Claves para entender a los Maestros

21 diciembre 2018

Un discurso fácil


Un discurso fácil

En estos días una nueva mentira se trata de poner en práctica, por aquellos que no son capaces de comprender que uno es responsable de su propio accionar.

En el imaginario de la gente predomina una mirada de recelo hacia la Masonería, y ahora se suma una opinión muy pobre, insultando la inteligencia del pueblo uruguayo al aprovecharse de esas tergiversaciones novelescas que son fáciles de tirar sobre dicha Institución y otras, de quien fuera el vicepresidente del Uruguay, después de pasar unos cuantos años de estar en la esfera estatal desde el cargo que desempeño en un ente público, y ocupar la presidencia del Poder Legislativo.

Acusando y diría hasta infantilmente en una carencia de autocrítica que lastima aún más en lo ético a su propio grupo político que su salida del gobierno y su lamentable presente se debió a no pertenecer como lo dice en la entrevista del semanario BUSQUEDA:

"… porque no nos acomodamos con ningún grupo de poder: ni con los económicos ni con los religiosos, ni las sectas. No somos del Opus Dei, ni de la masonería, no vamos al Piso 40 (club de empresarios y gente influyente que se reúne en el World Trade Center) ni a las iglesias evangélicas".

La pregunta que inmediatamente deberíamos hacer es: ¿por qué recién denuncia esto?

Por lo que corresponde a la Masonería, la cual estudio desde hace un largo tiempo, es carente del mínimo estudio y desconocimiento sobre el tema: decir que la pertenencia es tener el poder del Estado en sus manos. Una mínima mirada a sus declaraciones de principios en sus estatutos civiles registrados largamente más de un siglo atrás mostrará que cada ciudadano que la integra solo no busca poder desde su esfera sino trabaja por una sociedad más justa e igualitaria, llevando adelante sus principios. Lo ha hecho así en cada localidad del país donde ha sentado las bases de la fraternidad para una plena vigencia de los derechos civiles en un sistema democrático, republicano, constitucional, que nos enorgullece. Sistema que se basó muchas veces en la discreta participación de integrantes de esa tan criticada hermandad y que sabiamente solo actúa y respeta con discreción.

Los invitos hacer un recorrido que venimos realizando en el blog sobre El Espíritu Masónico, publicación de una revista uruguaya, El Faro Oriental de 1912, que sin duda ese es el verdadero espíritu de un masón. Claro que, si la idea que tiene la persona para ingresar a la Masonería es para acomodarse, probablemente ese confundido, en un corto plazo abandone la Hermandad cuando vea que la esencia es ayudar a otros, a llevar sus potencialidades al máximo para construir en forma conjunta, en base al respeto que profesan en mantener una identidad libre y laica en la mayor tolerancia de todas las diferencias que no se basen en un fundamentalismo del tipo que sea.

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