Antonio (h) Díaz Soriano
21 de mayo de 1831
– 26 de octubre de 1911
* - Buenos Aires
Militar, historiador y hombre de letras, hijo
del ilustre guerrero de la independencia y Ministro de Guerra del Gobierno del
Cerrito, del mismo nombre, había visto la primera luz en la ciudad de Buenos
Aires, siendo su madre doña María Soriano, de nacionalidad oriental.
Sus primeros servicios militares comienzan
durante la guerra grande, en el campo del Cerrito junto a su padre, Ministro de
Guerra de Oribe.
En 1848 es ascendido a Teniente 1º de
Caballería y en 1851, en vísperas de la
Paz de Octubre de aquel año, se encuentra a las órdenes del
comandante Faustino Ménedez.
Terminada la guerra grande fue dado de baja
volviendo al servicio activo, durante la presidencia de Berro, en 1862,
ocupando primero una plaza en el batallón Escolta de Gobierno y más adelante en
la Guardia Nacional
de Tacuarembó cuando era jefe político del mismo don Tristán Azambua.
En 1863 es designado ayudante del Gral. Lucas
Moreno y en enero del año siguiente es ascendido a Sargento Mayor.
En 1870 se encuentra con el Cnel. Timoteo
Aparicio, siendo alcanzado por la amnistía que otorgó a los revolucionarios la Paz de abril de 1872.
En uno de los sublevados del 15 de enero de
1875 y 6 de agosto de 1876 es nombrado, por el Presidente Varela, 2º Secretario
de la Legación
en España aunque nunca alcanzó a ocupar dicho destino.
El 25 de agosto de 1880 el Presidente Vidal
lo designa como Teniente Coronel del ejército nacional.
Su obra literaria de mayor aliento es la Historia Militar y Política de las Repúblicas del Plata
(desde el año 1828 hasta el año 1866) que fuera publicada en Montevideo en 1877
compuesta por 12 tomos y un tomo adicional como apéndice destinado a biografías
y del cual sólo se imprimieron 128 páginas. La tutoría de esa obra le fue
cuestionada atribuyéndole la misma a su padre el Gral. Don Antonio Díaz.
Entre los libros más importantes podemos
destacar El Capitán Albonoz, drama
nacional en verso (1860); Lágrimas y
Jesuitas, drama (1861); Polonio
Collazo, Gaucho del Arerungua,
verso criollos (1873) y La Tumba de Rosa, leyenda histórica (1875) y de
la cual Alejandro Magariño Cervantes emite juicios laudatorios manifestando que
el autor revelaba “dotes nada vulgares”.
Tras arduas investigaciones se pudo comprobar
que el Cnel. Díaz se ocultaba bajo el seudónimo de Polonio Collazo.
Falleció en la ciudad de Buenos Aires a la
edad de 80 años, el 26 de octubre de 1911, a consecuencia de una caída y cuando
todavía gozaba de una actividad física comparable a su lucidez mental.
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En la Masonería nacional desarrolló su actividad como
miembro activo de la Logia Fe en la cual se
inició sus trabajos el 22 de mayo de 1861, a la edad de 30 años, según surge del
Libro de Matrícula a foja 81 de la respectiva Logia.
Fue un hermano siempre fraterno, que en cada
uno de sus actos, fueron éstos masónicos o profanos, dejó impresa su nunca desmentida conducta, que
siempre estuvo ceñida entre la
Escuadra y el Compas.[1]
[1] Gran Logia de la Masonería del Uruguay- Biografías masónicas orientales. Tomo I. Montevideo. 1991.
pp.47-48.
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