Claves para entender a los Maestros

04 mayo 2020

Lo que no se cuenta


Lo que no se cuenta
Israel / Palestina
Sin duda la situación de Israel y Palestina es conocida por mucho dado el largo tiempo de conflictividad que hay en la misma. Pero acercaremos una mirada como se presenta la masonería en el lugar.

Extraemos el racconto histórico realizado por el Venerable Hermano León Zeldis Mandel, en la Revista Retales de Masonería Nº 56, febrero de 2016.


La primera ceremonia masónica registrada en Tierra santa fue la reunión organizada por Robert Morris en la Caverna de Sedecías – o Cantera del Rey Salomón – una profunda caverna bajo la ciudad vieja de Jerusalén utilizada como cantera durante siglos. Morris era norteamericano, ex Gran Maestro de Kentucky, que había venido al Medio Oriente para buscar reliquias masónicas de la antigüedad. No encontró lo que buscaba, pero sí descubrió un pequeño grupo de Masones en Jaffa y Jerusalén. Morris los juntó, aprovechó que en la bahía de Jaffa se encontraba un barco de la marina británica, varios de cuyos oficiales eran masones, y después de algunos ensayos en el Hotel Mediterráneo de Jerusalén, el 13 de mayo de 1868 condujo a todo el grupo a la caverna de Sedecías y allí constituyó lo que con gran pompa proclamó ser una Logia Provisoria, llamada Reclamation Lodge, o sea Logia Recuperación, significando así que la Masonería recuperaba su presencia en su lugar de origen. Entre los participantes en esa ceremonia se encontraban cuatro masones cristianos norteamericanos de Jaffa (pertenecientes a una secta derivada de los Mormones), el gobernador turco de Jaffa, el Cónsul de Prusia, el Cónsul de Estados Unidos en Jerusalén, y el Capitán y arqueólogo Charles Warren, quien más tarde sería el primer Venerable Maestro de la famosa Logia de Investigación Quatuor Coronati. Ya en esta primera ceremonia masónica en Tierra Santa, los participantes incluían cristianos de diversas denominaciones, y un musulmán. La primera logia verdadera establecida en Palestina fue también obra de Robert Morris.
Después de varios infructuosos intentos de conseguir una patente de una Gran Logia estadounidense, convenció finalmente a un amigo personal, William Mercer, quien había sido elegido Gran Maestro de la Gran Logia de Ontario en Canadá, para extender una patente para fundar una Logia que trabajase en Jerusalén y alrededores. La carta patente fue emitida el 17 de febrero de 1873 y la Royal Solomon Mother Lodge N° 293 fue formalmente consagrada el 7 de mayo.
Los que firmaron la petición para el otorgamiento de la Patente fueron Robert Morris, John Sheville, Rolla Floyd, Richard Beardsley, Charles Netter, Peter Bergheim y catorce otros masones que no vivían en Palestina, y que fueron agregados por Morris para completar el número de peticionarios…
Pese a las problemáticas relaciones entre las comunidades árabe y judía, la Gran Logia Nacional de Palestina realizó constantes esfuerzos por atraer candidatos de todas las comunidades: judía, cristiana, musulmana, armenia y drusa. En efecto, se fundaron varias logias cuyas reuniones se realizaban en árabe, compuestas casi exclusivamente por árabes: la logia Nur El-Hichmah (“La Luz de la Sabiduría”) y logia Jerusalén, ambas en la Ciudad Santa, Khoresh en Amán, y Galilea en Nazaret.
Sólo con la creación de la Gran Logia del Estado de Israel, en 1953, la Masonería en Tierra Santa pudo unirse finalmente bajo el mismo techo. Todas las logias de la Gran Logia Nacional Palestina se integraron a la nueva Gran Logia, y lo mismo hicieron las logias de habla inglesa y alemana. Las treinta logias que funcionaban en aquel tiempo estaban divididas lingüísticamente del siguiente modo: 19 logias trabajaban en hebreo, 5 en alemán, 4 en inglés y una cada uno en rumano y árabe.
La logia Nur El-Hichmah que se reunía en la ciudad vieja de Jerusalén, quedó en la zona
ocupada por Jordania desde 1948. La logia Khoresh se encontraba en Amán, Jordania, y sólo la Logia Galilea seguía trabajando en árabe, en la ciudad de Nazaret. Había sido fundada en 1950 con hermanos tanto musulmanes como cristianos, con una mayoría de éstos, en una ciudad con tan profundo significado para la Cristiandad.
En 1954, al año siguiente de la fundación de la Gran Logia de Israel, se fundó en el puerto de Acre - la antigua fortaleza de los cruzados - una segunda logia de lengua árabe, Acco Nº36.
Una tercera logia árabe fue fundada en Kfar Yassif, en la Galilea Occidental: la Logia Hidar, con numerosos hermanos drusos, y en 1959 se fundó en Tel Aviv la Logia Al-Salaam (Paz), compuesta tanto por árabes como judíos.
En 1968 se fundó en Haifa, una ciudad que siempre tuvo una composición étnica mixta, la Logia Na’amán, que trabaja en hebreo pero tiene una composición de árabes y judíos. De los 32 Venerables Maestros de la logia entre su fundación y 2003, diecinueve – o sea la mayoría – han sido árabes En 1974, un año después de la guerra de Yom Kippur, se fundó en Jerusalén la logia Ha- Lapid, de habla árabe, que integra hermanos árabes y judíos. Su primer Venerable Maestro fue un judío: David Greenberg.
Finalmente, en 1983 fue fundada en Nazaret la Logia Nazareth, que trabaja en árabe, con hermanos musulmanes y cristianos.
El carácter universal de la Gran Logia de Israel está simbolizado por su escudo, con la estrella de David, la cruz y la luna creciente enmarcados dentro de la escuadra y el compás.
En los templos masónicos de Israel están abiertos tres libros sagrados: la Biblia, el Tanaj (Antiguo Testamento en hebreo) y el Corán. La oficialidad de la Gran Logia incluye tres Grandes Capellanes, de las tres religiones monoteístas y con el mismo rango. La oficialidad de la Gran Logia siempre ha incluido hermanos árabes. En 1981 fue elegido como Gran Maestro el abogado árabe de Haifa, Jamil Shalhoub, y al año siguiente fue reelegido por un segundo período.
El papel que ha desempeñado la Masonería en Israel demuestra que, existiendo una base
de racionalismo y humanismo, se puede edificar la convivencia entre grupos humanos separados por el idioma, la religión y la etnia. La Masonería israelí da prueba fehaciente de que la paz entre los pueblos no es una utopía, sino que sólo es preciso el esfuerzo individual de cada persona de buena voluntad, y el trabajo mancomunado de todos quienes desean construir un mundo mejor, de paz, libertad y progreso.







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