Claves para entender a los Maestros

11 diciembre 2018

Francisco Piria


Fernando Juan Santiago Francisco María Piria
21 de agosto de 1847 - 11 de diciembre de 1933
Montevideo

Más conocido por Francisco Piria, el mentor de Piriápolis.
El sábado 21 de agosto de 1847 en Montevideo se produce el nacimiento de Francisco Piria, hijo de inmigrantes italianos, quedando huérfano de padre a los 5 años. Por lo tanto su madre toma la decisión de enviarlo a Italia, al pueblo de Diano Marina –Dianomarino-, en la zona de la Liguria, en las cercanías de Génova donde es criado por el  tío Juan –hermano de su madre-, que era monje jesuita. Regresa cuando en 1859 a la edad de 12 años, a los dos años de estar en estas tierras es enrolado como voluntario en un cuartel, eran tiempos difíciles y de cambios en el país.

Piria desde muy tempranos se las rebusco diríamos para salir adelante y transformarse con esa visión tan particular que tenía en un hombre de negocios.
Su faceta de comerciante, tránsito desde las ventas de relojes, luego sobretodos, pero el giro transcendental en su vida estuvo cuando asume los negocios de bienes raíces.
En este último rubro se encargaba de la compra de grandes extensiones de tierra y posteriormente las fraccionaba en solares, para luego realizar su remate. Para llevar adelante esto tenía una visión del marketing impresionante, montando todo desde la propaganda, el traslado de los futuros compradores y el show el día de la subasta.
Mucho se podrá escribir de esto, pero no es nuestra prioridad en estos momentos. Fue el fundador de más de 100 barrios montevideanos, inclusos también en localidades del interior y un pueblo en el departamento de Canelones (Joaquín Suárez).
Las ganancias obtenidas fueron las que financiaron a sus 43 años, su gran proyecto al comprar 27 mil cuadras de terreno junto al mar, en el departamento de Maldonado y en 1890 fundó allí la ciudad balneario de Piriápolis.

En realidad, cada monumento y construcción es un símbolo en sí mismo. Existe una conexión entre cada uno de ellos y todos representan una etapa en lo que constituye un camino iniciático. Es asombroso descubrir en sus obras la obsesión por dejar plasmados sus conocimientos de Qabbalah y Alquimia, diseñando una catedral a cielo abierto en un paseo, senderos y luminarias en un salón plagado de simbología y colores alquímicos, una iglesia que nunca fue, un castillo entre las sierras de cuya arquitectura se desprende un sinfín de mensajes. En el trazado original de la ciudad, cada manzana fue diseñada para que sus calles formaran un Árbol de la Vida –cabalá-. Sus monumentos representan en su conjunto el tránsito a la Era de Acuario. Sus obras arquitectónicas son templos en sí mismas. Tal vez la más impresionante sea la del Argentino Hotel, símbolo viviente del misticismo que encarna la ciudad donde a cada paso se encuentra un misterio por descubrir, un velo por levantar”.[1]

Lo obvio
No tendré necesidad de establecer que Piria era un alquimista, para los uruguayos, es la faceta más conocida de él. No faltara aquel lector que en estos momentos comente y que incluso algunos llegan en tono de broma afirmar que en la noche aparece en su castillo, e incluso escuchar los ladridos de su perro por la ciudad balneario Piriápolis.

El escritor
Esta faceta es conocida, pero no en su totalidad, dado que las obras que realizo fueron unas cuantas, entre ellas se popularizo una pero además conto con la publicación de otras como fue el caso de:
ü  Impresiones de un viajero en el país de los llorones, 1879 (con el pseudónimo de H. Patrick).
ü  La familia del coronel, Montevideo, 1881, por orden de “La Industrial”. 
ü  Mr. Henry Patrick en busca del pueblo oriental, Montevideo, Rius y Becchi, 1882 (H. Patrick). 
ü  Dos palabras al pueblo trabajador, honrado, económico y progresista sobre el que descansa el porvenir de la Patria, Montevideo, Imprenta y encuadernación de Rius y Becchi, 1884. 
ü  Un pueblo que ríe, Montevideo, “La Industrial”, 1886 (H. Patrick). 
ü  El Socialismo Triunfante, Montevideo, Dornaleche y Reyes 1898. 
ü  Misterio, Montevideo, Barreiro y Ramos, 1902. 

Debemos de recordar que fue co-propietario de “La Tribuna Popular”, oficiando como diario de oposición al gobierno.[2]


*** ***

Francisco Piria ingresa a la masonería el jueves 27 de junio de 1867, en la Logia Unión y Beneficencia.
Lo curioso de esto es que se establece su edad en 28 años, casado, italiano y comerciante.[3]
Es claro que en ese momento tiene 20 años, y siendo la edad de 21 para su ingreso, también realiza alguna modificación a su identificación como establecer el nombre de Francisco Plácido Piria y de nacionalidad italiano.
Alcanzo el grado de Maestro, en 1871 será suspendido. Hay otra versión donde se dice que el renuncia, y nunca se resolvió el tema.


[2] La Tribuna Popular diario vespertino de larga vida 1879-1960.  Siendo sus fundadores Emilio Lecot y Renaud Reynoud. Entre los socios del diario se encontraba su administrador, José Lapido, siendo en su edificio que se encuentre la planta del diario. A esta empresa también estuvo Francisco Piria hasta 1893. Se destacan entre sus redactores destacaron Washington Beltrán y Florencio Sánchez.
[3] Álvaro Zunino en la revista Masoneria.uy Nº 13. 2015.

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