La
Nobilísima Orden de la Jarretera
The Most Noble Order of the Garter
Insignias de Caballero de la Orden de la Jarretera
Otorgada
por el soberano británico
Orden: Caballería
Lema: HONI SOIT QUI MAL Y PENSE
(Vergüenza de aquél que de esto piense mal)
(Vergüenza de aquél que de esto piense mal)
Gran Maestre: Isabel II del Reino
Unido
Canciller: Lord Carrington
Estado
Actualmente en vigor
Estadísticas
Establecida
en 1348
Precedencia
Siguiente menor
Orden del Cardo
La Nobilísima Orden de la Jarretera o La
Nobilísima Orden de la Liga (The
Most Noble Order of the Garter) es la orden de caballería más
importante y antigua del Reino Unido, fundada en 1348 por el rey Eduardo
III. Es considerada el pináculo en el sistema de honores
británico.
La admisión a la orden es muy limitada. El monarca y
el príncipe de Gales son siempre miembros junto con veinticuatro
varones o mujeres. Los miembros masculinos son conocidos como los compañeros
caballeros, y los miembros femeninos son conocidos como las señoras compañeras (no «damas», como en
la mayoría de las otras órdenes de código de caballería británicas).
La orden también incluye miembros supernumerarios o extras,
llamados caballeros y damas reales (miembros de la Familia Real británica)
y caballeros y damas extranjeros (monarcas de Estados extranjeros).
El anuncio de nuevos miembros se realiza siempre el 23 de
abril, el día de san Jorge - nombre del hijo del príncipe William-, siendo
éste el santo patrono de la Orden y de Inglaterra. El rey Felipe VI
de España ha sido la última persona en convertirse en caballero de la
Orden, cuando la reina Isabel II lo nombró en 2017.
A diferencia de la mayoría de las órdenes, la Orden de la
Jarretera no está ligada a la propuesta del primer ministro; solo el soberano
concede admisiones. Las incorporaciones a la Orden son un regalo personal del soberano.
Excepto las concesiones de admisión supernumerarias, las concesiones son hechas
sólo a aquellas personas que han ejecutado hechos excepcionales de
servicio al Reino Unido.
Eduardo III, fundador de la Orden.
Muy poco se sabe a ciencia cierta sobre los orígenes y
finalidad de la orden y del significado de sus emblemas, ya que los registros
más antiguos se han perdido en sucesivos incendios. La leyenda más conocida es
la que cuenta que el rey Eduardo III, durante un baile que ofrecía
posiblemente en el Palacio Eltham,
bailaba con Juana de Kent, quien luego llegó a ser la primera Princesa
de Gales. A ésta, mientras bailaban, se le cae la liga que llevaba en la
pierna, a lo que el rey la levanta rápidamente, para evitar la vergüenza de la
joven, y coloca en su propia pierna. Ante la mirada de los curiosos que seguían
la escena, el rey dice la frase que quedaría como lema de la orden:
«Honi soit qui mal y
pense»
(«Que se avergüence
quien de esto piense mal»).
Muchos afirman que la dama en cuestión no era Juana de Kent,
sino su suegra hasta ese momento, Catherine Montacute, condesa de Salisbury.
Esta teoría, según muchos historiadores, parece haber tenido
su origen en Francia y con el propósito de desacreditarla, ya que se
niegan a creer que la orden de caballería más prestigiosa y antigua haya tenido
un comienzo tan frívolo.
Según otra teoría el rey Eduardo III habría
intentado, con la formación de la orden, una vuelta a la Mesa Redonda de los Caballeros del Rey
Arturo. Es sabido que el monarca disfrutaba junto a su corte de festejos
que evocaban los tiempos del mítico rey, con torneos de justa incluidos y mesa
redonda a la cual los caballeros de la corte se sentaban. Siguiendo esta
versión, muchos dicen que mientras el rey proclamaba la orden como una simple
evocación de los tiempos de Arturo, su verdadera finalidad era crear un
movimiento formado por caballeros, los cuales habían servido a Inglaterra durante
la Guerra de los Cien Años contra Francia, que lo apoyaran en su
pretensión al trono francés y que el lema de la misma, «Honi soit qui mal y pense», iba dirigido a cualquiera que se
opusiera a la reclamación del rey a la corona francesa.
La más antigua mención escrita que se conserva de la Orden
se encuentra en Tirante el Blanco, la gran novela caballeresca publicada
en 1490 en lengua valenciana, que dedica un capítulo a la descripción
del origen de la Orden. En esta narración de Joanot Martorell, la palabra
«Honi» del lema de La Jarretera
aparece como «Puni», de modo que se
traduciría: «Castigado sea quien piense
mal de esto».
El
emblema de la Orden en el castillo de Windsor.
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La Orden
La orden medieval original estaba compuesta por el rey
Eduardo III, su hijo Eduardo de Woodstock, príncipe de Gales, más conocido
como el Príncipe Negro y ambos contaban con 12 compañeros, como si se tratara
de un torneo.
El título Caballeros Reales fue introducido por primera vez
por el rey Jorge III con el fin de poder incluir en la orden a 7 de
sus 9 hijos varones, sin que éstos contaran en los 24 compañeros. Con la
admisión a la orden del emperador Alejandro I de Rusia en 1813,
la incorporación supernumeraria se extendió a los monarcas extranjeros.
Escudo
de Felipe II al ser nombrado caballero de la Jarretera (1554).
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Poco después de fundarse la orden, las damas fueron
admitidas como Señoras de la Orden,
sin llevar el título Compañeras. En
1488 el rey Enrique VII eliminó directamente la práctica de incluir
mujeres en la orden y ésta permaneció exclusivamente masculina (salvo en los
momentos que el monarca del Reino Unido era una mujer, la cual se convertía en
Soberana de la Orden) hasta que en 1901 el rey Eduardo VII nombra
a su consorte Alejandra Dama de
la Orden. Lo mismo harían luego los reyes Jorge V y Jorge VI con
sus respectivas consortes.
En 1987, la reina Isabel II decidió que las damas
llevasen el título, hasta ese momento negado, de Compañeras, por lo que se convirtieron en Damas Compañeras al igual que los Caballeros, exceptuando a las Damas Reales y Extranjeras que nunca
ostentaron dicho título.
A partir del siglo XVIII, la elección de los miembros
empezó a realizarse por sugerencia del gobierno. En 1946 el rey Jorge
VI, al ver que la orden se estaba politizando, regresó a la forma original en
la que el soberano elige personalmente a sus compañeros.
A lo largo de los años, varios miembros han sido expulsados
de la orden por crímenes como herejía, traición o cobardía y hasta ejecutados
como en el caso de Lord Scrope de Masham (amigo de la infancia del rey Enrique
V) y el III Duque de Buckingham en 1521. Edward Stafford, duque
de Buckingham y nieto de Eduardo III, fue ejecutado por aspirar a
ostentar la corona inglesa, así como por su condición de católico durante las
persecuciones religiosas. Una rama de sus descendientes encabezada por John
Stafford se trasladó a Irlanda y desde allí a España y América. La muerte
de Buckingham fue muy sentida por el emperador Carlos V.
El rey Carlos I lucía el emblema de la orden,
adornado con 400 diamantes, cuando fue ejecutado.
Durante la Primera Guerra Mundial, muchos de los
Caballeros Extranjeros que eran monarcas de Estados enemigos fueron expulsados.
Así, las admisiones del emperador Guillermo II de Alemania y del
emperador austríaco Francisco José I fueron revocadas en 1915.
Lo mismo ocurrió con el emperador Hirohito de Japón, a quien se
le retiró de la orden cuando su país entró en la Segunda Guerra Mundial.
En 1971, sin embargo, la reina Isabel II le restableció como miembro, acto
recibido con enorme felicidad por el emperador.
Miembros actuales de la orden
Peter
Carington, VI barón de Carrington. Canciller de la Orden (1985)
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Miembros ex officio
La Reina
El Príncipe de Gales
Caballeros y señoras compañeros
Edwin Bramall, barón de Bramall (1990)
John Sainsbury, barón Sainsbury de Preston Candover (1992)
John Baring, VII barón de Ashburton (1994)
Sir Timothy Colman (1996)
James Hamilton, V duque de Abercorn (1999)
Peter Inge, Barón de Inge (2001)
Sir Antony
Arthur Acland (2001)
Robin
Butler, barón Butler de Brockwell (2003)
John
Morris, barón Morris de Aberavon (2003)
Sir John
Major (2005)
Richard Luce, barón de Luce (2008)
Sir Thomas Dunne (2008)
Nicholas Phillips, barón Phillips de Worth Matravers (2011)
Michael Boyce, barón de Boyce (2011)
Jock Stirrup, barón de Stirrup (2013)
Isabel Lydia "Eliza" Manningham-Buller, baronesa
de Manningham-Buller (2014)
Mervyn Allister King, barón King de Lothbury (2014)
Charles Kay-Shuttleworth, barón de Shuttleworth (2016)
Sir David Brewer (2016)
Lady Mary Fagan (2018)
Alan Brooke, vizconde de Brookeborough (2018)
"Vacante"
"Vacante"
Caballeros y damas Reales
Duque de Edimburgo (1947)
Duque de Kent (1985)
Princesa Real (1994)
Duque de Gloucester (1997)
Princesa Alejandra, La Honorable Lady Ogilvy (2003)
Duque de York (2006)
Conde de Wessex (2006)
Duque de Cambridge (2008)
Caballeros y damas extranjeros
Gran Duque Juan de Luxemburgo (1972)
Reina Margarita II de Dinamarca (1979)
Rey Carlos XVI Gustavo de Suecia (1983)
Rey Juan Carlos I de España (1988)
Reina Beatriz de los Países Bajos (1989)
Emperador Akihito de Japón (1998)
Rey Harald V de Noruega (2001)
Rey Felipe VI de España (2017)
Oficiales
La orden tiene seis oficiales:
La Prelatura (actualmente
el Obispo de Winchester)
El Canciller
El Registrador
El Rey de Armas
El Secretario
El Ujier, quien
es conocido como el "Ujier Caballero
de la Varilla Negra"
La
Nobilísima Orden de la Jarretera
SARAY GARCÍA
La monarquía británica pasa por ser una de las más
conservadoras en lo que se refiere a sus tradiciones y al seguimiento del
denominado sistema de honores. En este sentido, en lo que se considera la cima de
esta antiquísima organización, se sitúa la conocida como “la Nobilísima Orden de la Jarretera”,
que pasa por ser la orden de caballería de mayor rango, antigüedad e
importancia de todo el Reino Unido.
La Orden de la Jarretera y su Lado Oscuro
Algunos autores contemplan que algunos Caballeros Templarios se dirigieron a Escocia, donde sus
tradiciones llegaron a ser parte integral del desarrollo de la llamada
Masonería del Rito Escocés.
Ninguna institución tan poderosa como la de los Templarios,
podría evaporarse repentinamente.
Los imitadores de los Templarios surgieron ágilmente. La más
trascendental fue la Orden de la
Jarretera. En 1348, sólo unos años después de la caída de los
Templarios, Eduardo III de Inglaterra creó esta orden, que aún existe hoy.
La jarretera era y aún es el símbolo de una bruja suma
sacerdotisa. Cuando una suma sacerdotisa llega a ser “bruja reina”, es decir, cuando su reunión forma una agrupación hija
con su propia sacerdotisa, obtiene una hebilla de plata en forma de luna
creciente, que coloca en su jarretera.
Por cada agrupación que forme después, le añaden una nueva
hebilla. Algunos historiadores especulan que la dama con quien danzaba el
rey Eduardo, era una bruja reina. La caída de su jarretera en una
corte que era al expresar su aprobación, Eduardo le dio su bendición a la dama
y a su religión. Posiblemente él quiso decir: “Vil sea el que piense mal de la brujería”. Esto es apoyado por
su decisión de nombrar dos grupos de 13 caballeros, puesto que 13 era
el número que formaba una reunión de brujas, y el número de las fiestas anuales
de la luna (esbats).
Hasta el presente, el rey o la reina de Inglaterra en este
caso la Reina Isabel II es cabeza de la (y también patrona de la
Masonería), y cuando es investida con todas las insignias de la Orden, viste
una capa con 168 jarreteras, más una que lleva en la pierna. Esto suma 169
=13 x 13. La reina de Inglaterra pudiera ser la bruja reina de su nación.
Los símbolos de la
orden:
-
La liga que representa la lujuria, una
liga como la que usan las brujas para distinguirse entre las de más alto rango
y que está hecha de piel de serpiente con una hebilla y usada como medio de
protección mágico.
-
Un collar que es como los collares de las
órdenes masónicas.
-
La rosa de la dinastía Tudor.
Fuentes:
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