Carlos de Castro
21 de marzo de
1835 – 28 de octubre de 1911
Montevideo
Abogado, ministro de estado, legislador y diplomático.
Casado con la señora Isabel Caravia, fue suegro y mentor de Pedro Figari.
De este ilustre ciudadano, se
puede decir que ocupó todos los altos destinos de nuestro país, salvo el de
presidente de
Su padre fue don Agustín de Castro. Arruinada
la familia y muerto su progenitor su madre se casó, por segunda vez, con Cayetano
Gavazzo, poseedor de una cuantiosa fortuna, quien lo envió a Italia a estudiar
en compañía de sus otros hermanos.
Permanece en Génova por el espacio de 16 años
donde realiza estudios preparatorios y superiores hasta obtener el título de
doctor en jurisprudencia el 21 de junio de 1859.
De regreso al país en 1860, el Dr. Eduardo
Acevedo (masón), Ministro de Gobierno de Berro, lo designó para regentea y
dictar clases en las cátedras de Economía Política y de Derecho Constitucional
y Administrativo.
Al inaugurarse la clase de Economía Política
que él mismo dictó y en la cual dejó impreso su profundo espíritu liberal en
total y absoluta adhesión a los
principios masónicos manifestó lo siguiente: “Mi carácter altamente liberal os asegura la completa independencia de
opiniones, porque en esta aula la libertad no se teme…”.
Entre los años 1861 y 1869 es Miembro del
Consejo Universitario y Rector de la Universidad Mayor.
En 1865, cuando apenas contaba con 30 años de
edad, es nombrado Ministro de RR.EE., cargo que ocupa hasta el año 1866 en que
renuncia. Es quien firma el Tratado de la Triple Alianza, por nuestro país.
En 1869 es nominado como Senador por
Paysandú.
En 1873 es diputado por Montevideo, 1er.
Vice-Presidente de la
Cámara de Representantes y Miembro de la Comisión Permanente.
El 7 de febrero de 1874 es designado Ministro
del Supremo Tribunal de Justicia.
El 6 de octubre de 1882 se produce un
conflicto de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial lo que trajo aparejado
que el Dr. de Castro con todo el
Tribunal Supremo, con la excepción del Dr. Lindoro Forteza, presentaran sus
renuncias, las cuales fueron aceptadas. Sin embargo, el 18 de octubre de ese
mismo año, a pesar del conflicto que había existido unos días antes, el
Presidente Santos designó al Dr. Carlos de Castro como Ministro de RR.EE: Su
actuación en el ministerio estuvo orientada con amplio y profundo espíritu
liberal, que el Dr. de Castro había recibido de sus maestros en la Italia del Resurgimiento. En 1884 a parte de sus tareas
como Ministro de Gobierno se le encarga la cartera de Justicia, Culto e
Instrucción Pública.
En 1885, a instancias suyas, como representante
del Senado en compañía del Dr. Lindoro Forteza
(masón) Presidente del Supremo Tribunal de Justicia y del Gral. Máximo
Tajes, Ministro de Guerra, integra la Comisión Especial
encargada de devolver al Paraguay los trofeos de guerra de la Triple Alianza.
En 1886 es Miembro del Consejo de Instrucción
Secundaria y Superior.
En 1891 al dejar el Ministerio de Gobierno
ingresa al Senado electo por el departamento de Montevideo.
El 10 de enero de 1895, el gobierno de Idiarte
Borda lo nombra Ministro Plenipotenciario
en calidad de enviado extraordinario ante el gobierno del Brasil,
regresando de esta misión en 1897 para reintegrarse nuevamente al senado.
Desempeñando esas funciones lo hallaron los sucesos políticos del 10 de febrero
de 1898, donde Juan Lindolfo Cuestas da un golpe de estado, disolviendo la Asamblea , declarándose
dictador.
Opuesto al régimen surgido recién vuelve a la
actividad política en el año 1901 cuando es nuevamente electo diputado por
Montevieo. Finalizando su mandato en 1904, el Dr. de Castro a quien ya
aquejaban los achaques de su avanzada edad se retiró a su magnífica quinta del
Paso Molino -ubicada en el actual Camino Castro (llamado así en su
homenaje) y María Orticochea-,
muy venida a menos su gran fortuna de la que había sido dueño, dejando de
existir en ese retiro voluntario el 28 de octubre de 1911, a la edad de 76 años.
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En nuestra Masonería la obra realizada por el
Dr. Carlos de Castro es tan vasta y completa que se ha convertido en
imperecedera.
Ingresó a la Logia Caridad el 11 de
diciembre de 1860 y de la cual fue Venerable
los años 1871/72.
En 1879 es nombrado Gran Comendador de la
Orden , cargo que ocupará en varias oportunidades.
En 1881 redacta y hace aprobar el Código y la Constitución Masónica.
En 1882, en razón de sus hábiles gestiones,
obtiene de los poderes públicos de esa época la Personería Jurídica
de nuestra Institución, convirtiéndola desde ese momento en una de las primeras
organizaciones masónicas del mundo autorizadas legalmente para actuar en la
vida pública, en la más completa libertad.
El Ilustre y Poderoso Hermano Carlos de
Castro fue un hombre de vastísima ilustración, con un alma y un espíritu de un
gran señor, cuya casa fue por largos años, considerada como un centro de la
cultura rioplatense.
Y para aquilatar en toda su enorme dimensión
las virtudes que lo adornaron, transcribiremos las palabras que pronunciara,
con motivo de su muerte, José Enrique Rodó: “El doctor de Castro es una de esas figuras consulares de una generación
que ha dado a la República
hombres eminentes en todas las manifestaciones del pensamiento y de la acción y
puede decirse sin exagerar que ocupaba entre esas figuras uno de los puestos de
primera fila; dejo impreso en todo la huella de su talento poderoso y de su
nunca desmentido patriotismo”.[1]
En su homenaje, en
1917 fue fundada Logia Carlos de Castro,
hoy Derechos Humanos Nro. 85.
[1] Gran Logia de la Masonería del Uruguay- Biografías masónicas
orientales. Tomo I. Montevideo. 1991. pp. 36-37.
Estimados, muy buena la reseña, solo una pequeña corrección, la casa que muestran perteneció a su hermano Agustín, la de el es en Mitre y Buenos Aires, lo que sería ANEP. Frente al Solís, en su puerta se pueden observar sus iniciales. Lamentablemente por fuera se encuentra con cierto abandono pero por dentro deja ver algo de lo que fue, en ella se casó Pedro Figari con su hija María. Les comparto un enlace.
ResponderEliminarhttp://elpatriciadodelriodelaplata.blogspot.com.uy/2012/09/esos-castro-que-se-sentian-tan-patricios.html
Saludos, Diego Castro Arrúe
Muchas gracias por la observación, es corerecto, y la casa de la ANEP clro que la tengo presente.
EliminarNo hay de que estimados, si me proporcionan una cuenta de mail puedo hacerles llegar material y fotografías del Palacio Castro Caravia por dentro. Saludos, Diego Castro Arrúe.
ResponderEliminarMuchas gracias por la generosidad, te paso el correo dpeluas@gmail.com
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