Claves para entender a los Maestros

03 septiembre 2015

Francisco Acuña de Figueroa Vianqui

Francisco Acuña de Figueroa Vianqui
3 de setiembre de 1791 – 6 de octubre de 1862

Primer poeta nacional y autor de nuestro himno patrio.
Sus padres fueron Jacinto Acuña de Figueroa, español, y de Jacinta Vianqui, nacida en Buenos Aires. Cursó sus primeros estudios en el Convento de San Bernardino, y los termina en Buenos Aires en el Real Colegio de San Carlos.



Durante el sitio de Montevideo (1812-1814) se halla dentro de los muros de la ciudad donde escribe un libro que título Diario Histórico del Sitio de Montevideo. Al caer Montevideo en 1814, con unos 25 años de edad, se exilió a la Corte Portuguesa de Río de Janeiro, donde desempeñó funciones diplomáticas para España. Regresando a Montevideo en 1818, después de la caída de José Artigas.

En 1830 desempeño las tareas de funcionario de la Biblioteca Pública y Museo Público y en 1841 pasa a la Tesorería de la Nación.

Con Bernardo Berro y Florentino Castellanos integra la Comisión de Censura de Teatros en 1837 y de 1846 a 1851 es uno de los miembros de la Asamblea de Notables.

En julio de 1833 presentó su primer himno patrio que luego reformó siendo declarado Himno Nacional de la República y ejecutando la primera vez el 18 de julio de 1845. Años más tarde a pedido del Gobierno del Paraguay escribe la letra del himno nacional de aquel país.

Su fecunda inspiración poética fue quizás la más grande de su época.

No fue político ni tuvo convicciones religiosas, pero sí fue libre pensador.

En ocasión de su muerte las crónicas manifestaron que “Solo al morir soltó su mano la pluma nunca ociosa”.

Muchas de sus obras tienen un marcado tono satírico. Una antología de sus poemas fue publicada en 1965 en la colección de clásicos uruguayos de la Biblioteca Artigas.

---------- 0 ----------

Perteneció a la Masonería nacional, habiendo dedicado varias de sus composiciones poéticas al elogio de la misma.
La Logia Asilo de la Virtud lo contó entre sus miembros activos.[1]
La versión original del Himno uruguayo:
CORO
Orientales la Patria o la Tumba!
Libertad o con gloria morir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!
I
Libertad, libertad Orientales!
Ese grito a la Patria salvó
Que a sus bravos en fieras batallas
De entusiasmo sublime inflamó.
De este don sacrosanto la gloria merecimos
tiranos temblad!
Libertad en la lid clamaremos,
Y muriendo, también libertad!
II
Dominado la Iberia dos mundos
Ostentaba sus altivo poder,
Y a sus plantas cautivo yacía
El Oriente sin nombre ni ser;
Mas, repente sus hierros trozando
Ante el dogma que Mayo inspiró,
Entre libres, déspotas fieros,
Un abismo sin puente se vio.
III
Su trozada cadena por armas,
Por escudo su pecho en la lid,
De su arrojo soberbio temblaron
Los feudales campeones del Cid:
En los valles, montañas y selvas
Se acometen con muda altivez,
Retumbando con fiero estampido
Las cavernas y el cielo a la vez.
IV
El estruendo que en torno resuena
De Atahualpa la tumba se abrió,
Y batiendo sañudo las palmas
Su esqueleto, venganza! gritó:
Los patriotas el eco grandioso
Se electrizan en fuego marcial,
Y en su enseña más vivo relumbra
De los Incas el Dios inmortal.
V
Largo tiempo, con varia fortuna,
Batallaron liberto, y señor,
Disputando la tierra sangrienta
Palmo a palmo con ciego furor.
La justicia, por último, vence
Domeñando las iras de un Rey;
Y ante el mundo la Patria indomable
Inaugura su enseña, y su rey.
VI
Orientales, mirad la bandera,
De heroísmo fulgente crisol;
Nuestras lanzas defienden su brillo,
Nadie insulte la imagen del sol!
De los fueros civiles el goce
Sostengamos; y el código fiel
Veneremos inmune y glorioso
Como el arca sagrada Israel.
XI
De las leyes el Numen juremos
Igualdad, patriotismo y unión,
Inmolando en sus aras divinas
Ciegos odios, y negra ambición.
Y hallarán los que fieros insulten
La grandeza del Pueblo Oriental,
Si enemigos, la lanza de Marte
Si tiranos, de Bruto el puñal.
Antes este Himno
Orientales la Patria o la Tumba!
Libertad o con gloria morir!
Orientales la Patria o la Tumba!
Libertad o con gloria morir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!
Que sabremos cumplir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!
Que sabremos cumplir!
VII
Porque fuese más alta tu gloria,
Y brillasen tu precio y poder,
Tres diademas, ho Patria, se vieron
Tu dominio gozar, y perder.
Libertad, libertad adorada,
Mucho cuestas tesoro sin par!
Pero valen tus goces divinos
Esa sangre que riega tu altar
VIII
Si a los pueblos un bárbaro agita,
Removiendo su extinto furor,
Fratricida discordia evitemos,
Diez mil tumbas recuerdan su horror!
Tempestades el Cielo fulmina,
maldiciones desciendan sobre él,
Y los libres adoren triunfante
de las leyes el rico joyel.
IX
De laureles ornada brillando
La Amazona soberbia del Sud,
En su escudo de bronce reflejan
Fortaleza, justicia y virtud.
Ni enemigos le humillan la frente,
Ni opresores le imponen el pie:
Que en angustias selló su constancia
Y en bautismo de sangre su fe.
X
Festejando la gloria, y el día
De la nueva República el Sol,
Con vislumbres de púrpura y oro,
Engalana su hermoso arrebol.
Del Olimpo la bóveda augusta
Resplandece, y un ser divinal
Con estrellas escribe en los cielos,
Dulce Patria, tu nombre inmortal.
Sabremos cumplir!
Sabremos cumplir!
Sabremos cumplir!
Libertad, libertad Orientales!
Este grito a la Patria salvó.
Que a sus bravos en fieras batallas
De entusiasmo sublime inflamó.
Libertad, libertad Orientales!

Este grito a la Patria salvó.
Que a sus bravos en fieras batallas
De entusiasmo sublime inflamó.
De este don sacrosanto la gloria
Merecimos: tiranos temblad!
Tiranos temblad!
Tiranos temblad!

Libertad en la lid clamaremos,
Y muriendo, también libertad!
Libertad en la lid clamaremos,
Y muriendo, también libertad!
Y muriendo, también libertad!
También libertad!
Tambén libertad!
Orientales la Patria o la Tumba!
Libertad o con gloria morir!
Orientales la Patria o la Tumba!
Libertad o con gloria morir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!
Que sabremos cumplir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!
Que sabremos cumplir!
Sabremos cumplir!
Sabremos cumplir!
Sabremos cumplir![2]







Realiza el “Himno simbólico a la Sociedad Filantrópica”:
“Con sus rayos el Delta sagrado
Ilumina a los Hijos de Hiram
Que la infancia fomentan y animan
Al progreso con celo y afán.
Indulgencia y amor para todos
Es su dogma…¡profanos oíd!
En su seno ni fieras discordias
Ni de Hermanos sacrílega lid…”
[3]

Como miembro de la Logia “Asilo de la Virtud” (fundada en 1832), el poeta dirigió la siguiente alocución al recibir el grado de Maestro:
¡Oh M.·. muy resp.·.
Luz que sublime contemplo
Pon.·. De este O T.·.
Digno al par que V.·. (…)
Ya de la acac.·. y de Hir.·.
Me es conocido el emb.·.
Tal vez nunca el gran pro.·.
Mis ojos descif.·.
Viejo y deb.·., yo esta est.·.
Trop.·. seguiré:
Si caigo, allí qued.·.
Con el rostr.·. fijo en ella
En tanto, ¡oh muy resp.·.
M.·.! y vosostros hh.·.,
Dejadnos volver y ufanos
Vtro.·. apl.·. inolvidable
”.[4]

Otra interesante composición es la titulada “En la noche del 10 de Enero de 1862, concluida ya la sfdfqdjpñ de tres nbftuspt”, que –al descubrir la clave- no es otra cosa que la “recepción de tres maestros”.

De maestro en la recepción
Ceremonia triste, a oscuras
Pondrá en fieras apreturas
Al que es, cual yo, cegatón.
La tumba y las calaveras
Y esos huesos de difunto
Son símbolos en conjunto
De imágenes agoreras.
En los momentos felices
De ese “aumento de salario”
Le expone el recipiendario
A aplastarse las narices.
No me place, en realidad
Ceremonia en que no veo;
Yo, á fuer de masón, deseo
La luz, no la oscuridad
”.[5]

Nota: La palabra “masón” también está oculta en la composición original y aparece como “nbtpñ”, es decir que si reemplazamos cada letra por la precedente tendremos la palabra referida.


Amante de los anagramas y los juegos de palabras, Acuña de Figueroa escondía la frase “Italia brille vengada” al decir “Al valiente Garibaldi”, y se divertía con sus “Raras coincidencias alfabético-cabalísticas del aniversario de los 33” (1858):

Los Treinta y tres denodados patriotas”
Este letrero tiene 33 letras.
“Abril, mil ochocientos cincuenta y ocho”
Aniversario 33 del desembarco de los Treinta y Tres, y son 33 letras.
“Solemne aniversario trigésimo tercio”
Hace 33 años y son 33 letras.
“Victorias del Sarandí y Rincón de Haedo”
Hace 33 años y son 33 letras (…)
“General Jefe, don Juan Antonio Lavalleja”
Comandaba a los treinta y tres y son 33 letras…
”.[6]


Nomenclatura y Apología del Carajo

La lengua castellana es tan copiosa,
En voces y sinónimos, tan rica,
Que con nombres diversos, cualquier cosa
O con varias metáforas explica
Monarca Soberano, y Rey... ¡qué encanto!
Todo es un mismo nombre repetido;
Y tres veces también con un sentido
Son, Pontífice; Papa, y Padre Santo.
Pero hay de grande aprecio entre los hombres,
Un cierto pajarraco, o alimaña,
Que tiene más sinónimos, y nombres
Que títulos tenia el Rey de España.

Yo, por tal de evitárosle trabajo
De una investigación algo penosa,
Diré que esa alimaña, o quisicosa
No es el Papa, ni el Rey sino... el Carajo!
Miembro Viril, o miembro solamente
Le llama el diccionario... ¡Qué Mezquino!
Sus nombres en el uso más frecuente
Son el nabo, el zurriago, y el pepino
El cimborio, la tripa, y el virote
(flores son de la Lengua Castellana)
el visnago, la pica y la macana
son como la mazorca y el cipote.
El príapo, la porra, y el chorizo
El rábano, la pija, y el badajo;
Picha y ciruela en Español castizo
Son sinónimos todos del Carajo.
El vergajo; la guasca, y mango
el tarugo, el lenguado, y la banana
el pito, y el vitoque... es cosa llana
que equivalen al chocho, y al zanguango.
La butifarra, el tronco, y la batata
O el lagarto, le llama cualquier topo
el aquello, o la cosa, la Beata
y el Fraile, la correa, y el hisopo.
Muchos suelen llamarle, el trompo, el sapo
otros, el motillón, y el calabrote;
los músicos, la flauta, o el fagote
y el artillero espeque, o sacatrapo.
Siguiendo a la metáfora la hebra
Llámanle, el narigón, el nene, el chato
el tramojo, el merengue y de barato,
van péndulo, panal, bicho y culebra.
La berenjena, la pistola, el dómine,
bien lo sabe cualquiera chuchumeco
todos vienen a ser Carajo "in nomine"
lo mismo que el gazapo, y el muñeco.
En el estilo vulgar, llámanle el rabo
y algunos el peludo... ¡Impropio nombre!
pues por más pendejudo que sea un hombre
no tiene tales pelos en el nabo!
Tiene otros cien apodos que no cuento
que aplica cada cual, según su antojo
como el corvo, la pieza, el instrumento.
el mondongo, el apéndice, el hinojo.
El negocio, la polla, y la poronga
van como suplemento... y pica punto
se engancha al fornicar y es un estorbo
y es bueno que sea duro, como un hierro
y es mejor es derecho, que no corvo.
En fin, aquí termina mi trabajo
Si algún censor severo lo condena
que no falta purista que suponga
que esto el miembro, y cojones todo junto.
He aquí en todas sus fases, y conforme
a la ley, por el uso sancionada
con setenta y tres nombres señalada
aquella quisicosa-multiforme.
La cajeta de nombres menos rica
no puede competirle y alza moño
aunque ostenta sus títulos, de Chica
o de raja, argolla, concha y coño.
Lejos de competirle, queda abajo
En buena hora, le añadan papo, y chocho,
Nombres de morondanga... Ellos son ocho
Y entre todos no valen un ¡Carajo!.
Yo, en cualquiera emoción, desahogo el pecho
Cuando un fuerte ¡Carajo! desembucho...
Interjección potente del despecho
Que si es echada a tiempo, vale mucho.
Del sexto en los sentidos corporales,
es el carajo la mejor prescea;
y más si es de esos miembros burricales
que ostentan a la par Fajardo y Zea.
Palabra comodín, que entra al destajo
en todo, pues se dice sin reproche,
fría como un Carajo está la noche
O caliente está el sol, como un Carajo.
Un buen gallo contenta a cien gallinas
y a diez hembras, cualquier mameluco
y por ser bien armado, el Rey Nabuco,
se preñó a cuatro cientas concubinas.
No me vengan hipócritas devotos,
tratando de indecentes mis razones,
ellos dicen, testículos y escrotos,
y se asustan de huevos y cojones.
El venerable Astete, sin reparo,
Y en verdad que ninguno lo acrimina
No fornicar prescribe en su doctrina
que es decir, no joder hablando claro.
Masturbación... ¡satánico delito!
Clama el predicador; pero un galopo
sigue en la tanda de sobarse el pito
¿Porqué? Porque no entiende aquel piropo.
En asunto de nabo, o de cajeta
pan, pan, y vino, vino, es lo acertado
dígase claramente que es pecado
el hacerse la paja o la puñeta.
El profeta Ezequiel, dis que Doliba
se entregaba a cualquiera rodaballo
con tal de que le arrimasen panza arriba
Verga de burro, y chorro de caballo.
Un Carajo de un seme, grueso y sano
es digno de coronas y guirnaldas
Así ante tan potente soberano
Las Nobles y plebeyas, caen de espaldas.

Hay de Carajos, variedad bastante
Largos, cortos, redondos, puntiagudos!
derechos y torcidos, servigudos!
Y romos y de punta de Diamante.
Si el miembro de botón, como el de un perro
Que me eche un buen Carajo... en hora buena
¡Que más quisiera yo, que un buen Carajo!.[7]




No hay comentarios:

Publicar un comentario