos, mandiles, bandas y collares.
Según los grados. Aquí todo es símbolo.
El
Gr.·. Exp.·. dentro del Templo, después de supervisar su correcta preparación,
reanima simbólicamente la
Luz Eterna con la punta de su espada. Una luz permanentemente
encendida que guarda en su llama toda la vida de la Logia.
En
el interior el Gr.·.Exp.·. y el GT.·. cruzan sus espadas en las ColCol.·. para
evitar que entre en el Templo todo aquello que no sea necesario o pueda
obstaculizar la buena marcha de la jornada.
Mientras,
el M.·. de Cer.·. reagrupa en Pasos Perdidos a las HHª.·. y HH.·. solicitando
un tiempo de reflexión. Es momento para despojarse de los metales.
Vamos
a entrar. Todo está preparado.
Precedidos
de un imprescindible tiempo de silencio, los ApAp.·. en primer lugar,
anunciados y conducidos por el M.·. de Cer.·. se dirigen en procesión a la
puerta entreabierta, traspasando el umbral. Al llegar entre ColCol.·. las
espadas se abren formando un pasillo de acero. Ocupan poco a poco su lugar.
Después
de los ApAp.·. entran los CompComp.·.. Más tarde los MM.·. y Of.·.
del Taller ocupan también sus lugares y sitiales. Esperan en pie y en silencio,
sin orden, sin signo, la llegada de la
V.· .Mª.·..
Ésta
es anunciada.
Entra
en el Templo precedida por el M.·. de Cer.·. que porta en su mano izquierda un
candelabro con tres luces alumbrando los pasos que dirigen la Logia. Es luz efímera
que se apaga cuando ocupa el Sitial.
Seguidamente,
el M.·. de C.·. se dirige al Occidente para recoger al H.·. Gr.·. Experto
mientras el G.·.T.·. cierra silenciosamente las puertas.
Durante
este tiempo el Gr.·.Exp.·., el M.·. de Cer.·. y el G.·.T.·. son los únicos que
portan sus herramientas, dos espadas y una vara, como responsables de la
correcta ejecución de la entrada.
Aquí
todo es símbolo: el Trabajo va a comenzar”.[3]
Salón de los Pasos
Perdidos, Palacio Cangallo. Buenos Aires
Gran Logia de la Masonería de Libres y
Aceptados Masones
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Parvis (o pasos perdidos)
A L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
Oriente de Buenos Aires, 19 de Septiembre
de 6012 (v.·.l.·.)
Por
el H:. Lisandro de la Torre
V.·. M.·.
QQHH todos,
QQHH todos,
PARVIS
El
“parvis” de un Templo masónico no es más ni menos que la que generalmente se
llama “sala de Pasos Perdidos”: se usa para la reunión de los HH:. antes de las
Ten:., para decorarse correctamente antes del ingreso al Templo, para
presentar los respetos a un visitante, y para ubicar allí el Libro de
Asistencias.
En
su uso arquitectónico se refiere a una plaza o un atrio al que se abren las
puertas de un edificio público o religioso, el Templo del Rey Salomón tenía
un gran “parvis”.
A
este Atrio o patio tenía acceso el pueblo para pisar el suelo sagrado y
presenciar los sacrificios. En catedrales e iglesias construidas posteriormente
siguieron el mismo criterio
y
en frente se despejaba una gran Plaza a tal fin.
Etimológicamente
la palabra “parvis” tiene su origen en el idioma “avéstico”, uno de los
utilizados en el antiguo Irán y en los escritos Zoroástricos: “pairidæza”, “un
muro que encierra un jardín o huerto”. La palabra se compone de pairi-,
alrededor”, y za-da “muro”.
Masónicamente
al “parvis” se lo considera un estadio importante de la filosofía masónica: el
“parvis” marca la transición y la ligazón entre el Templo y el mundo profano.
Antes
de entrar en un templo es importante que nuestro estado de conciencia
se eleve, por eso, debemos entrar en sintonía con nuestro lado más puro,
esto es por la sencilla razón de nuestra participación de una ceremonia
ritualística, estamos entrando en un mundo sagrado, sin espacio ni tiempo.
Para
esta preparación en todo templo existe un lugar de tránsito entre el mundo
profano y el mundo sagrado. Pasos Perdidos es aquel lugar y tiempo que
simboliza nuestros estados de conciencia. Es ese aquí y ahora en el
que transitamos de una vivencia a otra; es como caminar sobre el pavimento
bicolor, donde pasamos de una emoción a otra, de una sensación a otra.
Otro
concepto es el de CORREDOR DE LOS PASOS PERDIDOS. Este es el camino que recorre
el Candidato en su Iniciación antes de ingresar al Templo, en el que los pasos
de su vida anterior o profana, son perdidos al recibir la VERDADERA LUZ.
Pues
bien QQHH, ya sabemos que en Mas:. todo es simbólico y nada está librado
al azar, este espacio entre los mundos, tiene una importante razón de ser y no
debe ser tomado a la ligera, es por ello el desarrollo de esta plancha y
es mi deseo recordar y resaltar que tengamos siempre presente y de forma muy
clara que antes de formar parte de una Tenida Masónica nuestra mente y
nuestro corazón deben estar armonizados porque vamos a entrar en un recinto
sagrado en donde por alguna razón no hay ventanas ( o no debería)
ni relojes, entre otros detalles importantes.
“Mackey, asimismo
opina de los «pas perdus», y escribe: «los franceses llaman al salón destinado
para los visitantes la Salle des pas perdus, Es lo mismo que el
salón del Guarda Templo de las Logias inglesas y americanas».4 En
ese sentido, el «Parvis», es una etapa importante en la filosofía masónica
porque representa la transición entre el Templo y el mundo profano. Es decir,
que luego de su muerte iniciática, el Candidato antes ingresar al Templo,
«pierde los pasos» de su vida profana al recibir la Luz masónica. Son como las
etapas de la vida o la travesía por los planos de conciencia; por consiguiente,
es el paso de lo profano a lo sagrado, que experimentamos tras cruzar la puerta
«baja» o «estrecha» al entrar al Templo. Es como transitar de una vivencia a
otra. Recordemos, además, que en los Pasos Perdidos batallamos en las
dualidades: la vida y la muerte, los estados de conciencia, es el espacio-tiempo
o lugar-momento como zona de tránsito en esas dualidades”.[5]
no dice la razón de por qué se le llama así
ResponderEliminarSegún tengo entendido es debido a que es un lugar únicamente de transito. Sin ningun lugar en el que poder quedarse. Es solo una habitación nexo, sin ninngun mobiliario en su interior.
Eliminar.I.
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